Читать книгу Jardines secretos - Francisco Páez de la Cadena - Страница 10

Árbol de invierno entrevisto en Syon Park

Оглавление

A todos nos llega nuestro invierno.

En otoño

sus hojas de amarillo nos dictaron silencio.

Hoy en diciembre

las páginas tan blancas del libro de la nieve

nos dicen minerales y desiertos.

Nutrieron de muerte nuestros huesos.

¿Cómo quedó la hoja?

¿Qué se enterró en el laberinto,

en la orilla aterida del sendero?

¿Dónde sembrar ahora lo que más nos importa,

lo que no enceuntra hueco?

Vivir, vivir. Es toda una locura pretenderlo.

Surgen charcos de espejos.

Ha llovido y el barro se envejece y se arruga en mil gestos.

Los vientos son hirientes.

Nada queda por dentro.

El sol es un recuerdo de algo que supimos.

Queda lejos el árbol que queremos,

su corteza tan fría.

Imposible saber si vive o solo nos ha dejado su cáscara insensible,

su madera fugaz.

Imposible saber si está esperando el fuego o las alturas,

imposible saber tanto designio que yace soterrado,

que no se manifiesta.

Lo vemos: se yergue, en apariencia indemne,

tiende a la inmisericordia de los cielos,

guarda el silencio que en otoño amarillas nos dictaron sus hojas.

También él desvaría: brotar, vivir, pura vesania.

Ficciones. Intentos delirantes. Sueños.

Jardines secretos

Подняться наверх