Читать книгу Orientaciones para el alma - Madre Andromeda de Jesús - Страница 16

Amados hermanos, os damos nuestra luz que os envolverá en el amor divino presente en todo.

Es muy gratificante cuando se viven experiencias halagadoras que alegran el corazón, por esta razón hoy os traemos, la buena nueva que llevará regocijo y complacencia a vuestros seres.

Cada instante de vuestra eterna vida, que palpita en vuestros corazones, os anuncia su poderosa presencia y con ello, todo el poder capaz de vencerlo todo, pues, la vida, que es la más excelsa dádiva divina de amor procedente del Eterno Creador, es el regalo más preciado que recibís y os acompaña eternamente y además, os sostiene en toda la creación.

Esta vida latente en vuestros corazones, os enseña constantemente, que sois seres eternos, que nada ni nadie la puede quitar ya que es dación divina desprendida de la inagotable y poderosa Fuente de Vida Eterna, a su imagen y semejanza, por lo tanto, nunca podrá fenecer, por su origen divino; razón por la cual, no debéis tener miedo ni temor de perderla.

Debéis saber que la vida está presente en toda la creación, expresada en diversas formas, las cuales van cambiando en armonía con el adelanto espiritual del ser, mas, sin embargo, la vida perdura intacta, lo que significa que jamás morís ya que sois vida y la vida es eterna.

La vida eterna es el regalo divino del que siempre dispondréis en toda vuestra existencia ya que sois eternos al igual que el Padre Creador de todo cuanto existe.

Amados nuestros, no os dejéis influenciar ni engañar por las apariencias del mundo material, que sólo busca robaros la paz de vuestros corazones, pretendiendo convenceros que morís, cada vez que termináis una experiencia de vida, para continuar en otra incorporación.

Por esta razón debéis entender, que únicamente la forma es la que se desprende de vuestro ser, cual hoja caída del árbol, por consiguiente, os está indicando que habéis concluido esa jornada de aprendizaje en el lugar correspondiente.

Por lo tanto, no debéis tener miedo, ni temor cuando debáis abandonar la forma o vestidura que tengáis, al cambiar vuestra experiencia de vida.

La vida siempre será en vosotros y con vosotros, porque sois vida eterna, es decir, inmortales, jamás morís, sólo regresáis al mundo espiritual de donde vinisteis, porque, así como para entrar al mundo material necesitáis de un cuerpo físico sucede de la misma manera para retornar al mundo espiritual debéis abandonar la vestidura de carne.

Al comprender esta verdad, os dais cuenta que todo cuanto poseéis en el mundo material, han sido instrumentos que os han ayudado en vuestro crecimiento espiritual, y una vez terminada la jornada, debéis abandonarlos al igual, que hacéis con el cuerpo físico, sea la forma que éste tenga.