Читать книгу El Bien Y El Mal, Memorias - Gerardo D'Orrico - Страница 5

16.09.2005

Descanso: la verdad es como un mazo de cartas o de objetos maleables, muy importante para la ley, el silencio, la luz natural del sol, de la luna sin adiciones, como el aire que respiramos. El bien es bellísimo, no bello, cuando te hace más grande, moverte por ti mismo, no pienses que lo estás haciendo. El tiempo ya pasó, encuentra el camino ya señalado, y avanza. El tiempo forma redes de universos y propósitos para nosotros, el arte debe estar marcado oblicuamente y no demasiado alto, o demasiado bajo porque sería inútil. En realidad también trae problemas: “el amor de sábado en Italia es un error, un claro indicio del fracaso”, Poseído por el mal pero, como hace muchos años, todo está en su lugar, en su lugar, el camino es recto, a los lados de los árboles para cruzar.

Comunista, anárquico, lo que sucede me interesa, pienso que es lindo regalarse una cajetilla de cigarrillos, pasar la tarde fumándolos casi todos. ¡Libérate! No se escapa de este lugar, el bien lo decides tú, la vida la decides tú. Es un gran error no satisfacernos, ser baleado por el mal, es decir sin esperanza, siempre es bueno un contacto más lejano, para que vengamos si no es para cumplir con todo el bien. Anda juega, muévete, no te des a la fuga es meas fuerte el bien, aun si para muchos no existe o probablemente solo existen esos demonios, que reinan en el mundo submarino, en las caras cubiertas.

¿Acaso el mal te atrapa? ¿Estás distraído? Tenemos restos del hombre animal en nosotros pero, cierto es que tomamos la parte del amor dado o reclamado dejando el lujo. Regalamos al diablo, no al demonio para unirse a la sociedad entonces, el demonio debería ser un mal y preferimos vivir afuera, de hecho se dice que quien entra ha encontrado la luz, en realidad estaba arruinado, engañado, no debes ni levantar si quiera la cabeza, o bajarla, debes dejarla derecha y moverla horizontalmente para encontrar tu ley. No debes minimizar, maldita sea quien hizo los clichés, todo está aquí como de improviso ya lo superaste, descuidado o te lo han robado, en estos tiempos se vive en el mundo de lo no iba a suceder y, del mal no denunciado. Debes ser profundamente rico, practicar un arte. Gracias si, gracias a ti, hay mucho material que va más allá de la muerte en la vida, estamos en una cárcel no solicitada, unidos en la suerte y después en la certeza de que un día iremos al más allá, para el Estado somos, entre otras cosas, solo el bien, transparentes limpios e inmaculados, sin embargo, si no reconocemos al mal normalmente, no hacemos nada. Aquí transcurre el existir sereno, es decir solo la imaginación, que luego se transforma en realidad, el noventa por ciento de lo que se ve, el resto es matemática o el contrario, la nicotina puede ser una amiga y la soledad varía, se sacudirán nuestras ideas, hay muchas personas que no piensan para nada, no se les puede culpar, en realidad casi todos somos expulsados, no se siente el mal agudo. Burros y ovejas que se llaman o, fieles al mal, ni siquiera saben lo que dijeron. Si ocurre un mal ¡no sabes lo que sucede! Como huye le tiempo, que mal explotado el genio de la vida, el presente. Está atento al arte, al arte en cuanto a la inutilidad del Estado, como una carta de cosas posibles, cuan real esta lo oculto, en memoria de un mundo que no existe o que hace alarde de todavía atraer. Miedos, terror, cuanto mal se debe derrotar aún, la ignorancia es tal vez un Estado. Salir de un ciclo sano repetitivo es una realidad que está prohibida pensar, al final de los tiempos será individualizada, la pregunta será obvia, la respuesta será segura. El mundo se detuvo y luego reinicia nuevamente en el año 2000, no solo el mal impide el arte, una armonía en la medida de lo posible, sin embargo estamos en línea el juego ha terminado, estamos reservados, espero te vaya bien, siempre. Abajo los males instalados en la luz del sol y frutos mixtos de más, se necesita saber cómo elegir a qué personas frecuentar, la experiencia depende enteramente de la costumbre… veremos de quien son las responsabilidades, no para pensar mal, no ha muerto nadie que el pasado brilla como el sol del presente.

Adiós, G.