Читать книгу Pablo VI, ese gran desconocido - Manuel Robles Freire - Страница 3

Оглавление

Prólogo

En estos tiempos nuestros, a toda persona importante, incluido el papa, le aplican el microscopio periodístico para conocer de qué madera está hecho el personaje. Hoy la gente quiere conocer las cualidades del papa, sus estudios, la familia de la que procede, sus amigos, e incluso sus debilidades. Como dice un amigo mío periodista: «El único amor del público por un personaje es conocer cada vez mejor su intimidad».

En la España de los 70, Pablo VI «olía a azufre», porque en aquellos tiempos iban muy unidos el catolicismo con la forma de gobierno que existía en nuestra nación, donde mandaba, sin ninguna discusión, el general Franco. Y no se entendía el estilo de un obispo, como Montini, que creía y defendía la democracia. Los españoles no conocemos bien al papa Montini, solo conocemos su caricatura, y en los periódicos y en la radio se le conocía como «el cardenal antiespañol», porque esta fue la propaganda del régimen de Franco sobre Montini.

Me he encontrado –leyendo papeles y libros sobre su vida– que cuando terminó sus estudios de bachiller en el Instituto Arnaldo de Brescia, con 18 años, sus compañeros «le recordarían como el que mejor hacía las cosas en el aula, pero, sobre todo, como el que demostraba su valía en ser buen amigo y en servir a los demás».

Tengo que decir que fue el papa de mis primeros años de sacerdote, pero al que conocí muy poco, y casi siempre bajo clichés deformantes. He rebuscado en su biografía personal del ahora nuevo beato Pablo VI –beatificado el 19 de octubre de 2014 por el papa Francisco– para dar a conocer un poco mejor su categoría humana y espiritual.

Si tuviera que resumir en una frase su vida, lo haría con una frase «montiniana» que aparece muchas veces en su vida: «No quiero condenar a nadie, solo encontrarme con la gente y dialogar con el mundo moderno y cambiante».

Amigo lector, te dejo con el papa Montini.

Manuel Robles

Pablo VI, ese gran desconocido

Подняться наверх