Читать книгу ¿Esperas o aspiras? - Marta Martin - Страница 19
ОглавлениеLA COACH DEL MEDIEVO
El coaching es un método que consiste en acompañar, instruir o entrenar a una persona con el objetivo de conseguir que cumpla metas o desarrolle habilidades específicas.
Este término, que es un anglicismo, lo hemos adoptado desde hace unos años como algo novedoso para el desarrollo personal y profesional. Nadie parece poder sobrevivir en estos tiempos sin un coach de vida que dirija su felicidad.
En el Siglo de Oro no era obligatorio tener necesidad de experiencia ni conocimientos previos específicos. La capacitación se obtenía persiguiendo un propósito fundamental: vivir… ¡que ya era bastante!
Allá por 1515, en una noche fría de las de Ávila nace Teresa de Jesús, un remolino viviente que no encontró descanso hasta el día tan anhelado de su muerte. Llegó a este mundo con un sello en su ADN, el de reformadora, algo que ella desconocía. Sus genes transmitían la información de una mujer aventurera, luchadora, emprendedora, andariega y valiente.
¡Quién le iba a decir a ella que iba a trabajar de coach para sus monjas y para una sociedad que no aceptaba cambios! ¡Y menos aún cuando venían de una mujer!
Sus técnicas de aprendizaje y enseñanza estuvieron siempre a la vanguardia de la época. Aceptó cualquier desafío que le diese la oportunidad de conocer un mundo espiritual y terrenal, convirtiéndola en un icono de cambio y progreso.
Experta en trabajar la imaginación y la visualización, inspiró con una fuerza arrolladora a pobres y ricos, creyentes y escépticos. Pocos se resistían a ser tocados con su lanza de amor e ilusión cuando la conocían.
Siempre demostró saber obtener lo que quería y, a pesar de las dificultades, ella siempre encontraba el modo de conseguirlo. Hoy diríamos que tenía objetivos muy claros y definidos.
Disfrutando las “visualizaciones”, se entregaba en cuerpo y alma a las sensaciones y sentimientos que estas le producían, creando de este modo realidades palpables. Siempre le gustó acelerar el tiempo y saber qué ocurriría en su futuro.
Contemplar todo desde las alturas fue una de sus aficiones. Volar alto es un concepto que la identifica. Para volar alto decía: “Solo hace falta tesón y una voluntad inquebrantable, que no es otra cosa que confianza en uno mismo. Si esta falta se pierde la intención de luchar por lo que se desea”.
¿ESPERAR hasta reunir la confianza suficiente para volar o ASPIRAR a iniciar el vuelo?
¡Ella lo tenía claro! Desde la infancia apuntaba maneras.
Su audacia, su carácter enérgico y su fuerza de voluntad la llevaron a realizar dos fugas en su vida. Lo de esperar no iba con ella y decidió aspirar.
Contaba con ocho años cuando en su cabeza rondaba la idea de sufrir el martirio. Convenció a su hermano Rodrigo, un año mayor que ella, para cumplir su sueño y morir en “tierras de infieles” para conseguir la entrada directa al Cielo. Salieron los dos de puntillas de casa para no ser escuchados y sus pasos los llevaron hasta las afueras de Ávila, donde acabó la aventura en cuanto su tío los vio y los devolvió a casa sanos y salvos, aunque tuvo que convencerlos antes de que les quedaba mucho por hacer en esa vida. Pero la fuga fallida no le quitó a Teresa las ganas de volver a intentarlo.
A los 20 años abandonó la casa familiar nuevamente para cumplir su sueño: ingresar en el convento de La Encarnación. Lo hizo sin el permiso paterno. Años más tarde relató que pasó uno de los más grandes dolores de su vida tomando esa decisión que sabía buena para ella y mala para su padre.
¿Qué te parece la idea de la fuga? ¿Cuántas veces has hecho un examen de conciencia y hubieras empezado de otra manera? ¿Has pensado o sentido que tu camino personal es el que realmente quieres recorrer? ¿Ves muchas piedras en el camino?
Teresa también pasó por largos periodos cuestionando todo lo que tenía alrededor y eso le causaba una gran desesperanza. Apesadumbrada, no ponía mucha atención a lo que se le pedía en ese momento en el convento, que era oración. Ella, que era muy buena relaciones públicas y a la que se le daba sorprendentemente bien estar en contacto con cuantos le daban conversación, huía de estar a solas para rezar.
¡Que levante la mano el primero que no ha huido alguna vez de sus obligaciones!
Luchó por evitar las críticas y los juicios para que no afectarán a su autoestima y a su camino. Aprendió que la gente se mete en la vida de los demás y juzga sin conocer lo que cada uno vive en su propia piel.
Como ya sabrás, durante muchos años ella solo fue Teresa; lo de santa le vino más tarde. Igual que cualquiera de nosotros, fue buscando aquello que le hacía más feliz. No creas que tú eres mucho más diferente que ella.
