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Fisiología del pubis

Los movimientos fisiológicos del pubis se tienen que considerar en la unidad funcional que representa la cintura pelviana: sacro + ilíacos (fig. 3).


Figura 3: La cintura pelviana

En estática (fig. 4)

El pubis tiene un papel menor.

– Las fuerzas descendentes que se aplican sobre la pelvis se difunden desde la columna vertebral, a través del sacro, a las articulaciones sacroilíacas para llegar a las coxofemorales (caderas), terminándose una parte al nivel del pubis.

– De modo inverso, las fuerzas ascendentes provocadas por el apoyo de los pies en el suelo suben a lo largo del fémur hasta la coxo- femoral, terminándose una parte a nivel del pubis.

– El estudio de las trabéculas óseas confirma estas direcciones.

En estática, la articulación pubiana absorbe una parte de las fuerzas debidas a la gravedad. El núcleo fibroso desempeña el papel de un disco interpubiano verticalizado.

(cfi Observaciones complementarias, Tomo IV).


Figura 4: Exigencias estáticas

En dinámica

Stratcha, en 1938, demostraba, con un juego de tallos, de cursores fijados en el sacro y en el ilion, que se podían registrar los desplazamientos de la articulación sacroilíaca.

lili, del National College de Chicago, ha probado la movilidad de esta articulación durante la marcha, utilizando puntos de referencia metálicos intrarticulares cuyo movimiento seguía por radioscopia, lo cual se ha visto confirmado por métodos cinemáticos.


Figura 5: Fuerza ascendente: posterioridad ilíaca

Durante la marcha, el pie en el suelo transmite una fuerza reaccional ascendente que se aplica a nivel de la articulación coxo- femoral (fig. 5). Como la articulación sacroilíaca está atrás, ello se traduce a nivel de la cresta ilíaca por un movimiento de posteriorización.

El peso del tronco transmite una fuerza descendente sobre el disco L5-S1 que tiende a horizontalizar el sacro (fig. 6).


Figura 6: Fuerza descendente: horizontalización del sacro

Bajo el efecto de estas dos influencias ascendentes y descendentes, se registra una separación del extremo inferior del sacro que parte hacia atrás y de la tuberosidad isquiática que parte hacia delante. La abertura del ángulo isquiococcígeo revaloriza el papel de los ligamentos sacro- ciáticos mayores y menores (fíg. 7).

Estos ligamentos absorberán las fuerzas descendentes y ascendentes a fin de preservar la fisiología de la articulación sacroilíaca.

Aunque estén distantes, por la importancia de su papel, debe considerárseles como ligamentos de la articulación sacroilíaca (fig. 8). Toda estructura conjuntiva: ligamento, tendón, vaina, aponeurosis... dispone abundantemente de receptores sensitivos. Esta constatación anatómica demuestra que las estructuras fibrosas hechas para absorber fuerzas no aceptarán un estiramiento superior a la tensión máxima fisiológica.


Figura 7: Fuerzas ascendentes y descendentes absorbidas por los ligamentos sacrociáticos


Figura 8: Ligamentos sacrociáticos

Cada elemento: ligamento, aponeurosis, etc. posee su propia tensión fisiológica en función del espesor y de la densidad de sus tejidos. Más allá de este umbral de tensión, los receptores sensitivos envían informaciones de estiramiento, de dolores. Estas informaciones desencadenan inmediatamente por vía refleja una respuesta muscular. Esta respuesta muscular obedece a la ley antiálgica que rige el funcionamiento del cuerpo. El piramidal será solicitado para proteger los ligamentos sacrociáticos.

En mi próximo libro sobre “las cadenas musculares de la extremidad inferior”, desarrollaré el papel de estos elementos conjuntivos que hemos tomado la costumbre de englobar en la palabra fascia. El tejido conjuntivo denominado erróneamente “sustancia neutra” es, de hecho, el elemento más importante para asegurar la estática, en el respeto a la ley de economía, para asegurar la coordinación motora. La cualidad de los movimientos de la pelvis se debe a la calidad estructural y proproceptiva de las fascias, siendo los músculos simples peones.

Después del apoyo unipodal, estático o dinámico, las fuerzas que se aplican sobre estos ligamentos se hacen mucho más importantes, aumenta su tensión y el piramidal que se inserta en esta cápsula fibrosa, se ve implicado de manera activa por una contracción refleja.

– La intensidad de esta contracción es regulada por la tensión más o menos importante del ligamento sacrociático mayor.

– En resumen, después del apoyo unipodal, se registra del lado del apoyo en el suelo (fig. 9):


Figura 9: Apoyo unipodal

•un sacro que se horizontaliza,

•un ilíaco que se hace posterior.

