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2. Diafragma cervical

Anatomía

En el diafragma cervical se engloban las fascias viscerales, la musculatura de cuello y nuca, las fijaciones ligamentarias de pulmones y corazón, así como los vasos y órganos cervicales ( figuras 2.1-2.4).


Figura 2.1 (a) Relaciones de las fascias en el cuello, vista frontal [38d].


Figura 2.1 (b) Relaciones de las fascias en el cuello, vista lateral [38d].


Figura 2.2 Musculatura suprahioidea e infrahioidea en vista frontal [38d].


Figura 2.3 Cuello en vista lateral derecha, capa epifascial con punto nervioso y plexo cervical superficial (innervación sensitiva de cuello y hombros [C2-C4]) [38d].


Figura 2.4 Hueso hioides, laringe e inicio de la tráquea con la glándula tiroides en vista frontal [38d].

Exploración

Anamnesis

Patologías orgánicas

•Trastornos vagotónicos: Cefaleas, trastornos de deglución, patologías viscerales.

•Trastornos simpaticotónicos: Trastornos cardíacos, p. ej., taquicardia, trastornos circulatorios, trastornos respiratorios, trastornos de la visión (miosis).

•Patologías vasculares: En las extremidades superiores y el cráneo.

•Trastornos de la circulación linfática: Hinchazón en extremidades inferiores y el abdomen.

•Patologías pulmonares: Enfermedades broncopleuropulmonares, p. ej., bronquitis crónica, adherencias después de pleuritis o neumotórax.

•Después de radioterapia o quemaduras en la zona de cuello y tórax.

•Trastornos vertebrobasilares: Vértigo, náuseas, cefaleas, pérdida de visión (centro cilioespinal de Budge C8-D2).

Patologías del aparato locomotor

•Dolores en la charnela cervicotorácica.

•Contracturas en la región del cuello

•Cervicobraquialgia con dolores que irradian hacia las articulaciones de hombros y brazos.

•Síndrome del desfiladero torácico.

•Bloqueo de costillas (síndrome de Tietze).

•Contracturas fasciales (fascias superficial, media y profunda del cuello).

Prueba de Soto-Hall o prueba de la arteria radial


Figura 2.5 Abducción del brazo, con el codo flexionado en 90o.

Posición inicial del paciente. El paciente está sentado en la camilla.


Figura 2.6 Paciente sentado.

Posición inicial del terapeuta. El terapeuta está de pie detrás del paciente. La mano derecha sostiene el antebrazo distal del paciente desde el lado cubital. Los dedos se sitúan en la arteria radial. Evaluación de la calidad de pulso ( figura 2.5a).

Ejecución. Abducción del brazo del paciente en posición relajada. El codo se encuentra flexionado en 90o. ( figura 2.5b).

Información

•Calidad idéntica: Hallazgo normal.

•Reducción de la calidad o pulso no palpable: Tensiones de la fascia por debajo del hombro; eventualmente, trastornos parietales o viscerales.

•Aumento de la calidad o pulso más palpable: Tensiones de las fascias por encima del hombro; eventualmente, trastornos parietales o viscerales.

Palpación diagnóstica de las fascias


Figura 2.7 La mano derecha se apoya sobre el pectoral derecho.

Posición inicial del paciente

•El paciente está sentado apoyado en el terapeuta o se sitúa en decúbito supino.

•El brazo derecho se encuentra en abducción de unos 30o.

•La cabeza se mantiene con la máxima tensión posible de los tejidos.


Figura 2.8 Paciente sentado.

Posición inicial del terapeuta

•El terapeuta se sitúa de pie detrás del paciente.

•La rodilla, colocada debajo de la axila derecha, sirve de apoyo al paciente e impide los movimientos de evitación.

•La mano derecha se apoya sobre el pectoral derecho. La mano izquierda se sitúa sobre el hueso temporal del mismo lado y el antebrazo, delante de la frente del paciente.

Ejecución. La mano derecha mantiene el contacto con la piel y se mueve en dirección de caudal a lateral hasta la barrera (fin de la elasticidad de los tejidos) ( figura 2.7).

Información

•Información sobre la elasticidad de las fascias cervicales.

•Hallazgo normal: Tensión y capacidad de estiramiento simétrica de las fascias.

