Читать книгу Manual de las pruebas musculares - Hans Garten - Страница 8

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Aspectos terapéuticos

El presente libro no es un tratado terapéutico, sino un atlas de consulta. Por este motivo, para cada músculo sólo se describen los factores específicos de interés para normalizar los músculos hiporreactivos o para relajar los músculos hipertónicos. Los músculos hiperreactivos suelen precisar un planteamiento más bien metabólico; estos pormenores se describen detalladamente en GARTEN (2012), así como en GARTEN y WEISS (2007).

Factores para la normalización de los músculos hiporreactivos

Los siete factores del sistema viscerosomático

1. Lesiones vertebrales a nivel espinal de la inervación motora y del segmento visceroparietal

Las disfunciones vertebrales causan un potencial nociceptivo que da lugar a la disfunción de los músculos inervados por nervios motores que emergen por los agujeros intervertebrales de los segmentos disfuncionales. Aparte de los trastornos de los segmentos de las raíces motoras, pueden provocarse en el mismo sentido disfunciones en la relación refleja viscerosomática del órgano correspondiente al músculo. En consecuencia, han de examinarse y tratarse todos estos niveles. El tratamiento consiste en una manipulación quiropráctica con impulso o en técnicas osteopáticas; por ejemplo, la movilización sostenida por la respiración de la Cinesiología Aplicada (GARTEN, 2012).

2. Puntos reflejos neurolinfáticos (NL)

CHAPMAN fue el primero en describir estas zonas reflejas somatoviscerales (CHAPMAN, 1936, CHAITOW, 1988). Se trata de zonas nodulares y duras (del tamaño de una alubia hasta varios centímetros cuadrados) en el segmento viscerosomático del órgano. En casos crónicos, tienen una consistencia de hinchazón que indica una obstrucción. La duración del trastorno existente se correlaciona claramente con la intensidad del dolor.

Aunque las zonas o los puntos reflejos se localizan también en el tronco y en las extremidades superiores y muslos, la mayor cantidad se encuentra en los espacios intercostales anteriores y posteriores a lo largo de la columna vertebral. GOODHEART fue el primero en describir la utilización de los reflejos de Chapman en el contexto de las pruebas musculares manuales (GOODHEART, 1965). Observó que la manipulación de algunas de estas áreas, descritas por CHAPMAN, puede eliminar disfunciones musculares. De este modo, se asociaron las zonas reflejas descritas por CHAPMAN con patrones de inhibición muscular funcionales específicos. CHAPMAN comprobó que el tratamiento de estas zonas mejora el drenaje linfático en y alrededor de los correspondientes órganos. Por este motivo, GOODHEART los denominó “reflejos neurolinfáticos“. El tratamiento consiste en un masaje circular relativamente firme del punto, que suele durar, por regla general, 30 segundos. Conforme avanza el masaje, debería ir cediendo progresivamente el dolor en el punto. Pueden hacerse necesarios períodos de estimulación de varios minutos, aunque debe evitarse una sobreestimulación, ya que ésta no sólo es desagradable, sino que también puede tener un efecto negativo en el flujo linfático.

3. Puntos reflejos neurovasculares (NV)

Terrence BENNEIT, D.C. fue el primero en describir, en la década de 1930, los denominados puntos reflejos neurovasculares como puntos empíricos que son capaces de influir en la circulación en regiones corporales y órganos específicos. En cuanto a la correlación entre los puntos reflejos neurovasculares y los órganos y entre los órganos y los músculos, fue GOODHEART quien estableció empíricamente un punto reflejo neurovascular para la mayoría de los músculos.

El tratamiento en sí consiste en un leve tirón de la piel suprayacente al punto reflejo. El contacto se mantiene hasta que se siente una leve pulsación, lo cual suele ocurrir tras unos 20 a 30 segundos. En caso de puntos dispuestos bilateralmente, lo ideal es sentir una pulsación sincrónica. Para más detalles, ver GARTEN, 2012.

4. Tensión de la duramadre

En osteopatía, se entiende por tensión de la duramadre sobre todo las torsiones del órgano axial con desequilibrios craneales y sacrococcígeos-ilíacos, que se asocian a disfunciones musculares. Como esto no ocurre de forma sistemática, este factor no es relevante en este manual (para más detalles, ver GARTEN, 2012).

5. Músculo-meridiano de acupuntura

GOODHEART incorporó precozmente el sistema de acupuntura en la Cinesiología Aplicada, en un momento en el que el mundo occidental prestaba poca atención a la acupuntura (GOODHEART, 1966; GOODHEART, 1971).

