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Día 2

Perdona tu pasado

El tiempo no es tal como él que nosotros consideramos. La perspectiva de que existe un pasado, un presente, y un futuro, es solamente una percepción humana para poder interpretar nuestra vida y darle un orden. Pero esta misma, nos conduce a una manera de pensar en la que fácilmente podremos recaer en procesos creativos, donde la vida es vivida desde la representación. Es decir, el creer que ya existe un destino dado, un futuro, y nosotros solamente somos actores e intérpretes de ese “libreto”.

La vida plantea algo más profundo que eso. Dicha perspectiva obedece a una ilusión, y surge desde las creencias que podemos sostener y que fueron impuestas. Somos seres más vastos, provistos de la condición de creadores. La materia prima de nuestras creaciones está dada por nuestras creencias, y nuestros sentimientos.

Diversas enseñanzas espirituales dicen que donde pongas tu atención, eso se expandirá en tu vida. Por lo tanto, es imprescindible que, si quieres generar nuevos escenarios en tu realidad, dejes atrás aquello que has vivido, a través del Perdón. Revivir el pasado o tener puesta tu atención en él, solo traerá experiencias similares a aquello que has vivido.

Para ello, no te definas, ni te limites, suelta aquello que creías ser. Hoy tienes la oportunidad de moldearte nuevamente desde el Amor, de iniciar un nuevo camino totalmente distinto a aquel que ya has vivido.

Tú eres tu propia construcción, tus creencias, tus costumbres, tus hábitos. Hoy tienes la oportunidad de llevar adelante un gran Salto.

No tengas miedo porque tu Fuente sabe realmente quién eres. No aquel que tú crees ser, sino quien realmente reside en tu interior, y es mucho más basto y pleno. Confía en ti mismo y en tu sentir, para dar lugar al bienestar, para provocar que salga a la luz todo tu potencial. Date la oportunidad, permítete ser.

Con el tiempo verás lo hermoso que es dejar que tu ser se exprese libremente, sin tantos condicionamientos.

Ten la confianza que este proceso te llevará a un buen puerto.

Conforme continúes el proceso, observarás que se irán produciendo movimientos en tu realidad. Si eres fiel a tu interior, todo aquello que se produzca será para tu verdadero beneficio.

Pon en palabras tus deseos

Conforme avanza el día, medita sobre aquello que ya ha entrado a tu mundo. Cuestiona todo lo que produzca “ruido” en tu interior.

A partir de ahora empezaremos a esclarecer tu universo. A medida que podamos ser más claros con lo que deseamos, podremos enfocar mejor nuestra energía, y aquello que podamos traer a nuestra realidad. Por ello, es necesario que hagamos lo siguiente:

Toma un cuaderno y siéntate en un lugar cómodo en el que puedas estar tranquilo. Piensa sobre aquellas ideas, proyectos, sueños, deseos que residen en tu interior, y plásmalos en el papel.

Puedes hacer un listado, y describe cómo sería cada uno de estos elementos. Qué colores y formas tienen, qué sensaciones producen, qué emociones te generan, y qué sentimientos te despiertan.

Si es un proyecto, describe cuál es el propósito del mismo, qué beneficios traería a la sociedad, y a ti mismo.

Recuerda siempre sostener este sentimiento de conexión con tu interior, de gratitud, de expectativa, de sentir que ya es real, y que lo estás empezando a experimentar.

A través de este proceso, estás dando vida a tu semilla, estás plasmando vida en aquello que deseas. Debes cuidar este sentimiento y esta sensación, porque es tuyo, y es tu tesoro. Proviene de lo más puro de tu corazón, de tu deseo interno, y serás el responsable de traerlo a esta existencia. Siéntete libre de amarlo, como si fuera tu hijo.

Realizado este escrito, debes tenerlo cerca tuyo para poder acceder nuevamente a él, las veces que quieras. Preferentemente no lo compartas, todavía. Guárdalo como aquello que es, un tesoro propio. Ya habrá tiempo para que puedas darlo a conocer a los demás.