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Prólogo

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SIEMPRE tenía el mismo sueño…

En la plaza de toros de Sevilla resonaban los gritos y silbidos de los presentes. Trompetas, bombos y tambores acompañaban la danza de los caballos con sus jinetes españoles, vestidos con el atuendo típico.

Ella trataba de controlar su caballo, mientras grandes gotas de sudor recorrían sus acaloradas mejillas. Los demás se reían con sorna de sus dificultades y ella se sentía humillada. Sabía que en cuestión de segundos se produciría el desastre.

Pero, entonces, aparecía él, alto, atractivo, vestido con un traje de torero, llegaba corriendo entre la multitud y agarraba con firmeza las riendas de su nervioso caballo. Ella desmontaba y se echaba en sus brazos, llorando aliviada. Su cuerpo duro y firme la acogía.

De pronto, la escena cambiaba y se encontraban bailando, dando vueltas al son de las guitarras. Ella solo era consciente del taconeo que sus pies ejecutaban y de la imponente presencia del hombre que danzaba con ella.

Totalmente obnubilada por su mirada cálida, se dejaba llevar por él, que la había agarrado de la mano. Juntos se reían, mientras corrían por las desiertas calles de la ciudad, hasta que él llamaba a un coche de caballos.

Una vez cobijados en el oscuro interior del carruaje, la tomaba entre sus brazos y la besaba, mientras ella se estremecía por las sensuales caricias que él realizaba sobre su cuerpo. Totalmente dominada por aquellas sensaciones y fuera de control, comenzaba a susurrarle palabras al oído.

—Te quiero, Antonio, te quiero con toda mi alma.

De pronto, él reaccionaba de modo inesperado.

—¿A tus años? ¿Qué puedes saber tú del amor? —respondía él, con una dureza inesperada. Entonces, profería un juramento y la arrojaba del carruaje—. ¡Vuelve a casa, a tu Inglaterra, y crece! ¡Deja que los dos olvidemos este incidente!

Finalmente, él desaparecía a lo lejos.

Herida y desesperada, lloraba desconsoladamente, con el convencimiento de que jamás volvería a verlo otra vez.

Y siempre tenía el mismo sueño, la misma pesadilla…

La noche inolvidable

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