Palpación diagnóstica de las fascias (variante)


Figura 2.9 El terapeuta desplaza la mano izquierda en sentido caudal.

Posición inicial del paciente

•El paciente adopta una posición en decúbito supino, relajada.

•Los brazos descansan al lado del cuerpo.

•Las piernas están ligeramente flexionadas.


Figura 2.10 Paciente en decúbito supino.

Posición inicial del terapeuta

•El terapeuta se sienta a la cabeza del paciente.

•Dirige la cabeza del paciente en rotación derecha, alejándola del lado que se va a examinar.

•El pulgar izquierdo se sitúa debajo de la clavícula izquierda en el músculo pectoral.

•La mano derecha es el punto de fijación y se coloca en el hueso temporal del lado derecho. Los dedos se encuentran en abducción.

Ejecución. La mano izquierda mantiene el contacto con la piel y se mueve en dirección desde caudal, caudolateral o caudomedial hasta el final de la elasticidad de los tejidos ( figura 2.9).

Información

•Información sobre la elasticidad de las fascias cervicales.

•Hallazgo normal: Tensión y capacidad de estiramiento simétricas de las fascias.

Círculo de palpación


Figura 2.11 El terapeuta palpa las partes blandas. 1. Suelo de la boca. 2. Hueso hioides. 3. Cartílago tiroideo. 4. Cartílago cricoides. 5. Glándula tiroides. 6. Incisura o escotadura yugular. 7. Cresta del esternón-2.a costilla. 8. M. subclavio. 9. Esternocleidomastoideo. 10. Punto nervioso. 11. Apófisis transversa C1. 12. Articulación temporomandibular. 13. Escotadura o agujero supraorbitario. 14. Agujero infraorbitario. 15. Agujero mentoniano. 16. Glándula submandibular. 17. Glándula parótida y músculo masetero. 18. Arteria carótida. 19. Vena yugular.

Posición inicial del paciente

•El paciente se sitúa en decúbito supino.

•Las piernas están flexionadas y elevadas.

•La cabeza reposa sobre una almohada plana.


Figura 2.12 Paciente en decúbito supino.

Posición inicial del terapeuta

•El terapeuta se encuentra sentado a la cabeza del paciente.

•Las puntas de los dedos de ambas manos se colocan sobre las partes blandas cervicales.

Ejecución. Los dedos palpan el estado de las partes blandas desde medial hasta lateral, comparando ambos lados ( figura 2.11).

Información. Se comparan el tono de los diferentes músculos cervicales y sus estructuras, y se registran las alteraciones patológicas de las estructuras.

Palpación adicional

•Sínfisis mentoniana.

•Musculatura del suelo de la boca (músculos genihioideo y milohioideo).

•Hueso hioides.

•Cartílago tiroides.

•Cartílago cricoides.

•Musculatura infrahioidea.

•Tiroides.

•Incisura yugular.

•Ángulo esternal.

•Segunda costilla.

•Músculo subclavio.

•Articulación esternoclavicular.

•Esternocleidomastoideo.

•Punto nervioso.

•Apófisis mastoides.

•Apófisis transversa de C1.

•Articulación de la mandíbula.

•Músculo temporal.

•Músculo frontal.

•Agujero supraorbitario.

•Ojos.

•Agujero infraorbitario.

•Agujero mentoniano.

•Músculo digástrico.

•Glándula submandibular.

•Músculo pterigoideo medial.

•Músculo masetero.

•Glándula parótida.

•Arteria carótida.

•Vena yugular.

•Musculatura prevertebral.

Palpación de las partes blandas


Figura 2.13 Movilización fascial multidireccional en el conducto auditivo externo.

Posición inicial del paciente

•El paciente está en decúbito supino.

•Las piernas, flexionadas y elevadas.

•La cabeza se apoya sobre una almohada plana.


Figura 2.14 Paciente en decúbito supino.

Posición inicial del terapeuta

•El terapeuta está sentado detrás de la cabeza del paciente.

•Las puntas de los dedos índices entran en contacto con el meato acústico externo.

Ejecución. Las puntas de los dedos mueven las fascias del conducto auditivo en diferentes direcciones ( figura 2.13).

Información. Estado de elasticidad de las fascias.

