Читать книгу Manual Práctico de Cirugía Endoscópica de la Pared Abdominal - Ezequiel Mariano Palmisano - Страница 8
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Jorge Daes
Cirujano General
Ex Presidente de la
Asociación Colombiana de Cirugía.
La cirugía mínimamente invasiva de la pared abdominal se encuentra en una época de esplendor.
Los nuevos procedimientos, tecnologías, materiales e insumos la han transformado en un campo quirúrgico en constante evolución.
Sus inicios, por el contrario, fueron humildes, inciertos y controvertidos. La clase dirigente –el establishment– se opuso con vehemencia a aceptar la revolución de la cirugía mínimamente invasiva, con especial animadversión contra los primeros intentos de reparar las hernias inguinales por la vía laparoscópica.
Fueron los pioneros quienes –con incontrovertibles argumentos e indeclinable voluntad– nos mostraron el camino que debíamos seguir. Toda una generación de cirujanos decidió tomar ese camino sin mirar atrás.
Los cirujanos que están comenzando a practicar la cirugía mínimamente invasiva de la pared abdominal, no tienen porque volver a emprender el camino de aprendizaje ya recorrido por los innovadores.
Actualmente, disponemos de mejores cursos de anatomía, de innumerables videos en internet, de redes sociales con grupos cerrados especializados como la International Hernia Collaboration, de cursos de inmersión, de mejores tecnologías e insumos, y de un mayor número de cirujanos expertos que podrían servir de tutores.
El “Manual práctico de cirugía endoscópica de la pared abdominal” del doctor Ezequiel M. Palmisano condensa en una serie de capítulos escritos por autores hispanohablantes, ese largo trayecto de la cirugía mínimamente invasiva en el campo de las hernias y los presenta en un formato dinámico y supremamente útil.
Indiscutiblemente, se debe hacer énfasis en que son técnicas avanzadas que no se dominan en un tiempo corto. Exigen el profundo conocimiento de la anatomía, de las destrezas avanzadas y de los pasos técnicos que se deben seguir, y un entrenamiento formal que, idealmente, debe incluir la disección de cadáveres y la presencia de un tutor.
Vale la pena el esfuerzo. No se dejen desalentar por aquellos que prefieren el statu quo a cualquier cambio, que consideran desgastante e innecesario el esfuerzo de implementar nuevos procedimientos, aunque hayan demostrado su utilidad.
La frase “un barco está seguro en el puerto, pero no es ese el objetivo de construir barcos”, atribuida a Albert Einstein y a John Augustus Shedd, es aquí pertinente.
La cirugía no es una actividad de puerto. Nosotros, los cirujanos, florecemos en la tormenta.
Permítanme recurrir a lo expresado por John F. Kennedy y decirles que, cuando adoptamos la cirugía mínimamente invasiva a pesar de la reticencia del establishment, cuando practicamos las primeras herniorrafias por laparoscopia, cuando ampliamos la vista del espacio extraperitoneal, cuando hicimos esas y otras cosas, no las hicimos porque fueran fáciles, las hicimos a pesar de ser difíciles. Las llevamos a cabo porque en el proceso adquirimos nuevas habilidades, mayores conocimientos de la anatomía y de las estrategias para el reparo de las hernias y porque, al final, mejoramos la calidad de vida de nuestros pacientes.