Читать книгу Círculo vicioso - Juan Manuel Saavedra - Страница 20

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Él era

Él era.

Él era perfecto.

Todo de él me fascinaba.

Era hermoso,

dulce,

tierno.

Me perdía en sus ojitos locos

que iban de un lado para el otro,

porque se sonrojaba

con meros besos a la mejilla.

Me perdía cuando me miraba

y me besaba,

y apoyaba sus piernas sobre las mías.

Me perdía en sus abrazos,

en su calor,

en su aliento.

Él era perfecto.

Él era todo.

Él era tan solo un cascarón vacío,

que por fuera parecía pintado por dioses

y por dentro se descascaraba

y sus pedazos caían al agujero negro

que resultó ser su existencia.

Gargantúa de amores

que nunca volvieron a ver la luz.

Círculo vicioso

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