Читать книгу Ich erzähle es dir, und Du behältst es für dich! - ¡Te lo cuento, me guardas el secreto! - Maria Rodriguez - Страница 13
Al andar una mirada …
ОглавлениеElla apareció en una tarde que parecía sin fin. Su rostro dibuja ternura. Ya tiene algunas marcas, que el tiempo −parece− nunca las va a borrar. Su pelo gris largo la enaltece; lo lleva en forma de «cola de caballo». Sus manos frágiles cargan un par de bolsas, camina con pasos muy lentos, lentísimos. Cada vez que la veo, mi corazón se emociona; mi piel se espeluzna, y la curiosidad … Ay, mi curiosidad terminará por matarme.
Un día cualquiera me sonrió, pero mirándome fijamente, muy inquisitiva. Coincidentemente, al día siguiente nos volvimos a cruzar −en un horario diferente … Esta vez la saludé yo, con una sonrisa amplia, generosa; tenía un «look» muy moderno y me dije: «¡Oh, cuando llegue a su edad quiero ser como ella!» Tenía gafas oscuras −seguramente para protegerse del sol y el viento; vestía pantalones vaqueros a rayas, y sombrero. ¡Su semblante hoy no se notaba tan áspero!
He perdido la cuenta de las tantas veces que nos hemos visto. Nunca hemos cruzado una palabra; pero con nuestros labios hemos dibujado siempre una sonrisa. Cuando ríe, veo al mundo reír con ella.