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Primer secreto: RECONOCE QUE ERES UN IMÁN

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Descubre que eres un imán. Te invito a conocerte y reconocerte. Como mujer eres uno de los seres vivos más evolucionados del planeta y el que más disfruta del sexo; solo por esto ya eres afortunada. Es tan fuerte la atracción generada por ustedes las mujeres que en su nombre se han construido palacios y ciudades.

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Bueno, bienvenida a este primer secreto del libro. Espero y deseo que en este camino te conviertas en una mujer realmente atractiva. Para esto te compartiré unos secretos especiales, y el primero de ellos es: “reconoce que eres atractiva, eres como los imanes, tienes la capacidad de atraer lo que desees”. Ten presente que todos los seres humanos somos atractivos, y lo somos por dos razones: porque tenemos una historia única que nos hace seres espectaculares; y porque biológicamente estamos dotados de sentidos, hormonas y de la capacidad de llamar la atención de otros seres humanos.

Quiero empezar por recordarte que cada uno de nosotros tiene una historia por contar, que es única porque la hemos recorrido por distintos senderos. Nadie más nació en el mismo momento que tú, en el mismo lugar y de la misma madre que tú. Por más que tengas una hermana gemela o melliza, no nacieron al tiempo. Y de ahí en adelante todas tus experiencias han sido diferentes, las has vivido en un momento único, en un espacio particular y a través de tus ojos. La forma cómo sientes, amas y anhelas es irrepetible. La unión de todo esto ha dado como resultado lo que eres hoy.

Lo que acabamos de decir es muy importante y estoy seguro de que en ocasiones te has encontrado con las siguientes dos opciones. Una es mirar tu historia desde la óptica de la victimización, en la que afirmas que todo lo malo que te ocurre es culpa de los demás, y que tu vida está siempre en un callejón sin salida. Ese tipo de posturas nos llevará siempre a un estado de negatividad en el cual sufriremos y estaremos cada vez más en una peor situación. Es por eso que en ocasiones culpamos a nuestros papás por las cosas que nos hicieron. Los juzgamos porque se separaron, porque eran conflictivos, porque nos dijeron cosas feas, porque no confiaron en nosotros, y porque nos llenaron de inseguridades. Siguiendo con esas formulaciones, no es difícil encerrarse en el rol de víctima y terminar por aceptar que (como no supiste afrontar las circunstancias) era normal dudar de ti y buscar cualquier excusa para justificarte. Eso es lo que hoy no te permite confiar en ti.

Ahora miremos la otra óptica, la de aceptar tu historia como la versión fantástica llena de momentos buenos y no tan buenos que te hacen un ser único. Esa visión de vida en la que por un lado no te haces víctima, pero tampoco te vas al otro extremo de ser prepotente hasta el punto de creer que, como eres la que más ha sufrido y a la que más cosas malas le han pasado, eres la que más sabe de la vida y que nadie puede decirte nada, porque estás arriba de todo el mundo.

Estoy seguro de que has conocido personas en las dos situaciones, en la máxima tristeza por lo que les tocó vivir; y otras, a pesar de todo, llenas de energía y entusiasmo. Mira que uno oye a esas dos personas y luego se pregunta: “¿Cómo es que cada una ha tomado un camino distinto?”. También es muy normal que justifiquemos nuestros estados de vida. Pero no debemos caer en eso, lo mejor y más sano es mantener la vista levantada, para aprender del mundo, y, obviamente, estar atentos a lo que nos diga el corazón y la razón.

El secreto está en ser responsable para entender que eres atractiva porque aceptas tu historia y la usas a tu favor. Por eso te invito a que descubras cuán atractiva eres; porque tu historia te hace un ser único que muchas personas desearán conocer. Pregúntate a partir de este momento: “¿Qué puedes empezar a hacer para reconocer cuáles son las cosas de tu vida a las que les tienes que dar la vuelta?”. Tal vez tenga que ver con todos esos traumas y esas ideas negativas que tienes, que te han marcado para mal y que te dan pena, esas características por la que crees que te rechazan. Darle ese vuelco a tu historia y a tu vida te harán fuerte, no insensible, sino segura de ti misma.

