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CAPÍTULO 1
ОглавлениеORÍGENES HISTÓRICOS y REALISTAS del ANTIPERONISMO en el MARCO INTERNACIONAL
1. Orígenes históricos y realistas del antiperonismo en el marco internacional.
Sostener una tesis como la que despliego en este trabajo implica realizar un abordaje profundo no sólo de la historia argentina sino de la historia de la humanidad. El objetivo no es abrumar con detalles y con procesos que obligarían a escribir otro libro sino simplemente explicitar las principales líneas que terminaron dándole forma al mundo en el que vivimos hoy.
Pienso que, para facilitar el recorrido, tiene sentido dividir este apartado en dos etapas con un criterio netamente temporal: por un lado, una que vaya desde el comienzo de la humanidad hasta el siglo XVIII; y, por el otro, una que empiece con la Revolución Industrial y termine en la actualidad.
1. La primera, desde el inicio de la humanidad hasta el siglo XVIII.
a) Formas de Gobierno. Liderazgo. Manejo de los pueblos.
Desde que las personas han vivido en comunidad, desde el inicio de la humanidad, se han establecido reglas de convivencia para mantener la paz y la armonía.
Las primeras reglas para gobernar -“gobierno” proviene etimológicamente del griego: pilotar un barco o también dirigir- fueron creadas por las familias o tribus. Tras el crecimiento de la población, las comunidades se hicieron más grandes y por ende se hicieron necesarias más reglas. El gobierno tomó más impulso y protagonismo ya que es el principal pilar del Estado; la autoridad que dirige, controla y administra sus instituciones, la cual consiste en la conducción política general, es decir, en el ejercicio del poder ejecutivo del Estado.
La evolución de los gobiernos sucedió a la par del crecimiento de la población. Muchos tipos de gobierno se han utilizado durante estos siglos. A la mayoría se los puede ubicar dentro de estas cuatro categorías:
Monarquía es un tipo de gobierno dirigido por un rey o una reina, aunque a veces utilicen un título diferente como emperador o emperatriz, entre otros. La monarquía es una de las formas de gobierno más antiguas, en la cual los reyes ejercitan un poder casi sin control. Después de la muerte de un monarca, su hijo mayor hereda la corona. En determinadas circunstancias, si no había un heredero masculino una hija podía heredar la corona. En una monarquía, la jefatura del Estado es personal, vitalicia y hereditaria.
Las monarquías aún existen en la actualidad, aunque los cargos suelen ser diplomáticos o ceremoniales. Los monarcas de hoy en día tienen muy poco poder y son en su mayoría representantes de su país.
En En Grecia, las ciudades-estado fueron un tipo de gobierno inventado, mediante el cual las mismas eran independientes y controlaban el territorio aledaño. Cada ciudad-estado tenía su propia forma de gobierno interno.
Por ejemplo, Atenas fue la primera ciudad democrática mientras que Esparta fue gobernada por dos reyes. Los reyes de ambas dinastías gobernaban de forma colegiada, siendo coordinados y fiscalizados por la magistratura por medio de cinco magistrados. La magistratura era llamada eforado. Los cinco éforos o magistrados, elegidos anualmente, eran los que realmente ostentaban el poder. Aunque Esparta contó con reyes, normalmente sólo ejercieron el papel de jefes del ejército. A diferencia de Atenas, no estuvo regida por un sistema democrático sino por una oligarquía, es decir, el gobierno de una élite de guerreros.
Una república es un gobierno en el que pueblo elige sus representantes para hablar por ellos en un consejo, que alguna vez fue un consejo de consultoría para el rey o emperador y que con el tiempo se convirtió en el primer senado. Una democracia es un gobierno donde se espera que todas las personas participen del mismo. Dicha participación se da a través de elecciones libres.
En una democracia directa todo el mundo puede votar en todas las categorías disponibles. La mayoría de las democracias modernas son representativas, ya que los ciudadanos eligen representantes que los representen, valga la redundancia.
Una dictadura es un gobierno donde una persona toma todas las decisiones y tiene todo el poder. Muchos dictadores toman el poder sin el consentimiento de su pueblo y utilizan la fuerza para mantenerse en el poder. Los ciudadanos de una dictadura casi no tienen derechos.
Para citar algunos ejemplos actuales, tras la muerte de Fidel Castro su hermano Raúl continúa con el régimen dictatorial en la isla de Cuba. En Corea del Norte los desertores norcoreanos han sido testigos de la existencia de campos de prisión y concentración con una población estimada entre 150.000 y 200.000 internos, así como de la existencia de campos de experimentación humana y de numerosos casos de tortura, inanición, violaciones, asesinatos, experimentos médicos, trabajo forzado y abortos inducidos. Kim Jong es de los más sádicos y perversos gobernantes de inicios del siglo XXI.
La República Popular de China es uno de los pocos estados socialistas que quedan en el mundo. Su forma de gobierno ha sido descrita como comunista y socialista pero también como autoritaria y corporativista con fuertes restricciones en muchas áreas, más notablemente respecto al libre acceso a Internet, la libertad de prensa, la libertad de reunión, el derecho a tener hijos, la libre formación de organizaciones sociales y la libertad de culto. Existen muchos dictadores en África y en Asia también.
Como vimos en esta etapa de la historia, se puede observar un rasgo muy patente en la sociedad. Dicha característica es que en el 95 por ciento del tiempo de existencia de la humanidad, la población tuvo gobiernos que marcaban la agenda completa de cada ciudadano sin que estos últimos estuviesen representados de manera alguna. Esto ocurrió porque la monarquía, en sus distintas formas, fue la forma de gobierno que imperó en este planeta.
Existen excepciones para lo anterior, según los tiempos y el monarca, pero no son relevantes ya que lo importante reside en que históricamente el ser humano actuó impulsado por las órdenes, inducciones, guías y pedidos de terceros, siempre que estos ejercieran un liderazgo tan convincente que las personas cumplieran los designios del monarca sin objeciones. Las formas, los modos y las órdenes pueden darse de buena o de mala manera, con buenos o malos objetivos; pero lo concreto es que la población en general siempre acató las órdenes monárquicas.
El caudillismo, si bien tuvo inicio en el siglo XIX en los pueblos hispanoamericanos, se extiende a lo largo y a lo ancho de la historia de la humanidad. El pueblo es caudillista porque busca siempre que un líder lo guíe y lo ordene. En la historia esto está escrito y demostrado. El poder de los caudillos se basa en el apoyo de facciones importantes de las masas populares. Pero entendamos que es el caudillo quien busca y consigue el apoyo popular. Son contados los casos en que se da a la inversa y una de estas excepciones es el General Juan Domingo Perón.
Ante este fenómeno tan instalado en la mayoría de las sociedades, es difícil que una ideología como el liberalismo logre que la humanidad cambie su forma de ser (inconsciente o no, innata o no) y pase de que alguien lo guíe a que nadie lo haga. En 300 años de historia está harto comprobado que la famosa “mano invisible” de la que hablaba el economista escocés Adam Smith no existió nunca. Y yo estoy convencido de que no va a existir jamás.
Tengamos en cuenta que no me opongo al liberalismo pero sí a la anarquía que pretende instaurar dicha ideología. Personalmente estoy cerca del liberalismo y al mismo tiempo lejos del marxismo. Detesto el social-comunismo marxista en todas sus versiones. Fracasó en cada una de las formas en las que mutó en su ejecución práctica, convirtiéndose en la ideología más genocida de la historia de la humanidad.
b) Riqueza. Libertad. Igualdad. Derecho de Propiedad.
Pido que presten mucha atención a lo que escribo en este capítulo. Es apasionante y describe muchas causas de los comportamientos humanos actuales. Voy a hablar de la pobreza, la riqueza, la igualdad, la propiedad y la libertad, emblemas todos libertarios por antonomasia.
