Читать книгу El amor, el desamor y mil movidas más - Esther Varas - Страница 8

A todos nos ha pasado

Оглавление

Muchas veces piensas que tu amor es perfecto. Error!! No hay nadie perfecto, todos somos perfectamente imperfectos. Incluso tú y por supuesto yo. Hay personas que tienen cosas que tú no tienes y tú tienes cosas que ellas no tienen. Esta reflexión vino a mi mente sentada una mañana frente al ordenador para abordar el primer capítulo de este libro, pensando cómo te puedo ayudar cuando se termina una relación de pareja. Me acordé de mi paciente Dafne. Mujer joven, atractiva e inteligente. Sin embargo en su mirada se podía dilucidar una sombra de desilusión oculta bajo su insolente rabia. Su corazón chillaba pidiendo ayuda y abrazos…Le pregunté una vez más porqué estaba siempre tan irascible y se veía tan confusa cuando tenía que tomar una decisión, ya fuera en el terreno laboral como en el personal. Ese día mientras que me regalaba una mirada de soslayo, me susurró, “mi marido me ha puesto los turutas”. Después de unos dos segundos, reaccioné. Y le pregunté: perdona ¿el qué dices que te ha puesto? Los cuernos, me contestó con un tono seco. Él me lo ha confesado. Te resumo el caso pues lo puedes leer íntegro en el libro “Confidencias de una terapeuta”.

Su marido se había ido a un Festival de Artes Marciales y allí había conocido a una compañera de ejercicios. Parece que, entre práctica y práctica, postura y postura, comida y desayuno… la pasión hizo su aparición por ese Festival, y terminaron acostándose. Dafne rompió a llorar. Era un llanto desgarrador, de traición, de impotencia y de rabia contenida. Decía que no entendía nada de lo que había pasado, del porqué, si ella confiaba en él y siempre le fue fiel. Decía que hasta hacia unos días todo eran risas, complicidad en las actividades, maravillosos paseos por el parque, cenas, desayunos… noches de sexo y amor. Su sollozo se fue haciendo cada vez más intenso hasta llegar al hipo.

Me dio un vuelco el corazón al recordar una época pasada en mi vida en la que los buenos momentos con mi novio, se vieron turbados cuando me plantó como una margarita, sin previo aviso. Recuerdo lo mal que me sentí, no tenía claro si había hecho o dicho algo, si no era la mujer perfecta para él, mi cabeza se volvía loca y…mi corazón se rompió. En ese momento me era muy difícil ver más allá de mi dolor pero reconozco que la solución no fue permanecer estática en un estado emocional de dolor. Me ayudó dejar fluir las emociones, llorar, gritar, ¡patalear y hasta golpear algo. Este gesto libera esas emociones contenidas que no te permiten avanzar sino estancarte en un mismo círculo sin poder salir de él. Sé lo que estás pensando, es difícil, sobre todo cuando tu objetivo y mi objetivo en la vida es el amor. Y en una situación similar solo hay dolor!

Te aseguro que nada que merezca la pena es sencillo, pero cuando hayas liberado esas emociones y reconozcas lo que sucedió, te sentirás mejor, pues ese es el indicio de la recuperación y ese amor continúa en tu interior, solo hay que aprender a reenfocarlo en otra dirección. ¿Cuándo? Te preguntaras cuando estés preparada para comprender que la persona más importante en tu Vida eres tú, que no debes mendigar amor. Mientras no asumas, aceptes y reconozcas que la importancia del amor radica en “Amarte a ti” misma, nunca sabrás lo que es realmente el amor. Pero no confundas amor propio con egocentrismo. Eso lleva a navegar por emociones aún más peligrosas de las cuales la única perjudicada serás tú. Cuando digo amarte a ti misma me refiero a conocerte y aceptarte tal como eres y si hay alguna parte que no te gusta puedes mejorarla con tu actitud, con tu punto de vista o con tu pensamiento.

