Читать книгу 100 Fichas de animaciones para personas mayores - Evelyne Allègre - Страница 7

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parte 1

Nociones básicas


CAPÍTULO 1 La persona mayor

NOCIÓN 1 El envejecimiento social

DEFINICIÓN

La vida es una sucesión de pérdidas: pérdida de la infancia, pérdida de la juventud, muerte de un pariente, etc. A medida que vamos cumpliendo años, las pérdidas se van acumulando: pérdida del trabajo (jubilación), pérdida de la función familiar, pérdida de la autonomía, pérdida de la propia imagen, pérdida de los ideales no realizados, etc. Al enfrentarse a estas dificultades, la persona mayor puede llegar a sustituir estas pérdidas por nuevos centros de interés, pero si no lo consigue, corre el riesgo de aislarse progresivamente y replegarse en sí misma.

IMPORTANCIA

Es importante que el animador llegue a conocer realmente a la persona mayor, que conozca su historia, sus vivencias, con el fin de:

– comprenderla mejor para poder ayudarla;

– elaborar su proyecto de vida (véase Noción 16, p. 41).

DESARROLLO

A La jubilación

Es el cese de la actividad profesional, pero para muchos también es la pérdida de la función social. Su llegada es abordada con una serenidad variable en función de la inversión del sujeto en su imagen social y según la plenitud que le procurara su profesión. La modificación del ritmo de vida y la disminución de los aportes relacionales pueden provocar, entre otros, el aburrimiento, el sentimiento de inutilidad, la desidia o la necesidad intensa de contacto exterior. Son muchas las personas que sustituyen su profesión por otro rol social (asociaciones, voluntariados, etc.).

B La pérdida del rol familiar

Los hijos ya son mayores y se han ido de casa. La función de los padres se compone de acciones e intenciones constructivas, que contribuyen más o menos al sentido de la existencia y a la construcción de la identidad. Cuando los hijos se van, se puede vivir con mayor o menor dolor en función del esfuerzo realizado. Puede sustituirse por la entrega a los nietos o los sobrinos.

C La pérdida de la autonomía

La pérdida de la autonomía es el resultado de la pérdida más o menos progresiva de las capacidades mentales y físicas. Tarde o temprano, la vejez se convierte en un estado de dependencia que aparece de forma más o menos progresiva (degradación muy lenta en caso de enfermedad degenerativa). La dependencia implica necesitar a otro, lo que puede vivirse como una sumisión y suele resultar muy difícil de vivir.

D La pérdida de la propia imagen corporal

El cuerpo se modifica y se vuelve más frágil. La persona mayor debe aceptar (o no) que ya no es dueño de su cuerpo viejo y tal vez enfermo. También tiene que gestionar la imagen de su cuerpo, que puede provocar vergüenza o desazón y generar grandes trastornos de la identidad (sobre todo en lo referente a la autoestima), pero que también puede asumirse con orgullo.


La degradación morfológica y estética de la persona se traduce progresivamente en la aparición de canas, arrugas, degradación dental, aplastamiento de la columna vertebral, etc. Aunque la persona no tenga la sensación de estar envejeciendo, se ve vieja en la mirada de los demás.

E Pérdida de referencias en caso de ingreso en una institución

Los motivos

Son muchas las razones por las que una persona mayor puede acabar en una institución especializada (residencias de ancianos, servicios de geriatría, establecimientos de acogida para personas mayores dependientes, establecimientos de larga estancia, etc.). Las principales son la seguridad y la salubridad. Las personas mayores ya no se consideran «aptas» para asumir las funciones esenciales de su propia supervivencia (por ejemplo: persona que sufre caídas frecuentes, enferma, que ya no puede vivir sola, etc.).

Por desgracia, el ingreso en una institución rara vez es voluntario, y aunque sea el fruto de un análisis objetivo de la situación por parte de la familia o de los servicios sociales o sanitarios, sigue siendo impuesto y doloroso.

Para el animador es importante conocer las razones del internamiento porque condicionarán el comportamiento del residente.

«Todas las personas mayores con alguna discapacidad o dependencia deben poder escoger dónde quieren vivir, ya sea en su domicilio personal o en un domicilio colectivo, adaptado a sus expectativas y necesidades.»

Artículo 2 de la Carta francesa de los derechos y libertades de las personas en situación de minusvalía o dependencia.

Las consecuencias

La ruptura con el medio conocido, geográfico, familiar o social supone una ruptura con la propia historia del sujeto. También puede ir acompañada de la pérdida de la autonomía financiera (pérdida definitiva del rol social). Las repercusiones son múltiples, y los trastornos del comportamiento pueden aparecer deprisa.

FUNCIÓN DEL ANIMADOR

Ser animador es, ante todo, ir al encuentro de las personas mayores para establecer una relación humana basada en la confianza y el respeto. Para poder comprender a la persona, hay que conocer su historia, los momentos difíciles por los que ha pasado, para poder actuar con tacto. Por lo tanto, la actitud receptiva y la empatía (capacidad de ponerse en el lugar del otro) son cualidades esenciales para la animación.

Para ser animador de personas mayores, es fundamental hacerse preguntas sobre la vejez propia. ¿Qué significa una vejez lograda? La respuesta depende de cada uno, de su personalidad, de su historia, y de su entorno social y cultural.