Pobreza y Riqueza
Desde hace aproximadamente 250 años se habla de combatir las causas de la pobreza. Primera afirmación fallida. La pobreza no tiene causas, no hay causas para la pobreza. La pobreza es el estado natural del hombre, nosotros nacemos desnudos y la humanidad en su inmensa mayoría siempre ha sido pobre. Ya no como en los inicios de la humanidad, pero siempre ha sido pobre.
Entonces la pregunta no debería ser: ¿cuáles son las causas de la pobreza? La pregunta se debería reformular en: ¿cuáles son las causas de la riqueza?
El estado natural en el hombre es la pobreza. En estos tiempos, gran parte de la población mundial ya no está en el estado natural, muchas personas no son pobres y la pregunta no sería por qué somos pobres sino por qué no todos los hombres somos ricos. En la actualidad todos tenemos más medios y recursos para llegar a la riqueza que los que nuestros antepasados nunca tuvieron ni soñaron tener.
La pobreza no tiene causas, la riqueza sí
Una riqueza invaluable, por ejemplo, es la esperanza media de vida que ganamos en la actualidad. Hace 10.000 años, cuando terminó la época glacial y empezó la agricultura, la esperanza media de vida de los hombres y las mujeres era de 18 años. Dando un salto en la historia, hace solo 500 años -cuando Cristóbal Colón llegó a América- la esperanza media de vida en Europa era de 27 años y por cierto los hombres vivían más tiempo que las mujeres. Había muchos más viudos que viudas, porque las mujeres morían principalmente en el parto.
La esperanza media de vida hoy en los países desarrollados se ubica alrededor de los 83 años para los hombres y 91 para las mujeres. En Japón esa esperanza media vida es algo más alta para las mujeres, ya que alcanza los 95 años.
¿Porque la gente vive más? Básicamente porque come mejor. Antes comían una vez al día o a la semana, ahora comemos tres veces al día. Antes comían lo que encontraban, y a veces no encontraban nada y morían de hambre. Ahora es muy fácil, basta con ir a un centro comercial o a un supermercado y se consigue todo lo que uno necesita para alimentarse.
Pero también hay otras riquezas adquiridas por el hombre, como la higiene. La higiene personal más desarrollada en el mundo es la iberoamericana. En Iberoamérica todos, o casi todos, nos bañamos todos los días. Los europeos no, los norteamericanos tampoco, los japoneses tampoco, los chinos tampoco y los árabes mucho menos. La gente más limpia del mundo somos nosotros.
La higiene contribuye también a que la vida sea más larga y por ese motivo es considerada también como una riqueza adquirida.
Lo que más ha ayudado a la longevidad del hombre y de la mujer que gozamos en la actualidad, ha sido la Revolución Industrial. Y dentro de la revolución industrial, la industria química y la industria farmacéutica han tenido avances incalculables allá por el siglo XVIII y las más favorecidas por los mismos han resultado las mujeres.
Otra pregunta que hay que plantear es: ¿por qué se crea riqueza? La pobreza está en nuestro estado natural, lo que hay que explicar no es cómo es que ya no somos pobres, ¡sino por qué somos ricos! Y en la respuesta vamos a encontrar superación, grandeza y trascendencia.
Para demostrarlo, voy a hacer una comparación con el rey Luis XIV de Francia, el que construyó el Palacio de Versalles (en francés, Château de Versailles).
El palacio, a mi parecer, más majestuoso de la humanidad cuenta con 700 estancias, 2.513 ventanas, 352 chimeneas (1.252 durante el Antiguo Régimen), 67 escaleras y 483 espejos repartidos en la Gran Galería, Salón de la Guerra y Salón de la Paz. La superficie total es de 67.121 m², de los cuales 50.000 están abiertos al público.
El parque abarca 800 hectáreas, 300 de bosque y dos de jardines a la francesa. El Pequeño Parque tiene 80 hectáreas y el Trianón, 50. Tiene 20 km² de vallas y 42 km² de paseos con 372 estatuas.
A pesar de tanto lujo concentrado en un solo lugar, puedo asegurar que el hombre económicamente medio de hoy en día es más rico que Luis XIV. Él nunca tuvo agua corriente ni electricidad, y por supuesto nunca tuvo la variedad actual de alimentos, incluyendo las comidas rápidas o fastfoods. Este hecho es el que nos debe asombrar, porque no solamente no somos pobres sino que somos, comparados con todos los hombres que nos precedieron, muy ricos. Somos más ricos que nuestros bisabuelos. Nuestros tatarabuelos ni siquiera conocieron los automóviles para trasladarse de un lugar a otro, tampoco el teléfono, mucho menos el celular; y por supuesto nada de Internet. Hace 150 años en el mundo occidental no asistían a la universidad ni el 2 por mil de los jóvenes de los países desarrollados. Hoy tienen educación secundaria y superior entre el 80% y el 90% de su población adulta.
Todos los años se hacen estadísticas y los medios nos escandalizan a todos con artículos amarillos sobre la pobreza en el mundo. Publicaron que en el mundo hay 800 millones de personas muy pobres, es decir en un estado de pobreza extrema porque subsisten con menos de dos dólares al día. Pero la población mundial es de 7.700 millones. Eso significa que los pobres hoy representan entre el 13% y el 14% por ciento de la población. En tiempos de Cristóbal Colón los pobres eran el 98% por ciento de la población y hace 10.000 años eran el 100% por ciento de la población.
Entonces lo que hay que preguntarse es: ¿por qué el 85% de la humanidad ya no es pobre? Es necesario preguntárselo para que de esa forma, ese porcentaje restante que sigue siendo pobre, deje de serlo.
Libertad e Igualdad
Me pregunto entonces sobre los políticos que ganan votos hablando bonito y mintiendo sobre todo lo que no van a hacer, especialmente cuando dicen que van a llevar la pobreza a nivel cero. ¿No tienen el don del silencio? Siempre dicen que hay que combatir la pobreza y que hay sacar a los pobres de la misma. Los políticos vienen hablando de cumplir esa promesa desde hace muchos siglos y todavía quedan muchos pobres. Porque tienen las respuestas equivocadas, no hacen nada por los pobres y la pobreza crece. Solamente un puñado de políticos que entienden por qué somos ricos y por qué no somos pobres han logrado cumplir sus promesas.
Ya he explicado que a pesar de los fracasos políticos en cuanto a la pobreza, el hombre se ha enriquecido de distintas maneras y la ha dejado atrás. Por el solo hecho de ver cómo ha mejorado nuestra calidad de vida con respecto a la de nuestros progenitores, podemos asegurar que nos hemos enriquecido. En la humanidad esta progresión es continua, excepto por algunos retrocesos en la riqueza de los hombres como Cuba en 1959, Venezuela en los años 2000 y Nicaragua con Daniel Ortega, a causa de gente que llega al poder y empobrece a los ricos.
Hace más de doscientos cuarenta años, en 1776, un escocés genial llamado Adam Smith publicó un libro al que tituló “Investigación sobre la naturaleza y las causas de la riqueza de las naciones”. Este ensayo no fue un estudio de la pobreza sino de la riqueza de las naciones y se lo considera el inicio de la ciencia económica.
Todos debemos conocer los elementos fundamentales para ser ricos y no pobres y para mantenerse ricos en vez de volverse pobres.
Buscando las causas que originan riqueza, ¿cuál es más importante, la libertad o la igualdad? La más importante es la libertad ya que la igualdad no existe. Solamente somos iguales, absolutamente iguales, en el cementerio.
