Читать книгу El Ciervo del Castillo Fantasma - Max Marshall - Страница 6

La gente de la ciudad de la pintoresca ciudad vivió a la sombra de miedo, su corazón encogido por el enfriamiento de los rumores que se arremolinaban alrededor del misterioso castillo y sus espectrales habitante, Eduardo, el Ciervo. Susurros de terror llenó el aire, extendiendo como un reguero de pólvora a través de las calles y callejones, echando una cortina de aprehensión a la vez alegre de la ciudad.

Se dijo que nadie la mala suerte de cruzarse con Edward, en una noche de luna cerca del castillo iba a caer víctima de una maldición de indescriptibles consecuencias. La mera mención de su nombre que se envía escalofríos a las espinas de la gente del pueblo, e intercambiaron miradas furtivas y callado murmullos cada vez que el tema se levantó.

Los niños, en particular, fueron frecuentados por los cuentos de Eduardo presencia fantasmal. Que una vez habían deleitado en carefree exploraciones de los bosques de los alrededores, pero ahora que evitar aventurarse en cualquier lugar cerca de la amenazadora silueta del misterioso castillo después de que el sol se sumerge por debajo del horizonte. Sus risas dieron paso a los inquietos murmullos, y con alegres melodías que una vez llenó el aire se sustituye por el silencio del miedo.

Los padres advirtió a sus pequeños con duras advertencias, exhortándolos a permanecer dentro de la seguridad de sus hogares como la oscuridad descendió, por temor a que Edward maldita mirada podría caer sobre ellos. Una vez concurridas calles de la ciudad creció desolado como la noche se acercaba, y un aire de melancolía se apoderó de la ciudad como una niebla pesada, encubriendo en un velo de temor.

Como la luna encerado completo, echando un brillo etéreo sobre el silencio de la ciudad, los niños miró ansiosamente fuera de sus ventanas, sus corazones se agitaban con una mezcla de curiosidad y temor. Anhelaban desentrañar el misterio de el castillo encantado y su espectral habitante, pero los cuentos de terror había inculcado un arraigado temor en sus corazones sensibles.

Sin embargo, en medio de la omnipresente de miedo, un rayo de esperanza parpadeaba como una solitaria vela en la oscuridad. De lo más profundo del corazón de cada niño coloque un signo de valentía, esperando a ser colocadas en el fuego por los vientos del destino. Poco sabían que la leyenda de Edward el Ciervo pronto iba a llamar a un héroe de su medio, uno de los que se elevan por encima de las sombras del miedo, para llevar la luz y la redención a haunted terrenos del antiguo castillo.