Puntos reflejos del cráneo


Figura 2.15 Localización de los puntos reflejos craneales (puntos épsilon de la craneopuntura Yamamoto): 1. Intestino grueso, 2. San Jiao (Triple calentador), 3. Intestino delgado, 4. Estómago, 5. Hígado, 6. Bazo, 7. Vesícula biliar, 8. Riñón/Vejiga.

Posición inicial del paciente

•El paciente adopta una posición en decúbito supino, relajada.

•Las piernas están flexionadas y elevadas.

•La cabeza reposa sobre una almohada plana.


Figura 2.16 Paciente en decúbito supino.

Posición inicial del terapeuta

•El terapeuta está sentado a la cabeza del paciente.

•Las puntas de los dedos anulares entran en contacto con el ángulo que se forma entre el arco y el hueso cigomático. El punto doloroso es el intestino grueso ( figura 2.15, 1).

Ejecución

•En esta posición inicial, se sitúan el dedo índice y el mediano en una línea horizontal.

•Se utiliza el dedo índice como punto de rotación y se colocan las puntas de los tres dedos verticalmente al eje longitudinal del paciente. Así se localizan los puntos 3, 4 y 5 ( figura 2.15).

•Cada uno de los dedos se desplaza 1 cm (anchura de un dedo) en dirección caudal, con lo que se localizan los puntos 2-6 y 7.

•Los dedos índice y mediano se desplazan 1 cm en dirección caudal para llegar a los puntos 1 y 8 ( figura 2.15).

Información. El dolor local puede relacionarse con una disfunción en el órgano correspondiente.

Palpación de la musculatura prevertebral (lado izquierdo)


Figura 2.17 Palpación ventrolateral de la columna cervical y de la musculatura prevertebral.

Posición inicial del paciente

•El paciente adopta una posición en decúbito supino, relajada.

•Los brazos descansan al lado del cuerpo.

•Las piernas se encuentran ligeramente flexionadas.


Figura 2.18 Paciente en decúbito supino.

Posición inicial del terapeuta

•El terapeuta está sentado a la cabeza del paciente.

•La mano derecha entra en contacto con el hueso parietal y gira la cabeza 45o hacia la derecha.

•La muñeca de la mano izquierda en reflejo dorsal se apoya en la camilla.

•Las puntas de los dedos se sitúan detrás del esternocleidomastoideo. Se desplazan en dirección caudal todo lo que permita el tejido ( figura 2.17a).

Ejecución

•La mano derecha gira la cabeza hacia la dirección neutra.

•La mano izquierda palpa el lado ventrolateral de la columna cervical en sentido longitudinal y transversal.

•De este modo, se palpa la musculatura prevertebral ( figura 2.17b).

Información. Dolor y contracturas son típicos en pacientes con síndrome del latigazo.

Búsqueda de interacciones con otros circuitos funcionales y estructurales

Aparato locomotor. Relaciones funcionales:

•Columna cervical.

•Charnela cervicotorácica.

•Articulaciones costotransversales de la 1.a y 2.a costillas.

•Articulación esternoclavicular.

•Articulación acromioclavicular.

Tabla 2.1 Sistema nervioso

Sistema nerviosoSegmentoNervios
SimpáticoC2C5-6C7-D2C7-D2Ganglio cervical superiorGanglio cervical medioGanglio cervical inferior (ganglio estrellado)Centro de Budge (capacidad de visión)
ParasimpáticoC0-C1-C2Par craneal X (nervio vago)
Nervio frénicoC3-C4-C5
Plexo cervicalC2-C4(5)

Estos nervios tienen su zona de inervación a la altura del diafragma cervical e inervan tanto los músculos como las fascias, articulaciones, vasos y órganos del cuello (p. ej, tiroides y laringe) (tablas 2.1 y 2.2).

Tabla 2.2 Relaciones topográficas

Zona afectadaÓrganos/regionesExplicación
Esquelética•Cintura escapular•Articulaciones de la cabeza•Columna cervical•Columna torácicaPara que la función del diafragma cervical se desarrolle normalmente es imprescindible que no haya problemas de movilidad
Visceral•Corazón•Pulmón•Tiroides•Laringe•FaringeLos órganos mencionados están conectados entre sí mediante uniones fasciales, por lo que los trastornos funcionales de un órgano pueden influir sobre otros órganos

Radiología. Para excluir contraindicaciones para el tratamiento osteopático.

