Читать книгу Si mi corazón pesara menos - Idnar Ramo - Страница 11

Para que yo pueda soñar al otro

cuya verde memoria será parte

de los días del hombre, te suplico:

mi Dios, mi soñador, sigue soñándome.

Jorge Luis Borges

Quiero tocar en la guitarra

un reggae aprendido en una isla.

Quiero dar pasos de tap en Broadway

y remar los canales de Holanda.

Quiero oír en el viejo toca disco de mi madre

un disco de la Fania All Stars.

Quiero tomarte de la mano en la plaza

y fotografiar los monumentos.

Quiero rodar en una motocicleta indestructible,

hablar de tango en Buenos Aires,

bailar un son en el malecón de La Habana,

tocar en arpa el Alma Llanera

y, a orillas del Orinoco, comerme un morocoto.

Quiero tomar el crucero

que sale en las revistas

y sonreír en la noche del baile.

Quiero ver el planeta desde arriba

y, como materia, flotar en gravedad cero.

Quiero envejecer sin darme cuenta.

Quiero predicar en una plaza

y convertir a mis amigos.

Quiero ver a los que extraño,

mojar en café con leche

el pan de mi infancia,

jugar con los soldaditos verdes,

delatar a los que hacen trampa.

Quiero llevar el timón de una carabela

para hacer los viajes de Simbad.

Quiero tocar el saxofón en el boulevard

y recoger dinero en un sombrero.

Quiero ver correr a mi hija tras los insectos

y hacer con ella un castillo en la arena.

Quiero el dolor del despecho

y el beso de una reconciliación apasionada.

Quiero ver a los políticos del mundo

convertirse en mariposas y volar

al alcance de los niños.

En fin… quiero del mundo

una cosa de cada cosa

para revivirlas por el resto de los días

con la noble torpeza de la melancolía.