Читать книгу El enigma Moreno - Leonardo Killian - Страница 8
ОглавлениеSaavedra
Si bien las cartas de su esposa le revelaban parte de esa compleja personalidad, la de su aparente enemigo Saavedra arrojaba alguna luz sobre esa relación política:
El finado doctor Moreno, aun después de haber plantado la semilla de la discordia en la despreciabilísima especie de mi coronación... después de haberle yo servido en cuanto quiso con motivo de su viaje a Londres, en la mañana del mismo día en que iba a embarcarse, tentó mi entereza... Dios le haya perdonado, y yo le perdono sus dañadas intenciones hacia mí, y los males que me ha ocasionado su mala voluntad.
Cuando de resultas de la despreciabilísima especie de mi coronación en el Cuartel de Patricios, el celoso Moreno después de haber arrojado espumas de ira, después de haber jurado asesinarme aquella misma noche, hablando a algunos oficiales que él creía adictos suyos, para que le acompañasen en tan heroico hecho, cuando vio frustradas sus ideas, por haberle vituperado el proyecto los citados oficiales, y su extrema cobardía no le permitía ejecutarlo por sí solo, se confabuló con la mayor parte de los vocales del gobierno para que rebajasen los honores decretados al Presidente de la Junta. Yo protector de su propia vida y la de su familia pese a saber que se trataba de un traidor a sueldo, tengo mi conciencia en paz. Nos hemos juramentado para que ni su mujer ni su familia ni nadie fuera de este círculo sepan jamás la verdad y cuyo secreto morirá con nosotros.
Sin duda, era larga la estela de odio y de rencores de nuestro doctor Moreno.
Holmes terminó la lectura y tomando papel y tinta, aprovechó para agradecerle al viejo clérigo su exquisito trabajo al tiempo que le enviaba una letra de pago junto al afectuoso saludo.