Analítica. Para excluir infecciones.

Tratamiento

Fascias cervicales


Figura 2.19 Espiración profunda durante la respiración paradójica.

Indicaciones

•Adherencias y pérdida de elasticidad de las fascias cervicales.

•Enfermedades pulmonares y bronquiales, p .ej., asma.

•Trastornos circulatorios en las extremidades superiores.

Posición inicial del paciente

•El paciente está en decúbito supino, con las piernas estiradas.

•El cuello está inclinado y girado hacia el lado que no debe ser tratado.

•El brazo del lado que se va a tratar está estirado en dirección caudal, con las muñecas en extensión.


Figura 2.20 Paciente en decúbito supino.

Posición inicial del terapeuta

•El terapeuta está sentado a la cabeza del paciente.

•La mano del lado del tratamiento fija la cabeza.

•La cabeza se sitúa de tal modo que las fascias cervicales experimenten una pretensión.

Ejecución. La espiración profunda produce un primer efecto terapéutico en las fascias cervicales ( figura 2.19, 1). El efecto aumenta a lo largo del tratamiento:

•Durante la fase de espiración, el paciente estira el brazo siempre en dirección caudal ( figura 2.19, 2).

•El tratamiento finaliza con la última espiración, en la que el paciente empuja el vientre hacia delante/arriba (respiración paradójica) ( figura 2.19, 3).

Efecto. Normalización de las fascias cervicales.

Tratamiento de la laringe


Figura 2.21 Desplazamiento lateral de la laringe hacia ambos lados.

Indicaciones

•Trastornos de la deglución.

•Contracturas y adherencias en la zona laríngea.

•Disfunción tiroidea.

•Tras intervenciones quirúrgicas en la zona del cuello.

•Después de radioterapia.

Posición inicial del paciente. El paciente se encuentra en decúbito supino.


Figura 2.22 Paciente en decúbito supino.

Posición inicial del terapeuta

•El terapeuta se sitúa lateralmente al paciente.

•Los pulgares y los otros dedos de una mano rodean la laringe.

•La otra mano fija la frente.

Ejecución

•La mano en la laringe desplaza este órgano en dirección lateral ( figura 2.21, 1).

•Esta técnica se efectúa en apnea respiratoria.

•Esta posición se mantiene hasta que el tejido cede.

•Después se realiza el mismo movimiento hacia el otro lado ( figura 2.21, 2).

Efecto

•Relajación y eliminación de adherencias en la zona de la laringe.

Técnica de retención. La movilización de la laringe actúa en las fascias cervicales.

Movimientos rítmicos de vaivén. Los movimientos rítmicos de vaivén de la laringe tienen un efecto de relajación y favorecen la circulación sanguínea.

•Esta misma técnica puede utilizarse con el hueso hioides y el cartílago cricoides.

Tratamiento de la laringe (variante 1)


Figura 2.23 Presión y desplazamiento lateral de los cartílagos laríngeos.

Indicaciones

•Trastornos de la deglución.

•Contracturas y adherencias en la zona laríngea.

Posición inicial del paciente. El paciente se encuentra en decúbito supino.


Figura 2.24 Paciente en decúbito supino.

Posición inicial del terapeuta

•El terapeuta se sitúa lateralmente al paciente.

•Ambas manos rodean la laringe entre el pulgar y el índice.

Ejecución. Las manos se mueven en sentido contrario:

1. Los pulgares presionan suavemente el cartílago lateralmente, en dirección al índice. Los índices fijan el hioides y el cricoides.

2. Los índices presionan ahora el cartílago en sentido contrario, mientras que los pulgares fijan el hioides y el cricoides.

Efecto. Relajación y eliminación de adherencias en la zona de la laringe.

Tratamiento de la laringe (variante 2)


Figura 2.25 Desplazamiento de las manos en sentido contrario sobre la laringe.

Indicaciones

•Trastornos de la deglución.

•Contracturas y adherencias en la zona laríngea.

Posición inicial del paciente. El paciente se encuentra en decúbito supino.


Figura 2.26 Paciente en decúbito supino.

