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Prólogo

¡Bon dia, Pedro!

Deseo que tengas un fantástico, maravilloso y exitoso día. Lleno de amor, abundancia y prosperidad.

Joan me hace este regalo todas las mañanas. Los dos sabemos que las palabras crean la realidad, y esta generosidad de Joan hace que todos los días sonría al nuevo amanecer. Yo, a la recíproca, cada mañana le devuelvo también estos fantásticos deseos.

Conozco a Joan desde pequeñitos, desde el colegio, y tras más de veinte años sin vernos, otro libro —el que yo escribí: Ya sabía yo que en avión era más fácil. Cruzando el Atlántico a remo— fue lo que nos volvió a unir. Ahí nos dimos cuenta de que nuestras vidas habían evolucionado de forma muy similar.

Coincidimos en que la riqueza debe ser entendida en sentido amplio: espíritu, educación, salud, solidaridad, pasiones, cultura, dinero… En suma, la riqueza está en aquello que todo lo engloba: el amor.

Me viene a la mente la frase: «Es tan pobre que solo tiene dinero».

Libertad financiera también es amor. No es solo un derecho, sino también una prioridad. Con ella podrás desarrollar todas las facetas de la riqueza. El amor del que hablo debe ser un amor honesto, puro, genuino, si no, no sirve de nada. El Dr. Aleix Ripol Millet así me lo ha enseñado; como psicólogo y experto en mediación de conflictos, considera que el amor es el arma más potente, y que el día que la hagamos nuestra, lograremos todo. «Donde no hay amor, pon amor y sacarás amor».

El estrés, el cansancio, las preocupaciones te alejan del camino para prosperar. Este libro siembra en ti la semilla para hacer crecer esta posibilidad, te brinda la opción de saber que el tiempo, tu tiempo, ha de ser de calidad; para poder crear riqueza se ha de estar descansado, tranquilo y feliz.

Si eres feliz, atraerás lo que te trae felicidad. No puedo evitar mencionar la fábula del nieto cheroqui que le pregunta a su abuelo:

—Tengo un dilema, en mi mente tengo una lucha entre dos lobos: uno es odio, guerra, ira, envidia, y el otro lobo es comprensión, ternura, paz, amor. ¿Cuál de los dos ganará?

Su abuelo le contestó con sabiduría:

—El que tú alimentes.

En Aprende a financiarte, Joan, con más de veinticinco años de experiencia financiera a sus espaldas, comparte sus conocimientos contigo para que tú prosperes; desea enviar un mensaje de optimismo al mundo en un campo que hasta hace bien poco era tabú: el dinero.

«El orden es is-dispensable1 para el éxito». Gran frase que mi abuelo escribió en la pared de la habitación de sus hijos para que siempre lo recordaran.

Hazte la cama, del comandante William H. McRaven. Desde que lo leí, todos los días me hago la cama al levantarme. Es tu primera labor del día, es un reflejo del orden físico y mental. Es también el primer logro del día y no será el último. Para el supuesto de que sí fuera el último, al llegar a casa, al menos tendrás la cama hecha. Sencillo, genial.

Este libro tiene un ejercicio al final de cada capítulo, con unas hojas en blanco para que lo lleves a cabo y tomes notas sobre lo que has leído. Yo te recomiendo que escribas con tu mejor letra. Eso requiere de mayor concentración, esfuerzo y arte, pero el resultado siempre es más grato tanto para la mente como para el espíritu. Sí, a ese nivel.

Si mentes inferiores hablan de personas, mentes medias hablan de situaciones, y las superiores hablan de ideas, la mente de Joan rebosa ideas. Eres afortunado, querido lector, porque tienes entre tus manos una fuente de sabiduría; vas a descubrir ideas y a realizar ejercicios que te van a ayudar a cambiar y mejorar tu riqueza, y reitero, riqueza en sentido amplio.

Este es un libro para tenerlo siempre cerca, para releer sus enseñanzas y repasar tus apuntes escritos, porque saber no solo significa entender, sino también recordar. Aquí se siembra la semilla que irá creciendo según tu voluntad, la que irá creciendo en futuros libros y cursos escritos e impartidos por Joan.

Os dejo con el regalo que Joan me brinda todas las mañanas y que te recomiendo leas a diario: «¡Bon dia, lector! Deseo que tengas un fantástico, maravilloso y exitoso día. Lleno de amor, abundancia y prosperidad».

Pedro Ripol

1 Se ha transcrito la frase tal cual estaba escrita en la pared del dormitorio. Todo hace pensar que el hecho de escribir is-dispensable —de manera aparentemente incorrecta— se debe a un juego de palabras intencionado por parte del abuelo de Pedro Ripol.