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El golf y los niños.
ОглавлениеHasta ahora hemos hablado de los beneficios del golf en los adultos… ¿y qué pasa con los niños? Estos al igual que los jóvenes, resultan ser la población más beneficiada, puesto que cualquier deporte que se aprende desde la infancia tributa al niño practicante no solo un entorno saludable, sino todo un espacio propicio para crecer en valores de toda índole, al igual que aprender la importancia que conlleva la disciplina para cualquier dimensión que se asuma en el transcurso de vida, además se puede avanzar desde el aprendizaje por diversión hasta la práctica profesional del golf y para esto iniciar durante la infancia es la mejor decisión.
Ahora bien, lo anterior era pensar el golf desde la infancia, otra cosa es el golf para la infancia, esta dimensión se presenta como un maravilloso complemento de la vida escolar y la construcción de socialización primaria, es decir, más que aprender contenidos, lo cual es importante, el golf ayuda a formar al niño para la interacción familiar y escolar a partir de códigos de relación para convivir en sociedad que le serán útiles para el resto de la vida, contribuyendo a que el niño piense en orientar su vida hacia los mejores propósitos y hacia la excelencia.
Como segundo aspecto, se puede reflexionar acerca del golf para la infancia, es decir, este deporte tiene toda una fundamentación, formación, acompañamiento, programas de entrenamiento, asesoría, prácticas, torneos, entre otros aspectos que están diseñados en clave de la infancia, es decir que se cuenta con toda la fundamentación teórica, instruccional y profesional que garantiza el aprendizaje, práctica y crecimiento personal desde la infancia por la preparación en el deporte del golf.
Finalmente es importante contemplar el golf con la infancia, puesto que, como producto de las dos consideraciones anteriores, el golf desde la infancia y el golf para la infancia, se evidencia la multiplicidad de aportes que el golf le ofrece a los niños para la consolidación de la persona humana, es decir de un ser con valores personales y colectivos que le permite desempeñarse como un individuo que le tributa positivamente a la sociedad.
Lo ideal es inculcar este deporte en los niños a partir de los seis años, que es la mejor edad para empezar a practicar este deporte porque:
Es divertido y «engancha» a los niños rápidamente puesto que los avanzan y mejoran más rápido que en otros deportes
Les permite interactuar con adultos y familiares
Les permite desarrollar la capacidad de socialización y de relaciones humanas
Fomenta la competencia positiva
Promueve el juego limpio entre los participantes
Potencia la toma de decisiones
Fomenta el deseo de sobresalir; el niño se divierte batiendo récords
Enseña a valorar y respetar la naturaleza al estar en permanente contacto con ella durante el juego
La disciplina inherente a este deporte se hará naturalmente parte del comportamiento del niño
Ayuda a ganar autonomía
Relaja el cuerpo y la mente, mejora la concentración
Mejora y perfecciona las motricidades fina y gruesa
Mejora la coordinación, balance y equilibrio
Mejora la capacidad de ubicación espacial y lateralidad
Estimula la lectoescritura y el pensamiento matemático
Desarrolla la capacidad de pensamiento crítico y creativo
Promueve el esfuerzo (frecuencia, tiempo, ritmo y emoción)
Forma en valores tales como el Respeto, Responsabilidad, Confianza, Cortesía, Honestidad, Integridad, Perseverancia, Puntualidad
Resumiendo, podemos afirmar que el golf permite que los niños canalicen de manera positiva sus emociones y potencien sus cualidades. Estos elementos positivos se trasladan al resto de sus vidas y mejora el equilibrio y el rendimiento general.
¿Te imaginas poder disfrutar, desde pequeño, de los beneficios que el golf ofrece para el desarrollo y potencialización de las cualidades innatas del ser humano?