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Capítulo 1

Estructura y tipos de establecimientos comerciales

1. Introducción

Desde que el ser humano es consciente de sus habilidades manufactureras existe el comercio; en un principio a través del trueque de productos creados gracias a la habilidad de unos a cambio de otros productos que estos no sabían o no podían crear.

Con el tiempo, las personas se fueron especializando, y esas manufacturas primitivas fueron adquiriendo calidad; se enseñaban los secretos de unos a otros, y fueron apareciendo los especialistas, que poco a poco ofrecían sus servicios en mercados callejeros en mantas sobre el suelo.

Una vez que el comercio empezó a extenderse y cada vez más personas estaban interesadas en ofrecer sus servicios o productos, los mercados fueron siendo cada vez más amplios, y se formaron carpas individualizadas, o lo que es lo mismo, surgieron los primeros establecimientos comerciales.

De ese concepto de comercio al actual han pasado miles de años, pero no por ello ha quedado obsoleto. Mercadillos o rastros son un ejemplo de ello. En la actualidad, los mercados de artesanía o mercados medievales son un claro arquetipo del nuevo auge de este antiguo sistema.

2. Concepto y funciones

Para poder hablar de establecimientos comerciales hay primero que retrotraerse en el tiempo, e indagar en la necesidad humana de establecer relaciones comerciales con el prójimo.

No obstante, cuando aún el homo sapiens vivía en tribus, antes de poder ser considerado un ser civilizado por carecer de ese tipo de sociedad estable, cuando todavía era un nómada cazador y recolector y apenas dominaba la agricultura y la ganadería, ya establecía relaciones comerciales basadas en el trueque con sus compañeros y vecinos.

El concepto de establecimiento comercial viene de la mano de la civilización humana. Una vez el ser humano se vuelve sedentario y empieza a construer su vivienda alrededor de un eje urbano junto a familiares o personas afines por pertenecer a un mismo clan, este trueque, y más tarde la transacción monetaria con el acuñado de monedas, tendrá la necesidad de centrarse en un mismo sitio, o lo que es lo mismo, necesitará de una zona delimitada, conocida como mercado o feria de reses animales, donde ese intercambio pueda realizarse de manera cómoda y en un lugar fijo en el espacio.

Por lo tanto, se puede decir que un establecimiento comercial responde a la acotación de una zona en concreto donde se sabe que se va a efectuar algún tipo de transacción comercial.


Sabía que...

Se le atribuye a Marco Ulpio Trajano, emperador romano procedente de Hispania, la creación del primer centro comercial al construir una galería con más de 100 locales comerciales fijos en el siglo I.

Estos mercados de carpas, similares a los mercadillos actuales o ciertos zocos al aire libre de la zona africana u oriental, donde se vendían todo tipo de alimentos, hortofrutícolas, cárnicos o de pescado, como vestimentas, abalorios, mobiliario o elementos decorativos, comenzaron a especializarse, más aún con el nacimiento de los gremios.

Con los gremios, el trabajo se fue especializando, y cada profesional en un arte u oficio dedicaba sus esfuerzos a la fabricación de ciertos artículos que finalmente acababan por vender en sus propias instalaciones, sin tener que necesitar desplazarse a estas zonas comerciales establecidas.

Se puede decir que es ahí donde nace el pequeño comercio urbano que perdura hasta nuestros días.

Pero el mercado de la alimentación y de otras tantas necesidades fisiológicas, como el calzado o el vestido, también fue evolucionando, y aunque el tipo de mercado de carpas se seguía practicando en ciertas zonas habilitadas para ello uno o dos días a la semana, se empezó a generalizar otro mejor preservado y acondicionado por contener muchos más puestos y con una recia construcción arquitectónica, como eran los mercados de abastos y las lonjas.


Mercado tradicional o zoco


Actividades

1. Comprobar a través de libros de historia o mediante el uso de internet cómo fue la evolución histórica del comercio en España, desde la relación costera que se establecía por el sur con el norte de África (con tartessos y fenicios), a la que por la zona de levante se mantenía con cartagineses, griegos y romanos ya desde el año 3000 hacia el 1000 a. C.

2. Comparar la diferencia en cuanto a civilización, cultura y vivienda de esos pueblos costeros con relación mercantil, frente a la vida de sus coetáneos galaicos, astures, cántabros o celtíberos. La relación comercial se estableció como sinónimo de apertura al arte, la cultura y el establecimiento de sociedades.

Las funciones, dentro de estos lugares o zonas delimitadas, serán las relativas a la compraventa. La primera de esas funciones responde a la propia necesidad de abastecimiento de víveres y posibles a cada seno familiar.


Sabía que...

En la Edad Media, los fabricantes de gremios que no se desplazaban a mercados para vender sus productos los ofrecían abriendo las puertas de sus talleres artesanales, a modo de locales comerciales.

Tanto en los mercados de abastos, que siguen funcionando plenamente hoy en día, como en mercadillos o grandes superficies comerciales, esta relación comercial para la compraventa tanto de alimentos como de vestimenta u otra serie de necesidades, como elementos para el ocio, cubre la función de abastecimiento con la que antaño nacieron este tipo de establecimientos.

