Читать книгу Esta es mi tierra - Juan Carlos Muñoz-Mora - Страница 16

Actores, tierra y prolongación del conflicto

Оглавление

Como se ha visto, los conflictos armados internos (guerras civiles) se caracterizan por una pluralidad de motivaciones, entre las que destacan los agravios, la codicia, y la oportunidad que ofrece la debilidad estatal. A más de esto, las guerras civiles posmodernas se caracterizan por la multiplicidad de actores armados involucrados, el desdibujamiento de las fronteras entre guerra y paz, la erosión de la distinción entre combatientes y civiles y la pérdida de la noción clásica de combate (Giraldo, 2009).

La complejidad de las “nuevas guerras” o “guerras posmodernas” hace que sea útil analizar el conflicto armado por díadas, o pares de actores opuestos, para comprender mejor las dinámicas del conflicto y las diferencias en la comprensión del papel de la tierra (Harbom, Melander y Wallensteen, 2008). Este tipo de definiciones hace especial énfasis en el tema de los actores armados no estatales presentes en el conflicto.

Es posible identificar por lo menos cuatro tipos de grupos armados no estatales:12 1) grupos insurgentes; 2) grupos militantes; 3) bandas urbanas y caudillos; y 4) milicias privadas, fuerzas policiales y compañías de seguridad (Krause y Milliken, 2009). En primer lugar, la insurgencia busca establecer un dominio sobre la población en territorios donde el Estado es débil y hay recursos económicos importantes para lograr cambios gubernamentales, políticos o territoriales; de esta manera, hace uso de acciones violentas (asesinatos selectivos, masacres, enfrentamientos) y estratégicas (infiltración, espionaje, corrupción), de forma significativa y organizada. En segundo lugar, aunque los grupos militantes se asemejan a los insurgentes, difieren de estos en que no tienen un control efectivo o constante de una región y el nivel de intensidad de la violencia que producen es menor. En tercer lugar, las bandas urbanas y los caudillos tienen como propósito ganar beneficios a través del control de los recursos naturales (incluyendo la tierra), el narcotráfico, la trata de personas, los secuestros, el contrabando, entre otros. Tradicionalmente, estos grupos no aparecen en la literatura sobre los estudios de paz y conflicto armado, pero recientemente han adquirido mayor peso relativo en términos de intensidad de la violencia y se han entremezclado con otros tipos de actores no estatales, por eso se incluyen en el análisis. Por último, están las milicias privadas, las fuerzas policiales y las compañías de seguridad, quienes tienen generalmente tres orígenes: los Estados, para complementar o reemplazar las fuerzas públicas; el sector privado, para proveer seguridad a la propiedad privada y a las compañías; o las comunidades, por razones de autodefensa.

Estos tipos de grupos armados tienen varios elementos en común. En cuanto a los medios, recurren a dos tipos de tácticas (Brands, 2009): por un lado, se involucran en todo tipo de violencia, masiva o selectiva: asesinatos, pequeñas incursiones o enfrentamientos armados, desplazamiento forzado, masacres, tortura, violencia sexual, invasión de tierras, etc.; por otro lado, algunos infiltran, corrompen o debilitan las instituciones estatales empleando violencia desmedida o calculada, con el fin de dominar zonas geográficas donde puedan controlar a la población y operar por fuera del alcance estatal.13 Adicionalmente, suelen estar involucrados en actividades ilícitas como narcotráfico, extorsión, lavado de activos, tráfico de personas, secuestro, sicariato, venta de armas y robos para financiar sus organizaciones e incluso generar actividades mixtas con economías legales e informales. Por ejemplo, utilizan la extorsión como un sistema de impuestos14 para acumular recursos financieros provenientes de la población civil, aunque también para mantener un tipo de “orden” y reconocimiento en la sociedad con un código especial de comportamiento que debe seguirse (Brands, 2009).

Este tipo de coerción crea un nuevo sistema que funciona como un gobierno alterno e ilegal con poder sobre la sociedad (Skaperdas, 2001; Krause y Milliken, 2009). En este aspecto, el papel de la tierra se reduce principalmente al del espacio geográfico necesario para que opere una organización militar. La razón de su importancia solo cambia en el caso de acciones como las invasiones promovidas por grupos armados y el desplazamiento forzado, momentos en que se convierte en medio de movilización social (que sirve para promover los intereses del grupo involucrado) o un bien económico o militar deseable.

Por otro lado, en cuanto a los fines de estos grupos y los conflictos en los que se encuentran inmersos, es posible identificar a la tierra como un elemento de primera importancia. Como ya se ha mencionado, esta tiene un gran valor por múltiples motivos, lo cual hace que haya sido causa común de violencia en cualquier lugar y en cualquier periodo (Zartman, 2001). El gráfico siguiente resume la relación de los distintos tipos de grupos armados con la tierra.

GRÁFICO 2. Tipos de grupos armados y motivación por la tierra


Fuente: elaboración propia.

La tierra como recurso clave cumple diversos papeles, en distintos momentos, en regiones con baja urbanización, poca presencia del Estado y bondades económicas o geoestratégicas. Por un lado, su posesión es motivo para producir agravios que alimentan una sensación de inconformidad e injusticia, conllevando al nacimiento de un conflicto armado (la explotación codiciosa de la misma también está en el origen del enfrentamiento). Por otro lado, el papel de la tierra está relacionado principalmente con la posibilidad de explotarla para beneficio personal o de un grupo reducido: el caso de la agricultura, la ganadería extensiva y el narcotráfico, entre otras actividades. Igualmente, cuando el conflicto mengua y se avizora la posibilidad de una terminación pronta, la tierra aparece como un elemento esencial de cualquier estrategia de paz y reparación de víctimas.

En últimas, la cuestión de los medios y fines de los actores armados indica que los mecanismos o formas de violencia y transferencia de tierras tienen una relación estrecha con el papel y el valor que tiene la tierra en el conflicto. En otras palabras, algunas formas de violencia activan mecanismos específicos; igualmente, distintos fines y motivaciones hacen que algunos de estos sean más atractivos. La debilidad o la fortaleza estatal y la presencia de otros competidores armados también tienen una influencia clave en estas acciones y estrategias. Para poder comprender los mecanismos de transferencia de tierras, la próxima sección delinea el marco jurídico-histórico de la tierra en Colombia en términos de reforma agraria.

Esta es mi tierra

Подняться наверх