Volviendo al caso de Dafne me pregunto si la infidelidad está a la orden del día. En España un 40% de la población reconoce ser o haber sido infiel a su pareja. Todos conocemos a alguien que ha sido infiel y seguramente a más de una víctima de infidelidades. ¿Por qué ponen los cuernos tanto varones como féminas? ¿Somos infieles por naturaleza? ¿Qué entendemos por infidelidad? ¿Por qué pensamos que las relaciones de pareja no tienen fecha de caducidad? ¿Acaso seguimos creyendo en el amor para siempre? Alguien nos tendría que haber informado que igual que crecemos biológicamente en las relaciones también el tiempo pasa para los dos. Pero a veces no crecemos ni al mismo tiempo ni en la misma dirección porque si no hay una base sólida construida con un fuerte sentimiento de amor y no se alimenta día a día éste caduca y empezamos a buscar fuera de la relación.

He conocido a personas que consideran que fantasear con otro ya es infidelidad, otros ponen la línea en el beso y otros en las relaciones sexuales. Aceptemos que en genera hombres y mujeres (no importa la orientación sexual) vemos el sexo de forma distinta. No tiene tanto que ver con una cuestión biológica pero si cultural. Y esta diferencia versa acerca de la separación sexo-afecto o al menos sexo-simpatía. Para nosotras es más complicado separar estos dos conceptos, mientras que los hombres lo consiguen mucho más fácilmente. ¿Por qué? Porque generalmente, necesitamos sentir algo por nuestra pareja sexual para tener relaciones. Ese algo no tiene por qué ser amor pero si algún tipo de vínculo, química o algo parecido que pueda “justificar” el sexo. Porque al final es lo que hacemos justificarlo inconscientemente.

Los hombres no necesitan eso. Pueden acostarse con alguien que les caiga antipático si les apetece disfrutar de una sesión de sexo. Ninguna opción es mejor ni peor simplemente en eso somos diferentes. ¿Por qué te estoy relacionando esto con la infidelidad?:

 Punto uno, un hombre puede acostarse con una mujer sin darle la menor importancia al tema afectivo (se puede decir que su infidelidad suele ser más fría).

 Punto dos, a la hora de afrontar una infidelidad de la pareja al hombre le molesta mucho más el lado sexual y a la mujer el lado afectivo. Esto es, un hombre no piensa en la carga emocional de la infidelidad solo se sentirá realmente engañado si sabe que ha habido sexo de por medio. A las mujeres en general el sexo no es lo que más nos preocupa, saber que ha habido sentimientos por medio nos despedaza.

Chicas, tengámoslo claro el concepto de infidelidad no es igual para hombres y mujeres. Por esto algunos en el sector masculino piensan si comes lo mismo todos los días te aburres aunque sea tu plato favorito. Es decir pueden querer a su pareja y tener con ella sexo maravilloso pero necesitan nuevas emociones. Para las mujeres en cambio la primera razón para ser infieles es la necesidad de afecto. Cuando las cosas se enfrían y el interés se desvanece no es extraño caer en los brazos de otro si nos ofrece lo que necesitamos. Sin embargo hay algo que me llama la atención y escucho a menudo entre las mujeres el sexo no es lo más importante. No te engañes!! Sí, es fundamental para hombres y mujeres. Es una forma más intensa de comunicarnos y de conocernos. A través de la relación sexual podemos compartir muchos sentimientos, juegos, momentos, se relajan situaciones… Nosotras queremos que nos quieran y nos deseen.

Otras veces la infidelidad es por venganza, porque no les llenamos o por mil movidas que a veces no sabemos o no queremos saber. En esa situación no dudo que haya amor y diversión, sin embargo alguno de los dos no siente lo mismo que el otro ni en el mismo grado de intensidad, no es feliz y en lugar de decirlo, nos callamos y si alguien se cruza que nos aporte lo que necesitamos hacemos la del humo. Para mí la infidelidad es una de las peores traiciones de pareja, sin embargo a diferencia de las mujeres,pocos hombres perdonan. Ante una traición te invade una combinación de coraje y tristeza, de impotencia, de ingratitud, de injusticia, de abandono, maldices, te encolerizas, te duele… y mucho. La reacción instantánea es mandarles a la “mierda”. Pero vamos a ser sinceras ¿seguro que nosotras no hemos tenido nada que ver? Las mujeres contamos con ese “sexto sentido” que nos indica cuando algo no anda bien y sabemos que nuestra pareja nos es infiel. La intuición nos activa un clic para que observemos lo que sucede. No se trata de justificar ese comportamiento, si no comprender qué ha pasado, qué es lo que ha fallado en la relación y saber por qué hemos buscado fuera de ésta lo que no encontramos dentro o lo que se perdió ya sea posición, pasión, aventura, sexo, novedad, etc. No te engañes ambos somos responsables de nuestras acciones y decisiones aunque no tanto de nuestras emociones y sentimientos.

