Читать книгу Salir vencidos o vencedores - Gonzalo Lezo De Córdoba - Страница 7
ОглавлениеIntroducción:
el plan para gobernar el mundo
El 11,38% de todo el dinero del mundo está en manos de tan solo 600 personas personas que representan menos del 0,0000075% de la población mundial y de las cuales, la gran mayoría de las personas ni siquiera saben que existen y de saberlo, no han oído ni hablar de ellos. De entre estas personas, solo 6 familias poseen el 3,1% de todo el dinero del mundo. Eso solo en lo que a efectivo se refiere porque si hablásemos de patrimonio, estas 600 personas podrían comprar 4 veces el mundo entero. Y más importante aún, da igual el dinero en efectivo que tengan porque lo que tienen es, literalmente, la máquina de imprimir dinero. Son los dueños de la FED (Reserva Federal de los EEUU) y de la casi totalidad de los bancos centrales.
Este hecho que en sí puede parecer un gran privilegio para las mismas, es a su vez una gran desgracia. Tener todo y no tener que luchar por nada es, en sí, infinitamente peor que no tener nada y tener que luchar por un poco. Cuando se tiene todo, nada tiene sentido y lo único que puede dar sentido es el poder. Pero el poder absoluto de todo y por el todo. El poder de querer ser dioses y jugar con el resto de los humanos como si fueran marionetas que usan a su libre albedrío.
Esto no es una novedad y es algo que las personas que han amasado en sí una gran riqueza han intentado desde siempre a lo largo de la historia. Lo que ha cambiado son los medios para conseguirlo. Si bien los poderosos siempre han querido gobernar el mundo, son la tecnología y los medios de comunicación los que han facilitado el logro de este objetivo.
Pero el avance de estas tecnologías y el poseer todo este dinero en sí, no es suficiente para controlar 7.777 millones de personas que hay en el mundo si detrás no hay un plan muy estudiado y en el que se involucra a un gran número de personas de todos los ámbitos políticos, económicos, sociales, culturales y científicos. No es un plan que se pueda implementar en una charla durante un evento. Se necesitan años para lograrlo y su éxito no es seguro, aunque según avanza el tiempo vemos que lo van consiguiendo, hasta el punto de que están cerca de su etapa final. Son muchas las bases que tienen que destruir para lograr imponer su plan. Esas bases son los bases que la humanidad ha ido construyendo con el tiempo: la familia, la persona, las naciones, la religión, y más concretamente la cristiana, el avance del conocimiento, las revoluciones industriales, las líneas de pensamiento filosófico y social... Básicamente todo.
El principal invento que hizo que el hombre progresara de manera exponencial fue la imprenta. Gracias a ella, el conocimiento se pudo extender por el mundo y así las personas empezar a entender que muchas cosas no ocurrían por ciencia divina sino porque tenía una explicación científica. Fue el comienzo del Humanismo donde el hombre pasó a ser el centro de la vida y no Dios. Cuando los indios vieron a los primeros conquistadores de Europa con un arma que según apuntaba a uno moría después de un ruido, creían que se trataba de dioses. Pero cuando descubrieron que era algo llamado «arma de fuego», que tras poner un proyectil por dentro y usar pólvora al disparar salía del arma en dirección al objetivo que podía llegar a matar, entendieron que no se trataba de dioses sino de hombres que habían avanzado mucho más que ellos.
Es esta misma herramienta, la imprenta, la que con el avance tecnológico de hoy en día ha hecho posible que el conocimiento llegue de manera inmediata a todo el mundo. Pero no solo el conocimiento constructor llega a las personas, también llegan las mentiras, las manipulaciones y un sin fin de cosas más que consiguen introducir al ser humano en un letargo absoluto permitiendo que mientras duerme en esa ilusión hagan con y de él lo que quieran.
Podemos sin ningún miedo afirmar que son precisamente los medios de comunicación (canales de TV y radio, películas, documentales, libros, etc.) los medios principales a través del cual se transmite la ideología y la propaganda ideológica de los poderosos que están llevando al hombre a la esclavitud.