Читать книгу Clara, las bestias, sueños y elefantes - Mariana Dietl - Страница 8
Botas
ОглавлениеNo pienso responder a tu llamado.
Plis contestame, gorda, te lo pido, atendé… (…) (…) … Dale, levantá el tubo, sé que estás ahí. Necesito hablarte, explicarte-piiiiii…
Qué se cree. Ni en pedo. Que espere sentado.
…
Hola, gordi, yo de nuevo. Oíme, amor, necesitamos hablar. Quiero aclararte lo que pasó. En serio te lo digo. No puede quedar todo así, a medias. Qué vamos a decirles a los chicos. Atendeme, dale, pl-piiii…
Ahora te venís a acordar de ellos, imbécil. Sos gracioso. Lo hubieses pensado antes.
…
Es la última vez que llamo, lo juro. Si me atendés prometo no joderte más, te dejo en paz para siempre, ya que veo que eso es lo que querés. Solo necesito explicarte lo que pasó, fue todo un malentendido, vas a ver, ya vas a entender, pero tenés que darme la oportunidad de explicar-piiii…
Andá a comer mierda, flor de pelotudo… Como si hubiera algo que explicar, gordo tarado, me lo querés vender masticado y diluido como para un chico de tres años, adaptado para Disney. Vamos…, te creés acaso que soy boluda yo. NO HAY NADA QUE EXPLICAR, ¡NO ENTENDÉS! ¡YA LO VI TODO! ¡NO NECESITO VER NADA MÁS! VER PARA CREER, así dicen, ¿no?
…
Amor, otra vez yo. Disculpame, en serio necesito que hablemos. Vamos, dejate de joder, basta de bobadas… (…) … A lo mejor volviste de donde estabas, y era por eso que no me podías atender… Tu celular sigue apagado… (…)… Medio loco hablarle a mi voz en el contestador. Raro que todavía no lo hayas cambiado. ¡Dale, che! Plis te lo pido, atend(piiiiiip)…
Boludo.
…
Hola. Necesito que me escuches. Ahora sí. Es importante. Tengo algo para decirte. Santiago tampoco me atiende. ¿Está con vos? ¿Qué le dijiste? ¿Y Chloe? Ya volvió de Francia, ¿no? ¿Hablaste con ella? ¿Le dijiste algo? Quizás hubiera estado bueno que yo también pudiera darles mi versión de los hechos, en fin… (…) … No era mucho pedir, pero bueh. Me deben odiar a esta altura. Cualquier cosa les debés haber dicho, y encima no los consigo. El único que me dejó hablarle fue Diego. Él sí me entiende, lo ve desde mi punto de vista, está todo bien con él, menos mal que-piiiii…
…
Puta, este grabador que casi no te deja hablar, se corta todo el tiempo, no me di cuenta cuando lo compré. Te pedía en el mensaje anterior que hables con Diego, él sabe, él ve las cosas como son. Te va a poder explicar, entiende, es supermaduro…
Claro, yo no. Y vos sos el más maduro de todos: a quién querés engañar, ¡turro de décima!
… Lo que no sé es si le contaste a los otros. ¿Qué les dijiste, Clara? Decime, por favor…
LO HUBIESES PENSADO ANTES, ¡FLOR DE IMBÉCIL! AHORA JODETE. VOS TE LA BUSCASTE. SE LO VOY A DECIR A TODO EL MUNDO.
Dale, hablame, querés. Levantá el tubo…
Y ahora encima te me venís a hacer el prepotente.
… No soporto tu silencio. Me hace mal, sabés. Tratá de entender. No seas egoísta. Tenés que verlo desde mi lado. Fue una aventura nomás, un cambio de hábito, la primera y única vez, te lo juro.
Eso sí que no te lo creo. Y andá a que te crea Santiago. Pobre Diego, lo que lo habrás confundido. Yo no me animaría ni a sacarles el tema a los chicos si fuera vos.
Me estoy cansando de que no me atiendas. Es muy denso esto, Clara, te lo digo en serio. Fuera de joda… (…) … ¿Me vas a hablar o no?
Se vienen las amenazas.
… pensá que estarías destruyendo mi carrera, me quedo sin laburo seguro, con lo que la tuve que remar, solo vos sabés lo que me cost-(piiiiip) …
¿PARA QUÉ LO HICISTE, ENTONCES? ¿CÓMO MIERDA ESPERÁS QUE TE MIRE AHORA? ¿QUÉ ESPERÁS QUE TE DIGA, QUE ESTÁ TODO BIEN, QUE PODEMOS SEGUIR COMO SI NADA, EH? ¿ESO PRETENDÉS, ACASO?
