Читать книгу Te Cuento el Tarot - Marta Alejandra Costa Maroni - Страница 10

El Eterno Viajero

Cansado de la rutina de su trabajo en la fábrica de zapatos más prestigiosa de su ciudad natal, Juan Ansaldo decidió poner fin a tal hastío. Había comenzado a trabajar allí hacía más de cinco años, impulsado por su padre luego de terminar sus estudios de nivel secundario. A Juan no le gustaba estudiar y ninguna carrera universitaria le convencía demasiado. Además sentía que perdía el tiempo cada vez que se sentaba frente a los libros y apuntes.

¡Él era un alma libre! Amaba pasar horas en el campo observando los pájaros en el cielo. Y hasta soñaba con ser uno de ellos.

Preparó un pequeño bolso con lo más necesario y escribió una nota de despedida para sus padres. Sabía que no podía decirles personalmente que dejaba la estabilidad y seguridad de su trabajo para ir a probar suerte a donde la vida lo llevara. Deseaba con toda el alma que sus padres lo comprendieran y no se sintieran defraudados por su decisión.

Volvió a revisar el contenido de su bolso, tomó todo el dinero ahorrado que guardaba en una cajita de metal en un rincón de su ropero y partió.

Al cerrar la puerta a sus espaldas sintió una libertad que no había experimentado jamás. Una nueva vida le esperaba; una vida sin horarios ni rutina. Ya no tendría que acatar las órdenes de su jefe en la fábrica, ni tendría que darle explicaciones cuando algo no salía bien.

Alegre y despreocupado caminó como en el aire hacia la ruta principal. Había decidido ir hacia el norte y esperaba conseguir que algún camionero generoso lo llevara al menos por unos cuantos kilómetros. ¡Hacer dedo era toda una aventura!

Parado a la vera del camino miró el diáfano cielo y vio una bandada de pájaros que lo sobrevolaba como augurándole la libertad que tanto deseaba. A lo lejos vio venir un gran camión con acoplado. Le hizo señas y esperó a que el camionero lo viera y quisiera dejarlo subir. El gigante de diez ruedas frenó delante de él. Fue el comienzo de un viaje que duraría toda su vida.

Juan Ansaldo es recordado aún hoy entre todos sus conocidos como el eterno viajero.

* Carta El Loco

El Loco es la carta 0 o 22 del mazo de Tarot Rider. Es el comienzo o el final de la ruta del tarot. Es un comodín: está cómodo en cualquier lugar.

El cero es un número que representa la potencialidad energética; la potencialidad absoluta de lo que va a comenzar; la oportunidad de dar un salto cuántico. También es sinónimo de vacío.

Si observamos al personaje del loco en la carta, podemos ver que está parado al borde de un precipicio y que no está mirando hacia abajo. Esto nos da una idea de que podría tener gran confianza en que el universo lo va a sostener.

Sus pocas pertenencias caben en un solo atado que sostiene con ligereza por encima de su hombro derecho, su lado masculino. Esto podría significar que a él no le pesan las responsabilidades del pasado, que ha dejado mucho atrás, que se ha desapegado de su pasado y de los condicionamientos propios de éste.

Lleva en la mano una flor blanca, que podría referirse a su espíritu puro e inocente.

Hay un perro a su lado que podría interpretarse como esa parte animal que todos debemos integrar.

El loco es un viajero que inicia un camino de transformación espiritual. Su aspecto positivo es la confianza que muestra en esa fuerza creadora que habita dentro de todos nosotros. Empoderado y confiado busca salir de lo desconocido, para jugarse por los sueños, por las aspiraciones. Al no estar atado a los condicionamientos de su pasado, puede moverse con libertad. Para él la vida pareciera ser un todo o nada.

Para el loco la libertad es un tema vital. Vive las cosas al límite. Es muy espontáneo y muy seguro de sí mismo. Tiene una seguridad que le permite vivir de esa manera, con mucha confianza en que el universo le va a mostrar el camino. Este personaje pareciera escuchar su ser interior y estar conectado desde ese lugar.

Es una carta que indica juventud, espontaneidad y alegría. Su colorida vestimenta es reflejo de ese espíritu jovial.

Su aspecto menos favorable es que puede tomar decisiones de forma demasiado impulsiva. También puede representar la indolencia, la inconsistencia y una osadía repleta de riesgos. Podría interpretarse también como alguien inestable sentimentalmente que busca lo transitorio y rehúye a los compromisos.

Astrológicamente El Loco es el signo de Acuario y lo rige el planeta Urano.