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QUERIDO AMIGO

10 Poderosas Promesas de Dios

El texto que tienes en tus manos es fruto de las notas que solemos mandar mi esposa y yo a un pequeño grupo de personas con quien compartimos la misma fe y esperanza de Jesucristo. En su mayoría, fueron enviadas a un ‘Grupo de Conexión’ de la iglesia de Jesucristo que el Señor ha puesto a nuestro cuidado en la ciudad de Barcelona, donde vivimos actualmente. Gran parte de ellas fueron escritas durante un verano, mientras nos tomábamos unos días de vacaciones en un pueblito de pescadores de la costa atlántica.

«Momentos para el Alma» es la primera obra de una nueva serie de reflexiones espirituales que denominamos, ˝Poderosas Promesas˝. Están basadas en las ciertísimas promesas que Dios nos ha dado a través de sus siervos en el transcurso de toda la historia de la humanidad. Se trata del ‘alimento para el alma’ que el Señor nos ha provisto para mantener nuestro espíritu despierto y arraigado en una fe ardiente, y con una esperanza viva. Empezamos con una selección de 10, de entre las muchas y grandes promesas que Dios ha trasmitido a través de su Palabra de vida, la Biblia.

Creo que toda la Biblia es la Palabra de Dios, y es poderosa para cambiar vidas. Así mismo tengo la certeza que las promesas de Dios están en perfecta armonía con la afirmación del Apóstol Pablo a Timoteo, recordándole que todas las Escrituras que hay en la Biblia son de inspiración Divina: «Toda la Escritura es inspirada por Dios y es útil para enseñarnos lo que es verdad y para hacernos ver lo que está mal en nuestra vida. Nos corrige cuando estamos equivocados y nos enseña a hacer lo correcto. Dios la usa para preparar y capacitar a su pueblo para que haga toda buena obra» (2ª Timoteo 3:16 y 17 / NTV). ¡Con esta promesa de Dios en la mano, podemos estar seguros que lo que aprendamos de la Biblia proviene de nuestro Padre Celestial! Quizás esta sea la primera y más importante promesa de orden general, que hemos obtenido de su parte.

Estos 10 poderosos textos de la Biblia sobre las promesas de Dios, tienen el propósito de alentarte cada día. Lee y medita cada una de ellas, deja que Dios trabaje en tu mente a través de estas promesas, y guárdalas en tu corazón. Estas Escrituras provienen tanto del Antiguo, como del Nuevo Testamento. No son las únicas, tan sólo se trata de una pequeña selección, por lo que tú mismo puedes ir agregando otros versículos de la Biblia acerca de las promesas de Dios en el transcurso de tu devocional diario.

Vivimos en una sociedad que ha sido tomada literalmente por las prisas, el estrés y la ansiedad. Desde el primer minuto de la mañana al levantarnos, hasta el último instante de la noche, nos hallamos inmersos en una vorágine informativa y de gran actividad, marcada en gran parte por nuestros dispositivos digitales que saturan nuestro tiempo libre (y parte del laboral si nosotros se lo permitimos), y terminamos el día sin darnos cuenta que no hemos hecho alguna de las cosas que nos hubiera gustado realizar con nuestra familia, junto a nuestra/o esposa/o, con nuestros hijos, o tiempo libre para nosotros mismos; y por supuesto, un tiempo devocional de calidad con Dios para hablar con Él, y meditar en lo que Él ha hecho por nosotros, reflejado en su Palabra, la Biblia.

¿No crees que va siendo hora de que empieces a tener un cierto control de la gestión del tiempo en tu vida? Espero que no me malinterpretes por ser tan directo. El tiempo es vida. Dicho de otro modo, tu vida es el tiempo que Dios te permite vivir en este mundo, y Él espera que aprendas a administrarlo racionalmente para tu propio disfrute y el de tu familia, honrando a Dios con tu trabajo, tu familia, tus bienes, tu vida… y dándole gracias; porque todo proviene de Él. Pero no te preocupes, el Señor no tiene tanta prisa como tú con las cosas de cada día. Él se toma su tiempo y espera pacientemente a que de día en día aprendas a gestionar algo de lo mucho que recibes.

Las notas que aparecen en este libro tienen precisamente la finalidad de ayudarte a conectar con Dios, en ese momento que debes buscar cada día para tener un tiempo de calidad en comunión con tu Dios y Señor. Ese es mi mayor deseo y estoy seguro que serás muy bendecido por ello.

Francisco López-Taboada