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La Educación y la abundancia de Información

Hay tanta información y es tan poco lo que se aprende, el sistema nos encasilla en temas puntuales y no nos queda ni siquiera una idea vaga de todo lo que en verdad hay para aprender y de lo que podemos encontrar.

Se deberia en las Escuelas hacer mucho énfasis en que además, de leer, escribir, realizar cálculos y lamentablemente pretender la memorización, lograr que los estudiantes desarrollen más habilidades de reflexión, análisis, que se les genere dudas y no todas las respuestas, que se inspiren y sean capaces de cuestionar la información, de buscar, procesar y relacionar todo lo que hay en su entorno. Así tambíen, potenciar las habilidades creativas, la imaginación, la curiosidad, las expresiones corporales y sumarle a todo esto educación emocional.

Si de verdad se estimulara la capacidad creativa e investigativa (curiosidad) y no se la censurara o limitara, no sería necesario imponer los conocimientos, hecho que es de lo más común en las escuelas, y no sería necesario calificar numéricamente la “capacidad de los estudiantes”, no se pondría sólo el foco en lo intelectual sino, también, en lo creativo y esencialmente en lo emocional, por cierto ¿conocés alguna Institución Educativa que incluya como contenido transversal, área pedagógica o taller la Educación Emocional? esa es otra de las grandes carencias del sistema. Sí hay, psicopedagogos/as y por lo general el resultado de su labor genera, en muchos casos que los docentes tengan una idea del chico/a de “pobrecito/a” o que se le marque por la dificultad que presente e incluso por los posibles inconvenientes que el estudiante tenga en su entorno más cercano o familia.

Los estudiantes deben ser capaces de reconocer, procesar, aceptar y trabajar todas y cada una de sus emociones, además, así podrán ser más empáticos con sus pares, sentirse en verdad contenidos emocionalmente.

Es fundamental este aspecto, porque actualmente, se pretende que el docente de la contención al estudiante ya que, también, fue formado para eso y en la gran mayoría de los casos no ocurre ¿sabés por qué? Porque un alto porcentaje de “educadores” acentúa que su época era mejor, que los adolescentes de hoy son todos unos vagos, que la juventud está perdida y son muchos los docentes que no disfrutan de su trabajo, no habla bien de los estudiantes y no valora el potencial que existe en ellos, todavía, la mayoria cree y actúa en base al autoritarismo y la idea de que es superior al estudiante “el dueño del saber” (no son capaces de admitir que no saben todo). Es recurrente en la sala de profesores escuchar charlas sobre la valoración de la profesión, los criterios de evaluación y la valoración los adolescentes, que en verdad gracias a ellos muchos docentes perciben un salario y tienen para comer todos los días.

Vivimos en un mundo en el cual tenemos acceso constante a información diversa, pero muchas veces no sabemos cómo procesarla o cómo podemos utilizarla para mejorar nuestra realidad, no tenemos la suficiente creatividad y confianza para emprender algo en base a lo que conocemos o emprender algo nuevo, por eso es importante, también, que en las escuelas haya Educación Emprendedora, que estimule en los estudiantes sus capacidades de innovar, crear, organizar, gestionar recursos y emprender proyectos a partir de ellos. Lograr de esta manera que sean capaces de reconocer el enorme potencial que tienen y lo mucho que podrán ofrecer a la sociedad, ya no solamente como empleados, sino como emprendedores.

Esa es una gran carencia de la Educación, no empoderar a las personas en sus propias capacidades y habilidades, por eso integrar lo artístico, expresión corporal, análisis, incorporar la reflexión, la creatividad, lo emocional, el emprendedurismo, incorporar el autoaprendizaje al Sistema, no solamente como otra asignatura, sino transversalmente, proyectando el cambio en todas las áreas.

Esto mismo es necesario y urgente aplicarlo en la formación de los docentes que serán y son (o deberían ser) los guías, orientadores y seres que acompañan la formación del estudiante.