Pero también se puede indicar como una de las funciones principales de los establecimientos comerciales el de generadores de empleo cualificado. Ya sea en pequeñas superficies como en mercados de abastos o grandes centros comerciales, la posibilidad que ofrecen estos establecimientos para la implantación y creación de comercios de todo tipo es amplia y abierta, aunque ofrece competencia. Esta competencia obligada, por la posibilidad de que varios comerciantes trabajen el mismo género, acaba por cualificar aún más al vendedor, pero a la vez favorece al consumidor al ofrecer diferentes alternativas de compra.

Pero hay que recordar que un establecimiento comercial es tanto un único local dedicado a ofrecer un servicio en concreto, y que puede encontrarse en cualquier calle de cualquier población, como las grandes superficies que permiten los centros comerciales, donde se ofrecen locales para su alquiler o compra, o los mercados de abastos, ferias y mercadillos.


Mercadillo o rastro

Por lo que, cuando se habla del pequeño comercio urbano, aquel que se encuentra por las calles, se pueden destacar varias características: por un lado, la cercanía con el consumidor, que suele ser cliente habitual; y, por otro, su alternativa a la gran superficie. También se puede considerar al mismo como elemento esencial para la conservación del estilo de vida social urbano y dinamizador de los centros, así como elemento activador del trasiego y alternativa al abandono de los centros históricos poblacionales.

Muchas de estas funciones las comparten los mercados de abastos, por estar establecidos generalmente en zonas céntricas de la población. Además, estos centros, al permitir una mayor concentración de negocios en sus locales, favorecen esa centralidad urbana, un fortalecimiento de la pequeña empresa frente a las grandes superficies y una buena imagen, ya que allí donde un mercado de abastos funciona suele generar en el extranjero o visitante sensaciones positivas generales, como dinamizador y agitador de los centros históricos.

Por último, se puede indicar como funciones generales tanto de los mercados de abastos como de mercadillos y centros comerciales: que generan competencia cercana entre los comerciantes, que sirven como reguladores de precios entre los productos del mismo género que los vendedores ofrecen y que fomentan a la vez una concentración comercial por sus propias características, que favorece al consumidor ante el continuo desplazamiento y callejeo que suele generar la compra en el pequeño comercio de las zonas urbanas.


Aplicación práctica

Como propietario de una tienda de moda juvenil de un centro comercial de la periferia, decide no respetar los precios de los mismos productos que se ofrecen en comercios similares colindantes al suyo. Decide aumentar el precio de sus productos para, aunque se venda menos, obtener mayores beneficios. Al realizar la contabilidad de los dos primeros meses descubre que sus ingresos no solo no son mayores, sino que han descendido ¿A qué puede deberse este hecho?

SOLUCIÓN

Al encontrarse su establecimiento en un centro comercial donde la competencia ofrece productos similares a los suyos a un menor precio, es habitual que el cliente, por la ley de oferta y demanda, acabe por comprobar el precio de los artículos en varias tiendas, y que no compre a la primera un artículo a ciegas sin compararlo primero con otras ofertas.

De este modo, lo habitual es que el cliente, al encontrar una oferta mejor, acabe por adquirirla.

Siempre es aconsejable que antes de establecer los precios de los productos se comparen con los que la competencia oferta.


Recuerde

En las ruinas de Baelo Claudia (Tarifa -Cádiz-) aún se observan restos de su mercado, donde tenía especial auge la fábrica del salazón, el pescado y carne en conserva y el garum, una exquisitez del momento a modo de paté que se hacía con las vísceras de los pescados. Restos de culturas romanas, fenicias, egipcias y griegas son un claro ejemplo de la relación comercial marítima existente por aquel entonces.

3. Características y diferencias

Como ya se ha comentado, las características como las diferencias entre los diferentes establecimientos comerciales vendrán determinadas principalmente por su ubicación y tipo de negocio a ofertar.

Las características que son similares para toda actividad comercial, ya sea pequeña, mediana o gran empresa, son la propia venta de productos y la delimitación física del establecimiento.

Ya sea en mercadillos, ferias, grandes superficies y mercados de abastos, como en locales comerciales urbanos, la principal característica que asemeja a uno y otro comercio es la delimitación espacial. Esta delimitación puede ser real y física, por la separación entre los diferentes locales mediante el uso de paredes, o bien imaginaria, por la delimitación parcelaria a través de líneas dibujadas en el suelo o a través de un plano.

Otra característica habitual del establecimiento comercial, además de la actividad comercial y la delimitación parcelaria, es la identidad corporativa. Ya sea a través de rótulos, de cartelería, con el uso de luminosos o neones o simplemente por el nombre y actividad de la empresa presente pintada su descripción sobre paredes o cristaleras, cada empresario ha de diferenciar su comercio de otro a través de señales visuales e indicadoras.


Identidad corporativa de una tienda de moda


Nota

A partir de los años setenta, por la competencia de grandes empresas y cadenas en todas las poblaciones, fue necesario la utilización de luminosos, banderolas y cartelería para destacar un negocio.


Actividades

3. Dar un paseo por el mercadillo o rastro más cercano a su localidad y comprobar si existe delimitación entre puestos a través de señales pintadas en el suelo. Comprobar también el tamaño de las mismas y cómo son respetadas por los comerciantes. Ver de igual modo cómo se respetan los espacios y la relación entre la competencia cercana.

Hay que recordar que el rótulo o cartel que usa cada comercio en su fachada sirve para indicar al cliente la ubicación exacta del mismo, pero también ejerce la labor de elemento diferenciador e incluso de imagen, frente a otros de la competencia. Por eso es habitual el uso de logotipos particulares, elementos decorativos, diferente uso del color tanto para los carteles como para la tipografía, el uso concreto de un tipo de letra original, llamativa o simplemente diferente como signo identificativo, etc.