L´amour…

Para mí el amor es el motor de la vida y si es en pareja genial aunque éste se basa en el respeto hacia la libertad del otro. No podemos amar desde la sensación de opresión. Muchas veces no nos tomamos ese tiempo y arrastramos sus consecuencias ya sea en la misma relación o en la próxima. Por ello si ya hemos experimentado en otra relación el abandono y la traición y no hemos liberado esa energía creada por la emoción, ésta, queda aferrada en la memoria de nuestro cuerpo. Cuando experimentamos situaciones similares ese dolor se incrementa resultando ser inaguantable pues despierta la antigua herida no cicatrizada por el tiempo, si no oculta.

La neurociencia indica que existe un lugar donde se van almacenando los recuerdos y se experimenta el miedo y reside en el área donde se refleja la actividad cuando meditamos cómo resolver un problema. Durante muchas décadas se ha investigado por qué sentimos un fuerte enamoramiento y qué es lo que lo genera y produce. Este lugar donde se forman las emociones se llama sistema límbico. Es un conjunto de estructuras que incluyen el hipocampo y la amígdala entre otras. Aquí, se pueden controlar muchas funciones como el estado de ánimo, la memoria, el placer y las adicciones. Hasta ahora era difícil situar el lugar exacto del amor porque a diferencia de otras emociones como el enfado o el placer, éste es mucho más abstracto y parece involucrar a más áreas cerebrales. Científicos de la Universidad de Concordia en Canadá junto con otros expertos han localizado el sitio exacto donde se originan los sentimientos cuando estamos enamorados. Los resultados indican que la ínsula ubicada profundamente en la superficie lateral del cerebro, dentro del surco lateral, que separa las cortezas temporal y parietal inferior y el núcleo estriado que es la principal vía de entrada de información hacia los ganglios basales, y recibe información de la corteza cerebral, son los responsables tanto del deseo sexual como del sentimiento de amor. El área que se activa con el deseo sexual también lo hace con otras cosas que producen placer como la comida. Pero el área del núcleo estriado que activa el amor resulta mucho más compleja. Los científicos quedaron sorprendidos al descubrir que la zona del núcleo que se reactiva con el amor es el mismo donde se origina la adicción a las drogas por lo que el comportamiento es similar al de los adictos.

Después de reflexionar sobre todos estos avances varias preguntas germinaban con curiosidad en mi cabeza; ¿Será entonces que el amor es un hábito que se forma con el deseo sexual y que compensa este deseo? ¿Será ese el punto G del amor? ¿Somos, o podemos ser adictos al amor, y al sexo? ¿Por qué nos transformamos en personas dependientes del amor? ¿Por qué tengo tan mala suerte con los hombres/mujeres? ¿Para curarnos o sanar un desamor, y la adición al enamoramiento, tendremos que pasar el mono? ¿Será que tengo miedo a la soledad? ¿A sentirme sola? ¿A estar físicamente sola?

En las siguientes páginas vas a encontrar alguna de las respuestas así como la forma de superar la ruptura o la pérdida que estés viviendo y prepararte para acoger y disfrutar de nuevo el amor pero antes es importante superar la sensación de soledad. Para ello te dejo algunos remedios:

 Se valiente y da el primer paso para salir de tu aislamiento. ¡Toma la decisión!

 ¿Quién es la persona que tienes más cerca que te puede tender una mano o escucharte?

 Busca actividades, reuniones, cursillos, donde haya más personas y si puedes practicar alguna afición, ¡perfecto!

 Practica tus habilidades sociales y si no sabes cómo lee, investiga sobre qué hacer para mejorarlas. ¡No te aísles!

 No descuides tu alimentación, tu descanso y tu salud en general así no te sentirás tan agotada emocional y físicamente. Sé que no te apetece hazlo por ti!

 Si lo necesitas pide ayuda a a un profesional de la salud.

El amor, el desamor y mil movidas más

Подняться наверх