Cada uno en nuestros campos y a nuestra manera podemos conseguir nuestro halo de santidad cuando entendemos cuál es nuestra verdad, y eso fue lo que le ocurrió a ella.
Buscando su propio camino se enfrentó a miles de demonios, miedos, e incluso a la persecución de la Inquisición... ¡Y la Inquisición hoy pueden ser tantas cosas!
Quizá tu Inquisición actualmente esté en un pasado que te persigue, en tus complejos, en tu falta de autoestima, en la enfermedad, en la pérdida de familiares o amigos, en el dolor, en la falta de amor, en el miedo al futuro...
A cada uno nos persigue una historia. ¡¿Ves?! ¡Todos somos muy parecidos!
Teresa tuvo un momento de cambio, de luz interior, que le permitió dar un paso fuerte en su vida. Hoy, que somos tan modernos, diríamos que experimentó un salto cuántico. Es entonces cuando, a los 40 años, nace la fundadora de conventos y comienza la verdadera reforma.
Sus expectativas, experiencias y talentos se sumaron para ayudarla a hacer lo que realmente venía a hacer: ¡Vivir su proyecto de vida!
Agudizó su ingenio en esos tiempos difíciles y comenzó su trabajo como coach.
En esa época las mujeres estaban privadas de voz y no podían predicar. Estamos en un siglo difícil. Esto le llevó a escribir y a plasmar todo lo que sentía en los libros. Las moradas y El castillo interior reflejan su sentir y su pensar.
Pero a Teresa, "la andariega", apodo cariñoso que se gana a pulso por amar los caminos, le toca pagar cara su apertura de mente. Demasiado avanzada, demasiado moderna, demasiado feminista y entusiasta.
Proclama un mensaje que hoy está muy de moda:
"HAZ TU REVOLUCIÓN INTERIOR Y DA SENTIDO A TU VIDA"
Que viene a decir, transfórmate, haz un cambio, ponte cara a cara contigo mismo y demuestra lo que vales. Cree en ti y apuesta por tus logros. Busca tu propia felicidad con tus propios medios.
A ella esta propuesta le llevó a fundar 17 conventos. ¿Qué te parece? ¡No está nada mal, ¿verdad?!
Como ya te anuncié antes, su ADN venía con un sello. Venía con un mensaje de TRABAJO REFORMADOR, pero ella no tenía ninguna intención de ser santa. Lo fantástico de todo esto es que llevó a cabo un programa sistematizado de trabajo que sigue estando al servicio de todos.
Imagino que ya estás deseando saber qué es lo que propone para empezar con nuestra reforma interior.
Ponte en situación e imagina que vas a realizar la reforma de tu casa. El primer paso es saber de qué presupuesto dispones. El segundo paso será pedir presupuesto, optando por el mejor.
Ella te anima a que saques toda tu riqueza interior, a que examines qué quieres reformar.
¿Cuánto estás decidido a invertir? Hablo de valores, aptitudes y capacidades
Sí… he dicho valores, aptitudes, capacidades... Haz tu presupuesto y ahí va esta pregunta:
¿Estás decidido a invertirlo todo? Ya te aviso; si tu respuesta es sí, comenzaremos la reforma interior siguiendo sus técnicas. Recuerda que Teresa no era amiga de “chapucillas”, sino de grandes obras.
Para comenzar con la reforma tenemos una serie de reglas que van a ayudarte; son prácticas y fáciles de poner en funcionamiento.
PRIMERA REGLA: LA PACIENCIA
Tendremos que cultivar grandes cantidades de calma, sosiego, serenidad y armonía para llevar a cabo esta gran empresa que es nuestra reforma.
Las personas piensan que la paciencia es la capacidad de esperar, pero no es así. La paciencia es CÓMO NOS COMPORTAMOS MIENTRAS ESPERAMOS.
Ella encontró muchas trabas en su camino. Esperó y consiguió hacer florecer una relación de profunda amistad con la paciencia durante toda su vida, lo que dio grandes frutos.
Decía en unos de sus versos más conocidos:
“Nada te turbe, Nada te espante, Todo se pasa, Dios no se muda…
La paciencia todo lo alcanza”.
¿Quién no ha perdido alguna vez la paciencia en una reforma?
SEGUNDA REGLA: La hUMILDAD
“Para ser grande, primero hay que aprender a ser pequeño. La humildad es la base de toda verdadera grandeza”.
Según lo entendía ella, la humildad es andar de verdad. La fuente de la grandeza. Esto implica que si nos engañamos a nosotros mismos no conseguiremos la reforma que tanto deseamos y buscamos.
Si aceptamos llevar a cabo esta reforma, pongámonos cara a cara y mirémonos sinceramente a los ojos con profundidad. La humildad viene con la valentía, la fortaleza que nos empuja a aceptarnos, a vernos y querernos en lo que somos realmente. Fuera disfraces y corazas. Nos toca descubrir nuestra verdadera esencia, la auténtica verdad que vive en nuestro interior y reivindicarla. Debe ser revelada para que podamos hacer la reforma.