También es cierto que este tipo de elementos publicitarios o diferenciadores relacionados con la identidad corporativa no siempre pueden ser utilizados en mercados de abastos, y nunca se han manifestado en mercadillos populares, por lo que sí que se puede considerar otra característica típica de los establecimientos comerciales la oferta y precio del género indicado gracias a carteles en escaparates o directamente sobre el producto.

Así se puede decir, por ejemplo, que la diferencia entre el comercio urbano o céntrico de local comercial independiente frente al mercado de abastos es la desigual aglomeración parcelaria.


Nota

Se pueden encontrar calles similares a una galería comercial con comercios en ambos sentidos de la calle, y otras en las que apenas exista uno, rodeado de viviendas.

Mientras en los mercados los locales se encuentran pegados unos a otros, en los centros urbanos no tiene por qué ser así. Además, los mercados suelen estar rodeados de viviendas, pero rara vez se encuentran bajo viviendas; cuando se sabe que en el negocio urbano suele ocurrir todo lo contrario.

Además, el tipo de comercio en un mercado de abastos suele ir dirigido mayoritariamente a la alimentación, ya sea de frutas, verduras u hortalizas, como de pescados y cárnicos, mientras que tanto los locales independientes urbanos como las grandes superficies comerciales suelen ofertar mayor posibilidad de negocios, desde la alimentación, calzado o moda, hasta el deporte y ocio.


Mercado de abastos


Actividades

4. Apuntar en un cuaderno o en las notas que su móvil le permite realizar el número de puestos de alimentación y de otros servicios que puede encontrar en el mercado de abastos más cercano a donde usted reside. Luego, comprobar porcentualmente esta diferencia.

5. Ahora, dentro del sector de la alimentación, comprobar cuantos de estos puestos están relacionados con la venta de frutas, verduras y hortalizas, y cuántos a productos cárnicos o de pesca. Realizar un nuevo cálculo porcentual y compararlo con la media nacional acerca del nivel de uso de estos puestos, en la que se indica mayor cantidad de puestos de alimentación sobre otros y, dentro del sector de la alimentación, mayor cantidad de locales dedicados a productos cárnicos y de pescadería que hortofrutícolas. Comprobar la teoría.

Pero se puede aseverar que tanto el comercio urbano de local comercial independiente como el del mercado de abastos se diferencian de las grandes superficies comerciales modernas porque ninguno de estos establecimientos puede asegurar plaza de aparcamiento cercana a sus instalaciones, mientras que los grandes centros comerciales sí que suelen garantizarlo.

Se podría decir que se suele definir como centro comercial a aquellas aglomeraciones de negocios independientes que han comprado o alquilado locales para su función comercial y con identidad corporativa diferenciada. También a aquellas otras agrupaciones parcelarias de imagen unitaria y gestión y administración común, también muy habituales en la periferia de los centros urbanos poblacionales. Estas agrupaciones parcelarias de imagen unitaria son aquellas que son reconocibles a la distancia por pertenecer a una cadena importante por su logotipo e imagen corporativa; pero dentro de ese centro comercial, en locales situados en su interior, se puede encontrar otros negocios de pequeñas o medianas empresas diferentes a la primera.

Además, tanto los mercados de abastos como las zonas habilitadas para ferias y mercados suelen ser propiedad municipal, y por tanto pública. Por lo que la relación contractual del alquiler o compra de una parcela en concreto o local comercial se realizará con el ayuntamiento de cada municipio, mientras que tanto locales comerciales como grandes superficies se tratan de construcciones edificadas por entes privados y, por tanto, la relación contractual existente es de alquiler o compraventa de superficies o locales, relativas a las que se llevan a cabo entre diferentes empresas privadas del sector comercial.


Consejo

Cuando un comerciante desea establecer un puesto en un mercado de abastos se le aconseja que revise periódicamente los Boletines Oficiales de su Comunidad o del Estado, donde se hace pública su oferta.

4. Tipos de superficies comerciales

Cuando se habla de los diferentes tipos de superficies comerciales, casi con toda seguridad se puede aseverar que se hace referencia a las grandes superficies o centros comerciales.

Se suele ver al centro comercial como a aquella zona edificada donde se puede encontrar un número elevado de locales comerciales en los que diferentes empresas ejercerán su servicio, pero que, de cara al exterior, ofrecerá una imagen unitaria.

Los servicios que se pueden encontrar dentro de estas unificaciones parcelarias suelen estar relacionados con los gustos y preferencias de la sociedad colindante.

Estos centros suelen ser diferentes en función a una serie de características propias, como su ubicación, tamaño o actividad comercial, o por la filosofía empresarial para la que fueron ideados.

Así se puede encontrar pequeños centros comerciales tanto en el centro de las ciudades como en la periferia, o también las denominadas galerías urbanas o mercados municipales, que pueden convivir perfectamente con los grandes hipermercados o los grandes centros comerciales periféricos.

Estos tipos de superficie, además de por su tamaño y ubicación, pueden diferenciarse los unos de los otros por su distinta actividad comercial o filosofía empresarial. Así, por ejemplo, las galerías comerciales urbanas suelen estar destinadas en su mayoría a locales de moda y complementos, calzado, perfumería o droguería, joyerías, al sector de la belleza y estética y demás comercios típicos de los locales comerciales relacionados con la venta en las diferentes calles.