El animador es solo un guía. Si tiene una idea positiva de la vejez, resultará más fácil dirigir a las personas a un ideal de vida y del envejecimiento que lleve a la plenitud y que no sea una simple forma de pasar el tiempo.

NOCIÓN 2 El envejecimiento biológico

DEFINICIÓN

El envejecimiento biológico es el declive de las capacidades físicas y mentales de una persona.

Sus importantes efectos se sienten en la tercera edad y se aceleran bruscamente pasados los 75 años. No obstante, todo depende de las vivencias de la persona y de su salud.

IMPORTANCIA

El conocimiento del envejecimiento biológico permite al animador comprender mejor las fragilidades de cada uno y anticiparse a las necesidades de la persona. Sin embargo, en el marco profesional, la persona mayor no debe ser abordada desde el punto de vista del declive de sus capacidades, sino más bien en función de las capacidades restantes.

DESARROLLO

A Las aptitudes físicas

Con la edad, las aptitudes físicas se van degradando y constatamos una disminución: del tono muscular (por ejemplo: disminución de las cualidades físicas de resistencia, inestabilidad al andar, etc.);

– de la flexibilidad articular (por ejemplo: movimientos limitados, a veces dolorosos);

– de la coordinación de los movimientos (por ejemplo: acentuación de la torpeza, pérdida del equilibrio, rotura de objetos, caídas más frecuentes, etc.);

– de la capacidad cardiopulmonar (reducción de las posibilidades de esfuerzo);

– de las facultades sensoriales (deficiencias visuales, auditivas, etc.).

«La vejez es una etapa de la existencia durante la cual cada uno persigue su propia realización.

En su mayoría, las personas mayores conservan su autonomía y lucidez hasta el final de sus días. Durante esta etapa, las incapacidades aparecen en un período cada vez más tardío. Van asociadas a enfermedades o accidentes que alteran las funciones físicas y/o mentales».

Fragmento del preámbulo de la Carta francesa de los derechos y libertades de las personas en situación de minusvalía o dependencia.

B El envejecimiento de las funciones motrices a grandes rasgos

La persona mayor experimenta dificultades para moverse, para tener una buena postura y para mantener el equilibrio.

Estos son los principales fenómenos que lo provocan:

– la pérdida de masa muscular (de entre un 30 y un 50 por ciento);

– la degeneración de los cartílagos y la pérdida de la elasticidad de los ligamentos y los tendones;

– la modificación del metabolismo óseo (por ejemplo: aparición de osteoporosis a causa de la falta de calcio);

– la deformación ósea en los pies, que genera inestabilidad al andar (con lo que tanto, el riesgo de caída aumenta).

C Las aptitudes cognitivas (memoria, juicio y razonamiento)

El rendimiento cognitivo tiene tendencia a decrecer con la edad. En las personas mayores se constatan:

– dificultades de adaptación a los cambios;

– dificultades de aprendizaje (por ejemplo: utilizar una moneda nueva, Internet, y una tarjeta de crédito, etc.);

– menos imaginación;

– una ralentización de la capacidad de reflexión;

– una afectación de la memoria (memoria inmediata; véase «Función del animador», p.7

– una mala resistencia al estrés.

NOTA+

El envejecimiento de la piel

La piel es un órgano esencial, que marca la frontera física entre uno mismo y los demás. El envejecimiento de la piel tiene varias consecuencias. Es importante conocerlas, porque el contacto con la piel (el tacto) es un acto afectivo de gran importancia en la relación con la persona mayor.

La piel El envejecimiento
La piel es un órgano que permite el contacto con el exterior. La piel se deshidrata. Una sequedad excesiva puede provocar picores y afecciones (prurito).La piel sufre una transformación de su pigmentación y aparecen las manchas (marrones, blancas, etc.).
La piel permite los intercambios orgánicos: – absorbe sustancias (por ejemplo, las cremas) a través de las glándulas sudoríparas, – expulsa los desechos (urea, cloruro de sodio, etc.). Las arrugas se multiplican y son cada vez más profundas.Los músculos «desaparecen», sobre todo los del rostro, el vientre y los glúteos.
La piel aporta información al cerebro con el fin de regular la temperatura corporal. Permite desencadenar un mecanismo de defensa contra el frío (escalofríos) o contra el calor (sudor). Gracias a su tejido adiposo, nos protege del frío. El mecanismo de defensa contra el frío o el calor disminuye. El control de la temperatura corporal se ve alterado.
La piel es una barrera que protege el cuerpo contra: – la penetración de los microbios, – los golpes (gracias a su elasticidad). Además, es impermeable y es el órgano donde se realiza la síntesis de la vitamina D gracias a su exposición al sol. La función protectora de la piel pierde su eficacia y cada vez es más frágil frente a microbios y micosis.La elasticidad de la piel se debilita. Cada vez es más fina y resiste peor las agresiones, como los roces y los cortes.
La piel juega un papel importante en la cicatrización. El poder de cicatrización disminuye.

FUNCIÓN DEL ANIMADOR

Si el mantenimiento de las funciones biológicas corresponde a la medicina, las funciones motrices pueden mantenerse o, incluso, mejorarse a través de las animaciones basadas en un ejercicio físico adaptado (deporte, paseo; véanse las ideas de animación n.º 1 a 12) o integrando el ejercicio físico (jardinería, salidas; véanse las ideas de animación n.º 55 y 75).

