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Capítulo 2
Envejecimiento en un grupo de académicas del Instituto Politécnico Nacional (IPN)

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Guadalupe Estela Zavala Pérez

Centro Interdisciplinario de Ciencias de la Salud Milpa Alta

Instituto Politécnico Nacional

Gloria Berenice Rodríguez Belmonte

Centro Interdisciplinario de Ciencias de la Salud Milpa Alta

Instituto Politécnico Nacional

María Fernanda Guerrero Zavala

Escuela Nacional de Antropología e Historia

Introducción

En las últimas décadas se vive una transición demográfica como consecuencia del crecimiento de la población de 60 años y más, resultado del aumento en la esperanza de vida, el descenso en la tasa de mortalidad y de fecundidad. El envejecimiento demográfico involucra un cambio en la estructura por edad que se expresa en un aumento de las personas en edad avanzada. En el 2012 de acuerdo con el Fondo de Población de Naciones Unidas (UNFPA, por sus siglas en inglés) reportó que el 11.5% de la población mundial corresponde a este grupo etario, mientras que en las regiones más desarrolladas llega a ser de 22.6% y sus proyecciones indican que para el 2050 uno de cada cinco habitantes en el planeta (21.2%) tendrá 60 años y más y en las regiones menos desarrolladas será de 19.5%, es decir, casi el nivel que actualmente se observa en las regiones más desarrolladas, en éstas, una de cada tres personas (32%) será un adulto mayor. En México, la tendencia actual de envejecimiento poblacional apunta que para el 2030 habrá 15.3 millones de mexicanos mayores de 65 años (INEGI, 2013).

El proceso de envejecimiento tiene un orden jerárquico establecido por los niveles de organización celular, tisular, orgánico y sistémico, entre otros, que conlleva a un envejecimiento estructural y funcional, visión eminentemente biologicista, sin embargo, este proceso está en interacción con aspectos socioculturales y psicológicos, lo que permite pensar que el envejecimiento va más allá de la perspectiva anatómica y/o fisiológica (García, 2012). La industrialización y la modernización han impactado en la forma en que la sociedad mira a este grupo asignándole sentido de desvalorización y discriminación por su deterioro físico, mental y social, viviendo en abandono y con sentimientos de soledad, condición que ha sido naturalizada socioculturalmente. Esta condición puede variar en el caso de las mujeres académicas trabajadoras ya que generan diversas expectativas frente a la construcción de su vejez asociada a la jubilación.

Es importante resaltar que el término “vieja o viejo” es una categoría sociocultural cuyo significado es cambiante en su historicidad, de esta manera se ha decidido utilizar en esta investigación el término de mujeres mayores, para eliminar cualquier clase de connotación negativa que reafirme el temor a la vejez, a la enfermedad, a la soledad y a la muerte. De acuerdo con Osorio (2006), al referirnos a envejecimiento resulta inevitable ligarlo al círculo de vida en el cual se denomina “viejos y viejas” en función de cómo se ha vivido en el sentido de “hacerse así mismo”, es decir, que el sujeto se va apropiando de los cambios, significados y experiencias de la vida cotidiana que conforman su trayectoria de vida. Con base en lo anterior, surge el interés en conocer cómo ha impactado la trayectoria académica y laboral en las mujeres trabajadoras politécnicas en la construcción de su vejez a más de 30 años de servicio.

