Читать книгу La Unión Patriótica y el Somatén Valencianos (1923-1930) - Julio López Íñiguez - Страница 7
ОглавлениеPRÓLOGO
La Unión Patriótica y el Somatén valencianos (1923-1930) es la parte sustancial de la tesis doctoral de Julio López Iñíguez que fue leída en la Universitat de València en diciembre de 2014. Es, a su vez, un trabajo que está en la línea de la nueva historia política, a la que le preocupa no solo la secuencia de acontecimientos, sino además, y esencialmente, la sociología del poder, sus redes, su simbología y representación, la cultura política, la comparación con otras experiencias políticas parecidas, o procesos específicos de largo recorrido, como la relación entre la política y la modernización social, la nacionalización o la democratización y sus dificultades. En el fondo, se trata de explicar la política desde nuevas preguntas.
Muchos aspectos historiográficamente novedosos a los que me acabo de referir se abordan en este libro, centrado en el estudio monográfico de dos objetos: el partido creado por la dictadura de Primo de Rivera, la Unión Patriótica, y una guardia cívica y de orden y disciplina social formada por la dictadura en 1923, a la que puso el nombre de Somatén. El campo de trabajo es la provincia de Valencia, hasta ahora sin explorar, pero la intención del autor es proyectar el núcleo de sus conclusiones y aportaciones a la dictadura de Primo de Rivera en España.
En un trabajo sobre historia política como este, no solo se desgrana –no puede ser de otro modo– el proceso de formación y organización de la Unión Patriótica o el Somatén en España, que ya cuenta con importantes estudios (como los de Shlomo Ben Ami, María Teresa González Calbet, Eduardo González Calleja o José Luis Gómez-Navarro), sino que además –y es lo más destacable– se estudian las especificidades valencianas de este proceso, donde se aprecia la acción de personajes que matizan y enriquecen la institucionalización de ambas entidades, como es el caso del marqués de Sotelo, que a partir de este trabajo empieza a ser conocido, en buena parte por la abundante documentación exhumada del Archivo Histórico Municipal de Valencia hasta ahora no explorada. También esta documentación, entre otra que se utiliza, desvela la labor del marqués de Sotelo, presidente provincial upetista: era enlace entre las directrices que recibía de Madrid y las presiones de sectores burgueses y cargos intermedios valencianos o, si se quiere, las redes de influencia que existían. Al marqués de Sotelo le acompañaron todo un conjunto de representantes de la nobleza valenciana y del mundo empresarial y de la alta Administración. Todo ello representó un entramado oligárquico en el que las prebendas y los cargos se repartieron en función del poder e influencia política de cada uno.
Así pues, el valor del libro es mostrar el funcionamiento político interno de la dictadura de Primo de Rivera en Valencia (y en España), pero también averiguar otros aspectos novedosos que entroncan directamente con las preguntas que sugiere la nueva historia política, como, por ejemplo, quién forma la Unión Patriótica y el Somatén en la provincia de Valencia. El estudio aborda su composición social (la procedencia de sus militantes) y lo que se hace en Valencia y los pueblos y comarcas de la provincia. Se aportan argumentos sobre por qué la Unión Patriótica y el Somatén tienen esa base social y cómo se capta a los militantes en una y otra institución, cómo intervienen en el proceso personas concretas y por qué, mostrándose las diferentes manifestaciones y actos populares y marciales que desde el partido se llevaron a cabo para conseguir adeptos y poder ampliar su base social. También se estudian las razones por las que hay diferencias de adscripción social en estas instituciones entre la capital y los pueblos de mayores dimensiones, dinámicos económica y socialmente (profesiones liberales y obreros), y las comarcas interiores, más apegadas al sector primario (pequeños propietarios y jornaleros), y las consecuencias de funcionamiento que todo ello tiene, o la importancia que tuvo el catolicismo social en la composición de la Unión Patriótica y el Somatén, pese al distanciamiento de Luis Lúcia. Captar católicos fue fundamental.
