Читать книгу El tarot intuitivo del siglo XXI - Georges Morin - Страница 7
DEFINICIÓN
Y UTILIZACIÓN
Hacia el desarrollo de la propia intuición
Los dones intuitivos
ОглавлениеEstadísticamente, los dones intuitivos están muy diseminados en las llanuras y los valles del comportamiento y no es posible fijar el don intuitivo en un tipo psicológico particular. Después del análisis de millones de cartas astrales en astrología planetaria, la intuición puede esconderse bajo ropajes poco habituales, aunque tenga sus preferencias en perfiles humanos particulares. Sin pretender elaborar un inventario de los portadores de intuición, podemos hablar de tres tipos mayores: el mental, el instintivo y el sensorial, que es el más raro.
El tipo intuitivo mental
Hace premoniciones y tiene intuiciones esencialmente a través del miedo. Se trata de un eterno inquieto que pivota en la cima de un torreón cerrado con candado para prevenir los eventuales sufrimientos y otras desviaciones. El miedo interior es tan intenso que hace de eco lejano mientras alimenta su intuición, formada por esencias heteróclitas que derivan hacia efectos de sonar o de detector de anormalidades. Generalmente, las evoluciones de los intuitivos mentales no son muy optimistas: al tratarse de ansiosos que se ignoran, emiten ecos negativos y son mucho más aptos para prevenir una gran catástrofe que para percibir la felicidad. Aunque su naturaleza pesimista es poco sensible a cualquier forma de equilibrio eventual, son en cambio ellos los que detectarán la más mínima sospecha en el entorno del tema que se trate, lo que significa que es mejor escucharlos cuando se tienen fuertes presunciones acerca de una enfermedad o de grandes obstáculos profesionales, o en la investigación hacia una evolución o en la búsqueda de la felicidad. De todos modos, se trata de excelentes previsores cuando saben diferenciar entre intuición e intensidad.
El tipo intuitivo instintivo
Pone en acción sus dones sobre todo para sus necesidades de dominio o de representación. La necesidad de tener un ascendente sobre otra persona por un juicio que pretende ser dominante o por efectos de apariencia física o mental se hace sentir en este tipo de intuitivo. Quiere saberlo todo, quiere dominar, quiere controlar y prevenir para rodear a su interlocutor con su propia necesidad. Sin él sería imposible entender nada, sin sus consejos nos encontraríamos rodeados de peligros, sin su intuición tropezaríamos con obstáculos; en definitiva, sin su ascendente no sería posible hacer mucho. Las intuiciones del instintivo son a menudo justas, pero uno se plantea si no es a causa de la detección lógica de las propias carencias de comportamiento y no gracias a una neutralidad intuitiva. El gran problema de este tipo se sitúa en un posible defecto de nuestra personalidad: si siente que puede dominarnos a través del juicio y de la razón, activa la intuición que, en este caso, puede ser muy fuerte, puesto que es proporcional a la intensidad del ascendente que ha presentido en nosotros. Si siente que no nos controla, que estamos prevenidos aunque permanecemos a la escucha, la intuición no se activará y buscará otras formas de dominio. Por ejemplo, en los cursos de formación del tarot intuitivo, su eficacia es nula cuando les ordeno un trabajo intuitivo que tienen que desarrollar ante el grupo: no captan nada porque sólo encuentran una masa a la que tienen que convencer y no un individuo aislado al que es fácil sorprender. Muchos videntes, cartománticos y médiums son de este tipo. Es importante señalar además que la necesidad de influir en los demás se propagará muy rápidamente en los anuncios de videncia de las revistas para llamar la atención de aquel o a aquella que se convertirá por fuerza en «captable».
El tipo intuitivo sensorial
Este último es claramente el más raro y el más dotado. Como ya habrá intuido se trata de un emocional replegado en sí mismo; el tipo extrovertido es todavía más raro. El intuitivo sensorial activa sus dones con aquello que posee en grandes cantidades: la sensibilidad. Se trata de una verdadera caja de resonancia, un depósito vacío que se llena de emociones a gran velocidad y del que se pierde el control de la capacidad. El problema de este tipo intuitivo es la relajación y la concentración. En efecto, es difícil para ellos desprenderse de la presión emocional puesto que se convierten en las balizas sensoriales de las vibraciones ajenas. El método del tarot intuitivo les encaja perfectamente puesto que se canalizan con más facilidad sobre el sujeto sin que se trate de una cuestión de técnica esotérica. Sus proyecciones intuitivas son extremadamente eficaces cuando consiguen disciplinarlas reduciendo la capacidad de los mensajes en cuestión, puesto que tienen una clara tendencia a matizar tanto las respuestas que el tema inicial llega a diluirse a pesar de ellos. Se trata de eternos buscadores del amor, no para ellos sino para los demás; su intuición sólo viaja en el barco de la bondad y de la generosidad. La verdadera videncia y la verdadera mediumnidad sólo existen gracias a ellos, pero no les verá nunca hacer publicidad en las revistas…