El acceso de las mujeres a la ciencia ha sido un camino difícil de conquistar, fundamentalmente antes de finales del siglo XIX; sin embargo, a pesar de las prohibiciones que tuvieron para su acceso a las universidades, es innegable que han participado en la transferencia y construcción del conocimiento científico y tecnológico, ya que son poseedoras del saber, un saber de vida y para la vida, un saber que pocas veces ha sido reconocido por la ciencia oficial (Solsona, 2003), la ciencia está tradicionalmente ubicada en el ámbito androgénico y por tanto son los hombres los que “hacen y estudian ciencia”; en México, la incorporación de las mujeres al campo de la ciencia y la tecnología se fortalece en 1936 con la creación del Instituto Politécnico Nacional donde se privilegia la coeducación (Ballarín, 1993). El ingreso de las mujeres a las Instituciones de Educación Superior (IES) representa un capital académico expresado en conocimientos, habilidades, destrezas y valores en las tareas de docencia, investigación, y difusión del conocimiento. A pesar de esto, las mujeres han tardado en ocupar cargos de decisión en el campo laboral debido a las desigualdades, jerarquías, y por tanto, relaciones de poder, producto de un largo proceso histórico de construcción social (Scott, 2000); adicionalmente, algunas mujeres perciben una barrera invisible en la carrera laboral difícil de atravesar, que les impide seguir avanzando profesionalmente, constructo sociocultural, al que Burín (2003) denominó “techo de cristal” en el siglo XX. El ingreso de las mujeres a las IES no aseguró su individualidad y autonomía, al quedar inscritas bajo el tutelaje de los hombres, y por tanto, subordinadas tanto en el ámbito público como en el privado, perpetuándose en el imaginario social el sistema mujer-hogar-privada, hombre-trabajo-público; es hacia los años 70 del siglo pasado, con el movimiento de la mujeres en la búsqueda al reconocimiento de sus derechos universales que van logrando alejarse del tutelaje de los hombres, basando su autoestima en su autonomía e independencia (Fernández, 1993).

Contexto

La investigación se realizó en el Centro Interdisciplinario de Ciencias de la Salud-Unidad Milpa Alta (CICS-UMA) unidad académica del área médico-biológica perteneciente al Instituto Politécnico Nacional el cual se crea por decreto presidencial en la década de los 70 del siglo XX ofertando seis programas académicos: Enfermería, Medicina, Nutrición, Optometría, Odontología y Trabajo Social, asignándole 700 hectáreas en el kilómetro 39 de la carretera Xochimilco-Oaxtepec en los linderos de los estados de México, Morelos y Ciudad de México (el Distrito Federal) con el propósito de descentralizar la educación superior. El horario de trabajo sería de las 8:00 a las 14:00 horas. Su estructura curricular se sustentó en un Sistema de Enseñanza Modular para superar la falta de integración de las tres actividades sustanciales: investigación, docencia y servicio, para abordar los problemas concretos de la comunidad. El profesorado sería guía y facilitador del proceso enseñanza-aprendizaje, integral e interdisciplinario, razón por la cual el profesorado recibió una formación y/o actualización docente. Este centro representó una fuente de trabajo para jóvenes recién egresados de universidades, que vieron en él una oportunidad de desarrollo profesional y personal obteniendo desde su ingreso tiempo completo y exclusivo en una institución de vanguardia en materia de salud (IPN, 1979). La presente investigación, con perspectiva de género, es producto del interés por explorar la experiencia del envejecimiento de un grupo de mujeres académicas de 60 años y más, con una antigüedad laboral de más de 30 años en el CICS-UMA. La pregunta que guía es: ¿Por qué las académicas de 60 años y más no se han jubilado?

Objetivo general

Analizar la construcción social del envejecimiento-jubilación de las académicas mayores de 60 años del CICS-MA.

Metodología

Debido a la complejidad del sujeto/objeto de estudio recurrimos al uso de la metodología exploratoria mixta. Aplicamos una encuesta para obtener datos sociodemográficos, solicitamos información al Instituto Federal de Acceso a la Información (IFAI) para conocer las condiciones académico-administrativas y tener una “radiografía” de las académicas (García de León, 2001). Realizamos una entrevista guiada para conocer su historia de vida (Bock, 2005), éstas permitieron la articulación de datos cuantitativos y cualitativos, para construir categorías de análisis. El universo de estudio fue de 12 académicas de 60 años o más con una antigüedad mayor a 30 años de servicio en el IPN.

La primera parte del estudio descansa en una serie de datos duros resultado de una encuesta aplicada a toda la planta docente del CICS-UMA, complementada con datos emitidos por el Instituto Nacional de Acceso a la Información (INAI, 2014) a partir de éstos seleccionamos al universo de estudio para las entrevistas. La segunda parte del estudio consistió en entrevistas guiadas que fueron grabadas y transcritas para descubrir la vida cotidiana y extraer los que parece invisible y hacerlo documentable (Calvo, 1990; Geertz, 1997). Con el propósito de cuidar rigurosamente los aspectos éticos de esta investigación las participantes fueron informadas sobre la naturaleza del estudio (consentimiento informado), aclarando que se trataba de un proyecto de investigación y garantizando que la información obtenida sería absolutamente confidencial y usada para fines estrictamente de investigación, omitiendo los nombres para guardar el anonimato sustituyéndolos por siglas, edad de las participantes y número de entrevista.

