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El secreto del conejo: ¿Cuán importante es un buen asesor y tema de investigación?

El secreto del conejo

Cada vez que empiezo mis cursos de formulación de proyectos, cuento la siguiente historia a mis estudiantes. No estoy seguro del título ni de la autoría de la misma (si alguno de ustedes lectores los conoce, prometo incluirlas en la siguiente edición de este libro). Esta vez, no puedo dejar de compartirla con ustedes:

Una vez, en una zona boscosa de África, sentado junto a una cueva, un conejo escribía su tesis. Muy cómodo y concentrado, anotaba en su cuaderno los detalles de su primer borrador. Sobre la mesa tenía apuntes y fichas que le ayudaban en su redacción. De pronto, se acercó un zorro, quien muy intrigado le preguntó:

- ¿Qué escribes con tanto esmero, conejo?

- Hola zorrito. Estoy escribiendo mi tesis - respondió el conejo

- Que interesante - respondió el zorro - ¿Y de que se trata la tesis?

- Ah! Es una tesis que explica cómo los conejos comen zorros - indicó orgulloso el conejo

- ¡¿Qué?! Eso es imposible - dijo desconfiado el zorro

- Para nada - contradijo el conejo - Si gustas, pasa a mi cueva y te lo mostraré.

El zorro, aceptó el reto. Ingresaron a la cueva. Al cabo de unos minutos, salió el conejo con el esqueleto del zorro. Lo acomodó apropiadamente en su mesa entre sus nota y afiches, y prosiguió con su redacción.

Al cabo de unos minutos, se acercó un tigrillo. Muy intrigado, al ver al conejo tan concentrado escribiendo acompañado del esqueleto de un zorro, le preguntó:

- ¿Qué escribes con tanto esmero, conejo?

- Hola tigrillo. Estoy escribiendo mi tesis - respondió

- Que interesante - dijo el tigrillo - ¿Y de que se trata la tesis?

- Ah! Es una tesis que explica cómo los conejos comen zorros y tigrillos- indicó orgulloso el conejo

- ¡¿Qué?! Eso es imposible - dijo desconfiado el tigrillo

- Para nada - contradijo el conejo. Si gustas, pasa a mi cueva y te lo mostraré.

El tigrillo, al igual que el zorro, aceptó el reto. Ingresaron a la cueva. Al cabo de unos veinte minutos, salió el conejo con el esqueleto del tigrillo. Lo acomodó apropiadamente en su mesa entre sus notas, afiches, el esqueleto del zorro... y prosiguió con su redacción.

Al cabo de unos minutos, se acercó un oso. Sorprendido, al ver al conejo tan concentrado escribiendo con un lápiz casi gastado y acompañado de un par de esqueletos, le preguntó:

- ¿Qué escribes con tanto esmero, conejo?

- Hola oso. Estoy escribiendo mi tesis - respondió

- Oh! Ya veo - dijo el oso - ¿Y de que se trata la tesis?

- Ah! Es una tesis que explica cómo los conejos comen zorros, tigrillos y osos - indicó orgulloso el conejo mostrándole los esqueletos que estaban como trofeos sobre la mesa.

- ¡¿Qué?! Eso es imposible. ¡Inaudito!! - dijo desconfiado el oso

- Para nada - contradijo el conejo. Si gustas, pasa a mi cueva y te lo mostraré.

El oso, tal como hicieron el tigrillo y el zorro, aceptó el reto e ingresaron a la cueva. Al cabo de unos treinta minutos, salió el conejo lentamente cargando parte del esqueleto del oso. Detrás de él salió un león, que terminaba de devorar al oso desconfiado. Acomodó apropiadamente el esqueleto del oso sobre su mesa, entre sus notas, afiches y demás esqueletos... y prosiguió con su redacción.

Moraleja: Para hacer una buena tesis, no es solamente tener un tema de investigación fascinante. También es fundamental, tener un buen asesor.

