Читать книгу La risa contagiosa - Jaime Gamboa - Страница 5
ОглавлениеSi alguien de un país vecino quería pasar la frontera, tenía que entrar callado. Esto era especialmente difícil para los habitantes del País del Eco porque, aunque quisieran, no podían aplacar el estruendo de sus pasos.