Читать книгу A troche y moche - Gustavo Sainz - Страница 8

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1. Eclipse total y la fiesta de los boxeadores

El desdichado piensa que el infinito está adentro de nosotros y no afuera

Sorprendido de pensar eso allí, amarrado y ciego después de horas o días o semanas, sucio y desconcertado, asustado, iracundo, impotente

Impresionado por el silencio

Un silencio increíble, sin fin, como un ser en reposo, increado, perdurable, como si no pudiera existir otra cosa, sólo el silencio

Grandes bloques de silencio que le impedían calcular las dimensiones del lugar en el que se hallaba, lo particular de ese lugar, las dimensiones de la casa o el departamento en donde la única medida de tiempo que registraba eran los programas de Cristina que escuchaban en otra habitación no muy lejana, varias paredes de por medio

En ese silencio y esa oscuridad lo que lo horrorizaba no era la muerte sino seguir vivo

Había leído que en la India el tiempo se llama Kala, palabra parecida al nombre de la diosa Kali, y que ambos significaban negro, sombrío

Y que nuestra era secular y que se llamaba ahora el Kali-Yuga, que se traduce como la edad de las tinieblas

Pero los programas de Cristina seguramente no pasaban los fines de semana, y entonces sólo la comida ocasional, a veces demasiado frecuente, a veces tras largos periodos de hambre y deses­peración, o sus gritos porque necesitaba defecar u orinar, los pasos apresurados por la escalera

Una mujer o dos entre ellos, los taconeos inconfundibles, o la violencia de un hombre que le soltaba los tobillos para que pudiera incorporarse

Nunca le contestaban

Se quejaba de la venda sobre los ojos demasiado apretada, de los tobillos y las muñecas de las manos ulceradas, de tener sed o hambre

Melancólico, inútil, deprimido, asustado

Hasta el siglo XVIII la Iglesia prohibía hacer el amor de noche por temor a que los hijos nacidos de semejante unión fueran ciegos

Mircea Eliade constataba que el tiempo es negro porque es irracional, despiadado

Idealizamos lo que no tenemos

Le habían suprimido de pronto y contra su voluntad sus proyectos cotidianos, encontrarse con su esposa, cobrar su premio, ver a sus amigos, contestar entrevistas y volver a casa, sobre todo volver a casa

¿Por qué no intentar construir mundos narrativos tan complejos, tan contradictorios y provocadores como el mundo real?

Su verdadero trabajo sería la creación de su propio paraíso

El Museo de Antropología le ofrecía un ejemplo contingente de la vida en la Tierra

Al perro que duerme no lo despiertes, ¿quién decía esto?

Paul Bénichou había publicado una serie de volúmenes dedicados a la historia de los artistas como sacerdotes laicos

Todo lo hería

El mundo había perdido sus transiciones y sus virtualidades

Platón tenía veintinueve años cuando murió Sócrates

En un cuadro de Jacques-Louis David sobre la muerte de Sócrates, que se exhibe en el Museo Metropolitano de New York, aparece Platón sentado a los pies de la cama donde agoniza su amigo, con pergamino y pluma a su lado, testigo mudo de la injusticia del Estado

Si podía pensarlo no era lo que quería

Las palabras de los sabios deberían ser como aguijones

Como clavos bien hundidos

Reducido allí, con la garganta maltratada de tanto gritar, deshidratado, enfermizo, a veces deprimido, a veces iracundo, exhausto y melancólico

Cansado ya de protestar, sumido en esa oscuridad que sentía como anterior al yo y al lenguaje mismo, enojado, enmarañado, allí sumido en su homérica noche, en su oscuridad borgeana, como de antes de los seres humanos y las formas

Lo que Michaux llamaba lo transreal

A Homero le decían el hombre de las siete ciudades y se supone que fue ciego porque en él predominaba lo auditivo, y sus motivos visuales siempre eran oscuros y brumosos

Los egipcios creían que imaginar algo era hacerlo real

Ojalá y fuera así

La épica homérica acentuaba la supremacía del espacio y describía un mundo sin cosmogonía ni creación

El arte tenía poder

En Homero había una indiferencia completa ante el tiempo

Había leído que en Homero no se encontraba nunca “el tiempo” como sujeto de un verbo

Que si la épica homérica estaba imbuida por el tiempo en cuanto duración, en cuanto antes o después, vida y muerte, destino, juventud y envejecimiento, y en lo que respecta a la sucesión de días, no lo estaba en cuanto al tiempo como proceso continuo universal o propiedad abstracta del mundo

¿Cuántos días llevaría allí sentado, sin bañarse, sin cambiarse de ropa, maniatado, enmarañado, disminuido, inhallable?