Galería comercial

Pero cuando se hace referencia a establecimientos comerciales de la periferia, estos suelen ser grandes superficies que pueden aglomerar todo tipo de servicios, desde la alimentación a la moda, o tratarse de grandes hipermercados de la alimentación.


Sabía que...

En París, en 1852, los almacenes Bon Marché se constituyen como la primera galería comercial en la que los productos eran accesibles al cliente sin la necesidad de ser solicitados a un tendero.

Cada vez es más común que junto a las grandes superficies con todo tipo de locales comerciales empiecen a fomentarse los establecimientos comerciales en la periferia que contengan un carácter temático.

Con ello se hace referencia a que se pueden encontrar áreas dedicadas al bricolaje y construcción, por ejemplo, distanciadas de edificios donde los locales comerciales están destinados al deporte, caza, pesca y ocio. O todo un centro comercial dedicado al sector electrodoméstico, mobiliario del hogar, a la moda o al sector de los juegos.

Se puede aseverar que con el nacimiento de las grandes superficies de la periferia, que permiten todo tipo de servicios y que aglomeran en sus instalaciones locales tanto de moda y ocio, como restaurantes o supermercados alimenticios, el comercio minorista urbano ha ido perdiendo su clara influencia y su poder basado en la cercanía personal; todo ello debido a la garantía de aparcamiento y comodidades, así como de ofrecer todo tipo de comercios en sus instalaciones, generalmente amplias, bien comunicadas e ideadas para el paseo del comprador.

A todo esto hay que unir que rara vez un gran centro comercial se encuentra cerrado por contener en él servicios de hostelería, como bares y restaurantes, o de ocio, como cines, boleras y demás actividades, que garantizan su apertura de lunes a domingo. Esto ha ido fomentado que el pequeño comerciante cada vez pueda hacer menos frente a las grandes firmas o empresas, que no solo van copando los locales comerciales de las grandes superficies sino que además se están haciendo también con los locales urbanos abandonados por los pequeños comerciantes en las ciudades.

Pese a los tiempos de crisis actuales, ha existido y existe un creciente auge de los centros comerciales de actividades de ocio y entretenimiento frente a los grandes hipermercados, que sin duda fueron los dominantes de las áreas periféricas en las décadas de los ochenta y noventa.

Esto es debido a que la atracción que producía a un cliente un establecimiento comercial en la época de los ochenta y noventa era el surtido y las posibilidades de pago o ayudas y préstamos económicos, y en la actualidad es el ocio y el placer ante todo.

Se realizará a continuación una descripción de los tipos de superficies comerciales atendiendo a tres criterios: por su ubicación, por su tamaño y por productos.

4.1. Por ubicación

Hoy en día no se puede imaginar una ciudad sin al menos un gran centro comercial; de hecho, se ve como algo normal y común. Pero no hace mucho tiempo, las grandes superficies y los centros comerciales de gran calibre solo se encontraban en las grandes ciudades; es más, hasta que no empezaron a convertirse en algo habitual en las dos ciudades más grandes de España, Madrid y Barcelona, no empezó a extenderse su popularidad entre las otras grandes capitales de provincia como Sevilla, Valencia, Málaga, Zaragoza, Murcia, etc.

Se hace referencia en este caso a centros comerciales asociados a una imagen de marca, tal como Galerías Preciados o El Corte Inglés, entre otros. Además, en un principio, su ubicación solía situarse en grandes edificios de varias plantas en el centro urbano de las ciudades, galerías comerciales, etc.

Pero pronto, sobre todo en la década de los ochenta, el centro comercial multiservicio de los centros urbanos de las capitales de provincia, tal vez por los atascos provocados por el tráfico o por el simple trasiego que esas ciudades generan en horario comercial, empezó a convivir con grandes superficies de la periferia de las ciudades, como fue el surgimiento y éxito del concepto de hipermercado.


Sabía que...

Hasta los años 60 no se popularizó en Europa el sistema del hipermercado tal y como hoy se conoce. Fue de la mano de una firma muy extendida hoy en día: Carrefour.

Estas superficies en el exterior, que permitían facilidad de aparcamiento exterior e incluso subterráneo, una gran versatilidad de productos alimenticios y que empezaban a convivir con una serie de locales comerciales que permitían la venta de otro tipo de artículos, empezaron a lograr que el consumidor desligase la idea de gran superficie asociada al atasco y al centro de las grandes ciudades, algo que evidentemente era muy engorroso para aquellos clientes que se desplazaban de pequeñas ciudades y pueblos de alrededor de las capitals, donde no existía esa posibilidad de comercio.


Centro comercial de la periferia

Pronto, esos hipermercados asociados a empresas como Pryca, Continente o Alcampo, entre otras, fueron popularizándose, de tal manera que cada vez más en ciudades con cierto censo poblacional o donde el turismo era ciertamente importante estas cadenas y otras nuevas que iban surgiendo fueron implantándose, mejorando el nivel de vida allí donde se integraban.

De hecho, en muchos casos, estos hipermercados fomentaron en ciertas ocasiones que el éxodo de población que hasta entonces era común hacia la gran ciudad fuese cada vez menor, al principio al ofertar trabajo a la población de donde se iban implantando y, posteriormente, mejorando infraestructuras y nivel de vida.