El declive de las aptitudes mentales se puede ralentizar, incluso detener, a través de animaciones que requieran y estimulen la memoria, la imaginación, la reflexión y el gusto por la novedad (véanse las ideas de animación n.º 13 a 25).

NOCIÓN 3 Los trastornos del comportamiento

DEFINICIÓN

Frente a los trastornos asociados a la vejez, la persona mayor puede contar con los recursos suficientes como para conservar el sentimiento de su existencia. Sigue considerándose un individuo único y apto para reivindicar sus propias exigencias.

Pero, en ocasiones, las pérdidas y cambios de contexto pueden hacer que la persona pierda el interés por:

– su futuro (sin esperanza);

– su imagen corporal (la desidia);

– su imagen social (ensimismamiento, agresividad, etc.);

– la vida (pérdida del gusto por la vida).

IMPORTANCIA

Es importante que el animador conozca los trastornos del comportamiento que suelen sufrir determinadas personas mayores para poder ayudarlos y saber cómo reaccionar.

También es primordial comprender que la animación permite establecer un contexto estimulante, que puede protegerlos de estos trastornos.

DESARROLLO

A Algunos trastornos del comportamiento

Cuando la persona mayor no puede o no consigue aceptar su situación, poco a poco va perdiendo el ánimo y se pueden observar los trastornos siguientes:

la depreciación: la persona sufre angustia asociada a un sentimiento de ineptitud e inutilidad (es habitual que digan cosas como: «Todo esto no sirve para nada»,

«Para qué seguir viviendo»…);

el miedo: miedo a caerse, miedo a los demás (por ejemplo: miedo a que le roben); problemas de comunicación (por ejemplo: comportamiento agresivo, somnolencia, postración, etc.);

la pérdida del sueño (o a la inversa: refugiarse en el sueño) y el apetito (o a la inversa: bulimia);

la pérdida de la memoria;

la tristeza;

la negación: la persona se niega a admitir la situación para protegerse del dolor provocado por la realidad (la realidad se vive aquí como una amenaza);

el refugio en el pasado: la persona ya no encuentra satisfacción en la realidad presente; ya no presta atención a los demás ni a aquello que lo rodea; busca en el pasado un resto de identidad y de sentido para su vida; se estimula a sí misma a través de la memoria;

la desorientación temporoespacial: la persona no consigue situarse en el tiempo y el espacio.

NOTA+

La depresión

Según un consenso internacional, se estima que el 15 por ciento de las personas mayores que viven en su domicilio sufre de depresión, y esta cifra alcanza el 65 por ciento en los casos de largas estancias en geriátricos.

La depresión es una enfermedad grave que puede llegar hasta el síndrome de deslizamiento (dejarse morir) o el suicidio.


Los síntomas suelen ser insomnio, inapetencia y pérdida de peso, sensación de fatiga, pérdida de la memoria, desidia, quejas reiteradas, agitación asociada a la angustia, trastornos del humor, etc. Pero la depresión sigue siendo muy difícil de diagnosticar, porque las personas depresivas pueden parecer felices (depresión enmascarada).

La depresión se trata con antidepresivos y psicoterapia, pero también escuchando a la persona y permitiendo al sujeto retomar el control de su entorno (por ejemplo: recreación de los lazos familiares, proyectos individuales de animación, etc.).

B Los estímulos

Si no se toma ninguna medida, este distanciamiento del entorno se agrava porque la persona mayor se ve atrapada en un círculo vicioso: cuantas menos ganas (deseo) tiene, menor es su capacidad para encontrar estímulos en el exterior (contacto humano, novedades, etc.).

Poco a poco, la persona mayor se encierra en sí misma y se va apagando.


FUNCIÓN DEL ANIMADOR

Un contexto estimulante

Aquí la vocación de la animación, al igual que la relación con el equipo de cuidados, es ayudar a la persona a encontrarse y a recobrar la confianza, con el objetivo de que entre en una dinámica de proyectos. La persona recupera las ganas evolucionando en un contexto estimulante: propuestas variadas de animación, decoración de las instalaciones, buen humor, música, etc.


Algunos consejos conductuales

Frente a la angustia, la cólera y el llanto, no siempre es fácil reaccionar de forma adaptada o encontrar las palabras adecuadas. A continuación encontrarás algunos consejos para entender mejor ciertos trastornos.

La negación

Frente a la negación, se desaconseja insistir y persuadir (por ejemplo: «Pero véngase a esta actividad. ¡Le sentará bien!»): la realidad es amenazadora, pero la actitud realista también lo es.

Aunque sea un proceso lento que exige paciencia y constancia por parte del animador, lo que se recomienda aquí es aumentar la confianza de la persona (por ejemplo: ir a ver a la persona para contarle las actividades que ya se han hecho y que van a hacerse, etc.).

La agresividad

Frente a la agresividad, no sirve de nada reaccionar a la defensiva y dar muestras a su vez de cólera. No hay que olvidar que tras la agresividad y la violencia se esconde un sujeto que sufre. Una vez más, la paciencia es la cualidad más preciada. Una actitud positiva de ánimo por parte del animador es la más útil para la persona mayor.

La tristeza

Frente a una gran tristeza o una actitud de ensimismamiento, los mejores aliados son la escucha y la indulgencia del animador, que debe ir con entusiasmo al encuentro de la persona mayor. Las animaciones que puedan permitir al sujeto expresarse sobre su historia personal (por ejemplo; un taller de memoria; véanse las ideas de animación 13 a 25) lo ayudarán a aceptar lo vivido, a restaurar su identidad y a encontrar una dinámica. Para poder adaptar mejor la animación, es importante que el animador conozca un mínimo de lo vivido por esa persona.