¿Quién allá afuera lo requeriría, lo buscaría, lamentaría su ausencia o se inquietaría?

¿Dónde estaría su esposa?

¿Sería así la muerte?

¿Una completa oscuridad?

¿Una lucidez inclemente?

¿Esa incómoda inmovilidad?

Recordaba haber oído en la televisión del piso de abajo a Cristina hablar de viajes astrales, de jóvenes que acosaban y eran acosados, de personas que acusaban a otras de hacerles brujerías, de los panelistas más odiados contra acusadores idiotas, ¿cinco programas?, no, seis, porque también estaba ese de ancianos de 80 años con novias de 20, entonces ocho o nueve días, y eso si suponía haberlos oído siempre, y que sus captores los vieran siempre, seis o siete días ¿hasta cuándo?

¡¿Hasta cuándo me van a tener aquí?!, gritó, ¡¿Qué esperan?!

Pero nadie respondió, nunca le respondían

Estaba solo en esa habitación o esa casa y no sabía si era de día o de noche, o jueves o martes, o tarde o temprano

Lanzaba sus preguntas y quejas acaso hacia nosotros

¿O si no hacia quién?

No había mañana ni pasado mañana ni la próxima semana sino sólo un ahora, esa oscuridad, esa incomodidad, ese no saber, esa angustia

¿Dónde estaban todos ésos que él era?

La oscuridad transformándose constantemente en otra oscuridad

Ni siquiera podía abrir los ojos apretados por la venda que lastimaba

A veces como una masa roja que se desplazaba

Algo distinto del color, una como luz imaginaria, como fogonazos, pero avasallante la masa negra, el paisaje negro, la venda negra, el universo negro

Modigliani murió de tuberculosis en un hospital miserable

Ciego-como-un-topo

Jack Kerouac creía que escribir era una forma de expresión sexual, y que cuanta más emoción liberara, como la descarga eléctrica del orgasmo postulada por Reich, más satisfactoria sería la experiencia

Donde Reich veía las restricciones de la civilización al orgasmo, debilitantes en todos los aspectos de la vida y el pensamiento, Kerouac veía las restricciones críticas y académicas a la forma narrativa destructivas para el escritor y para su obra

Según él, el siguiente paso de la literatura sería como un flujo bioeléc­trico cual orgasmo del centro de la mente y joya central del interés de la memoria, o la visión del interior hacia fuera, igual que llegar al objeto del amor en una oleada de lenguaje frenético e impulsivo

Walt Whitman escribió que expresaba la electricidad del cuerpo

Ser en la vana noche el que cuenta las sílabas, borgeó

La unánime noche, borgeó

He aquí la noche de dientes largos y mirada filosa, la noche que desuella con un pedernal invisible, octaviopaceó

Homero describía a la antigua y mítica tribu de los cimerios, un pueblo que habitaba un espacio adonde reinaba la oscuridad perpetua

El lenguaje hermético era un obscurum per obscurius, vía de adentramiento hacia los orígenes

En 1983, el ejército de los Estados Unidos calculó que mil kilos de sarín, un gas nervioso, aerolizados sobre un área urbana en una noche tranquila, matarían entre tres mil y ocho mil personas

Una décima parte de esa cantidad, cien kilos de ántrax distribuido en condiciones semejantes, mataría probablemente de uno a seis millones de personas

Las tinieblas expresaban siempre el estado de las potencias no desen­vueltas que daban lugar al caos

Recordó su viaje en avión, el viaje en coche hacia el aeropuerto, la azafata de caderas alveoladas, los asientos vacíos a su izquierda, el pasillo hacia la derecha