Al hilo de las preguntas que sugiere la nueva historiografía política, el autor se plantea analizar la organización de la Unión Patriótica y el Somatén. Se subraya el peso que tuvieron las relaciones jerárquicas y la obediencia al poder central. La Unión Patriótica actuó, en Valencia como en otras partes, siempre como una continuación del poder de Primo de Rivera en la provincia, y cualquier debate interno o intento de modificar el statu quo era eliminado por completo. Y lo mismo cabe decir del Somatén. Este aspecto de sumisión al poder central acabó por convertir a las principales instituciones políticas de la dictadura primorriverista en una cáscara hueca que no llegó a echar raíces sociales profundas. Cuanto más débil era el partido a la hora de definir y dar cumplimiento a sus propósitos iniciales (regeneracionismo, acabar con el caciquismo...), más aumentaba el desencanto y más le costaba mantener su filiación en amplios sectores que al principio llegó a cautivar. Como además se apoyó en la Iglesia, muy conservadora, la Unión Patriótica perdió impulso regeneracionista, al tiempo que el Somatén, domesticado, carecía de verdadera eficacia como entidad civil que interviniera en la disciplina social de las masas, con lo que se convirtió, según detecta López Iñíguez, en un medio de buscar oportunidades y promoción social a quienes eran somatenistas.
«Patria, religión, familia y propiedad», por otro lado, son los valores de la Unión Patriótica, a los que se añade, en el caso valenciano, un valencianismo folclorizante que encaja y fundamenta el nacionalismo español, cuyo proceso también se pergeña en el trabajo, mostrándose con los nuevos materiales que exhuma propuestas de explicación sobre el nacionalismo español que se forjó de una manera reactiva (frente a las identidades periféricas) más que integradora, como han aportado Borja de Riquer o Álvarez Junco. La lucha contra el caciquismo y el tono regeneracionista al que se aspiraba quedaron en un «intento vano», con lo que no logró «superar los vicios» que pretendía o su propaganda decía. Importante es, por el contrario, el reforzamiento de las ideas de religión y patria, lo que será un paso de gigante para fundamentar el nacionalcatolicismo, especificidad de la derecha española que veremos triunfante en otra dictadura posterior.
En fin, el libro compara, como cabe esperar en la historiografía política renovada, estas instituciones con otras similares en Europa, partidos únicos, milicias o regímenes políticos, especialmente con el caso italiano, y se muestra, por ejemplo, por qué el Somatén era muy distinto al Fascio di Combatimento italiano. El Somatén es una organización de vigilantes nacida por decreto, está encuadrada y subordinada a la estructura militar, carece de la fuerza transgresora del sistema político que tiene el fascio y nunca fue brazo armado de un partido que aspirase a quebrar el orden político, sino que nació desde el poder de la propia Dictadura para garantizar «la paz burguesa» y no para subvertir al propio Estado. Carecía, en suma, «di giovinezza e di energía che videro per le vie di Italia e di Roma le giornatte di Ottobre», y es que en España las organizaciones que creó la dictadura de Primo de Rivera no tenían detrás, en su génesis, en su seno, ninguna experiencia similar a la de la movilización y consecuencias que comportó la Primera Guerra Mundial.
El trabajo se nutre, por un lado, de un potente repertorio documental de base, archivístico (locales, españoles y extranjeros, como el Storico Diplomatico degli Affari Esteri, los archivos del Ministère des Affaires Étrangères y los del Foreign Office) y hemerográfico (desde los boletines del Somatén hasta prensa de difusión nacional y diarios de localidades de la provincia), sin descuidar la información que aportan las fotografías de la época, o hasta alguna entrevista a persona muy mayor cuando se hacía la tesis (hoy ya fallecida). Por otro lado, se nutre de los recursos teóricos propios de la historia política y la historia social, instrumentos conceptuales que para el historiador son tan importantes como las propias fuentes y que agudizan la capacidad de hacerse preguntas sobre la materia histórica objeto de estudio. A los recursos teóricos debe añadirse, acompañándolos, un conocimiento exhaustivo de cuanto sobre la dictadura de Primo de Rivera se ha escrito, desde la literatura laudatoria coetánea o la crítica de los republicanos hasta la reciente historiografía que resurgió a partir de los años ochenta del siglo pasado. (Un artículo sobre la cuestión, «Noventa años de historiografía sobre la dictadura de Primo de Rivera: un estado de la cuestión», ha sido publicado por el autor recientemente en Historiografías).
El volumen se completa con un detallado anexo donde el autor transcribe textos y escritos de gran relevancia para la comprensión del funcionamiento del régimen en la provincia. Además, los cuadros de afiliados a Unión Patriótica recogidos en este apartado nos muestran las diferencias existentes en los patrones de afiliación en poblaciones o comarcas muy cercanas. Toda la obra nos ofrece una detallada pincelada acerca del periodo y contribuye un poco más al conocimiento histórico de una etapa que, pese a su importancia en la historia del siglo XX español, no atrae a los investigadores demasiado.
No debo acabar, en fin, estas palabras sin señalar que Julio López Iñíguez es un joven historiador con empuje que creo que tendrá un largo recorrido.
MARC BALDÓ LACOMBA
Universitat de València
Valencia, junio de 2016