Posición inicial del terapeuta

•El terapeuta se sitúa lateralmente al paciente.

•El pulgar y los dedos de una mano rodean el cartílago cricoides.

•El pulgar y los dedos de la otra mano sujetan el hueso hioides.

Ejecución. Las manos se mueven en sentido contrario manteniendo la posición correspondiente ( figura 2.25).

Efecto. Relajación y eliminación de adherencias en la región de la laringe.

Tratamiento de los senos craneales


Figura 2.27 Presión vibratoria de los dedos sobre el frontal (a) o el maxilar (b).

Indicación. Sinusitis.

Posición inicial del paciente. El paciente se encuentra en decúbito supino.


Figura 2.28 Paciente en decúbito supino.

Posición inicial del terapeuta

•El terapeuta se sitúa a la cabeza del paciente.

•Las puntas de los dedos de ambas manos se colocan sobre el hueso frontal ( figura 2.27a) o sobre el maxilar ( figura 2.27b).

Ejecución. Las puntas de los dedos ejercen una presión vibratoria en círculos o con golpeteos.

Efecto. Drenaje del seno frontal y del seno maxilar.

Tratamiento de la sutura frontonasal


Figura 2.29 Desplazamiento del pulgar y el índice sobre la sutura nasal.

Indicaciones

•Sinusitis.

•Obstrucción nasal.

Posición inicial del paciente. El paciente se encuentra en decúbito supino.


Figura 2.30 Paciente en decúbito supino.

Posición inicial del terapeuta

•El terapeuta se sitúa lateralmente al paciente.

•Los pulgares e índices de ambas manos rodean la sutura frontonasal.

Ejecución. Ambas manos se mueven en sentido contrario, alejándose ( figura 2.29).

Efecto. Relajación en la zona de la sutura.

Tratamiento del esófago


Figura 2.31 Desplazamiento de la mano caudal durante la espiración y la inspiración.

Indicaciones

•Contractura retroesternal.

•Tras intervenciones quirúrgicas en pulmones o corazón con sensación de opresión retroesternal.

•Sensación de cuerpo extraño en el cuello.

•Tras radioterapia en la región de cuello y tórax.

Posición inicial del paciente

•El paciente se encuentra en decúbito supino relajado.

•El cuello está levemente extendido.


Figura 2.32 Paciente en decúbito supino.

Posición inicial del terapeuta

•El terapeuta se sitúa lateralmente a la altura del hombro del paciente.

•La mano de fijación craneal rodea la mandíbula en pinza. (Variante: La mano craneal fija la parte superior del esternón).

•La mano caudal se coloca en el ángulo epigástrico, por debajo de la apófisis xifoides.

Ejecución

•Durante la espiración, la mano caudal se desplaza en dirección craneal y penetra en la profundidad.

•Durante la inspiración, la mano caudal se desliza en dirección dorsocaudal.

•El proceso se repite 4 o 5 veces ( figura 2.31).

Efecto

•Relajación retroesternal.

•Normalización del esófago y del espacio mediastínico.

•Normalización de las fascias cervicales y torácicas.

Estiramiento de la musculatura prevertebral


Figura 2.33 Leve lordosis cervical durante la espiración, en vista frontal (a) y lateral (b).

Indicaciones

•Verticalización de la columna cervical.

•Síndrome del latigazo.

•Trastornos de la deglución.

Posición inicial del paciente

•El paciente se encuentra en decúbito supino relajado.

•El cuello está levemente extendido.


Figura 2.34 Paciente en decúbito supino.

Posición inicial del terapeuta

•El terapeuta se sitúa a la cabeza del paciente ( figura 2.33a).

•Las manos se colocan planas en la cara dorsal del cuello. Los brazos están extendidos.

•La cintura escapular del terapeuta se encuentra al mismo nivel que el cuello del paciente.

Ejecución

•Durante la espiración el terapeuta se yergue, con lo que se produce una lordosis leve de la columna cervical ( figura 2.33b).

•El proceso de repite varias veces.

Efecto

•Normalización de la columna cervical.

•Normalización de la musculatura prevertebral.

Bomba linfática


Figura 2.35 Presión sobre el esternón con empuje caudoventral.

Indicación. Inflamaciones linfáticas.

Posición inicial del paciente

•El paciente se encuentra en decúbito supino.