La correlación entre los meridianos de acupuntura y los músculos no se produce por las relaciones anatómico-topográficas que existen entre el músculo y el meridiano (por ejemplo, el meridiano del Intestino Grueso en la extremidad superior se corresponde con el tensor de la fascia lata, la musculatura isquiotibial o el cuadrado lumbar), sino a través de la correlación entre músculos y órganos (ver antes). En los casos en que no existe un órgano correspondiente (por ejemplo, Triple Recalentador) o cuando el órgano anatómicamente definido no dispone de ninguna correspondencia con un meridiano (tiroides, suprarrenales, útero, gónadas, senos nasales), la correlación se estableció mediante una serie de ensayos sistemáticos minuciosos.

En este contexto no nos podemos extender más en cuanto a esta relación energética de los músculos con los meridianos. Para más detalles sobre la correlación entre músculos y meridianos, ver capítulo 9 en GARTEN (2012).

Punto de relleno (punto de tonificación, T): la localización del tratamiento en el punto de tonificación normaliza una inhibición funcional muscular cuando la inhibición también se debe en parte a una situación de vacío en el meridiano correspondiente.

Punto de drenaje (punto de sedación, S): se indica correspondientemente para el examen de la normorreactividad.

6. Correlación músculo-órgano

A partir de 1965, GOODHEART (1965, 1967) estableció las correlaciones entre órganos y músculos, inicialmente con ayuda de los reflejos de Chapman ya descritos (ver antes). Por ejemplo, un hígado “intoxicado” puede dar lugar a una disfunción del músculo pectoral mayor esternal, y los trastornos de la función tiroidea pueden generar una disfunción del redondo menor. El tratamiento consiste, por un lado, en una mejora de la función metabólica del órgano con remedios ortomoleculares, homeopáticos o alopáticos. Por otro lado, a menudo se hace necesario un tratamiento osteopático.

7. Correlación con nutrientes

La práctica clínica muestra que los efectos de los alimentos pueden normalizar las funciones neuromusculares. Empíricamente han podido observarse relaciones especiales entre los nutrientes y los músculos, lo que ha llevado a la definición de las correlaciones entre músculo y nutrientes en la Cinesiología Aplicada. Algunas de estas correlaciones quedan documentadas en otras investigaciones (LEAF, 1979; CARPENTER, HOFFMAN y cols., 1977).

Impingement o atrapamiento periférico

El atrapamiento puede llevar tanto al debilitamiento en la prueba manual, como a la hipertonía debido a la nociactividad. En estos casos, podrán determinarse más por palpación que por estiramiento. En esta obra, se presentan las localizaciones de los atrapamientos periféricos que influyen en el músculo. El tratamiento específico debe estar destinado a la eliminación del atrapamiento, para lo cual se dispone de muchas posibilidades funcionales, como la detonificación de los músculos hipertónicos, la eliminación de los atrapamientos en el agujero intervertebral y la eliminación de edemas. Para una exposición detallada a este respecto, ver GARTEN (2012).

Trastornos propioceptivos y activación de los nociceptores

Habitualmente los receptores y nociceptores inhibidores hiperactivos dan lugar a la inhibición de los músculos. Entre aquellos se cuentan:

•Órgano neurotendinoso de Golgi

•Tendinosis de origen e inserción (terapéuticamente: técnica de origen / inserción)

•Receptores articulares en las articulaciones periféricas

En los trastornos en la zona de transición de músculo a tendón y en la inserción del tendón, está indicada la aplicación de técnicas como la fricción profunda y el ultrasonido; las articulaciones periféricas alteradas deben tratarse mediante manipulación, movilización y equilibrado muscular. Para más detalles, ver GARTEN, 2012.

Músculos hipertónicos

Ver antes la definición de la hipertonía. En este contexto, sólo se darán algunas explicaciones sobre los aspectos físicos importantes para el usuario de este manual.

Síndrome miofascial

El Síndrome miofascial es un estado de hipertonía muscular que se caracteriza por:

•Haces de fibras musculares tensas o compactas (“taut bands” [TRAVELL y SIMONS, 1983])

•Puntos gatillo: un foco habitualmente pequeño de irritabilidad aumentada en el músculo o en su fascia

•Dolor irradiado y fenómenos mediados por el sistema nervioso autónomo.

•La morfopatología de los puntos gatillo se caracteriza por anclajes de actina-miosina como signo de la relajación insuficiente tras la contracción y, si persiste más tiempo, por alteraciones degenerativas de las fibras musculares (BERGSMANN y BERGSMANN, 1997).

Punto gatillo miofascial latente

Con respecto al dolor espontáneo es clínicamente latente y sólo duele a la palpación, provocación, en el estiramiento y la contracción muscular. En consecuencia, frente al punto gatillo activo no se presentan límites claramente definidos.