Ella decía:
“Esta es la verdadera verdad, conocer cada uno
lo que pueda y lo que Dios puede en él”.
TERCERA REGLA: EL HUMOR
“Las personas con sentido del humor tienen
un mejor sentido de la vida”.
El humor como necesidad primaria, que en esos tiempos de hambruna hacía las veces de comida. Tan importante como respirar. Es obligatorio rescatar el buen humor y hacer uso de él en cualquier situación adversa.
Ella decía:
“Algunas veces me río y conozco mis miserias”.
“La risa es alegría”.
Teresa entendía bien que el humor es la medicina contra el estrés y la ansiedad, esos males que entonces se llamaban agobios y angustias. Visionaria, intuía la importancia que esas palabras iban a tener en nuestra sociedad actual y nos lanzaba el primer mensaje como coach del medievo.
El humor es refrescante y relajante. Debemos aprender a hacer nuestra propia caricatura y a reírnos de nosotros mismos. El humor nos ayuda a aceptar y normalizar situaciones que pueden ser difíciles para nosotros. Todo es relativo si hay sentido del humor en la vida.
Teresa encontró en el humor un aliado perfecto que aliviaba la dureza de la vida diaria, infundiendo energía positiva a todas sus hermanas. No consentía la tristeza para los que tenía cerca.
Otro de sus dichos era;
“Una monja triste es una triste monja”.
Para comenzar la reforma necesitamos una buena dosis de buen humor. Vamos… ¡que le pongas chispa a la vida!.
CUARTA REGLA: LA ORACIÓN
"Tengo todo para ser feliz.
Todas las situaciones son temporales.
Puedo lograr lo que me proponga.
Vivo en el presente.
Mi paz es mi responsabilidad".
Me dirijo primero, con amor, al ateo, agnóstico y escéptico... No dejéis de seguir leyendo.
La oración de Teresa podría ser el Reiki de hoy, la meditación o un mantra. Dejadme que os explique antes lo que significaba para ella la oración. ¿Qué te parece la oración anterior? ¿La suscribes? De eso hablamos cuando nos referimos a orar.
Para Teresa, la oración es vivir plenamente de acuerdo con la vida, consigo misma, compartir su confianza, sus andanzas y su vida con aquel a quien amaba tanto. Es depositar amor y sentirlo de vuelta. Sin esperar nada a cambio, recibe con gratitud el amor que sus hermanas le dan.
Cuando te permites este tiempo para estar contigo, en ti mismo, te estás dando amor. Creas una esfera de calma a tu alrededor que te envuelve y te permite actuar desde el sosiego, tomando buenas decisiones. Se convierte en lo más preciado cuando lo compartes con quien amas, confías y te escucha.
Puedes orar, meditar o confiar en tus amistades. El encuentro es el mismo porque va de la mano del amor.
Ella decía:
“No es otra cosa oración mental sino tratar de amistad, estando muchas veces tratando a solas con quien sabemos que nos ama”.
QUINTA REGLA: LA OBEDIENCIA
No te puedes hacer una idea de lo que pesaba esta palabra en aquel siglo, aunque su significado es más sencillo de lo que parece.
Para Teresa la obediencia debía ser vivida como la virtud de vivir en armonía y orden. Hoy Teresa sería Marie Kondo, esa mujer tan especial que nos da los mejores consejos para poner orden en nuestras casas.
Teresa nos habla del orden lógico de la vida. Ella decía:
“El que no sirve para servir no sirve para vivir”.
Compromiso y obediencia. Para alcanzar el éxito en la reforma que comenzamos debemos tener compromiso. Una vez que tienes el compromiso, son necesarias la OBEDIENCIA y la DISCIPLINA, así como la perseverancia en la meta.
Para nuestra reforma es fundamental que pongamos en orden nuestra vida; debemos regirnos por las nuevas normas, que son las que traerán nuestra felicidad. Seremos después muy obedientes en la conservación de nuestra reforma, manteniendo siempre abierta la puerta a nuevos cambios.
¿Te imaginas un podcast de Santa Teresa? Creo que nos dejaría a todos boquiabiertos. Comenzaría diciendo una de sus frases:
"¡¡¡Hay que agotar todos los esfuerzos antes de quejarse!!!".
"Nada te turbe, nada te espante..."
Lo siguiente ya sería:
"¡Dios está hasta en los pucheros!".
¡Así que pon atención en lo que haces!
Te propongo tres ejercicios para empezar esta reforma, que sé que ya lo estás deseando. Noto tus mariposas en el estómago... Ahora estás pensando qué será lo que tienes que cambiar, pero cuando llegues al final entenderás que tocaba hacer reforma.