Resultados

Las 12 académicas nacieron en la década de los 50, en la posguerra, egresaron de escuelas de prestigio del IPN como la Escuela Nacional de Ciencias Biológicas y la Escuela Superior de Medicina, así como de la Facultad de Ciencias de la UNAM, ingresaron al CICS-UMA en la década de los 70, siendo desde entonces su único trabajo, fueron tuteladas por los fundadores del centro para formarse como profesionales de la educación superior logrando tiempo completo, máxima categoría, condición que les favoreció para realizar estudios de posgrado y su ingreso al sistema de becas.

Cuadro 1. Datos Académico-Administrativos-Sociodemográficos de las académicas del CICS-UMA.


Fuente. Encuesta-Datos del INAI 2014. Sueldo mensual corresponde al concepto 07; Entrevista guiada 2014 y datos del INAI 2014.

En la actualidad cuentan con 60 años o más y han laborado en este centro por más de 30 años, en general son reconocidas por pares, estudiantes y autoridades. La edad cronológica promedio de este grupo de académicas es de 63 años, el 85% residen en la Ciudad de México, realizaron estudios de posgrado en dos periodos un grupo inmediatamente después de la licenciatura y el otro cuando terminaron con la crianza de sus hijos/as o bien cuando quedaron viudas o divorciadas, la mayoría se casaron con compañeros de trabajo cuando éstos ocupaban cargos administrativos como jefes de departamento o subdirectores, datos de la entrevista, todas son becarias y realizan actividades de docencia e investigación, en cuanto a su estado de salud, el principal padecimiento es dolor en articulaciones de la columna vertebral, cadera y extremidades inferiores (Véase Cuadro 1).

Categoría de Análisis. Narraciones

 Pasión o adicción por el trabajo académico

A mí me ofrecían trabajo en la superior de medicina… pero cuando ingresé a esta escuela me enamoré del proyecto CICS y me dije… eso es lo que yo quiero hacer… dar clases, ir a las comunidades y a los hospitales y no dudé en aceptar quedarme a trabajar en el CICS” (MM1, 68).

“Para mí, el trabajo en el CICS no es trabajo imagínate después de tanto años de estar aquí la experiencia que he adquirido… hoy creo que disfruto como nunca dar mis clases… dar clases me resulta terapéutico(EE5, 63 años).

Siento una enorme felicidad cuando veo que los estudiantes me buscan, me saludan con afecto a veces hasta con cariño… como dicen aquí conformamos una gran familia… sabemos de nuestros problemas, y de nuestras alegrías” (JM2, 63).

 El contexto un lugar un tiempo

El ambiente del CICS es único, siempre diferente, a veces frío, otras veces está nublado, lluvioso, soleado… me gusta y relaja este lugar, propicia a trabajar(BM6, 63).

“El ambiente y horario también influyen para no jubilarme… y aquí es totalmente diferente, el ambiente, la naturaleza, todo es completamente diferente” (EM3, 64).

“El CICS es un lugar maravillosoel campo, el olor a tierra mojada, los volcanes, el clima es un lugar verdaderamente hermoso… en un día tenemos todos los climas” (LM8, 62).

“Los espacios abiertos del CICS me dan una sensación de libertad, ver las montañas, los árboles, ir de un edificio a otro es reconfortante” (LM3, 62).

 Fuente de juventud

“Me siento joven para poder continuar en la institución… el trato de los estudiantes lo pondría como número uno, me genera emoción, satisfacción, ver sus caritas sorprendiéndose… entonces me siento útil para ellos” (EM3, 63).

“Los estudiantes nos rejuvenecen cuando me reúno con compañeros de generación (médicos) los veo más envejecidos que yo, tal vez porque ellos están en contacto con el dolor y el sufrimiento en el hospital en cambio yo… estoy con los jóvenes” (CM4, 64).

 Transferencia de los espacios público y privado

“La ventaja de que mi esposo trabaje aquí es que nos apoyamos…compartir el transporte hace que economicemos, él me apoya manejando a diario porque venimos desde Cuautla… yo lo apoyo organizando sus documentos para las becas formamos un equipo… me siento segura que esté aquí… sin embargo en otros aspectos procuramos delimitar lo personal de lo laboral(LM9, 62 ).