Cuando salió de su casa todavía era de noche

Decía Balzac que todo poder será tenebroso o no será, pues toda potencia visible está amenazada

Iba leyendo Cool Memories, de Jean Baudrillard, y lo subrayaba constantemente

Subrayó: El secreto de una vida está ahí: ¿cuántos rostros, cuántos cuerpos, reconocerías acariciándolos con los ojos cerrados? ¿De quién aceptarías lo que fuera con los ojos cerrados? ¿Tú mismo, has cerrado ya los ojos, te has comportado ya ciegamente, has amado ya ciegamente y presentido en la oscuridad el rodeo táctil de las ideas?

¿Dónde habrá quedado ese libro?

Sus amigos lo habían recogido en el aeropuerto y conversaron animadamente hasta llegar a la Editorial, se hacía tarde para una mesa de prensa

¿Cómo suponer que esa oscuridad lo estaba esperando?

Dejó su maleta y el portatrajes en un clóset en la oficina privada del director editorial

La creencia en la predestinación, en la que somos prisioneros de la fatalidad, es una de las ideas más extrañas y extendidas

Tan poderosa era esa creencia que había alimentado los mitos, el saber popular y las religiones

De la entrevista y las fotografías sólo recordaba los fogonazos, cierta voracidad, mucha energía y las preguntas banales de siempre, los gestos habituales, conspirativos, solidarios, dependientes, limitados

Algunos rostros

Los significados en cambio eran inagotables

Por eso las mismas historias se repetían y cambiaban para que cada vez se descubriera, en una lenta rotación, una nueva tierra y un nuevo cielo de significados

Tenía amarradas las piernas a las patas de una silla, y las manos atadas entre sí y a su vez unidas a los amarres en los tobillos

Decía Heráclito que los que duermen habitan mundos separados, y los que están despiertos, el mismo

Cuando pedía ir al baño y tenía la suerte de que lo oyeran, le desa­taban las piernas de la silla y de las manos, pero no entre sí, y las manos semiliberadas le permitían cierta capacidad de maniobra como para desabrochar el pantalón o sujetar el pene

¿Lo acompañarían en el baño mientras defecaba?

Una vez allí trató de quitarse la venda de los ojos y recibió una golpiza espantosa

Durante mucho tiempo no volvieron a llevarlo al baño y tenía que orinarse sobre sí mismo, sentado

Sufrió un estreñimiento que lo incomodaba de más

A principios del siglo XIV Felipe el Hermoso destruyó la Orden de los Templarios

Sufrió calentura: el tiempo se vaciaba de minutos, de segundos, de horas

Nadie vivía el inmediato presente

Todos poníamos en relación palabras y acontecimientos mediante el aglutinante de la memoria personal y colectiva

Sufría temblores y calosfríos, retorcimientos, toda clase de calambres

Después de la entrevista de prensa fueron a comer a un restorán polaco adonde habían llevado al Papa cuando estuvo en México

El Papa volaba a todos los rincones del mundo como un profesional

Un apostolado del jet

Le explicaron que el cheque de su premio carecía de la firma del presidente de la Editorial, pero que éste venía hacia México y llegaría mañana al mediodía, podían comer juntos otra vez

Aunque como la ceremonia no podía alterarse le entregarían un sobre adonde no estaría el cheque, mismo que al día siguiente podrían llevárselo a su hotel, o lo recogería en la Editorial, como él quisiera, no habría problema

Al desdichado le pareció divertido

Le preguntaron cuándo quería autografiar los ejemplares para los críticos, y opinó que a la prisa había que darle mal paso, y aunque ya era tarde, después de la comida regresaron a la oficina

Lo impresionó el diseño del elevador

Lo que más lo incomodaba era el mal olor, el aire estancado, la falta de ejercicio, su cabello grasoso

La condesa Bathory torturaba a jóvenes campesinas, y cuando la capturaron la emparedaron viva en oscuridad total, en el silencio absoluto, con un agujero en el muro para los alimentos