La mejora de la red de carreteras y de las rondas de circunvalación, que evitaban el obligado paso por el centro de las poblaciones, fue otro factor determinante para que los centros comerciales se ubicasen en la periferia.

Estos pioneros hipermercados acababan siendo acompañados por otro tipo de centros comerciales temáticos, dedicados al mueble o al bricolaje o al sector del electrodoméstico, o incluso terminaban siendo rodeados por naves de nueva construcción, generando nuevos polígonos industriales.

Fue tan grande y numeroso el crecimiento de este tipo de superficies, sobre todo en ciudades que superaban los 100000 habitantes o con cierta afluencia turística, que, al generar mayor nivel de vida y un crecimiento de la población acomodada o de habitantes de la gran ciudad o de procedencia extranjera que pretendían adquirir una segunda vivienda en estas ciudades emergentes, estos centros comerciales de la periferia fueron absorbidos finalmente por nuevas zonas residenciales.


Importante

El surgimiento de hipermercados y grandes zonas comerciales en el extrarradio de las ciudades también provocó que aparecieran nuevas zonas residenciales a su alrededor.

El crecimiento de las ciudades fue tal en esos años que esos centros que antes se encontraban en la periferia pasaron a estar en suelo semiurbano, ya fuera por haber propiciado el crecimiento de polígonos industriales, por formar parte de una nueva zona comercial donde se encontraban muchos centros comerciales o por propiciar el crecimiento de zonas residenciales y hoteleras a su alrededor. Grandes empresas con centros en la periferia, como el grupo Carrefour, acabaron por abrir nuevas grandes superficies con el crecimiento de las ciudades. Un claro ejemplo lo tenemos en la ciudad andaluza de Málaga, donde dos de sus primeros Pryca -ahora Carrefour-, antes periféricos, están ahora en suelo urbano y semiurbano a causa del crecimiento demográfico.

En las grandes ciudades, muchos de estos establecimientos comerciales que se situaban en la periferia pero que acabaron por formar parte del suelo semiurbano terminaron por formar parte del suelo urbano al continuar el crecimiento poblacional a su alrededor, e incluso este crecimiento provocó la creación de nuevos barrios o núcleos urbanos, que acabaron por necesitar de nuevas rondas de circunvalación que evitasen la circulación por el suelo (ya urbano) de sus calles y rodeara el núcleo poblacional.

Por lo que también nuevos centros comerciales se crearon en la nueva periferia, que suponía esta reciente circunvalación. Estos establecimientos de nueva creación, muy populares en la década de los noventa y comienzos del dos mil, comenzaban a crearse como centros de ocio que reunían todo tipo de posibilidades; desde locales comerciales para artículos de moda, ocio y deporte a superficies para cadenas dedicadas a la alimentación, pasando por zonas de juego y cines, de mejora estética, venta de animales de compañía y locales para la restauración y hostelería, entre otras posibilidades.

De un tiempo a esta parte, la tendencia ha variado, en parte por el éxodo poblacional que ha supuesto el crecimiento de pueblos y ciudades, y el continuo abandono de los centros históricos.

La tendencia actual radica en la revitalización de los núcleos históricos urbanos abandonados, por lo que se suele recurrir a la recuperación de grandes edificios emblemáticos de vivienda abandonados con cierta repercusión histórica y habilitarlos de nuevo para su uso comercial o como locales para oficinas.

Para ello se suele recurrir al derrumbe interior de los mismos, respetando y restaurando las fachadas, pero permitiendo de este modo nuevas posibilidades que antes nunca podrían haber sido posibles; como la construcción de plantas subterráneas para locales comerciales, salas de cine, discotecas o aparcamientos, mayor amplitud de los espacios interiores, creación de patios o grandes terrazas para la piscina y habilitación de ciertas zonas para un uso destinado a la salud física, como gimnasios o zonas de spa.


Recuerde

El primer hipermercado que se abre en España es en la localidad barcelonesa de Prat de Llobregat, el 5 de diciembre de 1973, con una superficie de venta cercana a los 11.000 m2, con el nombre de “Hiper”, con capital mayoritariamente francés (grupo Carrefour).


Actividades

6. Observar el tipo de establecimientos comerciales que encuentra a su paso en el centro de su población, desde el pequeño comercio a grandes superficies. Observar el crecimiento demográfico en zonas alejadas del centro que en su día pudieron ser periféricas y analizar la diferencia de esas superficies ocupadas.

4.2. Por tamaño

Otra manera de distinguir las características de un establecimiento comercial de otro es gracias al tamaño de sus instalaciones. Estos suelen estar relacionados con el área o zona ocupada, cifrada en m2 de superficie real ocupada.

Muchos de ellos tienen su tamaño determinado por el momento en que fueron construidos, más que por su ubicación.

Se pueden considerar entonces por tamaño cuatro subdivisiones dentro de lo que se podría denominar los centros comerciales habituales.

Por tanto se distinguirían:

1 Galerías comerciales urbanas.

2 Centros comerciales pequeños.

3 Centros comerciales grandes.

4 Centros comerciales de la periferia o muy grandes.

Galerías comerciales urbanas

Las galerías comerciales son los centros comerciales pioneros, junto con los primeros centros comerciales de las grandes ciudades que proliferaron en las décadas de los setenta y ochenta, y que, pese a que nunca han sido especialmente numerosos, perduran y conviven en los centros urbanos a través de bajos alquileres en sus locales comerciales.