La vida es desigual, unos somos melenudos y otros son pelados, unos somos sanos y otros más enfermizos, unos somos más listos y otros somos más tontos, unos somos más ágiles físicamente y otros menos ágiles. Vemos entonces que todos somos desiguales, gracias a Dios. Si todos fuéramos iguales el mundo sería muy aburrido. ¡Viva la diferencia!
El mito de la igualdad tuvo sin embargo un origen legítimo y decente. En los orígenes de la historia, los hombres hemos sido excesivamente desiguales, como cuando había amos y esclavos, o como cuando un reino conquistaba otro y aplastaba a los conquistados matando a los hombres y raptando a las mujeres para sus harenes. Desde los principios de la humanidad hubo mucha desigualdad.
Existen distintos tipos o definiciones humanas de igualdad: igualdad en la naturaleza, igualdad ante Dios, igualdad legítima e igualdad social-marxista o empobrecedora.
Los primeros que pensaron que todos los hombres somos iguales en la naturaleza fueron los griegos, concepto luego sostenido durante siglos por los romanos.
El estoicismo es una escuela filosófica fundada por Zenón de Citio en el 301 a. C. Su doctrina filosófica estaba basada en el dominio y control de los hechos, cosas y pasiones que perturban la vida, valiéndose de la valentía y la razón del carácter personal. Su objetivo era alcanzar la felicidad y la sabiduría prescindiendo de los bienes materiales. Esta corriente filosófica prueba, y en eso fue al grano antes de la llegada de Cristo, que la igualdad de todos los hombres se da en la naturaleza. Somos iguales ante la naturaleza, aunque seamos esclavos o amos. Naturalmente seguimos siendo iguales a pesar de nuestra situación económica o social dentro de dicha naturaleza. Sentimos y pensamos de la misma manera ya que los seres humanos tenemos habilidades intelectuales que nos diferencian del resto de los seres vivientes.
El siguiente aporte a la idea de la igualdad la hizo el cristianismo, que afirma que todos los hombres y mujeres son iguales ante Dios independientemente de su estatus social. Entonces todos gozamos de la igualdad ante la naturaleza según los estoicos griegos y de la igualdad ante Dios según el cristianismo. Todos somos iguales ante Dios pero no ante los hombres.
La primera vez que se planteó la idea de que todos somos iguales no solamente ante Dios y por naturaleza sino que existe otro tipo adicional de igualdad, fue en Inglaterra en el siglo XVII. Por primera vez se habló de la igualdad ante la ley: todos somos y debemos ser iguales ante la ley. Entonces los griegos nos definieron iguales por naturaleza, los cristianos iguales ante Dios y los ingleses iguales ante las leyes.
¿Qué se entiende por igualdad ante la ley? Se entiende que todos debemos pagar las mismas penas por los mismos crímenes. Antes no se juzgaba a las personas con la misma vara. Si un noble mataba a un infeliz, solamente recibía un reto; pero si un plebeyo mataba a un infeliz, lo ahorcaban. Las sanciones y las penas eran diferentes según el estatus social. Al declararnos todos iguales ante la ley, el que mata, el que roba o el que miente -sea príncipe o sea mendigo - paga con la misma pena de multa o de prisión.
Desde ese momento la igualdad ante la ley se convirtió en legítima, al igual que la igualdad en la naturaleza y la igualdad ante Dios. Con el correr de la historia, el advenimiento de la Revolución Francesa, las consecuencias sociales de la Revolución Industrial y –un poco más tarde- el surgir de los llamados socialistas, se estableció que no basta con ser iguales ante la ley, iguales en la naturaleza e iguales ante Dios. Tenemos que ser iguales en logros, es decir, que todos tengamos más o menos el mismo ingreso, que todos tengamos más o menos el mismo tipo de casa, más o menos la misma marca de auto, que tengamos más o menos cinco pantalones los hombres y treinta polleras las mujeres, etc.
Fue así como nació la igualdad que empobrece, la maldita igualdad social-comunista. ¿Por qué esa igualdad empobrece si al fin y al cabo todos vamos a tener lo mismo? La igualdad en logros es empobrecedora por una única y principal razón: porque para que todos seamos iguales en lo que consumimos, en lo que usamos, en cómo nos vestimos, en las casas que tenemos, en la cantidad de días de trabajo, en las vacaciones, y en muchas cosas más, necesitamos limitar las libertades. En otros términos, para llegar a esa igualdad de logros hay que suprimir la libertad.
Se han hecho muchos intentos de igualar a todo el mundo en muchos países y en diferentes tiempos, muchísimos. Desde una perspectiva trascendente, todos terminaron en fracasos. No pudieron sostenerse en el tiempo. El caso más prolongado en Occidente fue el de la URSS, que terminó en una caída estruendosa del régimen. En vano fueron las purgas, los gulags y el genocidio de más de 27 millones de almas.
Otro caso muy emblemático fue el de Pol Pot en Camboya durante los años 70, después de la Guerra de Vietnam. Una vez que conquistó el poder en 1975 gracias a la ayuda masiva de China y de Vietnam del Norte, Pol Pot llevó a cabo una drástica política de reubicación de la población de los principales centros urbanos hacia el campo, con el objeto de implantar un comunismo salvaje de corte agrario. Los medios empleados incluyeron el exterminio de los intelectuales y otros enemigos burgueses y su resultado fue la desaparición de entre un millón y medio y dos millones de personas. Llevaron a cabo intentos despiadados por acelerar el experimento en el que se llegaba a la plena igualdad de las personas. Pusieron a trabajar a todo el mundo en lo mismo y al que se resistía lo mataban; el que usaba corbata era desigual y lo mataban; el que tenía un título universitario era desigual en un país de analfabetos y por ende lo mataban; el que tenía un automóvil lo mataban por ser burgués. En cuatro años exterminaron a la tercera parte de la población en busca de esa ficticia igualdad que jamás llegó. Y después de tanta matanza el gobierno les asignó a los que quedaron casa, ropa y comida a todos por igual, entre 1975 y 1990.
Puedo afirmar que mientras haya vida, habrá desigualdad. Pero si matás a todos, te asegurás de que seamos todos iguales, ¡pero en el cementerio!
Lo que mantiene al hombre con vida es su libertad. Si yo no soy libre y dependo de la buena voluntad de otro, si el otro hoy está de mal humor me puede liquidar y punto. Este hecho es muy importante, porque si yo no soy libre mi vida está en peligro, como les pasó históricamente a los esclavos y a los prisioneros de los campos de concentración y de trabajo. Perder la libertad te hace perder el sentido de la vida. Los parámetros se trastocan.
Cabe preguntarse por qué los esclavos y todo aquel privado de la libertad de manera injusta (no hablo de los delincuentes que pagan con la libertad sus delitos hacia la sociedad de manera justa) perdieron su libertad. Carecieron de libertad porque no tenían propiedad alguna, es decir que no gozaban del derecho a la propiedad, no tenían nada con que defenderse y/o por lo que debieran luchar. No tenían pertenencia alguna.
En su momento, la esclavitud era universal y legítima. Los últimos hombres que sufrieron esclavitud legalmente institucionalizada fueron los pobres negros africanos. Pero siempre hubo esclavos entre los griegos, los romanos, e incluso ya entrada la edad media, entre los cristianos, los judíos, los musulmanes, entre los chinos, entre los japoneses…
¿Qué era lo que definía al “esclavo” ante la ley? Todo aquel que no tenía derecho a tener alguna propiedad. Si vos no tenés con qué defenderte ni la motivación para hacerlo porque lo tuyo no es tuyo, cuando tu vida está en peligro o puede estarlo, cualquiera te puede matar.
Vos tenés las libertades suficientes para comprar los medios para defender tu vida y tu propiedad. Pero para protegerte y para comprar los medios para defender tu vida, tenés que tener algo tuyo, tenés que tener acceso a la propiedad privada.