NOCIÓN 4 Las demencias

DEFINICIÓN

Las demencias o estados demenciales son disminuciones progresivas e irreversibles de las aptitudes cognitivas. Son afecciones asociadas a la vejez, entre las cuales la enfermedad de Alzheimer es la más conocida.

Antes se agrupaban bajo el término senilidad. Ahora se conocen como demencias degenerativas.

En realidad hay dos tipos de demencias: las demencias del tipo alzhéimer y las demencias vasculares.


Entre los mayores de 65 años, hay más de un 5 por ciento de dementes.

Entre los mayores de 85 años, la demencia afecta a 1 de cada 3 personas.*

* Estadísticas citadas en La psychogériatrie, de Jean-Claude Montfort, («Que sais-je», PUF, París, 2006).

IMPORTANCIA

Con una población cada vez más envejecida, el animador se ve confrontado con mayor frecuencia a la demencia. Es importante tener una visión objetiva de esta enfermedad, con el fin de analizar las capacidades restantes de la persona y así poder utilizarlas mejor.

DESARROLLO

A Las demencias degenerativas de tipo alzhéimer

Este término agrupa numerosas enfermedades que tienen en común su carácter degenerativo y que están provocadas por la desaparición progresiva de las neuronas (células del sistema nervioso que transmiten la información); pero las causas de dicha desaparición todavía no se han identificado científicamente.

NOTA+

La memoria

La memoria es la facultad de recordar el pasado; es decir, los datos percibidos por nuestros cinco sentidos (oído, vista, tacto, gusto y olfato) a lo largo de nuestra vida. Se encuentra en un órgano particularmente complejo: el cerebro.

La memorización es la acción de fijar informaciones y de almacenarlas. Los recuerdos están íntimamente relacionados con la percepción, la atención, la afectividad y la inteligencia. La memoria sirve para restituir el recuerdo en función de las necesidades. Sin embargo, no tenemos una única memoria, ¡sino cinco!

Podemos distinguir tres categorías de memoria en función de la antigüedad de los recuerdos y cinco tipos de memoria asociadas a cada uno de nuestros sentidos:

3 memorias 3 fases de memorización Tratamiento de la información
Memoria inmediata Captación de la información Registro
Memoria a corto plazo Consolidación o fijación de los datos Conservación
Memoria a largo plazo Almacenamiento Recuerdo

Nota: Ante todo, el acto de la memorización de la información pasa por el sistema sensorial (nuestros cinco sentidos). Algunos llaman a este «paso» memoria sensorial.

La memoria inmediata sirve para memorizar información entre unos segundos y un minuto (por ejemplo: un número de teléfono justo antes de marcarlo). Se va debilitando con los años, pero se puede reeducar.

La memoria a medio plazo permite memorizar y recordar (almacenar) información entre un minuto y unas horas (por ejemplo: una cita). Entra en juego durante numerosas actividades cognitivas: comprensión de textos, lectura, etc.

Se va debilitando con los años, pero se puede estimular y conservar.

La memoria a largo plazo

memoria biográfica: es nuestra historia, nuestro idioma. Nos recuerda qué hemos hecho y quién hemos sido;

memoria episódica: esta memoria incluye la memoria de los acontecimientos en relación con el tiempo y el espacio (por ejemplo: el 12 de octubre). Se debilita con la edad. Esta memoria está asociada con la memoria biográfica;

memoria semántica: se trata de la memoria que permite el aprendizaje escolar, el «aprender de memoria» como el cálculo, la gramática, las canciones, los poemas;

memoria procedimental: es la memoria que interviene en los gestos técnicos y profesionales (conducir, montar en bicicleta, hacer punto, etc.). Permanece largo tiempo y puede mejorarse.

Estas enfermedades representan el 50 por ciento de los casos de demencia. Las principales demencias degenerativas son:

– la enfermedad de Alzheimer, que se manifiesta principalmente por el olvido;

– la enfermedad de Pick, que se traduce en indiferencia, ausencia de inquietud y euforia del paciente;

– la demencia con cuerpos de Lewy, que se caracteriza por una evolución más rápida y por episodios de confusión y alucinaciones.

B La enfermedad de Alzheimer a grandes rasgos

Se trata de una enfermedad difícil de detectar, porque los indicios iniciales suelen ser mínimos. Pero la enfermedad va evolucionando poco a poco, y empiezan a aparecer trastornos asociados a la memoria inmediata (y, más adelante, a otros tipos de memoria) que se irán intensificando.

El olvido de los hechos:

• la persona cada vez olvida más y más hechos recientes (por ejemplo: apagar la estufa o cerrar el grifo);

• después empieza a olvidar las citas, las visitas, las fechas (por ejemplo: las fiestas familiares); repiten varias veces la misma pregunta para luego olvidar de inmediato la respuesta; la persona todavía conserva sus capacidades mentales y es consciente de que su estado se está degradando, lo que le provoca un gran sufrimiento;

• al final, el trastorno de la memoria es total.

El olvido de las personas:

• el enfermo olvida la identidad de sus conocidos y vecinos;

• después, el olvido se extiende a sus familiares y amigos cercanos;

• por último, el enfermo ya no reconoce ni su propia identidad.

