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Introducción

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La macroeconomía es un conjunto de teorías que explican los procesos económicos desde una perspectiva global, utilizando variables totales, también conocidas como agregadas, debido a su extensión del ámbito de la información. Las variables macroeconómicas son, por ejemplo, la producción bruta interna, que es el valor monetario de todos los bienes y servicios finales producidos en un determinado periodo; la demanda interna, compuesta por el consumo de la población y del Gobierno, la inversión de las empresas privadas y estatales, y las importaciones; la deuda pública externa e interna; la tasa de interés, que afecta toda la economía; la balanza comercial; la balanza de pagos; las cuentas fiscales; el déficit fiscal; los impuestos y los ingresos tributarios; el nivel de precios; la inflación; el empleo y el desempleo; el tipo de cambio; la oferta de dinero creada por el Banco Central (base monetaria); la liquidez bancaria; etcétera.

En las últimas décadas, la investigación en temas macroeconómicos ha incluido principios y variables desde una perspectiva microeconómica, es decir, el comportamiento de las personas, los empresarios y los mercados. Un ejemplo de ello es la teoría del crecimiento económico que, desde la función de la producción y de la ley de los rendimientos marginales decrecientes, proyecta el análisis a la macroeconomía.

Se puede hacer un análisis macroeconómico siguiendo las diferentes escuelas económicas, como la austriaca, la keynesiana y la monetarista. También metodologías (epistemología) de la investigación distintas, entre ellas, la hipotética deductiva, el empirismo, el positivismo, las metodologías utilizadas por las escuelas que conforman la corriente principal de la economía, y el apriorismo praxeológico de la escuela austriaca. Así, para analizar el mercado de trabajo, se puede utilizar un modelo de la oferta y demanda, la teoría de la producción y la ley de los rendimientos marginales decrecientes, conceptos microeconómicos por excelencia, y argumentar que la productividad de la mano de obra es relevante para que aumenten los salarios reales y mejore el bienestar de la sociedad a largo plazo, y que muy poco o nada puede hacer la política económica además de crear las condiciones para que los mercados funcionen de la mejor manera. También tenemos el ejemplo del principio de la preferencia temporal, el consumo intertemporal y las decisiones de los empresarios, respecto a las inversiones y a los consumidores, de ahorrar o consumir en determinado periodo, utilizando variables no agregadas y más relacionadas con los individuos y los empresarios.

Cabe resaltar que la macroeconomía, tal como se la conoce, tuvo su inspiración en el libro Teoría general de la ocupación, el interés y el dinero, publicado en el año 1936 por el economista inglés John Maynard Keynes, siendo uno de sus mayores promotores el economista norteamericano Paul Samuelson, galardonado con el Premio Nobel de Economía en 1970. Keynes le dio un giro de timón a la ciencia económica cuando invirtió la lógica de la economía de los grandes clásicos del siglo XIX, entre otros, David Ricardo, John Stuart Mill, Jean Baptiste Say, y Adam Smith del siglo XVIII. A partir de la teoría general, surgió el keynesianismo como una escuela muy influyente en la política económica. Esta teoría, bautizada por Samuelson como la macroeconomía, comenzó a utilizar variables agregadas y un tipo de análisis económico muy diferente a lo que se venía haciendo desde los tiempos de los economistas clásicos y neoclásicos. Keynes, al igual que Lutero en el cristianismo, cambió la economía para siempre, no obstante, desde hace varias décadas tiene varios detractores, como los economistas de la escuela monetarista de la Universidad de Chicago, donde destacaron Milton Friedman y Robert Lucas, y también economistas de la escuela austriaca, como Ludwig von Mises y Friedrich von Hayek1, sin nombrar a otros vigentes en la actualidad. En nuestros días, esta teoría es aceptada con una visión de corto plazo y para una economía que no tenga pleno empleo o, como se estila decir, que el producto bruto interno no esté en su nivel potencial.

En 1931 Hayek publicó Precios y producción: una explicación de las crisis de las economías capitalistas. En uno de sus capítulos explica cómo pueden crecer, de manera equilibrada sin intervención del gobierno, las economías a través del ahorro y la inversión de las empresas privadas en un escenario donde la economía se encuentra con pleno empleo. Explica también cómo una política monetaria, cuyo objetivo es generar más empleo, distorsiona la asignación de los recursos, creando un auge artificial y luego una crisis económica. Keynes publicó su teoría general cinco años después. Esta fue muy atractiva, ya que sus recomendaciones se relacionaban con una política económica que condujera al pleno empleo, lo que, obviamente, gustó mucho a los políticos. Las recomendaciones de Hayek, por el contrario, consistían en que el gobierno no debía gastar más ni generar deuda pública cada vez que una economía no tenía pleno empleo, pues toda intervención en la economía mediante la emisión de dinero produce, inicialmente, un auge, pero luego la economía acaba en una nueva crisis, como resultado de una inadecuada política económica, una ineficiente asignación de los recursos y malas inversiones.

