Читать книгу Ritmo historias : guía de aprendizaje mediante la improvisación musical - Héctor de Jesús Aguilar Farías - Страница 7
ОглавлениеIntroducción
CÍRCULO–VIAJE I
¿Acaso te gustaría conocer la historia de este libro?
Por azares del destino, conservo un registro epistolar vía correo electrónico que contiene las conversaciones entabladas a lo largo de 2005 con el profesor Gonzalo Zavala, coordinador de un grupo de reflexión docente al que acudía dos veces al mes.
Estas cartas son un testimonio personal respecto de mi labor como profesor de percusión; un registro de las actitudes, incertidumbres y preocupaciones sobre mi trabajo, en particular el que concierne al desarrollo de la improvisación musical.
En uno de sus mensajes, Gonzalo me invitó a retomar de manera escrita lo sucedido con la doctora Adela, una querida estudiante de percusión que me había expresado en clase el terror que experimentaba cuando yo anunciaba el momento de improvisar.
Hola Héctor. Quisiera comentarte lo siguiente:
Identificaste cierta tensión emocional que se produce en ti (o entre ustedes) cuando alguno de tus alumnos no parece responder a tus estrategias didácticas. Me imagino que te habrá ocurrido más de una vez. ¿Cómo te explicas esta dificultad? ¿Cuáles podrían ser los factores relativos al alumno que están pesando? ¿Cuáles son las dificultades de orden metodológico? ¿Cuáles pueden ser las dificultades a nivel de relación interpersonal? ¿Cuál es la reacción del resto del grupo en estos casos? ¿Qué otro tipo de factores consideras que pudieran haber ocurrido?
El texto que ahora presento, querido lector, es mi respuesta a esa lluvia de preguntas, profusa incertidumbre que algún tiempo nubló mi ser, y después lo hizo crecer.
En los talleres de percusión que coordino, convivo con la energía y el entusiasmo de niños, jóvenes y adultos que toman la clase de tambores en el mercado Bola, hoy Centro Cultural Constitución, en Zapopan, Jalisco. De igual manera, con frecuencia tengo encuentros educati- vos con jóvenes estudiantes, al impartir la asignatura de percusión como un complemento formativo para su desarrollo en el Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Occidente (ITESO). Durante las sesiones de estas clases, abordo contenidos específicos de la materia, como el conocimiento de la técnica para el tambor; los fundamentos del sistema rítmico africano; la práctica musical individual y en orquesta; el desarrollo de habilidades, actitudes de trabajo y compromiso colectivo, así como la destreza para recrear e improvisar ritmos.
Con esta base empírica, en este texto hablaré de la improvisación musical y los caminos que he seguido para propiciar su desarrollo en mí y los demás. En tal sentido, la obra es un recurso útil para el aprendizaje de la improvisación musical con ritmo, ya que aporta un proceso innovador para la asignatura de percusión. Presento una antología de juegos que conforma un capítulo completo, resultado de tres años de investigación–acción documentada en mi tesis de la Maestría en Educación en la Universidad Pedagógica Nacional (UPN): Una metodología de la improvisación musical desde el taller de percusión africana.
El primer hilo conductor del libro lo desarrollo a partir de las sugerencias de dos asistentes al taller: Alejandra, estudiante de Ciencias de la Educación, y Simón, estudiante de Ingeniería en Sistemas Compu- tacionales. Ambos me propusieron imágenes para describir las experien- cias que juntos habíamos vivido en el salón de clase. Los estudiantes llevan la primera voz, mientras que las reflexiones del profesor hacen la segunda; en realidad, una especie de bullicio registrado en letras.
“Anécdotas, la historia de un aprendiz, lo que siente, lo que descubre, lo que te ha llevado a ti como instructor a aprender de estas vivencias”. Tales cosas me propuso Alejandra, y yo desde aquí le digo que la historia de ese aprendiz es la de aquel que hoy sigo siendo.
“¡Habla sobre los ritmos de la naturaleza! Pues nada lleva una estructura más perfecta y exquisita en improvisación que la que fue creada desde los primeros tiempos, y habla también de la rítmica corporal que en cada persona es distinta”, me escribió Simón, emocionado.