El olvido de las necesidades básicas: por ejemplo, alimentarse.

La desorientación en el tiempo y el espacio: por ejemplo, se pierde en su propia calle, ya no sabe qué día es, guarda los objetos en lugares inadecuados, etc.

Los síntomas pueden resumirse en las cuatro A: amnesia, afasia, apraxia y agnosia:

Amnesia La memoria se ve afectada en primer lugar por el hecho de que la persona es incapaz de registrar nuevos acontecimientos.
Afasia A continuación, aparecen trastornos del lenguaje que hacen que la comunicación resulte más difícil; la persona olvida palabras o las sustituye por palabras inadecuadas.
Apraxia La torpeza gestual va acompañada de una pérdida de las sensaciones.
Agnosia La persona ya no reconoce su entorno. En este estado profundo de confusión mental, puede adoptar actitudes de indiferencia, de mutismo o de agresividad (al final, es inevitable que acabe teniendo que ser ingresado).

La enfermedad de Alzheimer irá destruyendo progresivamente todos los tipos de memoria. Sin embargo, antes de ser tratada por la memoria inmediata, la información pasa primero por el sistema sensorial (véase la Nota + de p.11). Por lo tanto, es posible que esta retención rápida de la información a través de nuestros sentidos, este «paso», no sea destruida por la enfermedad: la persona afectada puede recuperar fragmentos de recuerdos gracias a sonidos o imágenes.

C Las demencias vasculares

Este grupo de demencias se debe a problemas que impiden que el riego sanguíneo llegue a ciertas partes del cerebro. Este fenómeno puede estar causado por uno o varios AVC (accidentes vasculares cerebrales) y, en general, provoca la muerte de las células nerviosas. Las zonas del cerebro más afectadas son aquellas que controlan la memoria, el lenguaje y el aprendizaje. Una de las particularidades de esta afección es el modo en que evoluciona, a golpes.

Este tipo de demencia representa el 20 por ciento de los casos.

Entre las demencias vasculares más conocidas están:

– las demencias asociadas a la enfermedad de Parkinson;

– la enfermedad de Creutzfeldt-Jakob (hemos oído hablar mucho de ella durante la crisis de las «vacas locas», pero su relación con la encefalopatía espongiforme es una hipótesis que hoy por hoy está siendo cuestionada).

D Las manifestaciones y las consecuencias de la demencia

En resumen, la desorganización cognitiva de las demencias se traduce en:

– pérdida progresiva de la autonomía;

– dificultades para realizar actividades;

– dificultades para adaptarse a situaciones nuevas, lo que provoca una desadaptación social.

A nivel psicológico

Las demencias no necesariamente implican trastornos del comportamiento. Por ejemplo, una persona puede padecer una demencia disfrazada de depresión (véase la Nota + de la noción 3, en p. 8). La depresión no está biológicamente asociada a la enfermedad degenerativa, por lo que puede tratarse. Esta información es importante, porque los trastornos del comportamiento que se suman a la demencia hacen que la enfermedad resulte todavía más difícil, por no decir insoportable, para aquellos que tienen que convivir con ella.

Así pues, la consciencia de la evolución de la enfermedad y luego del sufrimiento de las dificultades que ocasiona puede tener diferentes consecuencias para el enfermo:

– al principio: negación y agresividad;

– a continuación, ansiedad y depresión (que puede llevar al suicidio);

– y por último, trastornos del comportamiento (fugas, gritos, apatía, agitación, trastornos del sueño, de conductas alimentarias, esfinterianas, sexuales, etc.).

Estas consecuencias psicológicas y conductuales de la demencia pueden minimizarse o evitarse mediante un entorno afectivo y material seguro, y con actividades que permitan al enfermo recuperar un poco de su pasado y de su dignidad.


El animador puede ayudar al demente otorgándole la confianza suficiente como para que se sienta capaz de recuperar recuerdos. Cuanto más confianza sienta en sí mismo y mayor sea su autoestima, mayor será su capacidad para progresar.

FUNCIÓN DEL ANIMADOR

La animación puede ayudar al demente a mantener una cierta calidad de vida. Para ello, el animador debe ser consciente de los elementos siguientes:

• la demencia no es una tragedia, sino una enfermedad;

• todo lo que dice y hace esa persona tiene un significado;

• puede sentirse incomprendido si, a medida que pierde la memoria, dejamos de tratarlo como a un ser humano);

• tiene la sensación de haber perdido el control de su vida;

• el entorno le parece cada vez más extraño y amenazante.

El comportamiento aconsejado con la persona demente para poder ayudarlo a expresarse y comunicarse mejor según el estadio de la enfermedad es:

• tranquilizar a la persona y hacerla sentir cómoda;

• respetarla (por ejemplo: no hablar de ella en su presencia como si no existiera o no comprendiera nada);

• no hacerle las cosas, sino dejar que las haga ella misma, aunque le lleve su tiempo o le cueste, o hacerlas con ella cuando ya no queda otra opción;

• evitar las sensaciones estresantes (por ejemplo: mucha gente a su alrededor);

• no corregir los propósitos incoherentes que pudiera tener (intentar comprenderlos si fuese posible);

• construir frases simples, claras y fáciles de comprender (¡sin caer en la infantilización!).