Para eso tienes que aceptar tu historia, entender que pasaste por momentos difíciles, que tienes defectos y que en ocasiones te has equivocado. Pero todo eso que has vivido lo vas a mirar a través de unos ojos nuevos, porque estás dispuesta a aprender de los errores y de los momentos difíciles. Ya no te vas a victimizar, sino que vas a cambiar tu actitud, tanto así que la gente dirá: “¡Wow, qué persona tan interesante! ¡Cómo afrontó la vida, cómo aprendió, y cómo hoy tiene excelentes aportes para hacerle al mundo!”.

Te invito a que seas la mujer atractiva e irresistible que se reconoce a sí misma. Así que mientras lees este capítulo, este secreto, es el momento para que te digas: “Soy una mujer atractiva y espectacular, con la capacidad de atraer a un buen tipo con el cual me gustaría construir una relación”. Y eso, aunque suena un poco elevado, espiritual y a libro de superación personal (que sí, este libro es de crecimiento personal, no lo vamos a negar), es solo una parte de entender que eres atractiva; lo otro está en la responsabilidad que tienes contigo, de la forma en la que te sientes.

Creo que a este punto es bueno preguntarnos, ¿qué es una mujer atractiva? Las definiciones más básicas se limitaban en la mayoría de las ocasiones a los rasgos físicos, quizá porque desde el lado masculino había una fuerte tendencia a ver a la mujer como un objeto. Pero esta visión ha ido cambiando, se ha aceptado y reconocido cada vez más el gran valor que tienen las mujeres en la sociedad. Entonces, el concepto de belleza como herramienta de atracción ya no se preocupa tanto del cuerpazo, los senos, la cintura; por el contrario, ahora le damos más importancia al carácter y la seguridad que tengas.

Y claro que hay muchas formas de ver y entender el carácter, pero aquí nos quedamos con aspectos como la forma de ser, la manera de afrontar la vida, el trato que se le da a las demás personas. En esto del carácter se pensaba que la mejor mujer era la que le decía “sí” a todo. Pero resulta que no, porque en la mayoría de las ocasiones vamos a preferir a una mujer con límites claros, que tenga unas buenas relaciones de amistad. Porque, al fin y al cabo, todos buscamos estabilidad, por lo cual es difícil que la belleza corporal pueda suplir a la belleza de carácter. Y por supuesto, ya sabes que es fundamental una buena relación con nuestro cuerpo, por eso nos esforzamos para que cada vez sea mejor.

Otro de los aspectos con el cual una mujer se vuelve espectacular y atractiva, y por tanto una mujer de alto valor: es con la autoconfianza. Y mira que es un aspecto bien sexy. Por eso te invito a que construyas tus propias seguridades y que ellas no se basen solo en un cuerpo elegante, sino en ese poder que irradias y te hace segura de cada paso y cada palabra. Obviamente que trabajar en la autoconfianza lleva mucho tiempo, pero también es cierto que con un paso que des ya habrás vencido varias de tus inseguridades. No olvides que la autoconfianza no es prepotencia, ni arrogancia. Para esto observa a personas que admires y de las que puedas aprender y aplicar ideas que te lleven a sacar tu mejor versión, porque como dice Tony Robins: “El éxito deja pistas”.

A los hombres nos encanta una mujer que se relacione con nosotros de igual a igual, que no sea dependiente. De hecho, una persona con un nivel de autoconfianza tiene gran disposición para “estar cerca”, pero es una cercanía agradable, no una dependencia. Recuerdas que se dice: “detrás de todo gran hombre hay una gran mujer”. Pero has visto que no se dice: “detrás de cada gran mujer hay un gran hombre”. Parece ser que lo que las mujeres hacen es por su propia cuenta, pero cuando un tipo hace algo bien es porque hay una mujer empujándolo e inspirándolo. Este ya es otro punto a favor.