…
Hola, se volvió a cortar. Te decía: la verdad es que no sé a esta altura de qué sos capaz. Te juro que no sé, ya no sé qué esperar. Encima ahora ni siquiera me querés escuchar, no sé qué te pasa, no entien-(piiiiiiip)…
De qué soy capaz, ¡je! Caradura.
… por eso te lo quiero dejar claro, sabés, la gente suele entender cualquiera, no quiero que por un simple malentendido…
Simple malentendido lo llamás. ¿A quién querés engañar a esta altura?
… quiero saber qué pensás hacer, cómo podemos arreglar est-piiiiiiiiii.
ARREGLAR, QUÉ QUERÉS ARREGLAR, LEOPOLDO. EL PELO, ESO ES LO ÚNICO QUE TE PODÉS ARREGLAR A ESTA ALTURA. No sé cómo no tenés vergüenza, cómo no se te cae la cara. Yo en tu lugar me mato, la verdad no sé qué hago. Lo último que haría sería tratar de arreglarme con mi mujer. Huyo del mundo, eso haría. Me cambiaría el nombre, no sé, me iría a Finlandia, a algún lugar así, donde no me conozca nadie. Pobres chicos, el padre que les tocó. No te das cuenta de que no pienso decir nada, pero no por vos, por los chicos, por mí, vos no me importás en lo más mínimo, pero nosotros sí. Es demasiado el papelón, y lo peor es que ni siquiera te das cuenta. Creés que no tengo problema en andar desparramándolo, que a mí no me afectó para nada verte así, qué poca idea tenés, qué poco me conocés, no tenés noción de lo que has hecho, del daño que has causado. ¿Con quién mierda estuve casada todos estos años? ¿Quién sos, Leopoldo? ¿Cómo no lo vi antes? No pude haber sido tan boluda, tan ciega y sorda y muda… Ahí va de nuevo. Debés haber ido al baño. Por un momento me hice ilusiones y pensé que hoy ya no llamarías, que te habías hartado…
Gorda…
Qué asco, basta.
Por favor.
Debería desconectar el aparato y listo.
Fue un desliz, estrés. Ya sabés cómo es. ¿Qué otra cosa pudo haber sido? Vos viste lo a mil que estoy siempre, lo presionado que me siento por asegurarles un cierto estilo de vida, para que la puedan pasar bien, la cuota del colegio, la universidad privada, los viajes, la casa, la ropa, las salidas, autos, no te lo tengo que explicar, nunca me da la guita para todo lo que queremos hacer, el diario es un quilombo, el gobierno no da tregua, están despidiendo gente a lo bobo, quién sabe cuánto podremos resistir, y yo que lo único que quiero es la felicidad de ustedes…
De nuevo con el discursito de felicidad familiar. Parece una grabación automática. Un casete al que le ponés play y empieza a andar. ¡Quién te creés que soy! No gastes saliva, tarado, no te creo ni en pedo.
Te pido una oportunidad…
¿Para qué? ¡Buscate un tipo, Leopoldo! A mí dejame en paz, no me compliques más la existencia.
Te juro que no lo voy a volver a hacer… Fue… un… desliz…
Ahora llorás, increíble. Llegó el momento sensible, apelando a la lástima. Patético. Todos los días lo mismo. ¿No te cansás de repetir el mismo guion una y otra vez? Y lo peor es que no se me mueve un pelo. Cuanto más lo hacés peor, ya parece un comercial de carilinas.
Necesito ayuda, gorda. No sé qué me pasó. Fue como una alucinación, un impulso…
No, no fue ni un impulso ni una alucinación, así que no sé de qué hablás. Quedate tranquilo que loco no estás. Lo que hiciste pasó, no te lo imaginaste. Me tenés a mí de testigo, si eso te sirve.
Por favor, Clarucha, ponete las pilas, ahora más que nunca.
Clarucha. ¿Y eso? ¿Desde cuándo? Jamás me llamaste así.
¿Te acordás de aquellas botas que me regalaste para mi cumple apenas empezamos a salir? Hace ya muchos años, mejor ni acordarse cuántos…
¿De qué habla?
… Esas de cuero, como de cowboy, con taquito, grabados a los costa…
No tengo idea de qué habla. Qué tienen que ver las botas con todo esto, no entiendo nada.
