Читать книгу Resumen Completo: El Amor Maternal (Why Love Matters) - Basado En El Libro De Sue Gerhardt - Libros Maestros - Страница 4
CAPITULO 01: ¿Qué es la ciencia del amor?
ОглавлениеLa ciencia ha hecho miles de investigaciones a lo largo de la historia sobre los seres humanos. Abarca desde la composición molecular del cuerpo hasta su comportamiento psicológico y social. Numerosos estudios en la rama de la medicina que nos develaron muchas incógnitas, pero, aún, quedan ciertos aspectos no muy analizados. Sue Gerhardt, una psicoterapeuta de la Universidad de Oxford, Inglaterra, nos relata las últimas novedades en psicoanálisis, neurociencia y bioquímica que nos responde las inquietudes de saber lo que nos define cómo somos. Si nuestra integridad está determinada por la naturaleza, genes, nutrición, medio ambiente o todo esto junto.
El cerebro humano lleva tiempo para desarrollarse, de modo que la naturaleza se ha asegurado de que los circuitos nerviosos responsables de la mayoría de las funciones del cuerpo, la respiración, los latidos del corazón, la circulación, dormir, chupar y tragar, están en buenas condiciones y funcionando para el momento en que un bebé emerge de la protección del vientre materno. El resto del desarrollo del cerebro puede seguir a un ritmo más lento, aumentando al máximo la oportunidad para que la experiencia y el entorno de un bebé moldeen esa mente que está surgiendo.
Los recién nacidos son capaces de oler amor, bondad, rechazo…es por eso que ya en el primer año de vida prefieren estar acompañados de unas personas y no de otras. Incluso antes de dar sus primeros pasos, el pequeño ya empieza a relacionarse con las emociones y a poner los primeros pilares de lo que será su desarrollo emocional: un proceso fascinante en el que se verá inmerso durante toda su vida. Uno de los primeros hitos de este desarrollo será crear los primeros vínculos afectivos.
Si nos paramos a pensar, probablemente reparemos en que bebés y adultos no somos tan diferentes a la hora de elegir a nuestras personas favoritas y crear vínculos afectivos con ellas. La explicación parece sencilla: aprendemos a discriminar entre quienes nos tratan bien y nos aportan bienestar y de quienes no podemos esperar nada de ellos.
La investigadora nos habla que nuestra forma de ser no está predeterminada antes de nacer, sino que se graba en nuestro cerebro de lo que percibimos en los dos primeros años de vida. Los bebés tienen cerebros “muy plásticos”, quiere decir que la forma en que somos tratados en ese período va a inscribir las bases neurológicas que van a permanecer con nosotros toda la vida. Siempre se ha dicho que los bebés perciben todo. De esta manera, si le damos amor y cuidado será una persona diferente si en lugar le creamos un ambiente tenso y descuidamos de él.
La gente cree que cada persona se define por naturaleza o por su forma de crianza, y en realidad son las dos cosas. El campo social y la biología interactúan y ambos dan forma a quienes somos.
En estas páginas, veremos cómo Gerhardt llegó a esta conclusión, explorando también las consecuencias para padres y legisladores.