Por ese motivo, lo primero que hacen todos los gobiernos socialistas o comunistas es suprimir el Derecho a la Propiedad. En Cuba, por ejemplo, fue una de las primeras medidas de Fidel Castro. Como el estado comunista es el dueño de los medios, termina teniendo el control total de la información, entre muchas otras cosas.
Voy a explicar mejor el ejemplo de Cuba: uno trabaja en Cuba como en todas partes del mundo. Te pagan un sueldo bajo, muy bajo, inferior al que se cobraba en el régimen anterior, pero con ese sueldo uno puede comprar comida para sí y para su familia. Con el sueldo que se gana trabajando uno tiene la posibilidad de comprar bienes, pero para hacerlo debe tener una “tarjeta de racionamiento”. Si por cualquier motivo el comité de defensa de la revolución que controla a los vecinos del barrio dice que eres desagradecido o que difamas al régimen, el gobierno te retira la tarjeta de racionamiento y te deja sin recursos para subsistir. Para evitar el castigo, no puedes decir nada, no puedes hacer nada, no puedes ser nada. Si criticas al gobierno, te consideran un traidor y te fusilan.
Habrán oído hablar de Espartaco. Este ejemplo se lo escuché al profesor Dr. Armando de la Torre de la Universidad Guatemalteca Francisco Marroquín y me pareció brillante. Espartaco fue un esclavo romano entre los años 60 y 70 antes de Cristo que se rebeló junto con unos 35 mil esclavos más y que instaron a los romanos a prestarles atención. Espartaco no sólo tenía excelentes habilidades físicas, sino que había tenido también la oportunidad de tener educación, por lo que además era un hombre culto. Estas características se combinaron para convertirlo en un gran líder con un poder estratégico asombroso. Dos años después él y sus seguidores fueron aplastados militarmente. Por cierto al final el Cónsul Romano Craso, vencedor en la Batalla del Río Silario, crucificó a todos los prisioneros desde Nápoles hasta Roma como lección para el resto de los esclavos.
El caso de Espartaco fue excepcional en un hombre carente de libertad. Como era desertor romano, fue condenado a la esclavitud siendo gladiador. Según el Derecho Romano, si bien los gladiadores eran esclavos tenían el Derecho de Propiedad o peculio sobre sus armas. Solo porque eran dueños de sus armas se pudieron rebelar. Si no hubiesen tenido este derecho y no hubieran poseído sus armas, no se hubiesen podido rebelar.
Las sociedades que aspiran a igualar a todos, a hacernos a todos iguales, lo hacen sacrificando la libertad para así poder llegar a esa famosa IGUALDAD que EMPOBRECE.
Tienen que eliminar primero la propiedad privada para luego seguir suprimiendo libertades y usar a los ciudadanos como “títeres”.
Otro ejemplo. En Venezuela hay cada vez más leyes ilegítimas con claros intentos de suprimir la PROPIEDAD PRIVADA. En Venezuela el gobierno pretende que todo sea público, como hizo Fidel Castro hace cuarenta o cincuenta años en Cuba. En la medida en que un gobierno, un estado, un político, un partido o una corriente de opinión aboga en favor de reducir, acabar, aplastar (simplemente con impuestos) o terminar con la producción privada, está debilitando la libertad con la cual podés defender tu vida.
Ante todo esto, si sostienen el lema “abajo los ricos, quitemos a los ricos y démosle a los pobres”, lo pueden hacer debilitando en primer lugar la propiedad de los ricos para que no se puedan defender. Entonces todos somos pobres pero iguales.
Cuando se debilita el Derecho de la Propiedad en los pobres, los estás llevando a la esclavitud, los convertís en esclavos. No hay que esperar a que se acaben los pobres. Hay que enriquecerlos, ¡no los hagamos esclavos! Seamos grandes y trascendentes.
¿A quién no le da pena ver a la gente en los barrios marginales? ¿A quién no le da pena ver a un niño pidiendo limosna? ¿A quién no le da pena ver a una mujer que no puede pagar las medicinas de sus hijos? ¿A quién no le da pena ver a un hombre sin una pierna que no puede tener tratamiento médico como los demás porque no tiene dinero? ¿A quién no le da pena el sufrimiento ajeno? A menos que seamos un monstruo, todos nos compadecemos y todos queremos que esas situaciones desaparezcan.
La solución no es volvernos todos iguales, porque sólo se puede conseguir esa FALSA IGUALDAD igualando hacia abajo, quitándole a los que tienen. Nunca se iguala hacia arriba porque es imposible desde la desigualdad humana.
Veamos algunos ejemplos:
No tengo facilidad para las matemáticas y estoy a punto de recursarla, en cambio mi amigo Pancracio saca un promedio de 98 en los exámenes. Somos desiguales, yo no entiendo y soy vago para el estudio. ¿Cómo podemos igualarnos? Solamente si este amigo mío, que tiene talento para la matemática, me regala puntaje de su examen o pide que solamente lo aprueben. La única forma de igualdad se da en la baja del mejor.
Si vamos a los Juegos Olímpicos, los talibanes de la igualdad dicen que los juegos olímpicos son lo más injusto del universo porque los deportistas entrenan todo el año durante varios años para la carrera de 100 metros llanos para alcanzar el disco. Y cuando uno de ellos llega a los juegos olímpicos, resulta que queda en el penúltimo lugar por culpa de una lesión después de tantos años de esfuerzo y de austeridad, de sacrificar fiestas y diversiones y de cuidarse en las comidas que le gustan para poder estar en forma. En cambio otro deportista que no me cae bien saca la medalla de plata y otro que me cae peor, la de oro. Entonces para que nadie sufra, vamos a hacer a todos iguales. En los juegos olímpicos propongamos la carrera de 100 metros llanos en la que todos salen al mismo tiempo y son iguales en el momento del disparo de salida. Todos los competidores recorren la misma distancia de 100 metros llanos pero como son iguales, todas las metas serán iguales, obligando a aquel que llegue primero a detenerse antes de la meta y esperar al resto de los corredores para cruzar abrazaditos todos juntos la línea de llegada. Esto es patético y regresivo.
Hemos rebajado a los más ricos -que son los deportistas más veloces- al nivel de los más pobres –que son los más lentos- y de esa manera hacemos justicia. Esto lo ponemos como ejemplo para ilustrar que si tú quieres igualar a la gente, tienes que hacerlo a la fuerza y hacia abajo, nunca hacia arriba.
Es imposible igualar hacia arriba.
La gente solo puede conseguir riqueza si es libre y si tiene acceso al Derecho de Propiedad.
No hay mejor manera de crear riqueza que competir libremente por crear dicha riqueza.
Entonces, ¿por qué somos pobres en Argentina? Hemos sido ricos cuando hemos aceptado ser desiguales y que lo que logre cada uno sea producto de su esfuerzo libre y de la propiedad privada que pudo acumular libremente.
En la medida en que nuestros gobiernos frenen y continúen frenando la actividad libre de los argentinos, quitándoles la propiedad a través de más impuestos para que no puedan ser tan libres y se vean empobrecidos al mismo tiempo, seguiremos estancados y la decadencia será exponencialmente negativa.
Ya no es sólo cuestión de que nunca hemos sido ricos, es cuestión de que fuimos ricos y ahora somos pobres, porque los políticos muchas veces vienen con aires de redistribuir la propiedad privada de terceros en pos de erradicar la pobreza. Hemos visto que esto es imposible y que al mismo tiempo se condena a los pobres a la ESCLAVITUD.
Debemos reconocer y aceptar que si yo quiero ser próspero, que si yo quiero ser rico como aquel y como el otro y como el de más allá; tengo que lograrlo por mi propio esfuerzo con mis propios medios, libremente y a partir de la propiedad privada. Este carácter se ha debilitado en nuestra Argentina.
