Читать книгу Orgullo, prejuicio… y otras formas de joderte la vida. - Marta González - Страница 7

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Bienvenidos. Os cuento rápidamente de qué va esto para no haceros perder el tiempo. Este libro es un ensayo. Ah, ¿pero no era una novela? Sí. Cuando digo que es un ensayo, me refiero a que estoy practicando para que algún día me salga uno bueno. Así que no esperéis demasiado de él.

Cuando mi editora, Olga Adeva, me dijo que quería que le escribiera un segundo libro, entré en pánico. Había derramado toda mi experiencia acumulada a lo largo de los años, todas mis teorías y reflexiones, y en definitiva, toda mi sabiduría, en el primero. De hecho, lo hice porque estaba convencida de que no me darían la oportunidad de escribir otro nunca más. Era mi única ocasión de decirlo TODO. Todo lo que había pensado desde el día que nací. ¿Y ahora?

Es muy duro juntar cincuenta mil palabras… A ver, he escrito wasaps que duran eso, ¿eh? Por ejemplo, el wasap donde le enumeraba a mi ex las razones por las que lo dejaba. Mi impulso inicial fue reenviárselo a Olga para que lo imprimiera, le pusiera tapas y lo lanzara al mundo. Pero luego pensé que con mi primer libro ya había escrito la obra de referencia universal de las relaciones sentimentales del siglo XXI basándome, exclusivamente, en mis patéticas experiencias, y que tenía que ampliar un poco la temática. Y podía haber seguido por esa vía, ¿eh? Porque se ve que la vida, al comprobar cómo me reía de todas mis desgracias, se ha creído que me va la marcha y… ¡me ha seguido mandando a cada espécimen!

Sigo creyendo que la capacidad para reírte de todo lo que te pase es la clave de la felicidad, pero estoy empezando a pensar que la vida es como el típico graciosete, que si le ríes un chiste, se viene arriba y ya te tupe a chascarrillos hasta que te explota la cabeza. Y creo que llegados a este punto necesita un mensaje contundente por mi parte: mira, bonita, no te río el chiste más. A ver si así se cansa. Si no se cansa, pues me resignaré y asumiré que al menos tendré material infinito para libros y libros.

¿Sabéis lo más curioso que me ha pasado escribiendo este? Es posible que algunos sí, porque lo publiqué en mis redes sociales en el instante en que me di cuenta de mi propia estupidez. Como lo que escribo casi todo el tiempo son guiones, de cine o de televisión, un día me pasé más de una hora intentando simplificar una escena del libro porque me iban a decir que era demasiado cara de rodar. ¡Una hora y pico buscando alternativas más baratas y cómodas de rodar la escena! Hasta que de pronto dije: un momento, ¡pero si estoy escribiendo un libro!

De entrada me enfadé conmigo misma por la hora y pico que acababa de perder, pero acto seguido fui plenamente consciente, como no lo hubiera sido de otro modo, del nivel de libertad que te da la literatura y sus infinitas posibilidades. ¿Por qué os cuento esto? Para que no os extrañéis cuando veáis que los personajes, de repente, sin venir a cuento, echan a volar o sufren extraordinarias mutaciones genéticas. No hace ninguna falta en la historia, pero me parece un desperdicio terrible que solo les pasen cosas baratas pudiendo pasarles las cosas más caras que se me ocurran, ¿vale?

En fin. Me callo ya. No tengo absolutamente nada más que añadir en este libro. A partir de ahora os lo contarán todo los personajes que lo protagonizan. Confío en que ellos sí que tengan cosas interesantes que aportaros. Como ninguno es escritor, no han tenido la ocasión de vaciarse por completo en un libro anterior. Espero que lo hagan en este y que a medida que ellos se vacíen, de alguna forma os llenen a vosotros.

Pues, nada. Yo os dejo con ellos y os recojo cuando termine el libro.

Eh, ¿por qué seguís aquí si yo ya me he despedido? No seáis tímidos, entrad ya. Si os están esperando. Ya. Sí. Da un poco de corte que te inviten a una fiesta y luego la anfitriona te abandone en la puerta ante un montón de gente que no conoces de nada y sin presentarte a nadie. Es verdad. Venga, pues os presento al primer personaje que sale.

Se llama Carolina y ahora mismo va camino del trabajo. Si la acompañáis, podéis aprovechar el paseo para iros conociendo y luego ya, si eso, que ella os presente al resto. Hala, adiós. Lo dicho, os recojo al acabar. Quedamos en la última página. La reconoceréis muy fácilmente. No tiene pérdida. Es en la que pone la palabra FIN, así, con mayúsculas. Pues ahí os espero, ¿vale?

Chao. Pasadlo bien.


Orgullo, prejuicio… y otras formas de joderte la vida.

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