“Pero tengo la ventaja de que mi esposo trabaja aquí, también mi hermano y mi cuñada, así que hacemos equipo tanto para trabajar como para trasladarnos, para desayunar juntos todos los días, para cubrirnos con los grupos cuando tenemos algún problema y alguno no puede asistir, lo que nos facilita el trabajo… bueno en ocasiones lo dificulta” (BM6, 63).

 Autonomía Económica

“Pues sería justo que tuviéramos una remuneración adecuada…porque muchos de nosotros estamos ya en tiempo de jubilarnos, no lo hacemos porque al jubilarse merma el sueldo…y algo que me complace y hace sentir segura es ser autosuficiente económicamente(BM6, 63).

“Lo económico no es factor que influya en mi decisión para jubilarme… en este momento considero que es la riqueza de todos los años de trabajo, del conocimiento y experiencia adquirida…estoy porque quiero…para seguirme superando, seguirme preparando y siempre hay tiempo para todo” (EM3, 64).

 El círculo vital fuente de experiencia y autoestima

“Yo me considero con mucha experiencia sobre todo en mi disciplina, me gusta mucho ver los adelantos en ciencia y tecnología, lo que hay sobre actualizaciones, eh…siento que avancé muchísimo no sólo el conocimiento de bioquímica también en las nuevas tecnologías y su uso…hoy aprendemos juntos estudiantes y profesores, el aprendizaje es tanto para ellos como para mí… disfruto(LM9 62).

“Al CICS le debo mi formación integral como docente, como investigadora, pero sobre todo como ser humano… estoy profundamente agradecida por todo lo que he logrado gracias a mi escuela, hasta marido encontré aquí (se ríe)” (EE5.63).

 Percepción cronológica de la edad y condición de salud

“… actualmente ya me canso más… pero procuro tomar materias que no tengan un mayor grado de dificultad. Si ahorita me dicen… te vamos a poner a dar bioquímica yo creo que yo diría no, no, porque sería un desgaste… ya no(LM9, 62).

… yo me siento bien en la escuela, por momentos cansada sobre todo porque me levanto muy temprano… pero siento una enorme felicidad cuando veo que los estudiantes me buscan, y lo mismo siento con mis compañeros, como dicen aquí conformamos una gran familia” (EE5, 63).

“Me jubilaría en caso de que estuviera enferma o ya no me pudiera mover, porque no me gustaría llegar en silla de ruedas causando lástima(JM2, 63).

 Identidad de mujer mayor y expectativas frente a la jubilación

“…sería justo que el salario con el que nos jubilemos sea el adecuado para tener una vida digna… como plan de vida pondría un negocio de flores y viajaría mucho… porque vivo sola” (BM6, 63).

“Yo calculo que en unos tres años tener un plan de vida…pondría un negocio para mi hijo… y que me pase una pensión… soy viuda…vivo muy bien, mis necesidades están cubiertas…espero no enfermar de algo incapacitante porque si así fuera por supuesto que me jubilaría… hace poco me operaron quedé perfectamente bien…soy una persona sana(LM9, 62).

Discusión y conclusiones

Este grupo de mujeres recién egresadas de universidades en la década de los 70 vieron en el CICS-UMA la oportunidad de un trabajo que les brindaba condiciones favorables resultado de la feminización de las IES como señala Ballarín (2003); tiempo completo, categoría alta, becas, así como profesionalizarse y formarse como docentes-investigadoras accediendo al sistema de becas, aumentando su ingreso económico, y por tanto, su nivel de vida y movilidad social. Un elemento que ha favorecido su permanencia es el horario de trabajo del CICS de ocho a catorce horas, mismo que resulta conveniente para realizar otras actividades entre ellas las propias del hogar, así como la convivencia familiar lo que les permite guardar un “equilibrio” entre lo público y lo privado, al parecer estas mujeres como diría Barín están limitadas por los “Techos de cristal” al no ocupar los puestos de poder a pesar de ser exitosas académicas.