Quiero terminar este punto con una anécdota de Stalin, que resume en parte lo que he explicado. Los biógrafos de Stalin no dejaron constancia alguna de la veracidad de la presente anécdota, sin embargo la misma parece hacer alusión puntual a la crueldad básica de este dictador y a su tiranía sin límites, por lo que resulta abarcadora al menos de facetas de su propia vida. Así, cuenta la historia –poco más o menos- que Stalin se presentó en una reunión “de gabinete”.
Durante la misma, Stalin solicitó que le trajeran una gallina, la agarró con fuerza con una mano y con la otra empezó a desplumarla. La gallina, desesperada de dolor, intentó escaparse pero no pudo. Así logró quitarle todas las plumas y les dijo entonces a sus ayudantes. “Ahora observen lo que va a suceder…”. Stalin puso la gallina en el piso, se alejó un poco y tomó en su mano un puñado de trigo mientras sus colaboradores observaban asombrados cómo la gallina, asustada, dolorida y sangrando, corría detrás de Stalin e intentaba agarrar su pantalón, mientras éste le iba tirando puñados de trigo y daba vueltas a la sala. La gallina lo perseguía por todos lados. Entonces Stalin miró a sus ayudantes -totalmente sorprendidos- y les dijo: “Así de fácil se gobierna a los estúpidos. Vieron cómo me persiguió la gallina a pesar del dolor que le causé. Así son la mayoría de los pueblos, persiguen a sus gobernantes y políticos a pesar del dolor que les causan, ¡por el simple hecho de recibir un regalo barato o algo de comida por uno o dos días!”. Una descripción de nuestros tiempos.
2. La segunda etapa, desde el siglo XVIII o más precisamente desde la Revolución Industrial.
Como les dije al principio, divido la historia humana en dos etapas. Esta segunda etapa tiene su inicio en el siglo XVIII. Este capítulo es muy atrapante para mí más allá de la información histórica, ya que trata de marcar los lineamientos ideológicos básicos de los cuales nace lo que después llamo el “antiperonismo” culpable.
Las transformaciones ocurridas desde ese momento han sido tan vertiginosas, tan rápidas y violentas que provocaron que no se pudiesen medir en ese momento los alcances de semejante revolución.
Mucha literatura habla de un grandísimo problema en la humanidad por no estar preparada para semejantes cambios, por los hechos negativos que se vivieron o simplemente por intereses económicos propios de los escritores.
Lo concreto, señores, es que la Revolución Industrial fue uno de los eventos más brillantes vividos hasta el momento por los seres humanos después del nacimiento de Cristo. Se trata de una sumatoria de cambios tan veloces, tan luminosos y tan superadores para el hombre, que modificaron toda su estructura. El cambio fue el centro de esta revolución.
Los cambios suscitados fueron:
• Filosóficos.
• Religiosos.
• Políticos.
• Económicos.
• Sociales.
• Ecológicos.
Hasta el día de hoy han impactado en todas las actividades humanas.
Esta etapa de la historia que se inició en el siglo XVIII en Inglaterra tuvo como principal “big bang” el cambio del predominio de la producción agrícola por el predominio de la producción industrial. Esta revolución mejoró la calidad de vida de las personas y arrasó con la forma de vida de la nobleza, que debió adaptarse a los nuevos cambios para poder sobrevivir.
Inglaterra estaba mejor preparada que los demás países ya que era el mayor imperio de la época. En 1733 la aparición de la máquina tejedora de telas que duplicaba la producción humana cambió los estereotipos comerciales y productivos para siempre.
Pero no pasó mucho tiempo para que Europa despertara y adoptara estos cambios. Para finales del siglo XIX, la economía de toda Europa y gran parte del mundo estaba dominada por la Revolución Industrial. Para finales del siglo XX, no existía país en el mundo que no hubiera sido influenciado por los beneficios de la Revolución Industrial.
Primera Revolución Industrial
La Revolución Industrial tiene inicio en el año 1733 cuando John Kay, un inventor inglés, creó una herramienta de producción que permitía tejer el algodón a mayor escala y velocidad que a mano. La literatura es muy variada con respecto al inicio de esta Gran Revolución para la Humanidad.
Se expandió luego a Estados Unidos y Europa y finalizó en 1850. Durante este período se produjeron muchos de los mayores cambios en la historia del ser humano. Las sociedades fueron migrando de economías rurales basadas fundamentalmente en la agricultura a economías de carácter urbano e industrial. Este hecho generó una transformación profunda en la sociedad jamás experimentada en la historia hasta ese momento.
En el neolítico se aprendió a plantar y apareció la agricultura; se domesticó a los animales y apareció la ganadería; las sociedades ya no necesitaron ser nómades para subsistir, motivo por el cual el hombre se volvió sedentario y recolector, ya que podía almacenar el excedente de su producción rural. A partir de la revolución industrial surgió un nuevo modelo de organización social con la aparición de las ciudades. Se trató de un salto cualitativo en la forma de vivir, ya que se migró de un sistema rural de producción manual basado en la agricultura a un sistema de producción industrial concentrado en las ciudades.
Para desgranar cómo van apareciendo estos cambios tenemos que situarnos en la segunda mitad del siglo XVIII en Inglaterra, momento en que las trece colonias británicas en América acaban de independizarse.
La Revolución Industrial fue el ícono que tomé para dividir la historia del hombre como base de estudio de mi teoría. ¿Por qué marco la importancia de este hecho como divisor de la historia? Porque fue una revolución que modificó los parámetros sociales, religiosos, económicos y financieros del mundo entero.
Existe un plan sistemático de algunos escritores, en especial de inclinación marxista, que han influido en la mente de la población sosteniendo lo malvado de la riqueza y de la acumulación de capital, lo oscuro de esta fenomenal y luminosa Revolución Industrial. Y es que el punto de vista habitual del público pasa por considerar a la Revolución Industrial como un período negro en la historia del ser humano. Un tiempo de miseria, enfermedades, condiciones de trabajo infernales, alta mortalidad, esclavitud infantil y mucha suciedad. Un momento histórico, en definitiva, en el que los empresarios o patrones explotaban y se aprovechaban de los pobres obreros hasta la extenuación.
Lo relevante, sin embargo, es que antes de la revolución industrial las condiciones de vida eran aún peores. Lejos de la creencia popular, esta revolución representó un gran salto en términos de bienestar para la inmensa mayoría.
Frente a la leyenda negra planteada sobre la Revolución Industrial, puedo argumentar que este período fue un rayo de luz que iluminó la historia de la humanidad. Es necesario derribar mitos perversamente falsos.
Es verdad que las condiciones de los trabajadores de aquella época eran horribles si las comparamos con la de los trabajadores de hoy en día. Las jornadas laborales eran largas, el trabajo era duro y las condiciones sanitarias y de seguridad deplorables. Pero a partir de la Revolución Industrial, los cambios vividos desde entonces hasta hoy son el resultado lógico de un proceso que se sustenta en una progresiva y exponencial acumulación de capital que permite producir más y más.
En Inglaterra se había instaurado desde hacía cien años el sistema parlamentario definido ideológicamente por el liberalismo de John Locke, basado en la división de poderes, la economía de mercado y la libertad individual. Este modelo fue copiado después por Estados Unidos, Francia y España y es el modelo que se usa hoy en día en casi todos los países democráticos.
El filósofo inglés John Locke creía firmemente que un gobierno debía estar constituido por un rey y un parlamento en el cual se expresaran los deseos de la soberanía popular y donde se legislara para todo el pueblo. El parlamento es la autoridad sobre la que reside el poder político. Es el gobierno de una nación quien otorga a dicha autoridad el poder político. Para Locke, el estado debía sostenerse en los principios de soberanía popular y legalidad, respetando los derechos de todos los ciudadanos.