La ternura es otro aspecto que me parece fundamental en una mujer que se reconoce como atractiva y espectacular. Ser tiernos es una de las mejores formas que tenemos para manifestar el amor. Pero resulta que la ternura no es una decisión de la cabeza, sino que nace del cariño por el otro (y también por nosotros mismos). La ternura es un lenguaje tan espectacular que en momentos utiliza las manos, en otros las miradas o los besos. En fin, es una disposición que se vale de muchos medios. Claro, no es automática y tampoco podemos ir al supermercado y pedir tres kilos de ternura. Y hay que ser conscientes de que cada quien tiene sus formas de ser tierno. Pero se da el caso de personas que nunca habían sido cariñosas, llegan a cierta relación y les nacen esas ganas de ser tiernas. Entiende que está bien expresar lo que sientes por las personas que quieres, haciéndolo con detalles que enamoran y fortalecen la relación: un abrazo cuando se llega cansado del trabajo; cocinar el plato favorito del otro; estar pendiente de fechas especiales; y cualquier cosa que hagas con amor, lleva la relación a otro nivel. Lo que sí tienes que evitar es ser tierna por obligación.

De la ternura pasamos a otro aspecto que me parece genial, y es la coquetería. A nosotros nos encanta esa capacidad femenina de generar conexión, eso nos desubica porque nos sentimos rodeados por la sensualidad. Lo agradable es que la coquetería recurre a muchas formas de expresión y se manifiesta en cualquier momento. Puedes ser coqueta en una salida, mientras se miran cenando o cuando están bailando una música que te encante, y también lo puedes ser en la mañana, al despertar. Y una exquisita coquetería abre las puertas para muchas otras formas de expresiones de cariño.

Sabes muy bien que como mujer posees un montón de cualidades biológicas que te hacen un ser único, una mujer irresistible y espectacular. Hablemos de tu poder natural de atracción, porque las hormonas que tienes llaman la atención de los hombres, pues desde un nivel muy básico somos animales, y somos animales que sentimos atracción por otras personas de una forma física, intelectual y de una forma biológica. Y aquí le vamos a subir un poco el tono al libro, vamos a ignorar algunos tabúes sociales y hablaremos de unos temas calientes, de algunas diferencias que tienes como mujer a partir de la sexualidad y el cuerpo.

Bueno, es cierto que las mujeres tienen orgasmos más largos que los hombres. Las mujeres son multiorgásmicas y poliorgásmicas, se pueden ‘venir’ varias veces y de distintas formas: está la penetración, que es una forma básica; estimulación del clítoris, normal; estimulación anal, normal; estimulación de piel, normal; estimulación cuando le hablan al oído, genial… Y se pueden venir y mantenerlo, se pueden venir y electrocutarse allá arriba. Maravilloso.

En fin, como puedes notar, las mujeres tienen muchas formas de venirse, pero desafortunadamente, como en la mayoría de los casos, pueden no alcanzar el orgasmo y no es culpa de ustedes, sino que casi siempre es él quien no les da la talla. Y es muy curioso, porque existe esa idea de empoderar a las mujeres desde el cuerpo y desde su sexualidad, y puede ser fácil decir: empecemos a cambiar. Aunque ocurre que socialmente ‘el polvo’ se acaba cuando el tipo se viene, y él suele hacerlo cuando ustedes están lejos de venirse. ¿Te ha pasado?

El hombre tiene una desventaja, y es que solo se puede ‘venir’ de tres formas: la estimulación del pipí, que es básica; la estimulación de la próstata, que tiene involucrado un tema interno y profundo que el machismo no nos permite aceptar. Porque si has explorado ir por el «camino al sur» de un hombre con quien no había mucha confianza, lo más probable es que te hayas encontrado con una reacción en la que apretó nalga y te miró con seriedad... Como con una cara de preguntarte: «¿Qué haces?». Y aquí te voy a contar algo que les pasa a muchos en ese momento. Aunque sé que la mayoría no lo aceptarán por pena, pero es algo muy real; entran en un conflicto tremendo porque les aflora una voz interna que dice: “Oye, esas cosquillas estuvieron muy interesantes…”. Y seguro que en ese momento piensan: “Ufff... ¿dejo que siga o no?”. La tercera es cuando nos hablan al oído. A las mujeres con esa les va fantástico, pero a nosotros, si nos venimos así, nos creemos eyaculadores precoces. Ese estigma nos afecta tanto que en ocasiones nos ponemos un poco trágicos.