No creas que todo esto que nos está pasando es casualidad; teníamos que encontrarnos. Yo creo en ti, en tu esencia y sé que tienes mucha belleza por demostrar. Sobre todo a ti mismo. ¡Tienes luz! Aunque a veces sientas que la bombilla no brilla, tú eres incandescente.
Teresa se movía con gran ilusión en todos sus empeños y eso le hacía marcarse grandes objetivos. Deja de resistirte y déjate fluir.
Claramente estás en el momento idóneo para iniciar tu TRANSFORMACIÓN.
PRIMER RETO DE TERESA DE JESÚS:
LA CARICATURA
“Vuestra soy, para vos nací,
¿qué mandáis hacer de mí…?.”
Así de dispuesta le habla Teresa a Dios, siempre preparada para ponerse manos a la obra.
¿Y tú?, ¿cómo andas de disponibilidad?
Hoy es un día grande. El abanico de las expectativas está más abierto que nunca. Es posible que dentro de él se haya colado la incertidumbre. No debe de cogernos por sorpresa; conociéndola, estará haciéndote miles de preguntas y creándote inseguridades. ¡¿Cómo es?!
¡Le priva poner tensión!
Como contaba con ello, ya tenía preparada una respuesta rápida y eficaz para callarla y que nos deje trabajar: incertidumbre, no sufras más porque nuestro destino ya está elegido y planificado hasta en el más mínimo detalle.
Ahora, libres, sin ataduras, nos toca disfrutar del que será sin duda el viaje más emocionante al corazón del misterioso interior, que no es otro que el viaje el centro de ti mismo.
Teresa te garantiza que sufrirás una transformación y que no habrá vuelta atrás. Ella, como guía, asume su responsabilidad para llevarte por este camino y te adelanta que su objetivo principal es acariciarte el alma. Sí, me has entendido bien; mimos y cariños para nuestra parte más etérea, motor de ese cuerpo que te han regalado, al que necesitas darle felicidad.
En el camino encontraremos piedras, caídas, cansancio, muros, sol y chubascos. Espero que nada ¡y digo NADA!, impida que ella haga que tu arcoíris brille en todo su esplendor.
Habrá días de frío (para esos momentos llevamos buenos abrigos confeccionados con telas resistentes, telas de ánimo y buen humor).
¿De qué crees que están hechas todas las capas de los superhéroes y los hábitos de las reformadoras?
Abrimos pues puertas en la mente y ventanas en el corazón.
¡Comenzamos a renovar!
Decía Teresa:
“Solo quien es capaz de verse con autenticidad
es capaz de ejercer un cambio”.
El cambio comienza con esa reforma de la que estamos hablando. No creas que esta es cualquier reforma: esta es LA REFORMA, con letras mayúsculas y bien grandes.
Veo que sigues leyendo. ¡Bien! Quiere decir que sigues interesado en comenzar y que tienes voluntad en ello. ¡Genial!
Déjame pensar... Te estoy mirando y observo que necesitamos muchos materiales para renovar. Pues no perdamos más tiempo y hagamos un buen inventario para descubrir lo que ya no te sirve.
Hay que ponerse en marcha y tomar decisiones. Reciclar, tirar o restaurar; todo está en tu mano. Tú decides, tú tienes el mando.
Importantísimo: revisar pilares y vigas, no vaya a ser que haya termitas, esos insectos que devoran poco a poco hasta que lo consumen todo dejándolo en ruinas.
Tengo que aclararte, antes de empezar a reformar, que los DESPERFECTOS y los DEFECTOS son casi hermanos gemelos; no quiero que te despistes. Se nutren uno del otro, y es que un defecto no solucionado causa un desperfecto. A veces, chapa y pintura solo camuflan y no solucionan.
Sí, yo también lo entiendo: “chapa y pintura” es una solución inmediata que nos permite ver la luz rápidamente, pero no es el objetivo de esta reforma. Lo nuestro es más profundo. Vamos a construir algo sólido y duradero con buenos pilares y unas inmejorables vistas al exterior.
EJERCICIO 1
¡La Inquisición llama a la palestra a los acusados: los defectos y los desperfectos!
Ha llegado el momento de entregarnos de lleno a nuestro primer ejercicio. Busca papel y lápiz.
Saca tu parte más creativa acompañada de una buena dosis de humor.
Lánzate a hacer una CARICATURA de ti mismo.
¡Estoy viendo la cara que pones!
Ya sé que vas a decir que no sabes dibujar, que se te da fatal, que no has dibujado desde el colegio... Genial, porque no importa. Así será aún más divertido. Sé que el hecho de enfrentarte a hacer una caricatura es algo que te puede echar para atrás. Seguro que te preguntas: ¿por qué me habré metido en este lío?, ¿de qué me va a servir a mí hacer esto?
Aunque si lo piensas bien, la CARICATURA persigue el mirarte por dentro y por fuera para saber qué transmitir en el papel. Antes de que la incertidumbre y las dudas te impidan seguir avanzando, tengo que decirte que, cuando hayas terminado el dibujo, lo enfocarás de otra manera,
¡Recuerda que la clave para superar la duda es la meta! Centra la atención en el dibujo y ponte a ello.