No suelen representar una zona muy amplia de terreno (nunca superior a los 5000 m2), con el serio inconveniente de encontrarse siempre entre edificios, en calles frecuentadas y actualmente peatonales por su ubicación tan céntrica, que evita acercarse a ella a través de cualquier vehículo.

Además este tipo de centro comercial, en fase de declive actualmente, cuenta con el grave problema de que generalmente sus edificaciones no tienen plaza de aparcamiento propia.

Es por ello que, pese al intento por revitalizar zonas céntricas o históricas de las poblaciones en la actualidad, no son las galerías comerciales aquellas a las que van dirigidas las miradas de los empresarios.

Centros comerciales pequeños

Estos centros, de mayores dimensiones que los anteriores (de los 5000 a los 20000 m2) son de carácter urbano, y al igual que las galerías comerciales suelen encontrarse en calles céntricas y pobladas.

Su crecimiento y proliferación es atemporal, ya que aunque las décadas de los setenta, ochenta y noventa fueron su época de esplendor, con un claro declive a finales de los noventa y con la primera década de cambio de siglo, hay que recordar que en la actualidad este modelo de establecimiento vuelve a tener una segunda etapa de crecimiento y consolidación con el intento por revalorizar y potenciar la vida de los centros históricos poblacionales.

Como puntos a favor, estos centros sí que solían estar dotados de plazas de garaje (generalmente subterráneas), y en la actualidad, en aquellos que no tenían esa posibilidad o edificios emblemáticos que se están recuperando para la causa, se realizan auténticas obras arquitectónicas para dotarlos de esa comodidad para el cliente.

Además, en estos centros comerciales se puede encontrar un amplio surtido, que va desde el contenido del supermercado o hipermercado, a la moda, el ocio, perfumería y belleza, libros y juguetes, etc.

Grandes centros comerciales

Con la necesidad de satisfacer el mayor consumismo que durante la década de los noventa y comienzos de siglo fue imperando en la sociedad, los pequeños centros comerciales se empezaron a quedar pequeños, y fue cada vez más necesario aumentar la oferta de servicios en un mismo centro, por lo que la tendencia fue derivar esta mayor oferta a un mayor espacio, por lo que la necesidad de grandes áreas para edificar fue llevando a los empresarios a buscar terrenos más económicos y amplios en la periferia de los centros urbanos, ya fuese en polígonos industriales o en zonas periféricas como rondas de carretera.

Estas grandes superficies, además de ofrecer un surtido mayor de productos, comenzaban a convertirse en zona de ocio y paseo para el cliente, y no solo un edificio comercial.

En estas amplias áreas de 20000 a 40000 m2 de locales comerciales alineados, con aparcamiento exterior e incluso subterráneo, el cliente podía disfrutar de variada oferta gastronómica, además de la habitual oferta de productos de moda o belleza, entre otros. El crecimiento del concepto de centro comercial iba cada vez más vinculado al ocio y placer, desvinculándose del simple y mero hecho de la compra de productos relacionados con las necesidades fisiológicas o de subsistencia.

Como característica general de este tipo de establecimientos comerciales habría que destacar que, pese a que fueron en su momento ideados para encontrarse en la periferia, hoy día se suelen encontrar en zonas urbanas o semiurbanas, pues, como ya se indicó, el crecimiento demográfico de poblaciones antes supeditadas a las capitales, la compra de segundas viviendas y, sobre todo, el boom inmobiliario de la década de los noventa y comienzos de siglo XXI acabaron por convertir esas zonas periféricas en barrios urbanos y semiurbanos, insertos en la nueva planificación urbanística.

Centros comerciales de la periferia o muy grandes

Por último, se hace referencia a los establecimientos que superan ampliamente los 40000 y 60000 m2 de superficie, conocidos como centros comerciales muy grandes.

A pesar de que este tipo de centro comenzó a hacerse muy habitual ya en la década de los noventa, con la especialización y creación de los centros temáticos, es el tipo de comercio estrella de la actualidad, junto con los revalorizados edificios históricos de los centros poblacionales.

Este tipo de centro tiene dos vertientes: la especialización temática, donde se encuentra toda una amplia oferta especializada, como el mercado del mueble, del bricolaje o la moda; y los grandes centros comerciales similares a la concepción anterior, pero con mayor oferta de ocio y restauración que los indicados hasta ahora.

Ya en los noventa, con el crecimiento inmobiliario desmesurado que acabó por condenar a los grandes centros comerciales a la inserción en la planificación urbana, y con el nacimiento de nuevas rondas de circunvalación que evitaban el paso por el suelo urbanizado, se fueron implantando estas grandes superficies de comercio y ocio en las nuevas periferias.

Son por tanto centros situados en zonas habitualmente periféricas con numerosas plazas de aparcamiento, alejadas de las poblaciones y donde el ocio, la restauración, cines y demás elementos de diversión son el eje y atractivo principal para el cliente potencial.


Aplicación práctica

Como gerente de una empresa constructora ha decidido sumarse a la mejora y rehabilitación del centro urbano de una capital histórica castellana, adquiriendo para su remodelación un edificio emblemático de la ciudad. Tiene dos posibilidades de compra: por un lado un edificio céntrico histórico de tres pisos más un bajo con varias plantas de aparcamiento subterráneo y, por otra, una abandonada galería comercial. ¿Qué decisión será la más acertada?