Muchos historiadores ven a Locke como una de las principales influencias de la política moderna. No sólo porque sus postulados fueran el inicio del liberalismo moderno, sino porque tuvo una gran repercusión entre los pensadores de la época. John Locke describió una separación de poderes entre el Poder Legislativo y el Ejecutivo, algo que más adelante ampliaría Montesquieu.
Este sistema, según la literatura liberal, presta un nivel de seguridad jurídica que proporciona suficientes garantías para la empresa. Esta corriente de pensamiento se sumó a una mentalidad protestante más abierta que en otros países del sur de Europa.
Hago una salvedad a esta información histórica. En ese entonces, las garantías jurídicas que tenían las empresas para operar no eran solo por este sistema al que considero de los menos malos; se debieron también al desconocimiento de los alcances de la nueva industria que generaría niveles de riqueza extrema en los empresarios y buenas ganancias en el proletariado.
Este fue un período de paz dentro de Gran Bretaña, que tenía un buen sistema bancario dominado por el Clan Illuminati Rotschild, cierto equilibrio monetario y ausencia de inflación, circunstancias que generaron las condiciones para que apareciera el CAPITALISMO.
Inglaterra además tenía una posición geoestratégica privilegiada y poseía una gran flota naval que dominaba los mares. Controlaba -entre otros- los territorios del subcontinente indio, fuente importante de materias primas para su industria; como el algodón, que alimentaba su industria textil.
Así como a partir de la filosofía de John Locke se generó el cambio político y el nacimiento del capitalismo a fines de siglo XVII, la Revolución Industrial generó cambios importantes en la sociedad británica.
Los súbditos se convirtieron en ciudadanos que podían tomar decisiones sobre su propio destino. Cuando empezaron a sucumbir las coronas europeas -y con ellas el poder absolutista-, desapareció la brecha social entre los privilegiados y el pueblo llano. El Humanismo de la Edad Moderna tuvo como consecuencia el surgimiento de una nueva clase social, la burguesía. A partir de la Revolución Industrial comenzó a predominar el individualismo. El esfuerzo personal, la innovación y el afán de lucro fueron derrocando al sistema feudal de la Edad Media. Nació así la burguesía, una nueva clase social revolucionaria enfrentada a los estamentos sociales aristocráticos llenos de privilegios.
Junto con la burguesía apareció también el proletariado, es decir los trabajadores, la clase obrera que carece de propiedades y de medios de producción, por lo que se ve obligada a arrendar sus fuerzas de trabajo a la burguesía (propietaria de los medios de producción) para subsistir. Las condiciones laborales de los trabajadores eran todavía muy precarias, con largas jornadas y malas condiciones sanitarias.
Había, como siempre sucede en el desconocimiento de lo nuevo, una necesidad de la burguesía propietaria de extremar el uso de su maquinaria nueva para recuperar la inversión en el mínimo tiempo posible. Había incertidumbre con respecto a los alcances de esta Gran Revolución Industrial.
A pesar de estas consecuencias indeseables de la Revolución Industrial, fueron mayores los avances positivos que los escasos efectos negativos.
Los cambios supusieron un rápido progreso y un gran desarrollo respecto a épocas anteriores:
• Hubo un éxodo del campo a las ciudades.
• En las de ciudades mejoraron los sistemas de desechos orgánicos. Se pusieron cloacas y un sistema de alcantarillado y túneles subterráneos de desagüe.
• Mejoraron las condiciones de salubridad.
• Se redujeron las epidemias por los avances en higiene y seguridad y por los descubrimientos medicinales.
• Se produjo una gran explosión demográfica. En un siglo se triplicó la población de Inglaterra.
• Las ciudades de Birmingham y Manchester prosperaron como ciudades textiles.
• Ruedas mecánicas tejían su tela y sus chimeneas echaban humo sin parar.
• Aparecieron los ferrocarriles, modificando la geografía de las ciudades con nuevos trazados urbanos.
• Aparecieron los barcos de vapor.
• Edward Jenner descubrió la primera vacuna contra la viruela y esto redujo la mortalidad infantil.
• El desarrollo de la industria farmacéutica fue paralelo al de la Revolución Industrial. Al ver incrementado su capital, el empresariado empezó a invertir en las mejoras medicinales, ya que para disfrutar el momento que se estaba viviendo no había que enfermarse.
• Aumentó la esperanza de vida de 35 años a 50.
• El capitalismo trajo progreso y el salario medio en Inglaterra se duplicó.
• El ingreso real per cápita en Inglaterra, en apenas cien años y a pesar de que durante dicho período el país vivió también un impresionante aumento de la población, se duplicó.
• Durante el siglo XIX, los precios cayeron más que los salarios.
• El poder adquisitivo se incrementó de forma casi exponencial en todos los estamentos de la sociedad nueva que surgía.
• Los precios bajaron por la oferta de bienes y servicios y el proletariado tuvo una mejora considerable por el incremento exponencial del poder adquisitivo.
• Bajó el precio de la ropa, del té, el café, el azúcar y todos los bienes de la canasta básica.
• Mejoró sustancialmente la calidad de vida de la gente, aunque la brecha de las rentas entre el proletariado y la burguesía se incrementaba año a año.
• En 1830 el londinense medio consumía semanalmente la misma cantidad de alimentos básicos que en 1959.
• Gracias a esta mejor alimentación y al mayor acceso a bienes de todo tipo, la gente fue menos propensa al contagio de enfermedades como la tisis o tuberculosis.
• El nivel de vida mejoró en el cómputo general, pero entre la avaricia y codicia extrema del empresariado y la envidia y malicia del proletario europeo, comenzaron a surgir filósofos y pensadores con ideas muy locas y raras. Entre las más ridículas y cavernícolas están las del vago Karl Marx, entre muchos otros, algunos de ellos financiados por las Logias Masónicas infiltradas por los Illuminati.
Los grandes ganadores de todo este gran cambio fueron los burgueses, que pasaron de ser una clase social revolucionaria a convertirse en una clase acomodada. La burguesía, cuya situación de privilegio social se basó fundamentalmente en la fortuna que empezaron a poseer por ser dueños de los medios de producción masivos, desplazó definitivamente a la aristocracia terrateniente cuyos privilegios radicaban en su origen o en sus vínculos de sangre.
A pesar de todo, el nivel de vida de la clase obrera todavía tendría un amplio margen de mejora, y si no que se lo digan a Karl Marx que no trabajó nunca y vivió de su acaudalado padre trabajador.
Karl tuvo un eterno “Plan Descansar” y eso lo llevo a pensar cosas muy raras. Ideas que, décadas después, generaron los mayores genocidios de la Historia de la Humanidad.
¿Cuál fue el principal avance tecnológico de la Revolución Industrial?
La máquina de vapor fue un invento que perfeccionó el ingenio del escocés James Watt. Esta máquina consiste en un motor de combustión externa que transforma la energía térmica de una cantidad de agua en energía mecánica. Una caldera de carbón cerrada herméticamente genera vapor de agua, lo cual produce la expansión del volumen de un cilindro empujando un pistón mediante un mecanismo de biela manivela. El movimiento lineal alternativo del pistón del cilindro se transforma en un movimiento de rotación que acciona una rueda.
Los modelos anteriores de máquinas de vapor se habían usado para el bombeo de agua. La máquina de Watt introducía el movimiento rotatorio por lo que se pudo usar para suministrar energía motriz a otras máquinas, como un molino harinero. También se utilizó para el martillo neumático de forja, que permitió elevar la construcción de elementos necesarios para las máquinas productoras.