Haz la caricatura grande, dibuja todo tu ser y expándelo de manera cómica en el folio. Busca rotuladores o bolígrafos de colores, lo que te haga sentir más a gusto. Saca a tu niño interior y dale color y vida. Recuerda hacer una caricatura, ríete, diviértete, es algo lúdico. ¡No pretendas ser Picasso!
Una vez que la tengas hecha, debes pintar FLECHAS que salgan del interior del dibujo en las que irás poniendo cuáles son tus principales DEFECTOS o DESPERFECTOS.
Señálalos a nivel físico y a nivel emocional. Tenemos que enfrentarnos a nuestro verdadero yo. Entra en tu interior y libéralos a todos. Sé generoso y hazles protagonistas a todos ellos, pero solo por hoy. Una vez que sean protagonistas y los hayas leído con atención, déjalos que se exhiban. Después tocará desprenderse de ellos.
Cuando lo tengas piensa en lo que has escrito y no en lo que has dibujado. Conseguirás ver tus defectos, asumirlos y posteriormente reírte de ellos.
Nadie te juzga... suéltate... sé auténtico. Así comienzan las reformas, sacando todo a la luz.
A la luz de una vela medieval, Teresa también hizo su caricatura. ¿Qué crees que dibujó? ¡Hasta las santas tienen sus cosillas! Destacaban sus grandes pies agrietados de tanto caminar, que chocaban con la imagen de su grácil figura.
Y volviendo a nuestro ejercicio: cuando pasen un par de horas, observa de nuevo tu caricatura. Acepta con amor lo que ves. No te resistas. No vayas contra corriente. Esto es lo que es y lo que es, es.
Siguiente paso, AFIRMA.
Repasa lo que ves en tu caricatura y afirma cada una de las cosas que hayas escrito. Repite en tu interior.
"Yo soy...". "Yo tengo...".
Es obligatorio hacerlo con buen humor. Acepta tus actitudes, defectos y desperfectos porque ese es el principio de la sanación emocional. Si te gusta más, lo llamaremos reforma emocional.
Ser humilde es tener la capacidad de ver la realidad, aunque no nos guste. No puedes preguntarte qué comportamiento vas a cambiar hoy si no eres consciente de tu propia realidad. Deja que tu caricatura cuente tu historia personal.
¡Felicidades por tu actitud ante esta reforma! Confío plenamente en tu potencial. Nadie cambia hasta que no cambia su energía.
Por cierto, no te he contado que Santa Teresa puso con gran ilusión en su primer convento una campana agujereada (ya ves, con su defecto y desperfecto). Tuvo un amor muy especial por este convento y por las monjitas que lo habitaban. La campana les recordaba que tenemos un don especial para sonar a pesar de los agujeritos que nos acompañan.
La lección está en aceptar.
¡Marchando caricatura!
Teresa, amiga de libros y cuadernos, te recomienda buscar uno con las páginas en blanco para que puedas utilizarlo en estos y otros menesteres.
SEGUNDO RETO DE TERESA DE JESÚS:
¿QUIÉN SOY YO?
“Agradezco mi cualidad de ser único”.
Aprender a ser optimistas es uno de los principios básicos para cambiar.
El Optimismo es una herramienta imprescindible para obtener resultados excelentes. Seguro que cuando has leído optimista ya has puesto una sonrisa. ¡Así me gusta, empatía con la palabra!
¿Qué hubiese sido de Teresa sin el optimismo? Su personalidad extraordinariamente extrovertida contagiaba a todos los que se cruzaban en su camino.
Por cierto, Teresa experimentó que el optimismo es altamente contagioso y da lugar a muchos comportamientos que producen alegría. Le otorgó una gran capacidad para crear vínculos emocionales muy sólidos en todos los círculos sociales. Desarrolló su capacidad para vivir nuevas experiencias y explorar nuevos caminos. Aumentó su productividad en las tareas diarias y la animó a lograr sus objetivos y metas.
Ahora que tenemos claro cuál es la enseñanza, vamos a comenzar a modificar nuestro hogar interior. La primera parte es revisar el estado de los pilares, comprobar cómo está nuestra estructura. Quizá haya que replantearlo todo. Simplificar. No te dé miedo: para hacer una reforma necesitas muchos profesionales cualificados; no todo lo vas a poder hacer tú solo.
Necesitas identificar dónde apoyarte en caso de necesidad y desarrollar la habilidad de pedir ayuda… ¡Con optimismo, claro!
¿Sabes por qué a la mayoría de las personas no nos agrada embarcarnos en una reforma? Porque altera nuestra rutina. Cambia los patrones que tenemos aprendidos y nos hace desconectar del modo automático en que vivimos nuestro día a día.