… eran como de gamuza, suaves, claritas, no me acuerdo de dónde eran, de qué marca, pero eran buenas, te re-pusiste las piiiiii…
Lo que querés es distraerme, obvio. Cambiar de tema. Seducirme y hacerme olvidar, volver a épocas mejores. La clásica. Pero conmigo no vas a poder. Lo que vi lo vi con mis ojos. No me lo contó nadie. Ver para creer. A mí no me vas a joder. Conmigo fue. Punto final… La verdad, qué imaginación, ponerse a hablar de unas botas. ¿Qué tendrá que ver?
…
Sorry, gorda, se vive cortando. No sé por qué me cuesta tanto comunicarme. Debo de haber entrado en una zona de poca señal… Te decía: las botas deben seguir en casa, en algún lugar de la baulera. Hace tiempo que las busco y no las encuentro. Las debés haber guardado bien.
Ahora es mi culpa, como siempre.
… No por echarte la culpa, claro. Al contrario, quiere decir que deben de estar bien cuidadas, protegidas de la humedad, deben de estar intactas…
¿Qué quiere ahora, las botas? ¿Qué le picó?
Esas botas empezaron todo, Claru…
Me está jodiendo este pibe.
… Si al menos levantaras el tubo, te lo podría explicar todo en detalle. Me entenderías.
¿Qué mierda tengo que entender?
Volví a terapia. No te lo quise contar en su momento porque me daba mucha vergüenza, además creí que no habría mucho que contar, pensé que lo podía resolver, no quería que te asustaras.
No, si no me asusté para nada, no te preocupes. Verte así no me shockeó en lo más mínimo. ¿Qué esperabas? Y me venís encima con que hacías terapia a escondidas. ¿Con qué más me vas a sorprender, a ver?
… Ya tengo todo mucho más claro.
¡Menos mal!
Fue solo un desliz, necesitaba descargarme, nada más. Ya estoy bien. Ya lo hice, ya me expresé, ahora a otra cosa, a seguir con mi vida normal.
¿De qué habla? ¿Descargarse de qué?
Por eso necesito verte. Atendeme antes de que llene toda la cinta del puto aparato este. Voy a seguir llamando hasta que te canses y no te quede otra que hablarme, aunque no te pueda seguir dejando mensajes.
¿Y qué te hace pensar que te estoy escuchando, marica, o que me importa lo que tenés para decir? Me das asco, ¡¡ENTENDISTE!!!
Te juro que te entiendo, gorda, calculo que yo estaría igual en tu lugar, por eso es importante que me escuches, te va a hacer bien, vas a ver, dame una chance…
¿Lo sabrá alguien en el diario?
Te amo, gorda. Sos el amor de mi vida, lo sabés. Lo que viste el otro día no tiene ningún sentido ni relevancia, te lo juro, está totalmente fuera de contexto, cómo más te lo tengo que decir…
¿Cómo, a ver?
Fue una especie de experimento o prueba, no sé cómo explicarlo, una forma de demostrarme a mí mismo que lo podía hacer… Una apuesta, eso, están organizando una fiesta…
La clásica excusa de la fiesta de disfraces.
Te lo iba a decir, pero justo te me adelantaste…
Forro. Sos un reverendo forro.
Me conocés, gorda, sabés que soy incapaz.
No, ya no te conozco. No tengo ni idea de quién sos. ¿Te hacés llamar Miriam ahora? Después de tantos años en común, una vida entera, nuestros hijos. ¿Por qué mierda, Leopoldo? ¿Me querés decir? ¿Por qué mierda lo hiciste? ¿Qué necesidad tenías? ¿Por qué corno te tuve que encontrar así? Ahora no hay forma de quitarme la imagen de la cabeza. Me venís con lo del estrés, con lo de la fiesta, la terapia, no sabés ni qué decir, y yo acá escuchándote como una idiota, ¿qué querés que crea?, ¿de qué me querés convencer?, ¿cómo querés que te mire de acá en más?, ¿por qué me hiciste esto?
…
¿Qué hacés acá?
Nada, como se me cagó la batería y pensé que no estabas probé la llave y abrió. Todavía no la cambiaste. Buena señal…
Andate.
Te pido un segundo nomás. Ya me voy.
¿Qué te hiciste en la cara?
¿En qué cara?
En la única que tenés. No me tomes por boluda, querés.
¿De qué hablás, Clara? Estás paranoica.