Para las animaciones, se debe prever la participación de una persona allegada o ayudante familiar para que colabore en la restitución de la historia del enfermo (véanse las animaciones n.° 19, 20, 23, 24, 43 y 48).

«El mantenimiento de las relaciones familiares, de las redes sociales y de las amistades es indispensable para la persona mayor con alguna minusvalía o dependencia.

Es necesario reconocer la función de las personas allegadas que lo rodean en su domicilio. Debe reforzarse mediante apoyos psicológicos, materiales o financieros.

En el seno de las instituciones, se debe promover y facilitar la asociación de los allegados con el acompañamiento de la persona y el mantenimiento de una vida social.»

Extracto del artículo 4 de la Carta francesa de los derechos y libertades de las personas en situación de minusvalía o dependencia.

NOCIÓN 5 La autonomía

DEFINICIÓN

La autonomía de la persona mayor no se evalúa en función de su capacidad para hacer las cosas de forma independiente, sino de acuerdo con su forma de gestionar sus dependencias. Una persona mayor con una minusvalía física puede necesitar ayuda para las actividades del día a día, pero ser completamente autónomo a la hora de tomar decisiones relacionadas con su salud, su domicilio, etc.

IMPORTANCIA

El animador debe poder clasificar la autonomía de la persona mayor para, en sus animaciones, adaptar y tener en cuenta con exactitud las aptitudes y limitaciones.

DESARROLLO

A Las diferentes formas de autonomía

Autonomía física

La persona posee capacidades que le permiten controlar los actos de su día a día y es capaz de decidir por sí misma, por ejemplo:

– andar, desplazarse;

– asearse, vestirse, alimentarse;

– ir al baño, descansar;

– limpiar la casa.

Autonomía psíquica

La persona dispone de las capacidades cerebrales necesarias para poder controlar los actos de su vida diaria, es capaz de decidir por sí sola o distanciarse de los acontecimientos.

Autonomía social

La persona tiene capacidades que le permiten controlar los actos de su vida social como, por ejemplo:

– mantener relaciones (amistosas, conyugales, etc.);

– tener un pasatiempo;

– ser capaz de vivir en sociedad.

Autonomía jurídica

La persona tiene las facultades mentales que le permiten ser responsable de sus actos, por ejemplo:

– hacer valer sus derechos;

– asumir sus deberes como ciudadano (votar, etc.).

B Evaluación del grado de autonomía

El envejecimiento provoca la disminución de ciertas capacidades y, por lo tanto, una disminución de la autonomía. Puede llegar de repente tras, por ejemplo, una enfermedad, o de forma progresiva con los años y la degradación de las funciones orgánicas. En ese momento, la necesidad de ayuda aumenta.

Para poder respetar los objetivos de la ayuda, es necesario saber cómo, cuándo y por qué se necesita dicha ayuda. Por lo tanto, es necesario evaluar el grado de autonomía de la persona, fijar el objetivo que se desea alcanzar a través de la ayuda aportada y medir los progresos realizados.

El sistema francés, por ejemplo, establece seis estadios de la pérdida de la autonomía, o grupos GIR.

FUNCIÓN DEL ANIMADOR

Los 6 estadios de la pérdida de la autonomía GIR

GIR 1 El GIR 1 corresponde a las personas confinadas en la cama o en una silla de ruedas, o cuyas funciones intelectuales están gravemente alteradas. Es indispensable la presencia constante de ayuda.
GIR 2 El GIR 2 incluye a dos grupos de personas dependientes: – las personas confinadas en una cama o en una silla de ruedas y cuyas funciones intelectuales no están totalmente alteradas; necesitan ayuda para la mayor parte de las actividades del día a día; – las personas cuyas funciones mentales están alteradas, pero que pueden desplazarse; es posible que, debido a su deficiencia mental, no puedan realizar determinados gestos, como vestirse o asearse.
GIR 3 El GIR 3 corresponde a las personas que conservan parcialmente sus capacidades motrices, pero que necesitan ayuda para alimentarse, acostarse, lavarse o ir al baño.
GIR 4 El GIR 4 agrupa a dos tipos de personas: – las personas que necesitan ayuda para levantarse y acostarse, pero que pueden desplazarse solas por el interior de la vivienda; en ocasiones requieren asistencia para asearse y vestirse; – las personas que no tienen problema para trasladarse o desplazarse, pero que necesitan ayuda para las actividades corporales, así como para las comidas.
GIR 51 El GIR 5 designa a las personas que son relativamente autónomas en sus actividades: se desplazan solas, pero necesitan ayuda puntual para el aseo, la preparación de comida o el mantenimiento de la vivienda.
GIR 61 El GIR 6 engloba a las personas autónomas en todos los aspectos de su día a día.

«Incluso en situación de minusvalía o dependencia, las personas mayores deben poder seguir ejerciendo sus libertades y sus derechos, y asumir sus deberes como ciudadanos. Debe reconocerse y preservarse su lugar en la sociedad, en contacto con el resto de las generaciones y en el respeto a las diferencias».

Fragmento del preámbulo de la Carta francesa de los derechos y libertades de las personas en situación de minusvalía o dependencia.

FUNCIÓN DEL ANIMADOR

Los objetivos de la ayuda pueden ser muy diferentes en función de la persona. Junto con el equipo de cuidados, consiste en contribuir a mantener la autonomía de la persona, con el fin de facilitar su vida cotidiana o, cuando sea posible, en restaurar la autonomía perdida.