Hay un segundo hilo conductor del texto, que es la voz de varios poetas presente a lo largo de la obra: Raúl Aceves, Eusebio Ruvalcaba, Nicolás Guillén, Mónica Mansour, José Emilio Pacheco, Octavio Paz y Fernando Pessoa. Estoy convencido de que con la musicalidad de su poesía, sintetizan con belleza y emotividad las lecciones aprendidas en la vida de un aula de música.
La ayuda y colaboración de los estudiantes, reflejada en sus preguntas, inquietudes, emociones, frustraciones, aciertos, temores, sugerencias y respuestas, es lo más valioso de este trabajo; un cuerpo vivo de conocimiento que me cuestiona reiteradamente.
El pensamiento procede por saltos, asociaciones, bifurcaciones progresivas, por eso tiene forma de árbol (Aceves, 1999: 91). ¿Cómo describir la esencia de este proceso a lo largo del libro? Tuve la siguiente idea: conformar los capítulos de manera que puedas leerlos sin un orden específico. De este aspecto soterrado de la obra dio cuenta Fernando Escobar una vez que terminó de revisar el manuscrito. Efectivamente, al estructurar el libro hice un guiño con el pensamiento rizomático, ese que el poeta José Emilio Pacheco (2004: 144) ilustra al hablar del mar eterno: “Digamos que no tiene comienzo el mar: / empieza en donde lo hallas por vez primera / y te sale al encuentro por todas partes”.
Es por ello que encontrarás ideas saltonas que, de un capítulo a otro, se integran al cuerpo del párrafo en cuestión, para reelaborarse desde otro ángulo, otra experiencia y otra mirada.
Deseo que con las vivencias, juegos y procesos de aprendizaje aquí planteados, incentives una práctica en grupo a través de la cual encuentres un camino propio en la improvisación.
Por extensión, este texto puede ser útil para cualquier estudiante o profesor de música que esté interesado en abordar el tema, y su contenido también puede aplicarse a cursos y talleres de creatividad.
Si eres profesor de música, no busques recetas pedagógicas a lo largo de estas páginas: no las hay. Al realizar este material, mi sencilla pretensión es que puedas descubrir diversos recursos inspiradores que contribuyan a mejorar tu quehacer docente, desde la perspectiva del aprendizaje creativo.
Al terminar el curso de percusión, Vania, estudiante de Ciencias de la Educación, me dijo: “Ahora creo muchísimo más en las improvisaciones como un desarrollo personal”. Esto me confirma que la educación musical es un medio que promueve la construcción de un mundo más humano en las capacidades comunicativas, cooperativas, en el pensamiento abstracto y creativo.
Tengo la certeza de que el libro, sin importar su particularidad temática y disciplinar, puede resonar en cualquier persona que busca un conocimiento más profundo sobre la condición del ser creativo y su desarrollo en y con los demás.
Es desde esa búsqueda, condición de estudiante perenne que nos identifica más allá del ausente cruce de nuestros rostros, que lanzo una serie de interrogantes para que en ti resuenen algunas inquietudes que me he atrevido explorar y describir a lo largo de estas páginas:
• ¿Aprender consiste en repetir gestos y movimientos hasta la perfección a partir de un modelo único?
• ¿Cómo inventar un arte exento de juego y emoción?
• ¿Qué papel desempeña el error y la motivación en los procesos creativos?
• ¿De qué manera el cuerpo y la voz humana, la imaginación, el lenguaje hablado y la poesía pueden convertirse en un motor que nos ayude a generar ritmos espontáneos?
• ¿Qué tipo de dificultades experimentamos al realizar una improvisación?
• Durante una actuación musical, ¿cómo se produce la alquimia que trasforma nuestra percepción de ver al público como juez, para después apreciarlo como el destinatario de un compartir dialógico? ¿Cuáles serían los criterios de calidad pertinentes para valorar el desempeño de una actuación musical, en la cual se abre el espacio a la improvisación?
• ¿De qué manera se puede enseñar a improvisar? ¿es eso factible? Y, en última instancia, ¿cómo aprendemos a improvisar?
Dejo este espacio en blanco para tus preguntas.