Los baños de sangre que había tomado le dieron la energía suficiente para sobrevivir dos años en esas tinieblas, entre sus deyecciones

Samuel Beckett había escrito Molloy, Malone muere, El innombrable y Esperando a Godot en menos de dos años a finales de los años 40

Lo mantenía su esposa que era costurera

James Joyce se jactaba de sólo escribir una oración cada día, y por eso tardó once años en la redacción de Ulises, y dieciséis en la de Finnegans Wake

Hesíodo era un poeta agricultor en la Boecia del siglo VIII

Eliot dijo que los poetas inmaduros imitaban y que los maduros robaban

A veces creía oír a alguien respirando cerca suyo

Preguntaba si alguien estaba allí y nunca le contestaban

Maurice Ravel murió de un tumor cerebral

Una de las razones del éxito de Homero en la formación de los ideales griegos podría haber sido su conciencia poco corriente de la mortalidad y, por tanto, de heroísmo como medio para adueñarse de la muerte

Escritura rápida, nerviosa, sacudida por corrientes eléctricas, escritura con dientes y garras y alas

Firmó más de cien ejemplares de su novela premiada y hacía girar la mano derecha circularmente como desenajenándola, como restableciéndole la circulación

Y en eso entró el director urgiéndole a salir hacia la ceremonia

Entró en su oficina y se cambió

Se puso un traje de seda tan ajustado que no podía cargar llaves ni cartera ni pluma

Incluso decidió dejar su reloj pulsera allí por temor a que fuera a rasgar la seda

No te preocupes, le decía el director, al terminar todo venimos por tu equipaje y te llevamos a tu hotel, no vas a necesitar nada

Todos estaban como nerviosos, alterados, explosivos, tensos

Elías Nandino usaba un reloj pulsera que Gorostiza le regaló cuando agonizaba

Un contemporáneo de Averroes, el filósofo místico cristiano Joaquín de Fiori, de Calabria, sostenía una idea apocalíptica acerca del tiempo y la historia

La pugna entre los creacionistas y Tertuliano por un lado, y la postura de Averroes acerca de un alma colectiva e indestructible, era claramente la del ser frente al llegar a ser

Sentía lastimadas las muñecas y el pantalón de seda hecho jirones, maloliente, inutilizable

Príncipe desposeído, sujeto glorioso con un pasado destruido

Pertenecía a una historia, pero a una historia caída, desconocida, ilegible

Su pasado sin porvenir no era un pasado histórico sino una memoria, tanto más presente por carecer de porvenir

La primera mujer según Hesíodo fue Pandora

Zeus se la mandó a Prometeo como represalia

Pero Pandora sedujo al hermano de Prometeo

Sentía frío, escalofríos, hambre, temblores, debilidad, vulnerabilidad, desconcierto, miedo, un miedo angustioso, denso, interminable

Y sobre todo sentía sucios los dientes, se pasaba la lengua una y otra vez alrededor de ellos

Tenía los labios resecos, despellejados, quizá llagados

Lo que nos dio Pandora al abrir la caja con que la habían enviado los dioses es el dolor, las preocupaciones y todos los males

La oscuridad lo contemplaba

Una oscuridad de antes de Prometeo

El lector vendado y atado no ponía a prueba la oscuridad, pero la oscuridad sí lo ponía a prueba

El silencio parecía contenerlo todo dentro de sí, no estaba a la espera de nada, siempre existía totalmente y siempre llenaba ese espacio adonde se hallaba contra su voluntad

Había habido una reunión que había roto el silencio

¿Días atrás u horas atrás?

Recordaba los nudilleos, los timbrazos, las pisadas, las voces, las risas, y luego la música en vivo, una guitarra, un bajo eléctrico, un bongó, la animación, las canciones, una botella que se rompió y el ruido habitual de vasos y de cubos de hielo chocando entre sí

Él amarrado allí arriba y abajo una fiesta

Creía distinguir las voces de siete, ocho personas, pero quizá eran más

¿Qué estarían celebrando?