Hablo de lo que veo. Te lo trataste de quitar pero te quedó, es evidente, se te ve el delineador corrido y la som…
Estás imaginando cosas, gorda, no me puse nada. No sé de qué hablás. Vení, mirá si no me creés.
¿También imaginé lo que vi el otro día, acaso?
Digamos que exageraste un tanto con tu…
¿EXAGERÉ, YO? ¡ME ESTÁS JODIENDO! ESTABAS VESTIDO CON MI ROPA BAILANDO TAYLOR SWIFT, CON MIS MEDIAS DE RED, MIS TACOS QUE NI TE ENTRABAN, QUÉ ASCO, MI ROUGE, MI COLLAR DE PERLAS. ¿QUIÉN TE CREÉS, COCO CHANEL?
Te dije que era para una fiesta, no me creés.
¿CÓMO QUERÉS QUE TE CREA, LEOPOLDO? Mirate en el espejo, por favor. Haceme ese favor. No ves que estás todo pintarrajeado. Y encima me lo negás, como si fuera ciega o boluda. ¿Por qué me tomás?
No me puse nada, Clara.
Ya es increíble que estemos teniendo esta conversación. ¿No te das cuenta? Eras el hombre más varonil que conocía. Todavía no lo puedo creer.
Lo sigo siendo.
Leopoldo…
Qué.
No te engañes más.
Que me ponga ropa de mina cada tanto sin problema es confirmación de mi hombría, demuestra que no siento ningún conflicto o inseguridad acerca de mi sexo. Como soy tan hombre, puedo hacer lo que me da la gana.
Cada tanto. O sea que no es la primera vez.
Es solo una forma de decir. Sabés que solo fue una vez. Con lo neurótica que sos, te hubieras dado cuenta enseguida si lo hubiera hecho otras veces.
Hoy, sin ir más lejos.
¿Hoy? Estás loquísima. Debe de ser el trauma de lo que decís que viste el otro día, ves cosas que no existen.
Encima me tomás por tarada.
No, gorda, solo te estoy diciendo la verdad.
¿Qué me querías explicar por teléfono?… No se te ocurra tocarme, andate.
Todo esto que te estoy diciendo ahora. Quería que supieras que te sigo deseando…
Soltame.
Quiero que lo sepas.
Dejame, ya te dije que no quiero que me toques.
Necesito demostrártelo…
Andate ya…
Vas a ver…
¡¡SALÍ DE ACÁ!!
Todavía te amo, Clara. ¿No ves? Todavía te puedo dar placer, mirá.
Te odio, salí, me lastimás…
Esa cara no es de dolor. La conozco bien.
Sal…
Ahí vamos…
Agh…
Sí, ahora sí, así, sí…Pmpmpmpmpmpm-sí, a-mor, mor-de-me todo to-di-to, como-te-gus-ta a-vos, sí, ves, ves, amor, sos mi amor, ves que puedo…
Te vas de acá, no te quiero ver más la cara.
¿Ves que sigo siendo hombre? No me vas a negar que te gustó.
Andate.
Lo que viste la otra tarde fue un desliz, te lo acabo de demostrar.
Andate antes de que te mate. Me das asco.
Esto es lo que cuenta, ¿no ves? Lo que acaba de pasar entre nosotros.
Andate ya o voy a llamar a alguien.
No entiendo cómo no me creés después de lo que acaba de pasar… ¿Qué vas a hacer con esa lámpara? ¿Te volviste loca?
¡CRASHHHHHH!!
Pensé que era tu favorita.
Andá ya porque la próxima te va en la cara. Correte que voy a llamar a alguien.
¿Ah, sí? ¿Y qué vas a decir: que pescaste a tu marido vestido con tu ropa, preparándose para una fiesta de disfraces del trabajo?
Me das asco, dejame pasar. Segunda vez que te lo digo.
Esa carita que pusiste hace un rato no era precisamente de asco, te lo aseguro.
CRASHHHH. PAM. PUM.
Era placer puro.
KLSSSHHHH
Dejá de tirarme con cosas que vas a terminar destruyendo toda la casa. Parecés enajenada. Después cómo se lo explicás a los chicos…
¿Yo la enajenada que le tengo que explicar a los chicos? ¡JA, JA, JA!
