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Exégesis y hermenéutica
ОглавлениеLos eruditos bíblicos a veces hacen una distinción entre exégesis y hermenéutica. El primer término, exégesis, se refiere al estudio académico de la Biblia, con un énfasis en la explicación propiamente dicha de los textos; los enfoques académicos descritos anteriormente implican el uso de los métodos exegéticos. El segundo término, hermenéutica, se refiere más ampliamente a la reflexión filosófica en el proceso de interpretación, incluso la consideración de preguntas en cuanto a cuál debe ser la meta de la interpretación, y a las diversas formas en que los pasajes bíblicos pueden considerarse significativos o acreditados. ¿Debe estudiarse el Nuevo Testamento como una colección de documentos históricos para determinar qué revelan acerca de los orígenes de la religión cristiana? ¿Debe analizarse y evaluarse por sus cualidades estéticas y artísticas? ¿Debe abordarse como un recurso para el desarrollo de dogmas religiosos? ¿Debe estudiarse (académicamente) como Escrituras, como un libro que revela los propios pensamientos de Dios? Y, si así fuera, ¿qué significa eso? Una persona puede creer que el Nuevo Testamento es la palabra inerrante de Dios; otra puede considerar que contiene libros que retienen las marcas tanto de inspiración divina como de falibilidad humana. Claramente, la interpretación del Nuevo Testamento puede verse afectada por las distintas suposiciones hermenéuticas que los intérpretes hacen en cuanto a estos escritos.
Uno de los errores más comunes que comenten los estudiantes cuando son nuevos en el campo de los estudios bíblicos académicos es asociar los métodos exegéticos particulares con posturas hermenéuticas específicas. He aquí algunos ejemplos: (1) el estudiante lee un libro de un arqueólogo que afirma proporcionar prueba de que ciertas historias bíblicas son fácticas y correctas, por lo que el estudiante llega a la conclusión de que los eruditos que quieren demostrar la exactitud de las narraciones bíblicas típicamente usan la arqueología; (2) el estudiante lee un libro de un crítico de la redacción que afirma que los autores de los Evangelios editaron su texto fuente de maneras que revelaban que tenían motivos inconsecuentes y opuestos, por lo que el estudiante llega a la conclusión de que los eruditos que quieren hacer énfasis en puntos contradictorios de las Escrituras típicamente usan la crítica de la redacción; (3) el estudiante lee un libro de un crítico de la retórica que sostiene que el argumento de Pablo en una carta en particular es tan persuasivo que todos deben aceptarlo hoy día, por lo que el estudiante llega a la conclusión de que los eruditos que quieren animar a los lectores a aceptar lo que los autores bíblicos enseñaron como válido para nuestra época típicamente usan la crítica de la retórica; y (4) el estudiante lee un libro de un crítico de la narrativa que considera que los Evangelios son cuentos ficticios, por lo que el estudiante llega a la conclusión de que los eruditos que no creen que los Evangelios dan relatos exactos históricamente de los acontecimientos del siglo I típicamente usan la crítica de la narrativa.
Todas estas conclusiones son falsas. Todos los métodos exegéticos y las disciplinas académicas descritas anteriormente son utilizados por personas que funcionan con suposiciones e intereses distintos. Los métodos en sí son simplemente herramientas que se emplean con propósitos muy distintos, por personas con actitudes y metas diferentes. El estudiante principiante debe ser cuidadoso de no evaluar la legitimidad o el valor de un método con base en una exposición limitada a su uso. Adicionalmente, la mayoría de los eruditos usan estos métodos, combinándolos entre sí; ellos examinan un texto con un enfoque para responder un conjunto de preguntas y usan otro enfoque para responder un conjunto distinto de preguntas. Usan un método un día y otro método el día siguiente.