No, señor, decía alguien, no fuimos ni titanes ni superhombres, sino verdaderos boxeadores

Estaba la pelea de lo más duro cuando este estúpido cayó y reclamó que el cubano le había dado un golpe prohibido en los bajos

Parece que un indio le dio una fórmula y él patentó un linimento que funcionó muy bien para rehabilitar a gente paralítica

En el segundo round yo no podía ver, todo estaba neblinoso y el pocho aquel era una mancha de la que salían escupitajos e insultos

La pelea empezó a las once de la noche

Miren esos, parece que suben al ring a hacerse caricias

Todos parecían relacionados, boxeadores, réferis, sparrings, masajistas y fanáticos que se reunían allí para ver una pelea por televisión

Pero no hacían ninguna referencia a su encierro, ni pronunciaban palabras como secuestro o rescate, ni nada que aclarara su situación

El ahora, el eterno instante de Jaspers y el momento presente del maestro Eckhart

La oscuridad era un fundamento pero también era un abismo

Mira, lo más difícil es aceptar que vas a perder antes incluso de subir al ring

La oscuridad era un pozo y el pozo era un abismo

Tienes que perder

Las conjugaciones de lo negro

Su cuerpo escuchaba esa cháchara de gimnasio

¿No habría mujeres?

Llévenme al otro lado de esta noche, paceó

Su presente era irreparable, sin esperanza alguna de consuelo

La noche de ojos de caballo que tiemblan en la noche, volvió a octaviopacear

Sentía como un demonio dentro suyo que lo sacudía como un títere

Rómulo Gallegos embalsamó a su esposa y la sentó en una mecedora

Pero le salieron hongos, le pusieron pomada para curarla, y la piel se le fue consumiendo

Georg Trakl murió por una sobredosis de cocaína

Su hermana Margarete también se suicidó de la misma manera y había evidencias de incesto

Esa oscuridad era inagotable, sin fondo, y sus recuerdos no paraban

Pascal era hipocondríaco

Tan naturalmente nacían sus pensamientos del seno del silencio, y tan secretamente, que se diría que él era sólo el silencio vuelto del revés, el reverso del silencio

Esto eran precisamente sus pensamientos

El reverso del silencio

Así como el silencio era el presente de sus pensamientos

En todas sus palabras había algo de silencio, como una señal de que el hablar nace del silencio

Cuantas veces alguien comienza a hablar vuelven a nacer las palabras de la entraña del silencio

Creyó que acababa de despertar

Sentía hambre, tenía sed, se sentía angustiado y como sin fuerzas

Había jugado a la pasión, a la ternura

Gozaba para dejar de gozar, su voluptuosidad era una guillotina, cuando su deseo culminaba era que había desaparecido

O invisible habitando lo invisible

Sentía el calor de cuerpos que ya no abrazaría nunca más

Su guadaña estaba escondida en su corazón

Le gustaría recordar todas las páginas que había leído y como si agitara un bastón de ciego sondeaba el fondo de su maltratada memoria

A todos los que había perdido en los oscuros rincones de su vida

Tenía que volverlos a encontrar, uno tras otro

La oscuridad le recordaba la proximidad de cuerpos amados, la promiscuidad táctil de los objetos, la confusión de los deseos en el sueño

Así yo, nervaleó, el brillante comediante de ha poco, el príncipe ignorado, el amante misterioso, el desheredado, el desterrado del entusiasmo, el bello tenebroso

Esas eran las cualidades fundamentales de sus noches

Novalis murió de tuberculosis a los veintiocho años de edad

Gauguin trató una vez de matarse con arsénico, pero vomitó

Los novelistas inventaban tantos personajes porque temían un cara a cara con ellos mismos

Estaba escribiendo una novela y recibió una llamada para saber si tenía algún proyecto inédito

Se trataba de un concurso literario internacional y no podían declararlo desierto

Querían ver su novela

El desdichado explicaba que estaba inconclusa, que era un work in progress, que no tenía para cuándo terminar

Pero insistían y él no podía resistir, le ofrecían demasiadas cosas muy atractivas

Recuerda que dijo que el artista no era la madre y padre de sus obras, sino su hijo, más bien sería su hijo

