Читать книгу El Gato Voló a la Luna - Max Marshall - Страница 7

Capítulo 3 – El Secreto Del Cohete De Laboratorio

Оглавление

Detrás de un hombre alto, majestuoso árbol de roble, ubicado en un rincón escondido de la pradera, Nico y Eric establecido el secreto del cohete de laboratorio. Rodeado por un dosel de hojas esmeralda y el suave murmullo de la naturaleza de la sinfonía, los dos amigos se pusieron a trabajar, sus corazones en llamas con determinación y su mente se centró en el horizonte lunar.

Día tras día, bajo la moteada luz del sol filtrado a través de las ramas, Nico y Eric trabajó incansablemente en sus aislado refugio. Con las sierras de zumbido, martillos golpeando, y los pinceles silbante, que transforma las materias primas de sus sueños en un magnífico cohete de madera que estaba de pie alto y orgulloso contra el telón de fondo de la selva.

Problemas surgieron a lo largo del camino – un terco clavo aquí, un ala torcida – pero Nico y Eric afrontar cada obstáculo con firme determinación. Su amistad sirvió como un faro de fuerza, guiándolos a través de los momentos de duda y frustración, y brillante con cada triunfo compartido.

Como el olor fresco de aserrín mezclado con el aroma de la tierra aroma del bosque, Nico y Eric vierte su corazón en su labor de amor. Cada trazo de pincel, cada medición cuidadosa, era un testimonio de su inquebrantable dedicación y tácita promesa el uno al otro: juntos, iban a llegar a la luna, no importa los obstáculos en su camino.

En medio del susurro de las hojas y el suave soplo de la brisa, un sentido de camaradería floreció entre Nico y Eric. Su risa hizo eco a través de los árboles, se mezcla con el canto de los pájaros y el susurro de las pequeñas criaturas que va sobre su día. En el corazón de la naturaleza abrazo, su vínculo se hizo más fuerte, fortificada por los sueños compartidos y un propósito común.

Y como el sol se sumerge por debajo del horizonte, arrojando un resplandor cálido sobre su secreto del cohete de laboratorio, Nico y Eric dio un paso atrás para admirar su obra. El cohete de madera brillaban en la decoloración de la luz, un símbolo de su amistad, la perseverancia, y el inquebrantable espíritu.

Con una cansada sonrisa y un suspiro contento, Nico y Eric sabía que eran un paso más cerca de su lunar objetivo. Los retos que superar, como los recuerdos que había forjado, todo sirvió para alimentar su determinación y la chispa de aventura que ardió intensamente dentro de ellos.


El Gato Voló a la Luna

Подняться наверх