Teresa, experta en este terreno, nos dice que el cambio es un proceso lento. La reforma llevará su tiempo. Paciencia.
EJERCICIO 2
“Si tú crees en ti, nada ni nadie podrá detenerte”.
Nunca es tarde para vivir la vida que queremos. Tú decides sobre tu vida, tienes la exclusividad. Pero... y aquí viene la pregunta: ¿Quién eres? ¿Crees que te conoces realmente?
Las preguntas encierran una gran dificultad para contestarlas. Por eso hoy vamos a ayudarnos de estos profesionales cualificados en reformas que nos darán la respuesta.
Pídele a un amigo de los especialmente sinceros, a alguien que te conozca bien, amigo del colegio, de la infancia o del trabajo, que pueda hacer una DESCRIPCIÓN SOBRE TI, que te dé todo tipo de detalles, que hable de tus cualidades a la par que de tus defectos.
Puedes llamarle por teléfono o pedirle que te lo mande por escrito durante el día de hoy. Insístele en que es importante para ti que sea lo más sincero posible. Pídele que te conteste a las siguientes preguntas:
¿Qué es lo que más te gusta de mí?
¿Cuáles son mis virtudes?
¿Qué es lo que menos te gusta de mí?
¿Cuáles son mis defectos?
¿En qué crees que debo cambiar?
¿Qué recomendación me darías?
La segunda parte es hacer lo mismo con tu MADRE, y si ella no está (le mandamos un beso), con cualquier familiar que te conozca muy bien.
Acepta con humildad sus descripciones; no intentes cambiar la realidad. Es cómo ellos te ven, cómo ellos te sienten. No digas "no es verdad", "no soy así". No te resistas y acepta.
Escribe en tu cuaderno cómo te sientes con lo que ellos opinan de ti. REFLEXIONA.
Después, en un par de líneas contesta a la pregunta, ¿QUIÉN SOY? basándote en las descripciones que has recibido.
Restaurar, remodelar, tapizar, sustituir... volver a la esencia, volver a lo sencillo. Dar versatilidad, luz y movimiento.
Si vamos a dar lo mejor de nosotros necesitaremos modificar nuestra actitud. Despojarnos de la pereza, que ya decía Santa Teresa que era mala consejera.
¿Crees que es pereza lo que te da hacer el ejercicio? Siento decirte que es mieditis aguda. Una enfermedad muy común. Aparecerá varias veces, pero hay que ganarle el combate día a día.
Teresa te dice:
“¡La clave es el optimismo!".
TERCER RETO DE TERESA DE JESÚS:
EL AMOR
“Y sin amor, no soy nada”.
Hoy estamos de enhorabuena; traigo buenas noticias para tu futuro.
El “érase una vez” existe, el mundo de las posibilidades infinitas está abierto para ti. Ahora quedan por descubrir miles de cosas, avanzar y tomar el timón. Pero tenemos que estar vigilantes para que no se cuele en nuestro barco el peor enemigo: el miedo.
El miedo a avanzar es un inquietante inquilino que siempre se cuela en lo más profundo de nuestro ser y tiene la graciosa cualidad de paralizarnos. Nos deja ausentes, vacíos y carentes de energía.
Por supuesto, disponemos del arma infalible para luchar contra él. Todos y cada uno de nosotros tenemos un arma para combatir al miedo a la incertidumbre, la duda y la parálisis. ¿Qué palabra podrías sacar con las letras de la palabra “arma”? ¿Preparado para quedarte con la boca abierta? A mí me sale la palabra AMAR. Increíble, ¿verdad?
Dicen que el amor en todas sus facetas es una fuerza que hace mover montañas, que quien vive en amor vive en armonía, que el amor es creación e ilusión y, sobre todo, que el amor es un hogar. El amor y la ilusión son más fuertes que el miedo. Necesitamos estas dos grandes fuerzas para prestar atención al mundo interior. Nos conectan con nuestra esencia. Recuerda: AMOR e ILUSIÓN.
¿Te has preguntado en alguna ocasión dónde pones amor? Puede ser en cuidarte física y emocionalmente, en tu trabajo, en tu familia, en tus amigos, en tus proyectos, en tus objetivos, en tus sueños, en tu pasado, en tu presente o en tu futuro. ¿Dónde estás depositando el amor?
Decía Teresa:
“Lo que importa es amar y dejarse amar”.
¡Mira que es fácil!
Teresa creía en el amor por encima de todo. El amor es el oxígeno que nos eleva. “Cuanto más amor pones más crece”.
Pero ella, que era muy perspicaz, sabía que sin confianza no hay amor, y por lo tanto no hay buena cosecha. Se puso a prueba para vivir el amor hasta el extremo, plasmándolo en todos sus objetivos.
Trabaja el mensaje de Teresa, incorpora en tu vida la enseñanza que nos trae sobre el amor; abre el corazón para tener paz, abraza con amor tu valía y crea una nueva realidad con pensamientos de amor y bondad.