Y ni siquiera tenía título

Citó a Montale

Eso es sólo lo que hoy podemos decirle

lo que no somos, lo que no queremos

Unos días después estaban a su lado

La joven y guapa editora había viajado desde México y transbordado en Canadá

El director de la empresa venía de Madrid y al saludarlo le dejó una moneda de oro en la palma de la mano

Les había gustado mucho el trayecto desde el aeropuerto

Hojeaban su manuscrito con satisfacción, con deslumbramiento

Confabulaciones, torbellinos, proyectos, promesas, revelaciones, irrealidades

Sus palabras no salían de su asombro

Orión surgía en la aurora del equinoccio de primavera

Inicio de todos los inicios

Primer movimiento del tiempo

El vocabulario en todas las obras de Shakespeare sumaba 29 066 palabras diferentes

¿Cómo podía recordar eso en ese momento, en esa situación?

En el Ulysses de Joyce había ligeramente más, 29 899 palabras distintas

A Evelyn Waugh lo encontraron muerto en el baño

Exasperaba sus laceraciones y se sumergía y hundía en las llagas de esas heridas

Señalaba continuamente las mutilaciones que le había infligido la vida

Ay, gestos enfáticos y chocantes

En la televisión de abajo veían una película en la que se produjo una explosión

Habían producido armas de destrucción masiva al mismo tiempo que creaban una cultura mediática que se deleitaba con imágenes de violencia destructora

La plancha IV del Rorscharch provoca siempre un choque negro

Había leído que producía una impresión disfórica general, y que aquel que la miraba se sentía abrumado por la negrura de la plancha, impresionado por la oscuridad y una especie de tristeza

Los fantasmas aparecían siempre de noche

Ciego como Eros-Cupido, como Edipo, como tantos reyes ancianos en tantos cuentos

Inmovilizado y sufriente, tratando de reanimar imágenes que le dieran fuerza para esperar quién sabe qué desenlace

El Príncipe de las Tinieblas

Aventuras y desventuras desvanecientes

Reanimar el pasado como alucinación

El ideal griego era la inteligibilidad, encarnada y representada mejor que nada en aquello que se mantiene idéntico a sí mismo, a saber, lo que se atiene a leyes

Como el movimiento circular de los cielos ni infinitos ni incorruptibles

En la medida en que lo singular, lo contingente o lo inesperado no era susceptible de encajar en la regularidad, lo único e impredecible eran considerados aspectos inferiores de la realidad

Su encierro allí tendría que terminar alguna vez

Los griegos admiraban lo permanente, lo racional, lo bello, lo grandioso

Había leído La lección de música, una novela de Pascal Quignard

Y allí leyó que el coito de las ranas duraba tres semanas si era eyaculación precoz, y cuatro semanas si era normal

Sándor Ferenczi decía que de esa manera la rana prolongaba el sueño de una regresión ininterrumpida en dirección a la cloaca materna

Añadía que era preciso colocar a las ranas muy por encima de nosotros en la escala de los seres, y reverenciar, como si de diosas se tratara, a esos pequeños antropoides verdes cuyo espasmo se prolonga por espacio de un mes y provoca la envidiosa admiración de los hombres

Lo invadía un deseo melancólico de orden absoluto

Pesaba la falta entre lo que tenía y sus experiencias mágicas

Sus experiencias míticas, fantásticas, paradisiacas, alucinantes, extraordinarias

Las experiencias perfectas de lo que había tenido y perdido

Amarrado y ciego

En oscuridad completa y con hambre

Desgarrado por no saber

Angustiado por no poder moverse

Heráclito había proclamado hacía casi tres mil años que la armonía del universo, es decir, de todas las cosas, estaba oculta

Cuando lo real había quedado sumergido en el espacio y en el tiempo sólo quedaba esa cámara oscura adonde vibraban sus palabras

Aterido de frío y de incertidumbre

Abandonado y alterado

Prisionero y solo

Todo ese horror como si fuera una tardía consecuencia

¿Consecuencia de qué?

No lo sabía, no entendía, estaba confundido y atarantado

En un no-lugar

En quién sabe qué parte

Adonde había dejado de ser

A troche y moche

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