Para restaurar o mantener la autonomía, el equipo de animación y de cuidados deben velar por:

• favorecer el mantenimiento de los lazos familiares y de amistad de la persona;

• suscitar la participación activa de la persona con el objeto de mantenerla en una dinámica social;

• incitar a la persona a realizar acciones;

• valorar sus esfuerzos y sus progresos;

• favorecer acciones y animaciones que permitan a la persona expresarse.

NOCIÓN 6 Las necesidades

DEFINICIÓN

La necesidad es un estado de insatisfacción provocado por un sentimiento de carencia. Las necesidades fundamentales son básicas para el ser humano como medio para mantenerse vivo y asegurar su bienestar, y van evolucionando con la edad y en función de las circunstancias. Pueden ser físicas y fisiológicas, psicológicas y emocionales, sociales y culturales. Si la persona es dependiente, no puede realizar sola las acciones adecuadas para satisfacer dichas necesidades.

IMPORTANCIA

Tanto en una residencia como en su casa, la persona mayor es una persona frágil que merece una atención continua. El equipo de animación, junto con el equipo de cuidados (cada uno en su ámbito) tienen el objetivo de velar por que el conjunto de las necesidades fundamentales de la persona mayor quede cubierto.

DESARROLLO

A Las 14 necesidades fundamentales, según V. Henderson

FUNCIÓN DEL ANIMADOR

Desarrollo Función del animador
Las 14 necesidades descritas por V. Henderson2 no guardan ninguna jerarquía entre ellas: todas son importantes e interactivas. Son las siguientes: Satisfacer las necesidades fundamentales de la persona mayor conforma la base del trabajo del animador.
– Respirar – Beber y comer – Excretar – Dormir y descansar – Mantener la temperatura corporal dentro de los límites de la normalidad El animador debe estar atento a las necesidades físicas de la persona mayor; por ejemplo: ventilando la habitación antes de comenzar una animación; observando el comportamiento y el color de la piel de la persona para detectar si está cansada; preguntando de vez en cuando si necesita un vaso de agua; no exigiendo demasiado durante un ejercicio físico, etc.
– Vestirse y desvestirse. – Estar aseado y cuidado, atender sus tegumentos.3 El animador ayuda y estimula a la persona mayor a través de sus animaciones para que cuide su imagen; por ejemplo: invitando y motivando a la persona para que se peine y se vista bien antes de acudir a una fiesta, etc.
– Moverse y mantener una buena postura. – Evitar los peligros. El animador debe garantizar la seguridad de la persona; por ejemplo: no dejando tirados objetos que pudieran provocar caídas; adaptando las animaciones a las capacidades físicas de la persona para evitar que se haga daño, etc.
– Comunicarse con sus compañeros. – Actuar de acuerdo con sus creencias y valores. – Tener una ocupación que le permita realizarse. – Reinventarse y divertirse. – Aprender. El animador debe elaborar y construir sus animaciones respetando a la persona (respeto a sus creencias, su cultura, sus diferencias, etc.), a la vez que integra la expresión, los descubrimientos y la apertura a los demás.

B La pirámide de Maslow

Para exponer su teoría de la motivación, Abraham Maslow4 definió cinco necesidades fundamentales estructuradas en una pirámide. El interés de este enfoque es que es dinámico: prioriza y jerarquiza las necesidades. En esta pirámide se puede ver que para acceder a una determinada necesidad, es necesario satisfacer las necesidades anteriores.

Por ejemplo, no podemos desarrollarnos si antes no nos sentimos seguros.


Pirámide de Maslow

FUNCIÓN DEL ANIMADOR

Las necesidades fisiológicas y de seguridad: exigen una implicación constante del animador y del equipo de cuidados.

La necesidad de participación: una de las principales misiones del animador es la creación de lazos. También incluye la implicación en el día a día del equipo de cuidados (por ejemplo: el lazo «íntimo» que se puede crear entre el cuidador/a y la persona mayor).

La necesidad de reconocimiento: esta necesidad es central para la animación. Una animación lograda es una animación que no lleve al fracaso, sino que permita construirse o reconstruirse, triunfar ante los demás.

La necesidad de realización personal: responder a esta necesidad supone la culminación y la finalidad del trabajo de animación. Pero, según Maslow, para poder llegar a ella es necesario haber cubierto previamente todas las necesidades anteriores.


La necesidad de participación, absolutamente fundamental, se compara con la necesidad de dormir. El aislamiento total es destructor y provoca perturbaciones psicológicas y conductuales graves. Se puede citar, por ejemplo, el ámbito carcelario, donde la pena de aislamiento es una de las más duras.

NOCIÓN 7 Las expectativas

DEFINICIÓN

Las expectativas son deseos, anhelos o esperanzas que nos gustaría lograr. Están asociadas a la noción de placer. En el ámbito de las personas mayores es habitual hablar de expectativas porque, con frecuencia, no tienen la autonomía necesaria para cumplir por ellas mismas sus deseos y, a veces, incluso ni siquiera son capaces de expresarlos.


«La verdadera y única tristeza es la ausencia de deseo.» Charles-Ferdinand Ramuz, escritor y poeta suizo.

IMPORTANCIA

Las expectativas (deseos) son la base de la animación. Una animación que no responde a un deseo hace que la persona se mantenga pasiva y no se implique. Por el contrario, una animación que sí responda a un deseo permitirá que la persona mayor se construya, se reconstruya y se sienta viva.