Hoy muchas personas se sienten vacías y no saben por qué. Si escuchas con atención, oirás el susurro:
“Se trata de amar, nada más”.
Se puede poner amor en el ámbito de la educación, en el de la medicina, en el parque, en los supermercados, en la comida o en un partido de fútbol. El corazón está preparado para ello.
El amor es una fuente inagotable, es un regalo que recibimos en el momento de llegar a la vida. Tú dispones cómo utilizarlo. Cuando despiertas al amor, abrazas tus sueños y das rienda suelta a la ilusión y de repente aparece la pasión, que es el néctar del amor.
La primera regla es que hay que aprender a amarse; eso significa respeto a uno mismo. Cuanto más amor das, más energía creativa fluye para ti.
Observa tus pensamientos y tus sentimientos, que son los que crean tu personalidad. ¿Cuánto amor pones en tus pensamientos y cuánto amor sientes?
Tu cerebro y tu corazón cambian con cada nueva experiencia, con cada pensamiento, cada nueva lección, cada nueva emoción... Estamos aprendiendo cosas nuevas y retándonos a nosotros mismos. Toda tu atención debe estar puesta en ello. ¿Qué te parece si a este aprendizaje le añadimos unas gotitas concentradas de amor para que todo florezca y nos haga sentir mucho más felices?
La palabra amor aparece cientos de veces en los libros de Santa Teresa. Persevera en el uso de la palabra porque es consciente de lo importante que es la repetición en los cambios. Pon amor y cree en tus posibilidades, ¡comienza a crear tu vida y cambia!
¡Manos a la obra!
Respira profundo, inhala, exhala y prepara tu cuerpo y tu mente para estar en calma.
EJERCICIO 3
El tercer ejercicio te hace una pregunta: ¿eres buen anfitrión para el amor?
Quizá estés enfadado con él, quizá estés muy agradecida, tal vez no lo conozcas aún, puede que el amor te cause dolor... ¡Hay tantas cosas que ocurren con el amor!
Tenemos la oportunidad de ponernos cara a cara con él y hablarle con toda sinceridad.
Coge tu cuaderno y ESCRíBEle UNA CARTA AL AMOR.
Cuéntale, confiésale... Desahógate y hazle una petición para el futuro. Escribe con franqueza y recuerda que eres merecedor de amor. Todos lo merecemos. Tómate tiempo antes de empezar, desconecta de tu entorno. Esta tarea es para hacerte sentir.
Este ejercicio, junto con los dos anteriores, te ayudan a conocer tu interior. Estamos haciendo una buena reforma.
Puedes empezar tu carta definiendo qué significa para ti el amor, cómo lo vives o cómo lo entiendes. Medita y piensa en todas las personas que te hacen sentir el amor incondicional, y observa si se adapta a tu definición de amor.
Repasa cuánto amor pones a todas las acciones de tu vida diaria... poniendo materiales de primera calidad. Es importante que te sientas libre, que puedas escoger cualquier cosa que te haga feliz para crear los nuevos muros del hogar que estás reformando:
Tu hogar con puertas abiertas.
Son sugerencias, pero seguro que tú sabes cómo enfocarlo.
Trabaja con ilusión y ve esa magnífica sonrisa que tienes. Obsérvate desde dentro y siente que puedes, que nada es imposible. Tu interior te ofrece miles de oportunidades para conseguirlo.
Todo lo que crees y a lo que des forma, existirá. Así comenzó Teresa a visualizar.
Atrévete a escribir un sueño, cree en él. Siéntelo y dale vida escribiéndolo.
Una vez terminado el ejercicio,
¡PON A AMOR A TU DÍA!
Regala caricias, palabras amables, sonrisas... haz que hoy sea un día especial. No tengas miedo a dar mucho amor. ¡No se acaba!
Teresa decía que todos hemos hecho algo grande en la vida, algo increíble. ¡Repartir amor! Y eso deja huella para siempre. Haz que se note que estás en esta vida.
¡AMA CON PASIÓN!
Me he esforzado en escribirte la palabra amor 37 veces para que sumando los dígitos te salga un 10 para tu vida.
Ha sido mucho más fácil de lo que parece; tan solo me he dejado llevar por la palabra.
¿QUÉ NOS DICE LA CIENCIA SOBRE EL OPTIMISMO?
EL OPTIMISMO ES CLAVE
PARA EL BIENESTAR PSICOLÓGICO
Y EMOCIONAL
Son numerosas las investigaciones que demuestran los beneficios psicológicos, emocionales y físicos generados por una actitud optimista para responder ante los acontecimientos y los hechos que nos ocurren en cada momento de la vida.
Los estudios de Martin Seligman -que podemos considerar el máximo exponente de la Psicología positiva- indican que el optimismo forma parte del proceso de asumir o no la responsabilidad del tipo de respuesta que somos capaces de dar ante esos acontecimientos vitales.