Punto gatillo miofascial activo

El punto gatillo activo puede transmitir en reposo un patrón álgico (“dolor irradiado o referido“) específico del músculo. Un punto gatillo activo siempre es sensible, impide la elongación completa de un músculo, debilita el músculo, suele transmitir dolor por compresión directa, propaga una reacción de tic o contracción local de las fibras musculares cuando se estimula correspondientemente y, a menudo, da lugar a un fenómeno autónomo especial transmitido de vasomotricidad y sudoración.

Cadenas de disfunción

Las cadenas de función muscular reciben una inervación motora y sensitiva predominantemente de las mismas raíces o de raíces vecinas. A menudo, los puntos gatillo en un músculo proximal dan lugar a puntos gatillo satélites en los músculos más distales de la misma cadena. Esto mismo también puede producirse en dirección inversa. Un elevado número de puntos gatillo se corresponde con puntos de acupuntura, que, en consecuencia, permiten atribuir la cadena de función muscular a un meridiano del sistema de acupuntura. En este caso, puede hablarse de “meridianos tendinomusculares” (GARTEN, 2012). En el meridiano afectado, se localiza un “punto distal“ típico que puede influir en toda la cadena. Estos puntos distales quedan reflejados en las figuras.

Transmisión del dolor

A grandes rasgos, la transmisión del dolor también sigue el segmento sensitivo cutáneo y puede correlacionarse con un meridiano.

Diagnóstico y tratamiento

Con frecuencia, los síndromes miofasciales ya pueden diagnosticarse en la prueba muscular manual. A menudo, en la prueba sin provocación adicional (prueba en vacío), estos músculos ya presentan una inhibición dolorosa (hiporreacción), ya que la contracción da lugar a la activación de los puntos gatillo. Si el músculo no está debilitado, sólo puede diagnosticarse la hipertonía mediante una prueba manual tras la provocación diagnóstica anterior. Después de estirar un músculo hipertónico potente, éste pasa a ser hiporreactivo en la prueba manual (GOODHEART, 1979).

Además de la palpación, la forma clásica del diagnóstico de los trastornos miofasciales es el estiramiento del músculo, la comparación de la longitud con el lado contralateral y una norma empírica. Se describen y muestran las posiciones de estiramiento. Además de la punción mencionada (“Dry needling”), el “fascial flush”, el masaje y las técnicas osteopáticas de descarga miofascial, pueden aplicarse técnicas de energía muscular (LEWIT, 1992; MITCHELL, 1995-1999). La técnica más habitual es la relajación postisométrica (RPI), que consiste en llevar el músculo a un umbral de estiramiento, mantenerlo contraído mínimamente durante siete a diez segundos y después llevarlo suavemente durante diez segundos al nuevo umbral sin estirar activamente. Para más detalles, ver LEWIT, 1992; MITCHELL, 1995; GARTEN 2012.

Disfunción tensión-contratensión (Strain-Counterstrain)

La disfunción tensión-contratensión se trata de una forma especial de hipertonía muscular o probablemente sólo de una forma especial de tratamiento que fue descrita por JONES (1981). El principio reside en mantener el músculo que muestra al menos un punto doloroso (tender point; que, a diferencia del punto gatillo no da lugar a la transmisión del dolor) en una posición de acortamiento durante 90 a 120 segundos, con lo que debe conseguirse una reducción del dolor en dicho punto de como mínimo un 70%. En este libro, no se muestran por separado las posiciones de acortamiento, ya que se deducen fácilmente de la posición de prueba del músculo, en la que se cambia de la posición de acortamiento media a la posición de acortamiento casi máxima.

Síndrome reflejo espondilogénico

El síndrome reflejo espondilogénico fue publicado por SUTTER y DVORÄK (SUTTER, 1975; DVORÄK y DVORÄK, 1991).

En las disfunciones vertebrales segmentarias, así como en los trastornos de la articulación sacroilíaca, se presentan reacciones de hipertonía en un grupo muscular específico que, sin embargo, no suele corresponderse con el segmento irritado en el sentido de origen, inserción o inervación. Las aferencias de este arco reflejo proceden de los nociceptores de las facetas de la articulación irritada. Las relaciones entre la tensión muscular y el segmento irritado se determinaron sistemáticamente a través de la irritación experimental (por ejemplo, mediante la inyección de soluciones salinas hipertónicas o agua destilada).

Cuando se palpa un músculo hipertónico, también hay que pensar en un problema reflejo espondilogénico, en el que las medidas locales del tratamiento muscular no son eficaces. Por este motivo, se indican las correspondientes relaciones reflejas espondilogénicas.

Manual de las pruebas musculares

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