En esta historia, se nos muestra de manera muy imaginativa, lo fundamental que es el asesor (en la narración, el león de la cueva) para el desarrollo de la tesis. No es solo importante tener un excelente tema, sino también, tener alguien que nos guíe para el desarrollo del mismo. De preferencia, antes de empezar a formular un proyecto de investigación (principalmente una tesis), es importante contar con un buen asesor. Uno de los errores más frecuentes en la formulación es no contar con alguien, que, lamentablemente no nos va a facilitar o apoyar en el avance y desarrollo del proyecto. Darle poca importancia a este punto puede determinar el éxito o fracaso del proyecto, por lo que los animo a ser muy analíticos al elegir a su asesor(a). Un buen asesor tiene (generalmente) gran parte de estas características:

• Se lleva bien contigo. Vas a pasar mucho tiempo con tu asesor, así que, si no te llevas bien con él o ella, te vas a arrepentir de haberlo(a) elegido(a). Es importante que trabajes con alguien que te hace sentir cómodo y que te de confianza. Que te escuche, te apoye y te de libertad, pero también que te exija en los momentos que debe haber exigencia.

• Tiene tiempo. Existen profesionales que, por sus diferentes ocupaciones, y por la forma en cómo administran su tiempo, no tienen espacio suficiente para atender a un estudiante. Sería un error trabajar con una persona que no cuenta con tiempo (o que no hace un espacio en su agenda) para trabajar contigo, ya que, probablemente, no va a poder brindarte la mejor atención.

• Tiene experiencia. Para poder asesorar en un tema en particular, el asesor debe tener experiencia en el objeto de estudio. Antes de elegir a tu asesor, verifica que tenga experiencia en el tema en que tu deseas que te asesore. Esto es bueno porque a) la experiencia es una muestra de que el profesional domina el tema y va a poder revisar tu trabajo de forma crítica y analítica, b) probablemente va a estar interesado en seguir trabajando en esa línea de investigación, por lo que tu aporte le interesa de sobremanera y c) va a poder guiarte al desarrollo de aspectos innovadores en esa temática. Hoy, es posible analizar este punto, por ejemplo, revisando las publicaciones que el potencial asesor tiene en el tema propuesto. Sus publicaciones no solamente serán un referente de que tiene experiencia, sino también de que conoce el proceso de investigación y lo completa con la difusión de sus hallazgos. Asimismo, es una muestra de que le interesa el tema y que (muy probablemente) busca financiamiento para continuar trabajando en el mismo, por lo que podría ayudarte a conseguir dinero para tu proyecto.

Si usted logra encontrar un asesor(a) que tiene todas esas características, es afortunado(a). No lo deje ir.

Así como el asesor fue importante en la historia por ser quien era, también fue muy importante el tema de investigación. El conejo tenía un tema increíble y muy llamativo; definitivamente atraería la atención de varias fuentes de financiamiento. El detalle es que es una historia ficticia y, probablemente, en la vida real, existen pocos conejos que comen mamíferos más grandes que ellos mismos (si es que no existen). De la misma manera, cuando llegamos a los cursos de investigación o tesis, es bueno venir con una idea de investigación que sea interesante para nosotros y también para el público en general, pero siempre debemos elegir un tema que:

• Sea viable, es decir, una investigación que sea posible de desarrollar con los recursos (materiales y humanos) que usted dispone y que

• Resuelva un problema, cosa que en general se cumple, pero a veces es más fácil encontrar financiamiento cuando se cubre una necesidad identificada por alguna institución o sector de la sociedad.

Para cubrir estas expectativas en el tema de tesis, es fundamental que el asesor le ayude a formular el proyecto con estas características y que le permita “pisar tierra”. A veces llegamos con ideas sensacionales de investigación, pero que no se pueden realizar; es bueno identificar esas ideas rápidamente y separarlas para proyectos futuros (cuando las condiciones de viabilidad se den).

ACTIVIDADES PROPUESTAS

•Planifiquen una pequeña reunión junto a colegas que hayan sustentado su tesis, o que recientemente hayan recibido un financiamiento para hacer un trabajo de investigación y discuta la siguiente pregunta: ¿Qué tal fue la intervención de su asesor(a) en la formulación/ejecución de su proyecto?

•Identifique 2 convocatorias de financiamiento para trabajos de investigación en el área en que usted estudia. Es ideal encontrar convocatorias abiertas, pero pueden ser también convocatorias hayan cerrado recientemente. Indique a) ¿Qué temas financian? y b) ¿Qué problemas intentan resolver?