La vida que vivimos es un continuo cambio; afrontarla con más o menos optimismo nos permite comprender que cada adversidad es temporal y que todo pasa.
Así, el optimismo pone en juego las capacidades y habilidades personales para ir superando las diferentes situaciones a las que nos enfrentamos, mientras que el pesimismo nos posiciona en una postura de indefensión y pasividad en la que se espera que las circunstancias cambien sin más, por sí mismas.
Si pudieras elegir entre el optimismo y el pesimismo, ¿cuál elegirías?
El optimismo está relacionado con la forma en que afrontamos las diferentes situaciones. Los optimistas esperan que suceden cosas buenas. Que lo que va a pasar es lo mejor que podría acontecer, independientemente del propio hecho que estemos experimentando. Pero ser optimista no es sólo cuestión de pensar cosas buenas y positivas, como si solo con imaginar o desear los acontecimientos fuera suficiente para conseguir alcanzar la meta deseada; esto no funciona así.
Si la clave está en cómo la persona traslada los pensamientos en acciones ante los hechos adversos de la vida, entonces ¿qué hace un optimista frente al pesimista?
El optimista que entiende con realismo los acontecimientos diarios manifiesta una vida más sana y plena frente al optimista que todo lo idealiza o al pesimista que todo lo niega.
El ser optimista o pesimista es una actitud. Es cómo traducimos nuestros pensamientos en acciones. Cómo nos comportamos ante las adversidades.
Las personas optimistas comprenden que cada situación vital pueden manejarla de forma exitosa, y por eso se enfrentan a los retos con confianza y perseverancia. Las personas pesimistas, sin embargo, esperan que suceda lo peor, tienden a dudar y evitan actuar frente a los retos.
Estas dos posturas ante la vida son clave, ya que influyen directamente en nuestra salud y la forma que tenemos de manejar el estrés y la ansiedad.
Teresa, la coach del medievo, propone que seas co-creador de tu vida poniendo grandes dosis de humor. El buen humor es la palanca de apoyo para salir airoso de las situaciones, aunque las valoremos como negativas, y así desaparecerán el miedo y las inseguridades asociadas a la propia experiencia. El amor y el humor hacia uno mismo son obligatorios. Tienen la capacidad de reprogramar tus células modificándolas y dándoles vitalidad.
Recuerda que cuando nos referimos al optimista hablamos del optimista realista y no del idealista. Y la diferencia está en los comportamientos que muestran. Una persona optimista no solo espera lo mejor que pueda pasar y deja en manos del destino que ocurra o no, sino que no se olvida del asunto, actúa para conseguirlo.
Las estrategias de los optimistas realistas son:
Poner el foco de la atención en las metas y no en los obstáculos.
Afrontar los problemas con el convencimiento de que es necesario superarlos para alcanzar las metas de vida.
Ver el lado positivo de la situación, lo que aumenta la motivación interna para lograr la meta.
Aceptar la realidad: es lo que hay y hay que seguir avanzando.
Asumir que los problemas son aprendizajes.
Disponer de un plan de acción, actuar. Muchas personas piensan que tienen que hacer algo, pero la inacción hace que finalmente no hagan nada.
Relaciones entre optimismo y bienestar
La actitud ante las adversidades, una actitud positiva o negativa, juega un papel clave a la hora de actuar y afrontar la propia adversidad. Así, las personas con un mayor nivel de optimismo, por ejemplo ante el diagnostico de una enfermedad grave, piensan que:
"El dolor es inevitable,pero el sufrimiento es opcional".
Dolor no es igual a sufrimiento, ya que el primero es físico y el segundo psicológico y emocional.
Una investigación de la Clínica Mayo de Nueva York concluyó que los optimistas viven alrededor de un 19% más que los pesimistas. Esta investigación, que duró 30 años, afirmaba que la salud no depende solo de valores físicos, sino también de la actitud con la que las personas enfrentan la vida.
En caso de tener que afrontar situaciones generadoras de estrés, los optimistas tienden a experimentar estados de ánimo menos negativos que los pesimistas, lo cual se manifiesta en comportamientos de salud más adaptables y en un mejor sistema inmunológico. El pesimista tiende a retraerse o darse por vencido en mayor medida.
Diversos investigadores sostienen que los pacientes optimistas se recuperan con mayor rapidez y suelen a tener menos complicaciones postoperatorias.
En definitiva, y para concluir, podríamos decir que tanto el optimista como el pesimista acaban muriendo algún día; pero la diferencia está en cómo han vivido la vida y, en consecuencia, en el legado que dejan en su entorno cuando llega el momento de partir definitivamente.
Fortalece tu músculo del optimismo y ponte “manos a la obra”. Hay que actuar.
Si después de leer esto piensas “vaya rollo, seguro que a mí no me va a funcionar”, es un síntoma muy claro de que necesitas mejorar tu optimismo.
¡TÚ DECIDES!