La introducción de la máquina de vapor en las distintas industrias fue el paso definitivo para el éxito de la Revolución Industrial, ya que su uso significó un aumento espectacular de la capacidad de producción. Al elevar la capacidad de producción se disminuyó el tiempo de fabricación de los productos, dando paso a la producción en serie.
Se simplificaron tareas complejas en varias operaciones simples que podía realizar cualquier obrero sin necesidad de que fuese mano de obra calificada. De este modo se bajaron los costos de producción y se elevó la cantidad de unidades fabricadas.
Pronto se realizaron los primeros experimentos para aplicar el vapor al transporte terrestre. George Stephenson comenzó experimentando con el transporte de grandes cargas en las minas de carbón cuando puso a punto su primera locomotora. La construcción del ferrocarril de Liverpool a Manchester en 1829 consolidó su fama para siempre. El ferrocarril permitía transportar materias pesadas a 40 kilómetros por hora, una velocidad hasta entonces impensable, acortando extraordinariamente el tiempo de los desplazamientos y permitiendo el desarrollo del comercio interior escasamente explotado hasta entonces. El volumen de los intercambios también se multiplicó.
El vapor se aplicó además en otro ámbito de la industria del transporte: la navegación fluvial y marítima, a partir de la introducción de los barcos de vapor.
Otro avance digno de mención fue el alumbrado público de gas, gracias al cual las ciudades se convirtieron en lugares más seguros. Así se redujeron las tasas de delincuencia, y para cuando la Revolución Industrial llegó a su fin, las ciudades se habían transformado por completo.
De una nación agraria, Inglaterra de pronto se había convertido en la primera nación industrial del mundo y su población se había triplicado en el espacio de un siglo. Hasta entonces jamás se había vivido una evolución similar. Este dato del aumento de población es absolutamente determinante. Según los datos estadísticos de Hans Rosling (médico sueco que se desempeñaba como profesor de salud internacional en el Karolinska Institutet y director de la Fundación Gapminder, que desarrolló el sistema Trendalyzer), entre el año 10 mil antes de Cristo y el año 1800, es decir durante 11.800 años, la población del mundo aumentó en mil millones de personas aproximadamente. Gracias a la Revolución Industrial, y a pesar de que ésta tardó en llegar a muchas partes del mundo, la población llegó en 2017 a 7.722.727.000 de habitantes en apenas 220 años. Es decir, su crecimiento fue 7.720 veces más rápido en 220 años que en los 11.800 años previos. Increíble pero real.
Por otro lado, la Revolución Industrial trajo consigo un verdadero cambio de paradigma, un cambio que transformó el mundo para siempre. Por primera vez el trabajo, ahora industrial, no se centró en atender las necesidades de las clases más adineradas, sino en producir en masa para proveer a las masas.
De hecho, la fábrica clásica de los primeros tiempos de la revolución industrial, la fábrica que todos estudiamos, fue la fábrica de algodón, que no era un producto precisamente demandado por las clases más pudientes. Los ricos vestían de seda y lino, y no utilizaban prendas fabricadas en masa sino las que confeccionaban sus propios sastres.
Estamos, por tanto, ante el desarrollo del capitalismo de masas, la filosofía de producción que en palabras de Schumpeter tiene como misión transformar los bienes de lujo en bienes de consumo masivo. Joseph Schumpeter (1883-1952) fue un intelectual y economista austro-norteamericano que trabajó como profesor en la Universidad de Harvard, en los Estados Unidos. Schumpeter fue un conservador que observó el inevitable ascenso de las masas a la política y la aceptó, pero ofreciendo un modelo liberal y aristócrata para absorber este fenómeno. De alguna manera, Schumpeter legitima el sistema democrático aristocrático. Un ajuste a la idea de un gobierno de elite.
El aumento de la producción y la cada vez mayor competencia entre empresas permitieron orientar recursos a la investigación y a la innovación, desarrollándose con ellas un amplio abanico de productos tales como medicamentos, vacunas e instrumental hospitalario. La medicina fue una de las industrias con mayor desarrollo desde la Revolución Industrial. En 1800 la pareja tipo tenía seis hijos pero cuatro de ellos morían jóvenes. Las mujeres en su mayoría morían en los partos. Vimos que había más hombres que mujeres hasta el año 1800.
Del mismo modo, la mayor producción permitió también liberar recursos para desarrollar las primeras legislaciones sociales que incluyeron por ejemplo límites a la jornada laboral y al trabajo de los menores de edad. Y, por supuesto, el mayor poder adquisitivo propició incluso que las familias pudiesen cuidar mejor de sus hijos, de tal forma que tan sólo entre 1818 y 1833, en apenas 15 años, el número de niños escolarizados se duplicó.
Hay mucha gente que piensa que antes de la Revolución Industrial los campesinos y trabajadores eran felices y vivían en libertad, disfrutando de una vida en el campo y la naturaleza. Nada más falaz que ese pensamiento. Más allá de que se mejoraron las técnicas agrícolas y ganaderas para mecanizar el campo y aumentar asimismo su producción, el trabajo rural era agotador, no había prácticamente días de descanso. Toda la familia tenía que trabajar muy duro, por supuesto también los niños, y la supervivencia ni siquiera estaba garantizada. Todo dependía de las condiciones del tiempo, de la lluvia y de la temperatura.
Por ello no resulta extraño que cuando se produjo la Revolución Industrial automáticamente se produjesen masivas migraciones del campo a la ciudad, buscando empleos en las fábricas. Y eso fue precisamente lo que salvó la vida de millones de personas.
La “leyenda negra” sobre la Revolución Industrial surge precisamente porque gracias a la enorme generación de riqueza, se produjo lo que algunos llaman “una conciencia creciente de hechos que antes pasaban desapercibidos”.
Antes de la Revolución Industrial a todo el mundo le parecía natural vivir en la mayor miseria y, además, esperaban un destino similar para sus descendientes. Pero, a partir de la Revolución Industrial, el sufrimiento dejó de justificarse.
Cuando hay riqueza, la pobreza deja de comprenderse. Por otro lado, a los aristócratas y gobernantes de la época no les hacían precisamente mucha gracia todos estos cambios y contribuyeron, sin duda, a extender la “leyenda negra”.
Así por ejemplo, Francisco I -el Emperador Austrohúngaro- llegó a prohibir la construcción de fábricas en Viena e impidió el desarrollo del ferrocarril con la siguiente excusa: “No, no. No tendré nada que ver con esto, no vaya a ser que la revolución llegue al país”.
Lo mismo ocurrió con el zar Nicolás I de Rusia, quien promulgó leyes que limitaban la construcción de fábricas con la misma intención.
Por todo ello, la Revolución Industrial nos ayuda a recordar que el estado natural del hombre es la pobreza y que la generación de riqueza y bienestar nunca se produce, desgraciadamente, de forma automática.
Hoy nos escandalizamos, con razón, de las condiciones de vida que tienen muchos trabajadores agrarios, por ejemplo en Camboya. Pero olvidamos que su esperanza de vida ha pasado de 41 años en 1960 a 69 años en 2016 y en Nepal pasó de 35 años en 1960 a 70 años en 2016.
En definitiva, dejemos de pensar que la Revolución Industrial fue un problema para la humanidad. Por el contrario, es lo mejor que pudo haberle pasado.
¿Debemos encontrar otros lugares para vivir en el Universo? Creo que sí. Pero este tema corresponde a otro estudio en otro libro.
Segunda Revolución Industrial
Lo relatado hasta ahora es solo el principio, porque entre 1850 y1870 –dependiendo del autor- entramos en la segunda fase de la revolución, conocida como la Segunda Revolución Industrial. Normalmente los historiadores sitúan esta segunda revolución industrial desde 1850 hasta el estallido de la Primera Guerra Mundial en 1914.