•Para relajar la pared abdominal, las piernas están algo flexionadas en cadera y rodillas.

•Se dispone una almohada debajo de la cabeza.

•Ambos brazos se elevan y rodean la cadera del terapeuta.


Figura 2.36 Paciente en decúbito supino.

Posición inicial del terapeuta

•El terapeuta se sitúa a la cabeza del paciente.

•Las manos, colocadas una sobre otra, se sitúan en el tercio caudal del esternón.

•Los brazos del terapeuta están extendidos.

Ejecución

•Durante la inspiración, la cadera del terapeuta provoca una mayor elevación de los brazos del paciente ( figura 2.35, 1).

•Durante la espiración, cede la cadera y se refuerza la presión en el esternón ( figura 2.35, 2). La presión también puede ejercerse con vibración.

•Estas maniobras se repiten 4 o 5 veces.

•El tratamiento se finaliza al término de una espiración con un impulso a modo de empuje en sentido caudoventral ( figura 2.35, 3).

Efecto. Hipopresión en la cavidad torácica, con lo que se ejerce un efecto de succión en los vasos linfáticos.

Fascia cervical anterior (fascia superficial del cuello)


Figura 2.37 Flexión de cabeza y espalda con presión clavicular con los pulgares.

Indicación. Adherencias y pérdida de elasticidad de las fascias del cuello.

Posición inicial del paciente

•El paciente está sentado en la camilla.

•Sus manos se apoyan en los hombros del terapeuta.


Figura 2.38 Paciente sentado.

Posición inicial del terapeuta

•El terapeuta está de pie o sentado delante del paciente.

•Sus pulgares se apoyan a los lados de las intersecciones del esternocleidomastoideo en la clavícula.

•Los pulgares se encuentran en dirección medial.

Ejecución

•El paciente inclina la cabeza hacia delante, mientras que la presión de los pulgares se intensifica hacia dentro ( figura 2.37, 1).

•El paciente inspira y espira tranquilamente, mientras que la cabeza y la espalda se flexionan aún más. Al mismo tiempo, la presión de los pulgares se incrementa con cada espiración.

•Esto se repite varias veces.

•Al final, el paciente reincorpora la espalda durante la fase de inspiración ( figura 2.37, 2).

•En la siguiente inspiración se levanta la cabeza y se reduce progresivamente la presión de los pulgares ( figura 2.37, 3).

Efecto. Normalización de las fascias del cuello.

Estiramiento de la fascia superficial del cuello


Figura 2.39 Fijación de la cabeza y movimiento caudal de cesión de las fascias.

Indicación

•Adherencias y pérdida de elasticidad de las fascias del cuello.

•Bloqueo recidivante de la 1.a costilla.

•Trastornos circulatorios de las extremidades superiores.

•Cervicobraquialgia.

Posición inicial del paciente

•El paciente está sentado en la camilla.

•El brazo del lado que se va a tratar está en una abducción de unos 30o.

•La cabeza se encuentra en flexión, rotación izquierda e inclinación lateral izquierda (dependiendo de la tensión de los tejidos).


Figura 2.40 Paciente sentado.

Posición inicial del terapeuta

•El terapeuta está de pie detrás del paciente, con su pie sobre la camilla en el lado que se va a tratar.

•Coloca la rodilla debajo de la axila para apoyar el tórax del paciente.

•La mano derecha se sitúa en pectoral derecho del paciente.

•La mano izquierda se coloca sobre el hueso temporal derecho del paciente, con el antebrazo delante de la frente.

Ejecución

•Durante la inspiración, ambas manos ofrecen resistencia frente al movimiento respiratorio.

•En la siguiente espiración, la mano derecha sigue el movimiento de cesión de las fascias en dirección caudal, mientras que la mano izquierda fija la cabeza.

•En la inspiración siguiente se mantiene la posición adoptada.

•Este proceso se repite hasta que el tejido deja de ceder ( figura 2.39).

Efecto

•Normalización de las fascias del cuello.

•Influencia sobre el ganglio estrellado, adyacente al ligamento suspensorio.

Sinopsis de las interacciones


Figura 2.41 Resumen de las interacciones del diafragma cervical.

Osteopatía visceral - Nueva edición (Color)

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