Читать книгу La deplorable condición del hombre y el poder de Dios - Martyn Lloyd-Jones - Страница 5
PRÓLOGO
¡¿Salvo de qué?!
ОглавлениеPronunció su respuesta lentamente, pavoneándose, dejando caer todo el peso en la última palabra con firmeza, como si con ello pudiera darle un empujón a su interlocutor. El interlocutor era un cristiano evangélico que estaba compartiendo el evangelio, y el que respondió de aquella manera tan brusca era un pastor de más de 60 años de edad. La primera vez que le oí contar la historia de su roce con el evangelista me quedé un poco sorprendido. Después de todo, él era pastor. Debería saber de qué necesitamos ser salvos, pero no lo sabía. De verdad no lo sabía, pero estaba exultante por haber confrontado tan firmemente a quien pretendía evangelizarlo. ¡Cómo me habría gustado tener una copia de este libro en aquellos momentos!
¿Qué es el Evangelio? ¿Podría usted resumirlo? ¿Se diferencia en algo del Evangelio de los cristianos de hace setenta años? En estos cinco mensajes (predicados en Edimburgo en marzo de 1941), el Dr. David Martyn Lloyd-Jones, célebre pastor de la Capilla de Westminster, en Londres, nos da la respuesta. Admiro la claridad y el poder de su predicación.
Estos mensajes muestran la mente tan poderosamente crítica que le dio Dios al Dr. Lloyd-Jones (o simplemente “el doctor”, como se le conocía de manera cariñosa y respetuosa). Aquí expone la historia de la filosofía, de la psicología y de la política junto con la historia de los tiempos bíblicos y de la iglesia. Piensa de manera clara y sucinta, y esa claridad de pensamiento se traduce bien al papel.
Además, la brevedad de este libro lo hace aun más impactante.
En estos mensajes, el doctor expone las pretensiones de quienes rechazan o intentan modificar el cristianismo bíblico, analizando la segunda mitad de Romanos 1 con gran claridad y con el poder del evangelio.
Con la guerra como telón de fondo, Lloyd-Jones rechaza la lamentable ignorancia de quienes afirman que el hombre es bueno y ven la guerra como una aberración de nuestro estado natural. Según Lloyd-Jones, Romanos 1 contradice esta idea por completo. En “La historia religiosa de la humanidad” el doctor subraya la importancia de nuestro concepto del ser humano y muestra su total desacuerdo con la escuela de la historia de las religiones y con la idea de que el hombre está mejorando. Tras examinar Romanos y la historia de la humanidad, concluye de manera contundente que tenemos un gran problema espiritual.
Su segundo mensaje, “Religión y moralidad”, habla de cómo la moralidad debe ir precedida por la religión y derivarse de ella. Esto contradice la idea moderna de intentar tener moralidad sin religión. Este cambio de orden es un error que tiene graves consecuencias, empezando por la extinción de la propia moralidad que se pretende exaltar. La moralidad no es autónoma. Cuando desaparece el evangelio, las buenas obras no tardan en desaparecer también.
Todo el tercer mensaje trata de la doctrina del pecado, doctrina que Lloyd-Jones identifica como una de las más odiadas y ridiculizadas de todas las doctrinas cristianas. ¿Cuál es nuestro problema más grave? El pecado. El doctor hace un resumen de las teorías de la naturaleza humana, y pone de manifiesto algunas de sus deficiencias. Siguiendo el razonamiento de Pablo, dice que el pecado es deliberado, degradante y detestable. El capítulo 1 de Romanos es tan penetrante hoy como lo era en los años cuarenta.
Al explorar la gravedad de nuestra condición, los tres primeros mensajes nos conducen al abismo y nos llevan al cuarto mensaje, sobre “La Ira de Dios.” Lloyd-Jones describe de manera explícita la ira de Dios contra el pecado. Basándose tanto en el Antiguo como en el Nuevo Testamento, deja claro que las interpretaciones imbuidas de sentimiento distorsionan el retrato de Dios que encontramos en la Biblia. Sólo podemos entender de verdad el amor de Dios si representamos fielmente su compromiso con la justicia y la santidad.
Estos fueron los cuatro mensajes de Lloyd-Jones. En su momento, dijo que le parecía que hacía falta un quinto que se centrara de manera más positiva en “La Única Solución”, así que, cuando llegó el momento de publicarlos, añadió un capítulo adicional al final. Hay pocos capítulos que resumen mejor el evangelio.
Lo que encontramos en estas cinco exposiciones es el evangelio explicado con gran claridad y esperanza. Estos capítulos siguen siendo actuales a través del tiempo. Hoy mismo los he usado en una conversación con un amigo que no es cristiano, pero que está buscando entender el Cristianismo.
Le recomiendo estos mensajes. Espero que al leerlos se sienta alentado en el evangelio y animado a compartirlo con los demás.
Mark Dever
Capitol Hill Baptist Church
Washington, DC