Se trata simplemente de un fortalecimiento de la primera y de su expansión a otros países. En esta segunda etapa, los avances no serán sólo tecnológicos sino también científicos.
Durante esta segunda revolución industrial se produjo el surgimiento de Alemania y Estados Unidos como grandes potencias mundiales junto al Reino Unido. Sin embargo hay que prestar especial atención a Estados Unidos pues esta Segunda Revolución Industrial está asociada con la electrificación de las ciudades y de los medios de producción.
Las características de esta Segunda Revolución Industrial son, en primer lugar, la sustitución en la industria del hierro por el acero y, en segundo lugar, el reemplazo del vapor por la electricidad; además, los derivados del petróleo se convirtieron en una fuente de energía muy importante.
En este período aparece la maquinaria automática que fabrica piezas para otras máquinas. También se da un gran desarrollo en los sistemas de transporte y de comunicación. Finalmente hay un creciente dominio y aplicación de la ciencia y la tecnología a la industria.
Los derivados del petróleo como fuente de energía darían lugar a los siguientes inventos como el motor de explosión o motor de combustión interna. El ferrocarril se convirtió en el transporte terrestre hegemónico insustituible, supliendo a los grandes caminos y superando la precariedad de los vehículos. Estados Unidos, con 108.000 kilómetros de vías, fue el precursor de esta supremacía.
También apareció en este período el barco con motor de caldera que disminuyó el costo de mantenimiento y aumentó el espacio para mercancías. Estos dos factores propulsaron el comercio fluvial y marítimo a nivel internacional.
Continuando con los avances en los sistemas de transporte, en 1903 los hermanos Wright efectuaron el primer vuelo con aeroplano, que marcó el inicio de la historia aeronáutica y espacial mundial.
Otra industria que gozó de gran expansión fue la química, que se dedicó mayormente al desarrollo de explosivos y fertilizantes.
En el campo científico fue una época de grandes descubrimientos como la Teoría de la Evolución de las Especies de Charles Darwin que revolucionó el mundo entero. En el área de la medicina, el cirujano inglés Joseph Lister propagó por el mundo la aplicación de sus métodos de higiene y Robert Koch descubrió la bacteria que producía la tuberculosis, una de las principales causas de muerte entre la población mundial. Otro gran descubrimiento ocurrió en 1864 gracias a Louis Pasteur: el proceso de conservación de alimentos, que hoy llamamos pasteurización. En 1897 Bayer inventaba en su laboratorio la aspirina, la cual mejoró la vida de las personas.
En 1876 se realizó la primera llamada de teléfono inventado por Graham Bell. En 1885 Carl Benz fabricó el primer automóvil con motor.
Para Rifkin, “la tecnología de Internet y las energías renovables están a punto de fundirse para crear una potente nueva infraestructura para una Tercera Revolución Industrial que cambiará el mundo en el siglo XXI”. (Conferencia sobre la Tercera Revolución Industrial; Rosario, Argentina 2018).
Tercera Revolución Industrial
La llamada Tercera Revolución Industrial, revolución científico-técnica o revolución de la inteligencia, se inició al terminar la Segunda Guerra Mundial y cobró fuerza a causa de la crisis que experimentó el capitalismo de la época.
A finales de la década del 60, el anterior Capitalismo Liberal Monopólico y Financiero -que parecía tan sólidamente establecido desde hacía casi un siglo- entró en crisis. Entre las causas de esta crisis encontramos las siguientes:
• Se encarecieron los recursos energéticos y las materias primas.
• Se redujo el crecimiento económico.
• Aumentó considerablemente la desocupación, hecho nunca visto hasta ese momento en los procesos revolucionarios de la industria.
• Aumentaron las protestas sociales.
La industria redujo su participación en el conjunto de la economía y las empresas desarrollaron una clara estrategia de transnacionalización que logró alterar las relaciones internacionales, abriendo las fronteras desde el punto de vista económico.
Al mismo tiempo se multiplicaron las innovaciones, se redujo el consumo de productos naturales y nacieron nuevos sectores motrices como la microelectrónica, la biotecnología, la robótica, etc. Por este motivo se redujo el trabajo directo de fabricación y aumentó el de gestión, con un mayor control de investigación y desarrollo (I+D) que dio flexibilidad a la producción en diversas fases o en empresas distintas, gracias a las nuevas tecnologías. De esta manera se descentralizó la productividad y aumentó la cantidad de PYMES.
Actualmente, el 86% de todos los científicos que han trabajado en investigación están activos, hecho que ha conducido a que el conocimiento científico se duplique, aproximadamente, cada cinco años, aunque esta cifra puede variar.
Las áreas más representativas de la Tercera Revolución Industrial son:
• La I+D (investigación y desarrollo).
• La energía nuclear.
• Las telecomunicaciones.
• El Espacio y el Universo.
Dentro de la informática, las áreas más representativas son:
• La robótica.
• La biotecnología.
Cuarta Revolución Industrial
La Cuarta Revolución Industrial, también conocida como Industria 4.0 o Revolución Industrial Etapa Cuatro, es la cuarta etapa industrial importante que se ha verificado desde el inicio de la... revolución industrial en el siglo XVIII.
Esta cuarta etapa se caracteriza por una fusión de tecnologías actualmente en prueba o en desarrollo, lo que está desintegrando las fronteras entre las esferas física, digital y biológica.
En su libro “La Cuarta Revolución Industrial”, el profesor Klaus Schwab (fundador y presidente ejecutivo del Foro Económico Mundial) describe cómo esta cuarta revolución es fundamentalmente diferente de las tres anteriores, que se caracterizaron principalmente por los avances en tecnología. Estas tecnologías tienen un gran potencial para continuar conectando a miles de millones de personas a la web, para mejorar drásticamente la eficiencia de las empresas y organizaciones y para ayudar a regenerar el entorno natural a través de una mejor gestión de activos. Klaus Schwab la asocia también con la segunda era de la máquina. “Dominar la Cuarta Revolución Industrial” fue por lo tanto el tema central de la Reunión Anual de 2016 del Foro Económico Mundial en Davos-Klosters, Suiza.
Esta «Industria 4.0» es la tendencia actual de automatización e intercambio de datos, en especial en el marco de las tecnologías de manufactura y desarrollo. La Industria 4.0 crea lo que se conoce como “fábricas inteligentes”. Dentro de la estructura modular de una fábrica inteligente, los sistemas ciberfísicos controlan los procesos físicos, crean una copia virtual del mundo físico y toman decisiones descentralizadas. En el Internet de las cosas, los sistemas ciberfísicos se comunican y cooperan entre sí, al mismo tiempo que lo hacen con los humanos en tiempo real y vía Internet. Ambos servicios internos y de organización son ofrecidos y utilizados por los participantes de la cadena de valor.
La Cuarta Revolución Industrial se basa entonces en la Revolución Digital, la cual representa nuevas formas en que la tecnología se integra en las sociedades e incluso en el cuerpo humano. Está marcada por los avances tecnológicos emergentes en varios campos que incluyen: robótica, inteligencia artificial, nanotecnología, computación cuántica, biotecnología, Internet de las cosas (IoT), impresión 3D y vehículos autónomos.
Según Arik Segal, la Cuarta Revolución Industrial ofrece oportunidades únicas para mejorar la comunicación humana y la resolución de conflictos. Aquí tenemos un tema no menor, que es necesario que estudiemos y analicemos para ver qué vamos a hacer en el futuro. La INTELIGENCIA ARTIFICIAL y la SINGULARIDAD.
¿Cuándo se va a dar la igualdad entre la inteligencia humana y la artificial? ¿Qué va a pasar con la humanidad? ¿La inteligencia artificial puede superar nuestra inteligencia?