Читать книгу Jam Session del Búho - - Страница 10

El sol se levantó sobre el bosque, pintar el cielo en tonos de rosa y oro, Camila hizo su camino a Lucas’ den, una vez más. El sabio lobo había accedido a enseñarle a tocar la guitarra, y ella se llenó con una mezcla de emoción y nerviosismo ante la posibilidad de profundizar en el mundo de la música.

Al llegar a Lucas’ den, Camila encontró ya a la espera de ella, con una sonrisa adornando sus nobles características.

– Bienvenido, Camila, él la saludó, su voz suave pero firme.

– Hoy vamos a continuar nuestro viaje hacia el reino de la música.

Camila se establecieron al lado de Lucas, el robo de guitarra sostiene en sus garras, sus cuerdas de zumbido con un potencial sin explotar. Lucas comenzó la lección enseñándole acerca de las diferentes partes de la guitarra – el cuerpo, el cuello, los trastes y las cuerdas. Explicó cómo cada componente juega un papel crucial en la producción de hermosas melodías.

Con paciencia y precisión, Lucas guiada Camila a través de los fundamentos de la guitarra. Le mostró cómo sostener el instrumento correctamente, cómo la posición de sus garras en el diapasón, y cómo rasguear las cuerdas con delicadeza. Camila absorbido sus enseñanzas como una esponja, sus ojos se iluminan con curiosidad y determinación.

Como la lección que avanzaba, Lucas introdujo Camila a su primer acorde de una simple secuencia de notas que, cuando jugaron juntos, crean un sonido armonioso. Con la orientación de los sabios lobo, Camila se practica el acorde en repetidas ocasiones, su enfoque inquebrantable como ella tiende a la perfección.

– La música no es sólo acerca de las notas que usted toca, pero las emociones que transmiten, Lucas explicó, su voz suave y profunda.

– Deja que tu corazón guía de sus dedos, y la melodía fluye sin esfuerzo.

Inspirado por Lucas palabras, Camila cerró sus ojos y deja que la música tome a ella. Ella pulsaba el acorde con nueva pasión, permitiendo que sus emociones se infiltre en la melodía. La guitarra vibró con la vida, llenando la den con un arrebatadoramente hermosa melodía que hizo eco a través del bosque.

Lucas vio con orgullo como Camila abrazado la música dentro de ella. Él vio su potencial como músico brillando, su talento despliegue, como una delicada flor en flor. Bajo su guía, él sabía que ella iba a convertirse en un verdadero artista extraordinario.

Como la lección que llegó a su fin, Lucas puso una pata sobre Camila ala, un gesto de aliento y apoyo.

– Tienes un don, Camila, dijo, sus ojos se llenaron de calidez.

– La crianza, vamos a crecer, y el mundo será cautivado por sus melodías.

Llena de gratitud y determinación, Camila dio las gracias Lucas por sus valiosas enseñanzas. Ella salió de la guarida de ese día con un corazón rebosante de nueva inspiración, listo para continuar su viaje musical con un renovado sentido de propósito.