La macroeconomía tiene teorías que explican la realidad compleja y permite dar recomendaciones para la política económica. Podríamos efectuar una analogía entre observar un bosque desde un helicóptero donde se puede ver en qué lugar hay más árboles, si existen lagos, lagunas, ríos, cerros, y si está rodeado de vegetación o arena. El otro enfoque es caminar dentro del bosque y ver de cerca los árboles, los tipos de plantas, los animales y los insectos. Sea el enfoque que sea, el bosque es uno solo y existe independientemente de cómo se lo quiera analizar.

Este texto es una introducción a los conceptos de la teoría macroeconómica y está escrito para alumnos que se inician en la economía, alumnos de otras carreras de gestión y de ingeniería; incluso puede ser utilizado por estudiantes o de otras ciencias si llevan cursos introductorios de economía, como es el caso de medicina, biología y otras carreras.

Dividido en cuatro partes, la primera, titulada “Indicadores macroeconómicos”, contiene tres capítulos, el primero de los cuales trata sobre el producto bruto interno (PBI), los métodos que se utilizan para su estimación; el concepto del valor agregado a nivel empresarial pero también con un enfoque macroeconómico, de tal manera de demostrar que el PBI es la suma de todos los valores agregados que se forman en las diferentes etapas o fases de la producción. En el segundo capítulo se desarrolla el concepto de la inflación y su estimación a través del índice de precios del consumidor (IPC); la metodología usada es la de Laspeyres, que consiste en el diseño de una canasta del consumidor y hacerle el seguimiento mensual a su valor monetario. Oficialmente la inflación la estima el Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI). En el tercer capítulo se aborda la teoría microeconómica de la demanda y oferta de trabajo y de cómo se forman los salarios dependiendo de la productividad de los factores productivos; se explica también la metodología que utiliza el INEI para la estimación de los niveles de empleo, desempleo y subempleo.

La segunda parte, titulada “La economía globalizada”, está constituida por dos capítulos, en los que se estudia el tipo de cambio nominal y real y su relación con la competitividad de las exportaciones, así como la diferencia entre la depreciación histórica y esperada y la importancia de esta última sobre todo en la toma de decisiones financieras y también relacionadas con la macroeconomía. Asimismo, se plantea una serie de identidades macroeconómicas que esclarecen la relación que existe entre el ahorro, la inversión, el PBI, la demanda interna y la balanza comercial. A través del análisis de estas identidades, comprendemos cómo una economía que tiene un superávit en la balanza comercial estaría financiando a otras economías que tienen déficit en esta cuenta externa, y viceversa.

“El dinero, la liquidez y la dolarización” es el título de la tercera parte, conformada por dos capítulos, en los que se examinan los conceptos del dinero, el circulante, la base monetaria, las reservas y la liquidez bancaria; cómo se forma la liquidez bancaria a través del sistema de reserva fraccionaria que consiste en que los bancos comerciales están autorizados a efectuar préstamos de los depósitos de los clientes de estas instituciones creándose así medios de pago fiduciarios. Se deduce el multiplicador monetario y sus respectivos componentes, la tasa de encaje y el coeficiente de la preferencia por el circulante, analizándose cómo influyen en la liquidez bancaria cada vez que estos varían; se contempla también el fenómeno de la dolarización vigente en la economía peruana. Se desarrollan, de manera general, dos teorías monetarias: la escuela monetarista, siguiendo a Milton Friedman, y la teoría keynesiana. Se explica el concepto de la demanda de dinero desde las dos perspectivas detallando las diferencias y sus implicancias en la política monetaria en cuanto al control de la inflación; también se observa la relación que existe entre el mercado de bonos y el mercado de dinero y cómo se forma la tasa de interés.

Finalmente, la cuarta y última parte, titulada “La política económica, monetaria y fiscal”, está compuesta por cuatro capítulos, que desarrollan los conceptos fundamentales de la política económica, citando a una serie de autores de diferentes escuelas económicas, como las liberales o las intervencionistas. Se busca mostrar la diversidad de ideas sobre la filosofía de la política económica. También se analiza el esquema de la meta explícita de la inflación, que es la estrategia que se utiliza en la mayoría de los países y también en la economía peruana. Otros temas vistos en esta parte son los ingresos y gastos del gobierno, los conceptos básicos de la política fiscal, como los impuestos e ingresos del gobierno, en general, las principales cuentas fiscales, como es el resultado económico, y también de qué manera están organizados los diferentes niveles del gobierno: el gobierno central, el gobierno consolidado, el gobierno general y el sector público no financiero. Asimismo, se plantea y explica el principio de la demanda efectiva de la teoría keynesiana, sustento teórico de la política fiscal; el concepto del efecto multiplicador y se deduce matemáticamente el multiplicador keynesiano, que es la piedra filosofal de una política fiscal, cuyo objetivo es expandir el gasto en la economía y como consecuencia la producción agregada.

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