Este grupo de mujeres dedican más tiempo a su labor académica especialmente a la docencia donde se sienten plenas, felices, desde los mandatos sociales siguen expresándose como: mujeres-educadoras, mujeres-madres, mujeres-cuidadoras reforzando la eterna dicotomía naturaleza-feminidad en la que se han construido desde los mandatos de género como señala Scott. Vale la pena enfatizar que gozan de tiempo libre debido a que algunas son viudas y/o divorciadas, además, ya no tienen el compromiso de cuidados hacia la familia especialmente a sus hijos, simplemente porque éstos son mayores de edad y han alcanzado su independencia económica y social. Aun cuando la edad cronológica de estas mujeres señala que han iniciado un proceso de envejecimiento, éste se enmarca en un constructo social donde relacionan el envejecer con la experiencia, vitalidad y plenitud de vida, haciendo énfasis en la interacción permanente con la juventud de los/as estudiantes y con el ambiente geográfico del lugar que “las rejuvenece” expresándose la relación naturaleza-mujer como lo señala Fernández (1993).

Bajo esta percepción van construyendo una identidad de mujeres mayores, trabajadoras, autónomas, que se visualizan con un plan de vida de jubilación que tiene que ver con viajar y establecer un negocio y no con labores domésticas, condición que está reforzada porque el ámbito público es una extensión de lo privado al compartirlo con familiares (esposos, hijas/os, hermanos/as, cuñadas/os) su tiempo y espacio, alimentos, actividades personales y profesionales. Es evidente su capital social, político y económico, reflejado en el reconocimiento por parte de la comunidad académica, la independencia económica, el alejamiento del tutelaje y la percepción de que gozan de un “buen estado de salud” no incapacitante. Las narraciones dejan ver su autoestima reforzada por su desarrollo personal y profesional que se traduce en no tener entre sus propósitos inmediatos jubilarse, y seguir trabajando hasta que su “estado de salud se los permita” lo cual tiene una implicación social, cultural, económica, administrativa y política para el IPN.

Finalmente, el mayor desafío que se enfrentó con esta investigación fue comprender a los actores y la vida cotidiana, así como descubrir lo invisible de la misma, como señala Calvo (1999) y Geertz (1997) hacer “que lo familiar se convierta en extraño, hacer de un lugar común uno problemático, hacer visible lo invisible y por tanto sistemáticamente documentable”. Frente a las experiencias de vida laboral de estas mujeres, se pueden identificar determinados elementos que contribuyen a la construcción de su identidad de mujeres mayores, así como sus expectativas y valoraciones frente a la jubilación dando cuenta de cómo visualizan su vejez las académicas del CICS-UMA.

Referencias

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Ballarín, P. (1993). El mito de la coeducación. En Ramos García comp. El camino hacia una escuela coeducativa. Cuadernos de cooperación educativa (3). Sevilla: Publicaciones M.C.E.P. pp 119-128.

Burín, M. (2003). El techo de cristal en la carrera laboral de las mujeres. México: UNAM-X.

Calvo, B. (1990). Algunas reflexiones en torno a la investigación en las ciencias sociales. México: ICSA. Universidad Autónoma de Ciudad Juárez: México.

Fernández, A.M (1993). La mujer de la Ilusión. Buenos Aires: Paidós.

Fondo de Población de Naciones Unidas (UNFPA) (2012). Estado de la población mundial 2012, https://www.unfpa.org/es/publications/estado-de-la-poblaci%C3%B3n-mundial-2012

Geertz, C. (1997). El antropólogo como autor. España: Paidós.

García De León, M.A. y García de Cortázar, M. (2001). Las académicas. Profesorado universitario y género. Madrid: Instituto de la Mujer.

García, M. (2012). Vejez con perspectiva de género a propósito del Día Internacional de la Mujer. Instituto Geriatría de México Recuperado de: http://www.geriatria.salud.gob.mx/el 22 de mayo del 2015

Instituto Nacional de Acceso a la Información (INAI) (2014). Encuesta de datos, México.

Instituto Nacional de Estadística y Geografía, (INEGI) (2013). Cuéntame Población, http://cuentame.inegi.org.mx/poblacion/habitantes.aspx?tema=P

Instituto Politécnico Nacional (IPN) (1979). CICS Libro Azul. México: IPN.

Osorio, P. (2006). Abordaje antropológico del envejecimiento y el alargamiento de la vida en Trabajo desarrollado en el marco del proyecto CONICIYT-Banco Mundial Anillos en Ciencias Sociales ACS-33. Chile.

Solsona, N. (2003). El saber científico de las mujeres. Madrid: Talesa.

Miradas de la vejez: calidad de vida, identidad, violencia y trabajo

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