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Capítulo I: la verdad que libera.

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¿Qué es la Verdad...?

Hay que preguntarse cuán realmente libres deseamos ser. Pero la verdad es eso que nadie te puede quitar, por lo tanto, libertad ni puede ser ya que eso es fácilmente arrebatable, sin embargo, la verdad es algo tan deseable cuando a esta última la podemos llamar Sabiduría.

La Verdad puede ser relativa dada las concordancias según nuestra cosmovisión, doctrina, dogma, o como sea que se le llame; pero sabiduría es infinita, irremplazable, inmutable e incalculablemente más exquisita que cualquiera de las más deseables sustancias que existan en el universo.

¿Qué de cierto es que mientras más viejos, más sabios se vuelven y que sabiduría es un tema que a la juventud ni concierne...?

Los dones del universo han sido depositados en todas y cada una de las criaturas vivientes de "la existencia y la no-existencia", pero hay que saberse depositario de los mismos como vasijas secundarias que somos, como los hijos de la mañana y constructores universales; resumidamente como al Cli1 al que representamos y del que somos parte.

Somos parte del universo de los Multiuniversos en esta la incesante expansión cuántica; pero ¿qué es lo que realmente necesitamos para sabernos dueños de nuestro propio destino...?

Preguntas sin reproche; ¿qué es lo que realmente nos hace ver cuál es el camino...?

La sustancia primigenia, esa que es dotada, esa que surge y va hacia la nada, el Ein Sof2 de todo lo que pareciese imposible cuando se trata de liberar una mente impasible.

Pero, bueno, ¿qué es la mente...?, ¿cuál es su verdadera función...?, ¿o es acaso que cuando se busca la verdad hay que mirar hacia otro lado...?

Si la verdad libera es porque eso es fruto de algo aún más grande y oculto a simple vista. Sin embargo, hay que recordar que hay verdades que pueden cambiar; que nacen siendo verdad, pero en su devenir terminan siendo solo simple falsedad. Entonces si verdades únicas existen es por la imperante necesidad de mitigar el horror vacui3 que llevamos dentro, por consiguiente solo hay una que puede ser nombrada, la madre de todo, la chispa primigenia, el dador infinito, simplemente llamada Sabiduría; puesto que antes de la creación de las creaciones ella existía, con ella y a través de ella todo tomó fondo y forma y es, fue y siempre será, en el Ahier Esher Ahier4 está constantemente palpitando y es que muestra su rostro si día con día la estás buscando.

Y es precisamente eso lo que le da vitalidad, la incesante búsqueda por algo más; emanaciones, creaciones, elucubraciones que precisan no tener ni sentido ni forma; pero es en efecto que en la gran expansión de la "magna veritas"5 lo inconmensurable toma y tiene razón de ser. Cierto es que por una cosa y por la otra haya falsas verdades y mentiras creíbles, ¿pero es que acaso no es el discernimiento parte de lo que se busca, esa verdad que libera...?

Liberar en el mundo es dejar marchar, dejar de depender de los comentarios positivos de los demás, es ceder, desprender, respetar la buena voluntad; Pero en la infinita plenitud liberar es Ser, es expresarse y regocijarse en la inmutable unicidad que en el flujo constante y continuo de satisfacción6 somos capaces de manifestar. Liberar es más que una acción, más que un motivo a la causa y el efecto; es creer que todo se hace por un bien; más que sinceras reacciones, podríamos entender que todo ser nace libre y que lo único que lo esclaviza es su propia manera de autodenominarse, de encasillarse y etiquetarse. Cierto es que son modos de entender lo que nos rodea, ponerle partzufim7 a las cosas, pues es naturaleza del hombre temerle a lo que ni entiende.

El temor ata, te ciega, te pierde pues es hijo de la ignorancia y padre de muchos de los males; por temor odiamos, por temor sufrimos, por temor terminamos hasta mintiéndonos a nosotros mismos.

La ignorancia es perdición, la perdición es ceguera; una ceguera que te ata y te aleja de ti mismo, pues todo esto se resume a esconderte de lo que eres, esconderte de ti mismo.

Temor = ignorancia, ignorancia= sufrimiento; sufrimiento es lo mismo que dolor de "ni tenerte ni conocerte".

Solo recuerda que a la oscuridad no se le combate, sino que se le acepta y se le ilumina con la luz de la compasión, pues ciertamente paz y aceptación es lo que deseamos para este mundo que hemos creado mezclando auto boicot y confusión.

Pero en serio que "Solo Recuerda" que tú tienes la fuerza de cambio y adaptación; que se empieza siendo sinceros con nuestro Ser, con nuestro propio interior, siendo pues...

"Que la luz ilumine el cambio que requerimos con el poder de la manifestación".

Libertad y libertinaje

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