SOLUCIÓN

Ante el declive de las galerías comerciales, y sobre todo con la ventaja que supone que el edificio posea acceso y posibilidad de aparcamiento gracias a sus plantas subterráneas, la decisión más acertada será sin duda la compra de este inmueble para su habilitación. El cliente busca ante todo la comodidad para encontrar un aparcamiento cercano, o contiguo al comercio donde va a llevar a cabo las compras.

4.3. Por productos

Al igual que en el caso anterior, la especialización de los establecimientos, diferenciándose unos de otros por los productos que ofrecen, viene dada por el crecimiento demográfico y las nuevas necesidades de los clientes.

Así, por ejemplo, se sabe que cuando se habla de locales comerciales independientes en las calles de las ciudades, cada uno de ellos estaba especializado en ciertos productos, como la moda, el calzado o perfumería y belleza de manera independiente, o lo que es lo mismo, una tienda o local, igual a un tipo o línea de producto.

Por otro lado, los mercados de abastos solían ofertar gracias a su variedad de puestos un surtido más amplio, que aumentaba la oferta gracias a los locales destinados a la alimentación, las floristerías, etc.

En las ciudades existían los pequeños colmados o tiendas de ultramarinos que ofrecían productos de alimentación, que acabaron por ser sustituidos u obligados a convivir con los supermercados, que ofrecían un amplio surtido que iba desde la alimentación a la droguería y limpieza, la higiene, etc.


Nota

Muchas de las pequeñas tiendas de ultramarinos acabaron por ser adquiridas por marcas conocidas como Spar, Udaco o Dia.

Y con la llegada de la década de los noventa la especialización empezó a ser mayor y fueron surgiendo los hipermercados primero, para dar paso después a centros temáticos.

Pues bien, por productos se podrían diferenciar ciertos tipos de establecimientos, destacando los destinados a:

1 Alimentación.

2 Moda y complementos.

3 Sector del automóvil.

4 Hogar y bricolaje.

5 Electrodomésticos.

6 Mobiliario.

7 Servicios.

8 Supermercados.

9 Hipermercados.

Hay que decir que los establecimientos dedicados íntegramente a la alimentación, así como los de moda y complementos, suelen asociarse con locales comerciales independientes situados en las calles de las poblaciones y con mercados y mercadillos.

Al igual que los concesionarios de marca o multimarca forman parte de un comercio únicamente dedicado al sector del automóvil.

Por lo que se pueden considerar establecimientos temáticos a aquellos centros donde se puede encontrar una variada oferta de concesionarios de diferentes marcas y modelos de automóviles (también conocidos como “ciudad de automóviles”), los de hogar y bricolaje, electrodomésticos, mobiliario y servicios.

En los centros temáticos de hogar y bricolaje se suele encontrar productos destinados a la construcción, mejora o decoración de la vivienda personal, aunque también, dependiendo de la cadena empresarial, se pueden adquirir electrodomésticos y mobiliario.

Los centros temáticos dedicados al mobiliario o sector del mueble están más especializados en la oferta y venta de todo tipo de equipamiento basado en la comodidad del hogar, como estanterías, camas, sofás, sillas y mesas, o muebles de cocina o de oficina, entre otros.

El establecimiento comercial temático referente al sector electrodoméstico es el que ofrecerá las diferentes ofertas y marcas del surtido de producto de trabajo y ocio, como ordenadores personales, tablets, videoconsolas, televisiones y aparatos reproductores, hasta los necesarios electrodomésticos tales como neveras, hornos, microondas, frigoríficos, lavadoras y lavavajillas, entre otros.


Imagen de un centro temático

Otro centro temático habitual, sobre todo en la época de los noventa, fue el del sector servicios, con peluquerías y salones de belleza, lavanderías, agencias bancarias, de asesoramiento o de viajes, librerías temáticas, etc.

Los supermercados supusieron en los ochenta y noventa una mejora del habitual ultramarino en cuanto a diversidad del surtido y económicamente, con mejores precios. Esto supuso un abandono del local comercial de la calle, así como de los mercados municipales de abastos, ya que en el supermercado se ofrecía una amplia demanda de productos de alimentación, droguería, higiene y belleza, deporte y ocio, así como juguetería, menaje del hogar e incluso mobiliario y electrodomésticos. Este auge del comercio multiservicio se vio pronto superado por el hipermercado, que aumentaba la oferta de productos de los anteriores, con sucursales bancarias, hostelería y restauración, facilidades de pago, ayudas bancarias en cuanto a préstamos y asesoría, agencias de viaje y de ocio, así como incluso venta de vehículos.

Un amplio abanico de posibilidades en un mismo establecimiento, que pronto se ganó el favor de la clientela fervientemente consumista y capitalista.


Recuerde

Suele ser común que en aquella zona donde existe una superficie libre junto a un centro comercial temático que funcione y tenga clientela, acabe por ser cohabitada por otros centros de la competencia dedicados al mismo sector, creando una zona comercial temática aún mayor.


Actividades

7. Buscar en internet una cadena de supermercados o hipermercados al azar que esté consecuentemente expandida. Luego, a través de un mapa, que seguramente se puede encontrar en la página, comprobar el número de centros comerciales que posee en España. De esa red de centros, apuntar el número de ellos por población y ver si se corresponde con el crecimiento demográfico poblacional de esas zonas o el crecimiento turístico.