Del lado del miembro inferior suspendido, el peso de este segmento repercute una fuerza descendente sobre la cresta ilíaca, a partir y alrededor de la coxofemoral. La cresta ilíaca sufre así un movimiento de anterioridad, (fig.lüj

Durante los movimientos de anterioridad y posteridad ilíaca producidos en la marcha, la zona púbica sube y baja. La zona opuesta realiza el movimiento inverso.

Más allá de los movimientos de anterioridad y posterioridad, Kapandji demuestra en su libro fue la nutación u horizontalización del sacro va acompañada del cierre de los ilíacos (fig. 11). Este cierre ilíacose forma alrededor de un eje que une la articulación sacroilíaca hacia atrás y el pubis hacia adelante.


Figura 10: Apoyo unipodal izquierdo

Después del movimiento, la cresta ilíaca se acerca a la línea media del cuerpo y la tuberosidad isquiática se separa.


Figura 11: Cierre de la pelvis

Al contrario, la contranutación o contrahorizontalización va acompañada de la abertura ilíaca (fig. 12): la cresta ilíaca, situada por encima del eje, se separa una vez que la tuberosidad isquiática, por debajo del eje, se aproxima.*


Figura 12: Abertura de la pelvis

Resumen del papel fisiológico del pubis en dinámica

– Del lado del apoyo en el suelo (fig. 13):

• la cresta ilíaca se posterioriza;

• la rama pubiana se eleva.

– Del lado en suspensión:

• la cresta ilíaca se anterioriza;

• la rama pubiana desciende.

La articulación del pubis sufre movimientos de deslizamientos superiores e inferiores (figs. 14 y 15). Pero estos movimientos de deslizamiento se parecen mucho a un cizallamiento vertical.


Figura 13: Movimientos ilíacos - pubis


Figura 14: Apoyo unipodal izquierdo


Figura 15: Apoyo unipodal derecho: cizallamiento del pubis

Esta movilidad en cizallamiento es perjudicial y deberá ser limitada; su exceso, es fuente de deterioro capsuloligamental del pubis.


Figura 16: Cierre ilíaco: pinzamiento polar superior del pubis

Durante la marcha, la parte que apoya en el suelo la coxofemeral cuando el eje tendinoso sacro-ilíaco o pubis está hacia fuera, este eje ilíaco se cierra.

Esta influencia se suma a la posterioridad ilíaca inducida por el impulso sobre la articulación coxo-femoral que está adelantada de la sacroilíaca= posterioridad+cierre.


Figura 17: Abertura ilíaca: pinzamiento polar inferior del pubis

En el lado opuesto, el miembro estaba en suspensión y el peso provoca la resultante hacia abajo. Esto implica, por las mismas razones, el descenso de la coxo-femoral:

– en relación al eje de abertura-cierre, la resultante es la apertura.

– en relación al eje de anterioridad-posterioridad, la resultante es la anterioridad.

Balance = anterioridad+apertura.

Cuando se acorta el movimiento de dos ramas púbicas, posteriori- dad+cierre o anterioridad más apertura, nos damos cuenta de que el movimiento de cizallamiento queda anulado. La rama que sube, gira hacia el centro del pubis (cierre), la rama que desciende gira también hacia el centro del pubis (apertura).

El núcleo fibroso tiene una forma convexa que responde a la fisolo- gía sinusoidal del pubis (o de un disco verticalizado).

De esta forma se preserva el equilibrio funcional del pubis.


Figura 18: Miembro inferior en apoyo, cierre ilíaco + posteriorización

Así, en la marcha o la carrera, el pubis no se cizalla.

Del correcto equilibrio de la asociación elevación cierre, descenso- abertura, dependerá la fiabilidad de la articulación pubiana

La pubalgia resultará bien del bloqueo de esta articulación con pérdida de movilidad bien del agotamiento con exceso de movilidad.

– La pérdida de movilidad total del pubis se debe a un traumatismo.

– La pérdida de movilidad parcial está relacionada con tensiones musculares cuyas causas se tienen que investigar, tanto en el plano parietal como visceral. Una colitis era la causa de una pubalgia de un parietal como visceral. Por ejemplo, una sigmoiditis era el origen de una pubalgia para un jugador del equipo de fútbol de Francia. La sigmoiditis provocaba un parámetro constante de cierre bajo el efecto de la pareja de oblicuos del adbomen (dolor abdominal) -aductores (tendinitis).


Figura 19: Miembro inferior en suspensión, abertura ilíaca + anteriorización

El exceso de movilidad del pubis puede ser consecuencia:

– de un traumatismo (o de un parto);

– de tensiones musculares.

En la práctica, tenemos que distinguir dos tipos de pubalgias:

– la pubalgia traumática

– la pubalgia crónica.

*¿Influyen estos movimientos de apertura y cierre del pubis durante la marcha?

En este movimiento, podríamos pensar que la demostración es muy complicada. Pero cuanto más simple y equilibrada sea la fisiología del pubis, más se deberá tener en cuenta esta influencia.

Las cadenas musculares (Tomo III)

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