Читать книгу El calzoncillo de Perón y otros relatos absurdos - Hernán Ciarma - Страница 3
ОглавлениеAgradecimientos y dedicatorias
A mi mujer, Cristina, primera receptora y reidora de mis relatos.
A mis hijas, Lucía y Agustina, quienes, colgadas de mi cuello durante toda la cuarentena, me acompañaron, a su manera, durante la tarea de escritura.
A mi vieja, porque, para ella, todo lo que haga va a estar bien.
A mi hermano, a mis cuñados y cuñadas, y a mis sobrinos y sobrinas.
A mis amigos de la vida, quienes, con sus anécdotas y experiencias, han contribuido a nutrirme de historias.
A Miguel Rottemberg, cuyos elogios sobre mis relatos me dieron la dosis de autoestima que necesitaba para que confiara en mí.
A Natalia Scopino, por su colaboración en las redes sociales.
A Hernán Blanco, mi primo, escritor de Las Mariposas y el tiempo, quien me dio el impulso final para que me decidiera a publicar este libro.
A mi viejo.
Prólogo de Sandra Alegre
Además de pasar momentos encantadores leyendo y releyendo las historias aquí contenidas, ilustrar El calzoncillo de Perón y otros relatos absurdos fue todo un desafío para mí, pues quería que mis ilustraciones no interrumpieran el clima tan particular que logra el autor con su agudo sentido de la observación.
Poco a poco, me fui sumergiendo en su imaginario y me dejé llevar hasta entender el hilo conductor de todos los cuentos: un sinfín de situaciones disparatadas, ácidas, llenas de dinamismo y humor, que giran alrededor de personajes como vos y yo, queribles, a los que lo descabellado les juega una mala pasada. Protagonistas del absurdo, atravesando situaciones cómicas que fluyen con facilidad hasta ese final imprevisto, casi teatral, que tan bien maneja Hernán Ciarma. Así surgieron estas escenas ilustradas, que hacen de telón de fondo para esta insólita galería de personajes que desnudan tan bien nuestra idiosincrasia. Estoy segura de que vas a identificarte fácilmente con alguno de ellos. Pero no te digo más, ¿el resto?: vas a tener que leerlo y dejarte llevar. Disfrutalo.
Prólogo del Autor
Nunca imaginé que muchos de los cuentos que escribí en el celular mientras esperaba el tren llegarían a formar parte de un libro. De mi único libro (ojalá sea el primero de muchos). Como todo escritor nuevo, tengo más dudas que currículum al respecto. Por eso aquí estoy… haciendo el prólogo yo mismo.
Llevo algunos años escribiéndole solo a mi entorno de las redes sociales. «Seguir»; «pulgar para arriba» y «caritas sonrientes» fueron mis aplausos virtuales, que me impulsaron a llevar a cabo este proyecto. ¿Dije proyecto? Me parece que es demasiado. Prefiero dejar esa palabra a los arquitectos. Prefiero decir sueño… pero tampoco, esa palabra está muy trillada. Mejor se la dejo a los que bailan, cantan o patinan en TV.
Ilusión. Esa es la palabra. Tenía la ilusión de que me leyera gente desconocida y de que me pararan en la calle para decirme: «A mí me pasó lo mismo que al de ese cuento…», o «¡A vos solo se te ocurre escribir sobre eso!», y que luego de esas frases nos riamos juntos.
Les propongo, entonces, que intenten ponerse en los zapatos de los personajes que integran estos relatos. Dichos calzados no pretenden ser exclusivos, son más bien populares y de medida estándar, así que espero que les calce el tipo de humor que están a punto de recibir, estimados lectores.
Obsesiones, ansiedades, temor al ridículo, prejuicios, anécdotas y leyendas forman parte del universo absurdo que los invito a compartir.
Hernán Ciarma, Buenos Aires, diciembre de 2020