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LOS POLACOS LLEGAN A CHUBUT

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Los polacos que arribaron a los Territorios Nacionales del Norte y la Patagonia, hacia fines del siglo XIX, procedían de las mismas regiones o provincias, llegaron por contactos previos con familiares o paisanos, en forma espontánea o con apoyo del gobierno nacional. El 8 de junio16 de 1897, el primer grupo de polacos procedentes de la Galitzia oriental17 se trasladó a “las tierras cálidas de la provincia de Misiones”, en Apóstoles, donde a través del esfuerzo comunitario, lograron paz y trabajo18. Es también a fines del 90 que llegan los primeros polacos a territorio chubutense, pero no solo como colonos sino también como parte de comisiones científicas que recorrían la zona andina.

Así, en la zona cordillerana del suroeste de la Provincia del Chubut, en el actual departamento Río Senguer, arribó en 1896 el naturalista Julio Germán Koslowsky19, polaco de origen, como parte de la expedición del perito Francisco Moreno20. Desde que llegó a nuestro país formó parte del Museo de La Plata21 desarrollando tareas sobre mineralogía patagónica y participó de exploraciones junto a Clemente Onelli22. Este conocimiento despertó en él la idea de fundar una colonia agrícola-ganadera de polacos en la zona de Los Huemules, al suroeste del Chubut. Esta idea la llevó a cabo junto a su familia y un núcleo pequeño de familias polacas que se aventuraron en suelo chubutense. Viajaron desde Buenos Aires hasta Puerto Madryn, y de allí en lentas carretas, llegaron a Lago Blanco –el lugar elegido– luego de tres meses de marcha. Aquellas familias, en su camino desde el valle de Trelew a la zona elegida, fueron parte de los primeros colonos que poblaron la Colonia Ideal, hoy Sarmiento23, a partir de 1890. Así Francisco Pietrobelli en su diario relata:

Un lindo día (octubre de 1898) el primero de verdadera alegría para mí, diviso una caravana que viene marchando en dirección a nuestro campamento, se componía de ocho grupos de familias, que llenas de fe se decidieron a abandonar el Valle del Chubut, con sus animales, carros, útiles, provisiones, etc. Cinco de ellas eran galeses y las otras tres polacas24.

Este proyecto colonizador se frustró, los colonos atemorizados por la soledad y las distancias abandonaron el lugar. A pesar de ello, Koslowsky se quedó y conformó el establecimiento ganadero denominado Estancia “Monte Solo”. Este intento de asentamiento polaco no figura como tal en los expedientes de tierras, sino como ruso. Más allá de su nacionalidad, nadie discute su pertenencia cultural, que fue polaca, y hoy, en reconocimiento de su temprana presencia en la zona, la toponimia cuenta con el denominando “Valle Koslowsky”, por la actuación de este migrante, que falleció en 1923.

A los primeros pioneros polacos siguieron otros en el territorio del suroeste chubutense, aunque muchos figuraron con otra nacionalidad. Se dedicaron predominantemente a las actividades agropecuarias, fundamentalmente a la cría de ganado lanar. Así se registran para ese período nombres como: Basilio Bestilnij, austriaco, casado, residente desde 1912 con su familia; Julio S. Hutnik, austriaco, casado, ocupante desde 1916; Juan Bestilnij, austriaco; Alejandro Bestilnij, austriaco; Luis Selesk, austriaco; Tomás Hutnik, austriaco, residente desde 1919 en la zona de Dr. Ricardo Rojas; Francisco Hutnik, austriaco, datos de 1917; Rosalía Hutnik, austriaca, pobladora de 1919; José Hutnik, austriaco, poblador desde 1917; Vicente Sareica, polaco, poblador de 1919. Posteriormente, y de acuerdo a las fuentes consultadas25, Bestilnij, Hutnik y Selesk figuran como ciudadanos polacos.

En comparación con otros territorios nacionales del norte en los cuales para 193726 se registraban más de 3500 polacos en las zonas rurales –Misiones con 2537 y Chaco con 1162 polacos–, en Chubut figuraban solamente 12 polacos. A diferencia de otras zonas geográficas, los polacos que se aventuraron en el espacio patagónico mayoritariamente se concentraron en zonas urbanas. Así, Comodoro Rivadavia fue el lugar elegido, principalmente, por aquellos polacos que habían tenido experiencias laborales similares en su país de origen o que fueron contratados, directamente en Europa, por sus conocimientos como perforadores.

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