Sí, tranquila, Clarita, estás alterada, no podés pensar. Lamento haberte conmocionado tanto por una pavadita, una cuestión menor. Debí anticipar tu reacción, no me di cuenta, debí ser más cauto, debí prepararte con tiempo, siempre terminamos en lo mismo, y vos hecha una loca… No me golpees, acordate que soy hombre y pue…
Hombre, cierto…
… te puedo lastimar mucho más de lo que vos y yo queremos, así que te pido que me sueltes. Acordate cómo terminamos la otra vez. ¿Cuántas costillas fueron, cuatro o cinco? ¿Y todo por qué: porque me acusaste de que me cogía a quién? Ya ni me acuerdo a esta altura. Fueron tantas veces que se me mezclan. Simone, ¿no era? ¿Tu amiga del alma? Tenés una imaginación muy fuerte, amor… Acordate el papelón que fue para vos cuando comprobaste que tus acusaciones eran cualquiera, pura paranoia tuya. Fue un escándalo, ¿te acordás? No sabías dónde meterte. Desde entonces nadie nos invita a ningún lado. ¿Querés que pase lo mismo ahora? ¿Querés arruinarle la vida a tus pobres hijos por algo que decís haber visto y para lo cual ya te di una explicación totalmente lógica y razonable? Vamos, Clara, pensá con la cabeza…
No necesito pensar. Lo vi.
¿Ah, sí? Y también decís haber visto un collar de Simone en casa, y resultó ser de los que usaba Chloe para jugar. ¿Te acordás de eso? Dijiste que viste mi auto estacionado frente a su casa, cuando en realidad estaba en la cuadra anterior, delante del consultorio de mi dentista. No ves lo mucho que te equivocás, cómo te dejás llevar sin tener idea de nada…
Yo sé lo que vi. No me lo podés negar.
En tu cabeza puede ser cierto, pero lo que percibe tu cabeza no siempre se corresponde con la realidad, lamento decirte, ya lo hemos comprobado.
Vos querés que vea lo que te conviene.
¿Estás tomando el Clozaril, no es cierto? Voy a llamar ya mismo a Guarilia. No puede ser que sigas con estos delirios. Más vale que no me entere de que dejaste las pastillas. ¿Necesito recordarte qué pasó la última vez que las dejaste?
Sé exactamente lo que estoy haciendo y lo que vi el otro día, así que no te preocupes.
Gorda, voy a tener que pedirte que dejes ese cuchillo en la mesa, esto puede terminar mal y yo al menos tengo que seguir con mi día, ya debería estar en el diario. Los dos venimos de días y semanas de mucho estrés, es lógico quizás que sobrereaccionemos ante lo que vemos, pero no vale la pena, está todo bien, somos los de siempre, con nuestros defectos y virtudes, el amor que nos tenemos y la familia que construimos. Tenemos que tratar de bajar un cambio, nada más… Ahí está, muy bien, gracias, así. Dejá el cuchillo ahí…
¿Por qué?
¿Por qué qué?
¿Por qué lo hiciste? ¿Por qué te tuve que ver así? Estaba todo tan bien…
Esta tarde sin falta hablo con el médico para que te revise la dosis y te la ajuste como haga falta. Mientras tanto vos tranquila, no te hagás problema por nada, vas a ver que va a estar todo bien, es solo un brote, necesitás relajarte, ya nos dijeron que podía pasar, pero como lo superamos en el pasado, va a estar todo bien esta vez también, va a estar todo muy bien, porque nos queremos, ¿no es cierto? Nos queremos mucho. Tomá, tomate esto, esto te va a calmar…
Bien, así, tranquila, quedate recostada acá hasta que yo vuelva. Vuelvo a eso de las siete. Esperame acá así, quietita, ¿estamos? Yo me encargo de avisar a los chicos, vos no te preocupes. No los voy a asustar ni nada, solo quiero que sepan y que vengan a echarte una ojeada cada tanto.
Chloe no volvió.
Cierto. Bueno, Diego entonces. Y con Santiago siempre podés hacer Facetime. Pero yo lo voy a llamar, dejá. Cualquier cosa sabés dónde ubicarme, ¿no es cierto?
Tu celular no tiene batería.
Es verdad. Entonces me ubicás por cualquier cosa en el diario o en lo de Pasti.
¿Tu amigo de Facebook?
Sí, me estoy quedando con él estos días, así te dejo tranquila hasta que te repongas del todo. No quiero ser un factor de alteración.
¿Por qué salís por la puerta de servicio?
Quiero pasar un segundo por la baulera antes de irme.
¿Para?
Te amo, gorda, cualquier cosa llamame, va a estar todo bien, vas a ver. Es sólo un brote, chau. BAM.