Mira que estamos viendo las dos caras de la moneda de lo que son las posibilidades de placer sexual en la pareja. Y lo que en últimas me parece chévere es que los dos logren llegar a un punto en que ese placer sea un objetivo común; porque nada mejor que una pareja dispuesta a desarmarse de sus egos y disponible para disfrutar de su intimidad. Es muy importante hablar para tener acuerdos, que disfruten en pareja, y así no llegar a esos momentos en los que alguno de los dos no esté a gusto.

Con esto que hemos descrito ya hacemos un balance de tus posibilidades como mujer con respecto a los hombres, para reconocer que tú y todas las mujeres están a otro nivel. Evidentemente que se tumban ideas tipo: “solo eres completamente mujer porque el hombre que está a tu lado te agrega valor”. Y esas son ideas anticuadas que hay que romper. Por eso es importante valorar desde las facultades más básicas de la mujer hasta los efectos que tiene en los hombres.

Algo importante, también, es que, para entender tu historia, para reconocer que eres irresistible y atractiva, vas a tener que aceptar todo lo que te pasó y en particular lo negativo que hayas vivido; por ejemplo, con la relación de tus papás, amigos, exnovio, primer novio. No puedes dejar que eso te impacte de forma negativa el resto de tus días y áreas de tu vida. Lo que vas a hacer es aprender para asumirlo de la mejor manera. Y para que entremos en detalle te contaré la siguiente historia.

Sabes, es común que algunas mujeres no sientan que son atractivas. Ese era el caso de Andrea, con quien trabajamos en un proceso personalizado. A ella la habían criado con la idea de que no era linda ni inteligente, y de que no llegaría a ser exitosa. Mejor dicho, le habían remachado durante mucho tiempo que ella no era nada. ¿Alguna vez te has sentido mal por ser exitosa y por creer que mereces algo? Pueda que sí, porque en ocasiones en las familias se insiste en que es malo ser creído y sentir satisfacción por lo que se hace y se logra.

Pero revisemos, ¿qué es eso de ser creída o engreída; que te crees el cuento de lo que eres? Para mí eso no está mal. Es más, todos de alguna forma nos creemos el cuento de lo que somos. El problema es que solemos creernos el cuento negativo, porque el positivo les incomoda a los demás.

Andrea llegó buscando ayuda porque sentía que no era atractiva. Que realmente no le gustaba a nadie porque ella no era suficiente persona y no llenaba ninguna expectativa. En la primera sesión me contó que siempre estuvo luchando una batalla interna por querer demostrar sus cualidades, pero al tiempo llevar un perfil bajo, como su padres querían que ella hiciera.

Cada vez que Andrea sacaba buenas notas en el colegio sus padres le decían que eso era algo que no tenía por qué celebrar. Que ese era su deber y que celebrarlo solo la hacía verse como una engreída. Sin embargo, cuando por alguna razón no le iba bien la regañaban y le decían que así no iba a llegar a ningún lado, que no iba a poder luchar contra las dificultades de la vida ni conseguir lo que quería.

Como imaginarás, esto empezó a afectar la confianza de Andrea en sí misma, a tal punto que la llevó a no confiar en que podía atraer lo que quería. Porque pensar en merecerlo y celebrarlo era malo, pero no lograrlo era peor.

En las siguientes sesiones, Andrea, pudo identificar cómo esta idea se trasladó a todos los aspectos de su vida. En el amoroso, por ejemplo, llegó a creer que cuando le gustaba a un hombre eso era imposible. Pues para ella decir: «Sé que le gusto», estaba mal, porque según ella ese era el comportamiento típico de una mujer engreída. Por esta razón tenía dificultades para entablar relaciones en las cuales ella no sintiera que era menos que el otro. Y en su ambiente laboral tenía miedo de proponer y sobresalir, porque creía que era malo hacerlo y que la iban a juzgar.

En el proceso con Andrea fue necesario romper con ese patrón negativo para que ella llegara a formularse una idea nueva y necesaria: “Soy una mujer atractiva y no tiene NADA DE MALO creer en mí y apreciar mis cualidades y capacidades”.

Así que para creerte el cuento de ser atractiva vas a tener que creer en ti, creer en lo que mereces y en que puedes atraer lo que quieras a tu vida.

Cómo ser un imán de atracción

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