Читать книгу Paisajes de la alegría - José Manuel Gutiérrez Gutiérrez - Страница 8

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BACH, DE FONDO

LENTAMENTE, un coro de voces graves

levantaba la niebla,

descubría huertos y sendas,

pueblos y puentes,

la reverberación del río que se perdía,

como un hilo de plata,

por el vientre del valle.

Los cazadores, desde lo alto,

esperaban algún movimiento en la mirada:

jabalíes huyendo de los perros,

ciervos en los claros del bosque,

el reclamo de alguna cornamenta

entre los árboles.

Así, cierto cuadro de Brueghel

y así la contradictoria alegría

de los sueños frustrados,

un coro de voces graves o la Cavatina

de Myers junto a la Siciliana en sol menor de Bach

tocada una tarde en Granada

por Alexis Weissenberg,

tocada por un campesino

con solamente su mirada

por los hermanos Olmi en El árbol de los zuecos

o en la recuperada infancia,

en Añisclo, en los bosques de Noviembre.

Y, siempre, la vida pidiendo todo:

los deseos y el dolor

y la enfermedad

y los adioses de los nuestros

o tanta belleza latente,

oculta, cierta.

La vida con la muerte

en la Siciliana en sol menor,

tocada por Lars Von Trier

con un hondo lamento de trompeta.

Paisajes de la alegría

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