DESARROLLO

A Las expectativas frente a las necesidades

Al contrario que las necesidades, las expectativas o deseos no tienen un origen natural. Los deseos están asociados al placer o la felicidad, mientras que las necesidades se relacionan con la satisfacción.

El deseo se basa en un objeto concreto, no sustituible, singular, mientras que la necesidad puede satisfacerse mediante una respuesta general.

Por ejemplo, cuando tenemos hambre (necesidad), basta con tener algo que comer para saciarse. Por el contrario, las ganas de chocolate (deseo) solo pueden satisfacerse con chocolate.

«La institución está al servicio del residente. Debe esforzarse por dar respuesta a sus necesidades y satisfacer sus deseos».

Artículo 6 de la Carta francesa de las personas mayores dependientes en una institución.

B La sensación de existir

Tener deseos permite sentirse vivo, único. Los deseos ayudan a proyectarse en el futuro, a darse un objetivo, así como un porvenir.


La sensación de existir se basa en el conocimiento de uno mismo (personalidad, memoria, etc.) y la consciencia del propio cuerpo (esquema corporal).

También está asociada a la imagen que imaginas dar a los demás. Tener la sensación de existir permite acercarse a otros. De esta forma, podemos intercambiar, compartir y construir con los demás. Si no somos demasiado conscientes de quiénes somos, el otro puede parecernos una amenaza (miedo a los demás).

FUNCIÓN DEL ANIMADOR

El animador debe basarse en las expectativas de la persona mayor para construir su animación, con el fin de reforzar la sensación de existir de la persona.

«La actividad no debe ser una animación homogénea e indiferenciada, sino que debe permitir la expresión de las aspiraciones personales.»

Artículo 6 de la Carta francesa de los derechos y libertades de las personas en situación de minusvalía o dependencia.

NOCIÓN 8 La autoestima

DEFINICIÓN

La autoestima tiene la importancia que le acordamos. Todos tenemos en la cabeza la imagen perfecta de aquel que querríamos ser. Cuanto más nos acercamos a ese «ideal de uno mismo», más importante es nuestra autoestima. Esta autoestima se construye principalmente a través de nuestras acciones. Se compone de valores, de confianza en uno mismo y de sentimiento de pertenencia.

IMPORTANCIA

Con las pérdidas asociadas a la vejez (rol social, salud, autonomía, etc.; véanse las nociones 1 y 2, en pp. 2 y 4), a la persona mayor le cuesta darse valor. Solemos escuchar cosas como: «Ya no soy nadie», «Ya no sirvo para nada»… La animación juega un papel preponderante en el refuerzo de la estima que la persona mayor siente por sí misma, con el fin de que pueda involucrarse en las actividades.

DESARROLLO

A La autoestima y el proyecto

La autoestima permite a la persona involucrarse en un proyecto (una animación) porque se siente capaz de llevarlo a cabo.


B Los valores

Cada uno de nosotros poseemos valores; es decir, cualidades que se consideran fundamentales para la existencia. Cuando realizamos una acción coherente con nuestros propios valores, efectuamos un acto digno de estima, un acto gratificante.

Ejemplo Cuando se pasó de la peseta al euro, se desarrolló una animación para que las personas mayores aprendieran a hacer la conversión. Dicha animación se concibió en forma de juego. El aspecto lúdico fue recibido muy mal (rechazo) y la animación no tuvo ningún éxito. En efecto, muchas de las personas mayores tienen el «valor del dinero»: no se juega con el dinero. La animación no tuvo una buena acogida porque se consideró que no lo apreciaba, que le quitaba valor.

C La confianza en uno mismo

Cuando realizamos una acción, dicha acción testimonia nuestras cualidades o competencias. La confianza en uno mismo se construye gracias a estas directrices. Somos «capaces» (o incapaces, si se ha producido un fracaso) ante nosotros mismos y, por lo tanto, ante los ojos de los demás.

Confiar es pensar que el otro es capaz.

D El sentimiento de pertenencia

La pertenencia es la posibilidad de compartir tus valores, cualidades y competencias con otros. El sentimiento de pertenencia es la sensación de que tenemos algo en común con los demás.

Es ese sentimiento el que hace que nos sintamos bien en un grupo, una familia o una nación. Es la base de la integración. Nos da un lugar, un papel personal entre los demás. Permite sentirse útil.

FUNCIÓN DEL ANIMADOR

«Desarrollar centros de interés mantiene el sentimiento de pertenencia y utilidad, a la vez que se limita el aislamiento, la segregación, la sensación de infravaloración y el aburrimiento. Debe favorecerse la participación voluntaria en actividades creativas diversas y gratificantes [...]».

Artículo 6 de la Carta francesa de los derechos y libertades de las personas en situación de minusvalía o dependencia.

1. Las personas clasificadas como GIR 5 y 6 no pueden beneficiarse de prestaciones sociales. Pueden acceder a la ayuda en casa para jubilados, así como a la atención en el hogar.

2. Soins IDE, un modèle centré sur les besoins de la personne, Riopelle, Grondin-Phaneuf, McGraw-Hill Editeurs.

3. Tmentos: piel, pelo y uñas.

4. El psicólogo Abraham Maslow fen la década de 1940 elaboró su teoría a partir de sus observaciones.

100 Fichas de animaciones para personas mayores

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