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Prólogo a la edición en español

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Hacer mapas del cielo es una práctica arraigada en la historia de México desde hace mucho tiempo. Según algunos descubrimientos arqueológicos, en el sitio de Xochicalco, unos pocos kilómetros al sur de Cuernavaca, se celebró hace unos 1200 años una gran reunión de astrónomos. En esa época, mirar al cielo estaba muy probablemente relacionado con la pregunta “¿en qué momento estamos?”, y esa reunión se organizó para ajustar en seis días el calendario.

En todo el planeta, los científicos siempre han necesitado cooperar para hacer grandes avances y tomar decisiones importantes. Todavía hoy eso es lo que hacemos: compartir ideas, datos y herramientas, discutir, trabajar como un equipo global en todo el planeta, hacer preguntas impulsadas por la curiosidad natural para comprender las maravillas de nuestro universo, nuestro mundo, nuestro ecosistema, la vida.

Algunos tratamos de responder a la pregunta “¿dónde estamos?”. Este libro te dará una visión de cómo podemos construir mapas del universo, midiendo dónde y a qué distancia están las otras galaxias que rodean a la Vía Láctea. Y también te mostrará que todas estas galaxias viajan en el espacio, como grandes naves que llevan pequeños trozos de vida como nosotros. Nuestra Vía Láctea, y nosotros con ella, recorremos dos millones de kilómetros cada hora, hacia una dirección muy precisa. Casi en esa dirección está el Gran Atractor, una enorme concentración de masa muy difícil de observar directamente con los telescopios. Este libro te explicará cómo es ese viaje de nuestra Tierra. Si estamos viajando, significa que venimos de algún lugar, así que la siguiente pregunta que el cielo puede responder después de cuándo y dónde es cómo.

Desde el Observatorio de Tacubaya, en la Ciudad de México, a principios del siglo XX y durante la Revolución mexicana, el cielo fue mapeado sin parar. Luego se realizaron estudios de objetos azules con una cámara Schmidt en el Observatorio de Tonantzintla. En los tiempos modernos, los mexicanos han realizado investigaciones sobre galaxias, grupos y cúmulos de galaxias. Recientemente, en el Instituto Nacional de Astrofísica, Óptica y Electrónica (INAOE) y en el Instituto de Astronomía, de la UNAM, los astrónomos mexicanos descubrieron una de las galaxias más antiguas detectadas hasta ahora. Este descubrimiento nos ayuda a saber qué edad tenemos y cómo las galaxias —y por lo tanto nuestros átomos— evolucionaron en el tiempo: si alguien te pregunta tu edad, contesta que tienes unos 13 mil millones de años, ¡porque estás hecho de polvo de estrellas!

Así que embarquémonos en una travesía en el tiempo y en el espacio, para encontrar nuestro lugar en el universo.

Travesía por los mares del cosmos

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