Читать книгу Grupo TA.LI.UM. - Группа авторов - Страница 15
ОглавлениеCarmen Lorena Romero Segrera
Al fondo del pasillo
El particular sabor a café
Deja mis noches llenas preguntas
—Ideas que se zambullen alrededor
mientras con un lápiz pesco su esencia—
Al fondo del pasillo susurros y risas
Sus almas vibrantes recorren el edificio
Toman vida cuando los demás ya han huido a casa.
Desde que no estás
A cierta hora mi respiración se dificulta
Los latidos aumentan y me llevan a pensarte
El calor me recorre
Hace días que no estás
La humedad me invade cuando te recuerdo
Te siento apoderándote de cada centímetro de piel
Mi boca se agua y te siento en mí.
Con tu cuerpo ausente me hago el amor
El aire cómplice desde que no estás.
Bloque 2
A Talium por coserme las alas.
Entre el ruido del viento que hace volar cabellos
Se escuchan susurros de historias y versos que estremecen
El olor a café se apodera del ambiente
Las risas, las anécdotas...
Almas oscilando en la misma frecuencia
Dejan salir profundos anhelos
Sus extrañas preocupaciones
Enormes miedos y oscuros pensamientos
Quedando al descubierto en la soledad de la noche.
Época de instantes
“Usted no sabe cómo yo valoro su sencillo coraje de quererme”
Mario Benedetti
a Ángelo Gallo por su incondicional amor
De cuidar cada paso y de apoyar cada objetivo
Aunque un día soy un bosque y al otro soy desierto
Que me observe cuando lluevo y en silencio me acompañe
Porque en esta época de instantes me ha regalado un para siempre.
Reminiscencias
A quien en mi mente siempre fue niño, C. T.
Volviendo a la tierna infancia avisto a una greñuda que corría descalza persiguiendo a su hermano.
Atravesando el parque de la virgen se abrió la puerta de la casa de al frente, su hermano voló escaleras arriba y el ímpetu de la niña cesó al encontrase con unos ojos verdes cómplices de una sonrisa tímida... el clic fue inminente.
El brillo de la inocencia en esa sencilla escena, que solo se percibe en almas de quienes apenas comienzan a vivir, nunca desapareció; ni la distancia, ni el tiempo, ni la muerte lograron apagarlo; aunque hoy, después de 19 años y a falta de un duelo justo, se derrama por sus mejillas.