5. Resumen

Los distintos establecimientos comerciales han ido evolucionando desde el simple puesto de mercado callejero o municipal a los grandes centros temáticos y de ocio actuales.

Una evolución lógica parte del mismo desarrollo social y demográfico de las poblaciones en los países industrializados de primer orden. Esas características que diferencian a un tipo de centro o establecimiento frente a otro suelen estar determinadas por el momento histórico en el que fueron construidos, pero sobre todo con qué fin estuvieron destinados.

Se sabe que la ubicación puede ser factor influyente, incluso el tamaño que desde un primer momento se pensó como idóneo para la creación del centro, y su actividad, ateniéndose a presupuesto y área disponible.

Pero si algo define la actividad comercial de un establecimiento ya sea de menor o mayor envergadura, ese es el de la especialización o productos que oferte.


Ejercicios de repaso y autoevaluación

1. De las siguientes frases, indique cuál es verdadera o falsa.

Cuando un comerciante desea establecer un puesto temporal o fijo en un mercado de abastos, se le aconseja que se acerque a consultar a los dueños de los puestos existentes ya en el mercado.

1 Verdadero

2 Falso

Los centros comerciales pequeños suelen ocupar una superficie no mayor a los 5000 m2.

1 Verdadero

2 Falso

El primer hipermercado en instaurarse en España se construyó en un pueblo cercano a la capital barcelonesa.

1 Verdadero

2 Falso

2. Los supermercados supusieron en los ochenta y noventa en España...

1 ... una mayor oferta de surtido de productos.

2 ... una alternativa al ultramarino.

3 ... una mejora económica frente al negocio tradicional.

4 Todas las respuestas anteriores son correctas.

3. El primer centro comercial de la historia se le atribuye a...

1 ... Françoise Carrefour.

2 ... la cadena Jumbo.

3 ... Marco Ulpio Trajano.

4 ... los EEUU.

4. El concepto actual de comercio en el que los productos son accesibles al cliente sin tener que depender de un tendero es gracias a ...

1 ... las grandes superficies comerciales de los años 20, en EEUU.

2 ... los mercados de Baelo Claudia.

3 ... los supermercados Carrefour.

4 ... a los almacenes Bon Marché.

5. Enumere al menos cuatro tipos de establecimientos comerciales.

6. Complete los siguientes textos.

En las grandes ciudades, muchos de los establecimientos ___________ que se situaban en la ___________ acabaron por formar parte del suelo urbano o ___________ al continuar el ___________ poblacional a su alrededor.

Con los ___________, el trabajo se fue especializando, y cada profesional en un arte u ___________, dedicaba sus esfuerzos a la fabricación de ciertos artículos que finalmente acababan por ___________ en sus propias instalaciones, sin tener que necesitar el desplazarse a estas zonas ___________ establecidas.

7. Se llama ___________ a la relación del logotipo con la imagen de la tienda, los rótulos, luminosos, cartelería, etc.

1 ... asociación de mercados...

2 ... registro social...

3 ... identidad corporativa...

4 Ninguna de las respuestas anteriores es correcta.

8. Los mercados de abastos favorecen a...

1 ... la centralidad urbana y buena imagen.

2 ... la conservación del estilo de vida social urbano.

3 .... el fortalecimiento de la pequeña empresa frente a las grandes superficies.

4 Todas las respuestas anteriores son correctas.

9. Los grandes centros comerciales suelen tener una superficie...

1 ... de más de 60000 m2.

2 ... entre 40000 y 60000 m2.

3 ... entre 20000 y 40000 m2.

4 ... de 80000 m2.

10. Complete los siguientes textos.

Los centros comerciales de la ____________ o muy grandes comenzaron a hacerse muy habituales ya en la década de los ____________; con la especialización y creación de los centros ____________, es el tipo de comercio estrella de la actualidad, junto con los revalorizados edificios ____________ de los ____________ poblacionales.

Que las grandes superficies y centros ____________ estén rara vez cerrados ha ido fomentado que el ____________ comerciante cada vez pueda hacer ____________ frente a las grandes firmas o empresas, que no solo van copando los locales comerciales de las grandes superficies sino que, además, se están haciendo también con los locales ____________ abandonados por los pequeños comerciantes en las ____________.

11. Se puede encontrar en los centros poblacionales...

1 ... pequeños centros comerciales.

2 ... galerías urbanas.

3 ... mercados municipales.

4 Todas las respuestas anteriores son correctas.

12. ¿De qué año data el primer hipermercado fundado en España?

1 1974

2 1973

3 1976

4 1975

13. La relación comercial existente entre las tribus antes de la civilización humana...

1 ... era inexistente.

2 ... se basaba en el trueque.

3 ... era íntegramente a través del saqueo a las culturas más civilizadas.

4 Ninguna de las respuestas anteriores es correcta.

14. Las grandes superficies comerciales pueden asegurar frente a mercados de abastos o pequeño comercio callejero...

1 ... mejor calidad de sus hortalizas.

2 ... carnes más frescas.

3 ... aparcamiento.

4 Todas las respuestas anteriores son correctas.

15. Asevere si la siguiente consideración es correcta. Rodee con un círculo la respuesta que considere adecuada.

Hasta los años 50 no se popularizó en Europa el sistema del hipermercado tal y como hoy se conoce.

1 Verdadero

2 Falso

Operaciones auxiliares en el punto de venta. COMT0211

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