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LA CHICA DE LOS GIRASOLES

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Ella colectaba versos con girasoles

al sonido del canto de los caracoles.

Caminaba descalza entre las hojas,

estos eran testigos de sus congojas.

A veces tenía días tristes

y preguntaba al cielo ¿por qué te fuiste?

Con ternura las flores la abrazaban

y alrededor de ella con amor danzaban.

Cada día adornaba su pelo con un girasol;

maquillaba su rostro con reflejos del sol,

esperando siempre el día que el regresaría

para abrazarla y volver a besarla.

Esta chica vive en su propio resplandor;

jamás se queja y da gracias al creador.

Espera ese vals entre los sembradíos,

de ese que prometió nunca decirle adiós.

La chica de los girasoles,

colecta versos con caracoles.

Yo, una flor en el desierto

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